Rosina encaró a la blonda y con un tono imperativo e incluso en una actitud recriminadora le gritó: «Desde cuándo tan correcta, si te afanás todo. Amiga, te estoy convidando». En el contexto de una pequeña captura de Bogach de un alimento que ingirió.

ROSINA Y ZOE SE MATARON EN UNA DISCUSIÓN A LOS GRITOS

Zoe no se calló y enfrentó a su amiga con una respuesta tajante: «Te dije que no quería, que la quería para la decoración». Así, toda la casa se detuvo por un instante en el asombro, en la incredulidad de presenciar una batalla encrespada de las amigas.

Bogach continuó con su indignación y le bramó a la uruguaya: «¡Pero pensé que sobraban!». Claro que los humores, los estados de ánimo, el encierro, la tensión por sobrevivir en el juego y avanzar producen un contexto propicio para este tipo de confrontaciones, incluso para dos personas que se prodigan mayoritariamente cariño.