Joaquín Duhalde Bisi, el joven que en mayo de 2021, a toda velocidad y alcoholizado, chocó contra el guardarraíl derecho y con el arco del cartel de Vialidad del Camino de los Remeros, en Tigre, y provocó las muertes de dos de los tres amigos que viajaban con él, puede recibir una pena de cuatro años de prisión y una inhabilitación de ocho años para conducir vehículos.

Así se desprende del acuerdo de juicio abreviado que firmaron el Ministerio Público Fiscal y el abogado Ricardo Morello, representante de Duhalde Bisi. Ahora la condena debe ser homologada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 7 de San Isidro, informaron a LA NACION fuentes judiciales.

“Fue un siniestro vial muy lamentable y doloroso para todas las familias. Las condenas del Código Penal para estas calificaciones de homicidio culposo agravado prevén penas de entre tres y seis de prisión, por lo que muchas veces las familias de víctimas ni siquiera pueden llegar a un debate oral, a veces terminan con una probation, sobreseídos, absueltos o con una pena en suspenso. En este siniestro con esta condena de cuatro de años de prisión, que está sujeta a homologación del tribunal, al menos hay una consecuencia para el imputado, quien está detenido desde el mismo día del hecho. Además, tendrá ocho años de inhabilitación para conducir vehículos con motor y sujetarse a normas de conductas, entre ellas realizar un curso de reeducación vial”, sostuvo a LA NACION el abogado Natalio Nicodemo, representante legal de Betina Pinto y Guillermo Rossi, padres de Franco Rossi, una de las víctimas de la tragedia.

La tragedia ocurrió la madrugada del domingo 9 de mayo de 2021. Los amigos –conocidos desde chicos, compañeros de rugby y del colegio Santa Teresa– habían acordado juntarse el sábado a la noche, en plena pandemia, para jugar al ping-pong, a las cartas y comer unas pizzas. Duhalde Bisi ofreció su casa, situada en un country de Tigre.

Después del encuentro, Duhalde Bisi, que ahora tiene 22 años, se ofreció a llevar a sus amigos a sus casas en un Audi A4. Cuando circulaba por el Camino de los Remeros, el joven perdió el control del auto y chocó contra el guardarraíl derecho y con el arco del cartel de Vialidad que está a metros de la ruta 27

Como consecuencia del impacto, Franco Rossi y Joaquín Alimonda murieron en el acto. El conductor y un cuarto pasajero, Mateo Lezama, se salvaron de milagro.

Para el fiscal Sebastián Fitipaldi, funcionario judicial que estuvo a cargo de la instrucción de la causa, la madrugada del 9 de mayo de 2021, Duhalde Bisi condujo a alta velocidad por el Camino de los Remeros en sentido hacia la avenida Santa María de las Conchas –en algunos tramos a 140 y hasta a 165 km/h, según los cálculos realizados a partir de las cámaras de la traza– hasta que, a las 3.50, impactó a más de 96,73 km/h con el guardarraíl derecho y con el arco del cartel de Vialidad que está a metros de la ruta 27, concretamente, con la columna derecha del pórtico aéreo de señalización, que se desprendió de la base, hasta que el Audi A4 detuvo la marcha fuera de control sobre la rotonda.

El joven, que goza del arresto domiciliario, llegó a juicio imputado de doble homicidio simple con dolo eventual.

“La fiscal de este juicio estima que, con la prueba existente, la calificación legal adecuada a los hechos endilgados al imputado resulta la de homicidio culposo agravado por la conducta imprudente, negligente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, por conducir con un nivel de alcoholemia superior a 1 gramo por litro de sangre y por la pluralidad de víctimas fatales”, se sostuvo en el acuerdo de juicio abreviado entre Carolina Carballido Calatayud, representante del Ministerio Público Fiscal de San Isidro y la defensa del acusado.

Tras el acuerdo de juicio abreviado, Pinto y Rossi, que el expediente asumieron el rol de particulares damnificados, expresaron su acuerdo con la calificación legal y la pena. También prestaron conformidad, en “caso de plantearse y corresponder” a los beneficios de libertad para Duhalde Bisi.

El abogado Nicodemo destacó y resaltó el acompañamiento que tuvieron las víctimas de parte de la Asociación Madres del Dolor y de una de sus fundadoras, Viviam Perrone, y el “trabajo pericial” del licenciado Walter Gorbak.

Ahora, la última palabra la tendrán los jueces María Coelho, Alberto Gaig y Alejandro Lago, integrantes del TOC N°7 de San Isidro, quienes deben decidir si homologan el acuerdo de juicio abreviado.

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