Connect with us

POLITICA

????Insólito – requisito para reuniones en espacio público: si son más de tres personas deberán pedir permiso

Published

on

El Ministerio de Seguridad tendrá la autoridad para rechazar la realización de convocatorias, así como también podrá proponer modificaciones a la hora, el lugar o el recorrido

La Ley Ómnibus enviada alCongresopara ser debatida durante las sesiones extraordinarias en curso incluye un insólito requisito para las reuniones en espacios públicos, puesto que en el caso de participar tres o más personas se deberá pedir permiso al Ministerio de Seguridad de la Nación, con una antelación de 48 horas.

El paquete de reformas que el presidente Javier Mileicontiene las principales medidas que pretende implementar durante su primera etapa de gestión: desde la privatización de todas las empresas públicas hasta el cierre del INADI. En este contexto, el proyecto contempla un capítulo dedicado a la Seguridad Interior, cuya primera sección busca reglamentar la organización de las manifestaciones, fijando duras sanciones para los organizadores y aquella persona que impida el funcionamiento normal de los transportes.

Además de la modificación propuesta al Código Penal, a través del artículo 331 del proyecto, el Gobierno define a la reunión o manifestación como una “congregación intencional y temporal de tres o más personas en un espacio público”, con el propósito de ejercer el derecho a la protesta.

De ser aprobada la ley sin ninguna modificación en materia de seguridad interior, estas reuniones o manifestaciones deberán ser notificadas al menos 48 horas antes de su realización al Ministerio de Seguridad, detallando las características; los datos de la persona u organización que la convoca, especificando “nombres y datos personales”; la finalidad de la movilización; el recorrido que tendrá; el tiempo de duración; y la cantidad estimada de participantes.La marcha de la CGT en rechazo al DNU (Luis ROBAYO / AFP)La marcha de la CGT en rechazo al DNU (Luis ROBAYO / AFP)https://be175e20b05da7414f0a89e633877e9e.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html?n=0

Una vez recibida toda esa información, la cartera dirigida por Patricia Bullrich otorgará un comprobante que certifique la correcta presentación realizada, documento que deberán tener los organizadores al momento de la realización de la convocatoria. De contar con esto, la movilización podrá realizarse siempre y cuando no estorbe, impida o entorpezca el tránsito.

En esa línea, el Ministerio tendrá la facultad de oponerse a la realización de la reunión, “fundamentándose en cuestiones que hagan a la seguridad de las personas o seguridad nacional”, así como también podrá proponer modificaciones al horario, la ubicación o la fecha.

En el caso de que se trate de una manifestación espontánea, el Gobierno plantea que la notificación deberá ser presentada “con la mayor antelación posible”, respetando los requisitos mencionados anteriormente.

Advertisement

El sorpresivo requisito para las reuniones sociales o manifestaciones en el espacio público llega luego de días de tensión en el microcentro porteño tras la implementación del protocolo antipiquetes, que fue puesto en marcha por primera vez durante la movilización de las organizaciones piqueteras el pasado 20 de diciembre y volvió a aplicarse durante la convocatoria de la CGT en rechazo a las medidas que apuestan por desregular la economía. Esta normativa autoriza a las fuerzas federales a intervenir para evitar cortes o piquetes, empleando la “mínima fuerza necesaria y suficiente” para la situación. A su vez, los autores, partícipes y cómplices o instigadores serán identificados y se conformará un registro de organizaciones y sus líderes.

Ahora, el proyecto de ley propone que, en caso de registrarse una falta durante una movilización autorizada, el Ministerio de Seguridad de la Nación intime a cualquiera de los organizadores para que cesen con el incumplimiento de la normativa y adecuen la reunión a lo establecido. En caso contrario, se implementarán las acciones correspondientes.

Dentro de las modificaciones que impulsa la administración de Javier Milei para el Código Penal se encuentra la creación de la figura penal para “quienes dirijan, organicen o coordinen una reunión o manifestación que impidiere, estorbare o entorpeciere la circulación o el transporte público o privado o que causare lesiones a las personas o daños a la propiedad”, los cuales “serán reprimidos con prisión de dos a cinco años, estén o no presentes en la manifestación o acampe”.

Así, será considerado organizador todo aquel que convoque a otras personas a participar de la reunión; coordine a personas para llevar a cabo la reunión; provea cualquier tipo de medio material o logístico para la realización de la reunión y/o pase lista, registre las presencias o las ausencias por cualquier medio escrito o de grabación de imágenes.

Por otro lado, la Ley Ómnibus sostiene que los organizadores “serán solidariamente responsables por los daños que los manifestantes ocasionaren” durante la movilización.

Advertisement

POLITICA

Los intendentes bonaerenses presionan por una nueva reelección

Published

on


Días de tensión atraviesa la provincia de Buenos Aires, entre la discusión del presupuesto 2025, el endeudamiento y la designación de jueces, entre otros temas pendientes, incluida la demanda de los intendentes peronistas bonaerenses, que presionan a un gobernador escaso de votos con diversas demandas a cambio de socorrerlo en su búsqueda de las mayorías legislativas indispensables.

Las reelecciones indefinidas de intendentes fueron prohibidas en 2016, pero luego, rosqueo político mediante, autorizadas por única vez, con el aval no sólo de los peronistas, sino también de los radicales y los del Pro que se verían afectados. Sin un horizonte de reelegibilidad, automáticamente los alcaldes se convierten en cadáveres políticos, pero no la tienen fácil, sobre todo aquellos que lo desean pero no pueden salir abiertamente a respaldarla por sus compromisos políticos con los libertarios o con el Frente Renovador, que fue la fuerza que, en su momento, le acercó los votos faltantes a María Eugenia Vidal para ponerles térmno.

Durante la presente semana más de una docena de intendentes peronistas se reunieron con Axel Kicillof y con sus legisladores para tratar de instalar el tema, y trataron de presionar para conseguir su apoyo exigiéndola como moneda de cambio por los votos que podrían acercar al gobernador en la discusión del proyecto de endeudamiento por unos 2.000 millones de dólares, de los que luego recibirían un porcentaje los 135 municipios en los rubros de seguridad y obra pública, la aprobación del presupuesto y otras cuestiones pendientes de tratamiento legislativo.

Todo transcurre, hasta ahora, entre bambalinas, sin ruido ni amenazas de demostraciones masivas. Los intendentes tienen en claro que su reclamo no goza de popularidad, pero precisan su aprobación como precisa el agua el viajero en el desierto. Saben que no es viable aceptar ser reemplazado por alguien de su entorno: la experiencia demostró que eso sólo lleva a la catástrofe y la atomización de su fuerza política.

Los intendentes aseguran contar con el respaldo de la “voluntad popular” de los vecinos, y que una norma no puede reemplazar sin más a la voluntad soberana. También tienen en claro que, con el nuevo sistema electoral, que ha separado los comicios provinciales de los nacionales, la posibilidad de la reelección indefinida los volvería prácticamente vitalicios, muy por encima del propio gobernador, que apenas tiene un período electoral para ser reelegido. Los gobernadores pasarían, mientras que los municipios se convertirían en una especie de señoríos cuasi feudales.

Para el caso de que no encontraran eco en la gobernación, los alcaldes guardan la carta del recurso judicial, aunque confían en que no tendrán que aplicarlo, ya que una negativa del gobernador tendría gravísimas consecuencias para la gobernabilidad de una provincia con lábiles mayorías legislativas.

También tienen en claro que, tácita o explícitamente, conseguirán el apoyo legislativo de sus pares del Pro y de la Unión Cívica Radical.

Advertisement




Por ahora sólo comienza a plantearse la cuestión, pero, en las actuales circunstancias de difícil gobernanza a nivel nación y provincia, por la dispersión de votos parlamentarios y las crisis internas de todas las fuerzas políticas, los intendentes tienen en claro que es el momento de dar el golpe. (www.REALPOLITIK.com.ar)

¿Qué te parece esta nota?


COMENTÁ / VER COMENTARIOS



Los, intendentes, bonaerenses, presionan, por, una, nueva, reelección

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad