Pedro Sánchez está reconstruyendo el perfil del PSOE. Un partido activo y con discusiones públicas pero con toda la estructura bajo su absoluto control. En esta misión se inscribe la convención que se está realizando en A Coruña y tendrá al Presidente del Gobierno como orador principal del cierre. 

Pero también, como publicó LPO, el cambio de los integrantes de la mesa directiva para sumar Óscar Puente, Elma Sáiz, Jordi Hereu y Ana Redondo con el objetivo es fusionar roles de estado con el partidario.

 Sánchez quiere a sus ministros en la dirección del PSOE 

Esto no ha caído bien en las figuras más críticas a Sánchez que consideran que el partido debe ejercer un control interno de las acciones de sus funcionarios y del propio Presidente y de esta manera, Sánchez maneja todo a su antojo.

Las ausencias de la Convención Política hablan por sí solas y sirven como anticipo de lo que puede ser la dinámica interna en el socialismo. La más rutilante es la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, uno de los pocos socialistas en críticos con la gestión de Sánchez y especialmente con el acuerdo de la amnistía a los independentistas catalanes. Tampoco están en el cónclave el líder del PSOE en Aragón, Javier Lambán, ni el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. 

Las ausencias de la Convención Política hablan por sí solas y sirven como anticipo de lo que puede ser la dinámica interna en el socialismo. La más rutilante es la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, uno de los pocos socialistas en críticos con la gestión de Sánchez y especialmente con el acuerdo de la amnistía a los independentistas catalanes. Tampoco están en el cónclave el líder del PSOE en Aragón, Javier Lambán, ni el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara

La tensión entre los barones y Pedro Sánchez se remonta a la renuncia de Sánchez a su acta de diputado en el 2016 y la posterior vuelta para ganar la secretaría general del PSOE y barrer a la estructura de Susana Díaz. 

«Esos mismos barones son los que firmaron el acta de muerte anticipada para Pedro cuando perdimos las elecciones municipales y autonómicas del 28-M», asegura una fuente del PSOE a LPO.

Como adelantó LPO en julio de este año luego de la debacle del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, los caciques territoriales que perdieron sus feudos quieren un cambio de rumbo y buscarán hacerse fuerte en el Senado, justamente donde el PP tiene mayoría absoluta.

Los movimientos son lentos y calculados pero son varios los que empiezan a mirar a García Page como la imagen de una próxima versión del PSOE que Sánchez pretende aplastar tras los cambios partidarios.  García Page quiere dar pasos concretos en la dirección de consolidar poder propio y esperar el momento para dar el sorpasso.

García Page, el barón del PSOE que amenaza con disputar el liderazgo de Sánchez

Con este cuadro, Sánchez este sábado cenará con la presidenta de Navarra, María Chivite; el de Asturias, Adrián Barbón; y líderes autonómicos socialistas como Salvador Illa (Cataluña) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana), además de los candidatos socialistas a las elecciones vascas, Eneko Andueza, y gallegas, José Ramón Gómez Besteiro, uno de los grandes protagonistas de la convención de A Coruña.

«Lo que buscan es formalizar el sanchismo y su hegemonía dentro del partido, sin contrapesos ni miradas críticas. Hicieron realidad la profecía del PP», critica un socialista que no coincide con Sánchez. 

Esta idea está presente en la declaración final del PSOE cuando plantea que los avala «más de 140 años de historia y el lustro de Pedro Sánchez».