Gran Hermano vive horas convulsionadas luego del «lunes maldito» en el que Lisandro volvió a la Casa para protagonizar una curiosa edición del Congelados. Entre la fulminante que ya se hizo, las sanciones por no respetar las reglas del juego y una «sentencia» que venía en uno de los sobres que dejó Lisandro ya existen cuatro nominados de cara a la gala de eliminación del domingo que viene. In-felices los cuatro podría decirse.

El póker de «plaqueros» se inició con Paloma, una de las nuevas participantes, que hizo puchero y derramó algunas lágrima cuando Santiago del Moro le avisó que había recibido la fulminante en horas de la tarde. Sin salir de la conmoción, la rubia dijo que era «un pelotudo o una pelotuda» la persona que la había dejado «al borde del precipicio».

Lisandro entró con cuatro elementos. Un champagne para que Furia -su gran emeiga- pudiera brindar en su cumpleaños y tres sobres: dos con cuestiones relativamente menores, y otro que decía «estás fulminado». Quien lo agarrara quedaba en placa con el agravante de que no podrá ser salvado por el líder de la semana. El que cayó en la trampa fue Martín Ku, uno de los grandes candidatos a llegar a la final.