El régimen de Nicolás Maduro asegura que el gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, detenido en Venezuela entre el domingo 8 y el 9 de diciembre pasados tras cruzar la frontera a ese país desde Colombia, está en «excelentes condiciones» y goza de «muy buena salud».

Así lo afirmaron a Clarín altas fuentes del régimen venezolano, que contaron otro dato central que este diario pudo confirmar con la familia de Gallo: que la mamá del gendarme le envió una emotiva carta. «Nos sentimos un poco mejor al saber que la carta le fue entregada, solo queremos que él sepa que estamos esperándolo y mandarle muchas fuerzas. Queríamos que sepa que todos estamos bien y su hijo Víctor muy bien», aseguró a este diario Kevin Gallo, hermano del gendarme, que mencionó que ahora en la familia «esperamos por una respuesta de él».

Según la dictadura venezolana, el gendarme, cuyo paradero no informaron, fue autorizado a mantener un intercambio epistolar con su familia. Esos contactos los están realizando dirigentes kirchneristas, entre ellos el dirigente Juan Grabois, quien se comunicó con la mamá y envió la carta; y el ex embajador en Venezuela del gobierno de Alberto Fernández, Óscar Laborde.

Clarín no pudo confirmar la veracidad de los dichos del gobierno venezolano, en el sentido de si Gallo se encuentra en buen estado y si fue autorizado a responder la carta y a recibir mensajes de su familia. Sí se pudo constatar de que la carta de la madre es real y le fue enviada.

«Querido hijo: te escribo esta carta para decirte que nosotros estamos bien. Estamos haciendo todo lo posible para que pronto estés con nosotros. Quiero que te quedes tranquilo, tu hijo Víctor y tu pareja están bien. Te mandamos fuerzas, sabes que te amamos», dice en un comienzo la nota que le envió Griselda a su hijo.

Las gestiones de Grabois y Laborde, quienes fueron contactados con la familia por el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, de donde son oriundos el gendarme detenido en Venezuela y su familia, abrieron un canal extraoficial que no tiene que ver con los contactos formales que están gestionando la Cancillería y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

«No estamos al tanto de las gestiones pero sí sirven, bienvenidas», respondieron cerca de la ministra a Clarín cuando fue consultada por el rol de Grabois.

Gobierno y oposición están muy enfrentados sobre la cuestión. Para el kirchnerismo, la gestión de Javier Milei hizo «todo mal» frente a la detención del gendarme; y a su vez el Gobierno acusa al kirchnerismo de ser cómplice con la dictadura chavista.

Las gestiones K tienen «carácter humanitario, porque consideran que el gendarme es un argentino al servicio de la patria cuya integridad debe ser garantizada», evaluaron fuentes al tanto de esos contactos.

Si bien hay unos 20 detenidos extranjeros en Venezuela, el caso del gendarme Gallo «lo lleva especialmente Nicolás Maduro», confiaron las mismas fuentes.

La semana pasada este diario publicó de altas fuentes extranjeras -también en contacto con el gobierno en Caracas- que no iba a haber novedades sobre él al menos hasta después del 10 de enero, fecha en que el dictador quiere reasumir el poder. Tanto teme a una desestabilización que, para evitar una vuelta a Venezuela del opositor Edmundo González Urrutia -quien afirma haber ganado las elecciones de julio pasado-, ordenó cerrar el espacio aéreo venezolano desde el 20 de diciembre hasta el 11 de enero próximo.

Sin embargo, sería voluntad de los chavistas hacerle llegar al kirchnerismo el mensaje de que el gendarme se encuentra en buen estado de salud. Y las fuentes venezolanas afirmaron también a Clarín que no quieren revelar por ahora dónde está detenido porque dicen temer manifestaciones a favor.

«Solo voy a decir lo siguiente: es importante que el Gobierno y los periodistas tomen conciencia que la prioridad ahora no es vociferar sino resolver de la mejor manera posible la situación humanitaria de un compatriota, con independencia de cualquier otra cosa», dijo a este diario Grabois, luego de que Clarín confirmara que fue él quien tomó contacto con la mamá y le envió la carta al gendarme a través de sus contactos en Caracas y junto a Laborde.

Nahuel Gallo salió del país con licencia ordinaria. La versión oficial es que fue a ver a su novia, Silvia Gómez, venezolana y con un pequeño niño. Fue en avión hasta Colombia y de ahí por tierra ingresó a Venezuela, donde fue detenido. Desde entonces permanece incomunicado. Tiene 33 años y se desempeñaba como gendarme en un puesto fronterizo con Chile para el escuadrón Uspallata.

Tal como ha publicado este diario, se intentaron gestiones a través del gobierno de Brasil, que pidió información oficialmente sobre el gendarme invocando los protocolos consulares del Mercosur que tiene firmado con Argentina -Venezuela está suspendida del bloque-. Así lo confirmó a Clarín el embajador brasileño aquí, Julio Bitelli.

El gobernador Jalil, además, le mandó una carta al Papa Francisco. Y se han iniciado contactos con el designado secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, pero quien hasta que no asuma Donald Trump el poder no podrá hacer ninguna gestión formal. Será el 20 de enero.

Respecto al paradero de Gallo, si bien Clarín reitera que en base a fuentes argentinas se recibió información de qué podría estar en el Helicoide, el centro de detención y torturas de Caracas, esto no pudo ser confirmado. Lo que parece claro, ahora, es que el régimen de Maduro quiere enviar una señal de que el gendarme está bien. Hace días que el Gobierno argentino y los familiares de Gallo esperaban alguna prueba de vida.