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INTERNACIONAL

Una disputa diplomática en Ecuador podría mejorar la situación política de su presidente

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La decisión de Ecuador de enviar agentes de policía a la embajada de México para arrestar a un político que se había refugiado allí avivó las tensiones entre dos países que ya estaban en desacuerdo, pero puede resultar una bendición política para el presidente ecuatoriano.

El presidente Daniel Noboa ha enfrentado índices de aprobación cada vez más bajos en medio de una creciente violencia semanas antes de un referéndum que podría afectar sus perspectivas de reelección el próximo año.

La disputa con México, que suspendió las relaciones diplomáticas, puede ser justo lo que necesitaba.

El político detenido, Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador, había sido condenado a prisión por corrupción y residía en la Embajada de México en Quito desde diciembre.

El viernes, México le concedió asilo y la policía ecuatoriana intervino.

La oficina de Noboa dijo que el arresto se había llevado a cabo porque México había abusado de las inmunidades y privilegios otorgados a la misión diplomática, pero el mensaje que envió también estaba en consonancia con el enfoque duro de Noboa para abordar la violencia y la corrupción en Ecuador.

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El presidente Daniel Noboa participa en una ceremonia de entrega de equipo a la Policía Nacional en la Academia de Policía Grl Alberto Enríquez Gallo en Pusuqui, Ecuador, en las afueras de Quito, el 22 de enero de 2024. Ecuador arrestó el lunes a un traficante de cocaína buscado de la vecina Colombia mientras el presidente Daniel Noboa decía que la represión de su gobierno contra la violencia de las pandillas estaba comenzando a dar frutos. (Foto por Folleto / Presidencia Ecuatoriana / AFP)El presidente Daniel Noboa participa en una ceremonia de entrega de equipo a la Policía Nacional en la Academia de Policía Grl Alberto Enríquez Gallo en Pusuqui, Ecuador, en las afueras de Quito, el 22 de enero de 2024. Ecuador arrestó el lunes a un traficante de cocaína buscado de la vecina Colombia mientras el presidente Daniel Noboa decía que la represión de su gobierno contra la violencia de las pandillas estaba comenzando a dar frutos. (Foto por Folleto / Presidencia Ecuatoriana / AFP)

El líder de centroderecha, de 36 años, llegó al poder en noviembre después de que el presidente Guillermo Lasso, que enfrentaba un proceso de impeachment por acusaciones de malversación de fondos, pidiera elecciones anticipadas.

Noboa está en el cargo hasta mayo de 2025, lo que resta del mandato de Lasso.

La capacidad de Noboa para demostrar que puede restaurar la ley y el orden en una nación de casi 18 millones de habitantes puede resultar crucial para su reelección, y eso significa abordar las pandillas del país, así como la corrupción dentro del gobierno que ha permitido a los grupos criminales, dicen los analistas.

Muchos expertos dicen que esas aspiraciones políticas parecen explicar el arresto en la embajada, que señaló que el presidente es duro con la impunidad.

“Hizo esto para cambiar todos estos temas de conversación negativos que lo afectaban y tratar de tener una conversación a su favor”, dijo el analista político ecuatoriano, Agustín Burbano de Lara.

Glas ocupó varios cargos ministeriales durante la presidencia de Rafael Correa, un izquierdista, entre los que destaca el de vicepresidente.

En 2017, lo obligaron a dimitir y lo sentenciaron a seis años de prisión por aceptar sobornos.

Otra condena por soborno en 2020 lo implicó a él y a Correa, y ambos fueron sentenciados a ocho años.

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Liberado en 2022, Glas finalmente buscó asilo en México, una medida que tensó las relaciones entre Ecuador y México.

La Cancillería de Ecuador dijo en marzo que había solicitado permiso a México para arrestar a Glas.

Si bien Noboa es popular, las encuestas muestran que su índice de aprobación cayó 11 puntos en los últimos meses, del 85% al 74%, en medio de la creciente violencia en Ecuador.

Después de que la ciudad costera de Guayaquil fuera invadida por la violencia de las pandillas en enero, Noboa declaró un conflicto interno, una medida extraordinaria adoptada cuando el estado ha sido atacado por un grupo armado.

Desplegó al ejército del país, permitiendo que los soldados patrullaran las calles y prisiones para hacer frente a la creciente violencia de las pandillas vinculada al narcotráfico.

La respuesta agresiva inicialmente redujo la violencia y trajo una precaria sensación de seguridad a lugares como Guayaquil, pero la estabilidad no duró.

Durante las vacaciones de Semana Santa, hubo 137 asesinatos en Ecuador y los secuestros y las extorsiones han empeorado.

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En dos semanas, los ecuatorianos votarán en un referéndum para permitir que el gobierno aumente las medidas de seguridad haciendo que las penas de prisión para algunos delitos sean más severas y consagrando como ley el aumento de la presencia militar.

Los expertos dicen que es demasiado pronto para decir si el arresto de Glas beneficiará a Noboa en las urnas, pero varios ecuatorianos dijeron el domingo que apoyaban la acción.

“México ha tratado como tontos a los ecuatorianos, dando asilo a todos estos condenados”, dijo Danilo Álvarez, un vendedor de 41 años de Guayaquil, una de las ciudades más violentas del país.

Ecuador alguna vez concedió asilo y protección en una de sus embajadas.

En 2012, cuando Correa era presidente, lo hizo para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, alojándolo en su embajada en Londres durante siete años.

Álvarez dijo que unos ladrones irrumpieron en su casa hace unos años, le ataron las manos y los pies y le apuntaron con una pistola en la cabeza. Pasaron meses antes de que pudiera volver a dormir bien, dijo.

Sin embargo, no todos los ciudadanos estuvieron de acuerdo con el arresto.

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“Este fue un acto de total falta de respeto al derecho internacional”, dijo Delfa Mantilla, de 62 años, maestra jubilada.

“Parece que fue algo que hizo el presidente Noboa producto de su ego de niño rico, sin empatía”.

Efectos

Algunos se preocuparon por los efectos que la disputa diplomática podría tener para la gente corriente. Decenas de miles de ecuatorianos migran a través de México a Estados Unidos cada año, y los dos países se han enfrentado a un aumento del crimen transnacional, con muchos cárteles mexicanos operando desde Ecuador.

«Una parte de mí piensa que está bien, porque Glas debería ir a la cárcel», dijo Mario Zalamar, un ingeniero comercial de 34 años.

Pero, dijo, “en este momento hay miles de ecuatorianos moviéndose a través de México a pie para migrar a Estados Unidos, y no sabemos cuánto les va a afectar esto”.

Incluso si muchos en Ecuador apoyan el arresto en la embajada, es probable que Noboa haya profundizado una brecha diplomática que puede debilitar sus relaciones con otros países de la región.

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Honduras, Brasil, Colombia y Argentina se han manifestado en torno a México y criticado el arresto.

Y el gobierno de Nicaragua anunció que suspendería su relación diplomática con Ecuador, calificando el arresto como “barbarie política neofascista” en una declaración compartida por los medios estatales.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo: “Estados Unidos condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y toma muy en serio la obligación de los países anfitriones según el derecho internacional de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas”.

Miller llamó a ambos países a resolver su diferencia.

c.2024 The New York Times Company



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INTERNACIONAL

Panorama Internacional: el Sputnik chino que le dio la vuelta al mundo

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En 1957 desde el cosmódromo de Baikonur la Unión Soviética sorprendió al mundo al colocar el primer satélite de la humanidad alrededor del planeta. Se llamaba Sputnik y fue un evento en plena Guerra Fría que dejó shockeado a EE.UU. sin comprender inmediatamente qué había sucedido con su vanguardia científica. Este lunes, 68 años después, la potencia norteamericana vivió otro momento Sputnik con la aparición inesperada de la mínima start-up china DeepSeek, desbaratando en un instante la noción del dominio occidental del campo de Inteligencia Artificial.

La novedad causó una extraordinaria destrucción de capital en la Bolsa neoyorquina entre las naves insignias de las tecnológicas norteamericanas, Nvidia especialmente. Y es que este Sputnik chino golpeó a toda una cristalería de supuestos respecto no solo de la vanguardia norteamericana sino sobre la presunción de un abismo de desarrollo entre las dos mayores potencias de la época.

Desnudó, además, que el castigo arancelario contra Beijing, incluyendo la restricción para dotarse de impresoras de chips de nanotecnología, no logra sacarlo de la competencia y hasta produce el efecto opuesto. De ahí que lo que alumbró esta semana es no solo la altura de un desafío científico, ha sido una enorme dosis de geopolítica y realismo que anticipa el diseño del mundo que viene.

Hace unos años, el politólogo John Mearsheimier en un artículo en Foreign Affairs, reprochaba a EE.UU. por haber caído en la ingenuidad de permitir el desarrollo económico de China. Las dos potencias “están atrapadas en algo que solo puede llamarse una nueva Guerra Fría, con intensa competencia de seguridad en todas las dimensiones imaginables”, afirmaba Mearsheimer, catedrático distinguido de la Universidad de Chicago.

Una pantalla indica la caída de la bolsa de Tokio, Japón, el martes. Foto: BLOOMBERG

Por eso, remarcaba que EE.UU. debió haber atenuado el crecimiento chino y ampliado el espacio de poder entre Beijing y Washington. “Desde una perspectiva realista -decía- la noción de una China como un coloso económico es una pesadilla”.

Lo que no veía Mearsheimer, ceguera que se perpetúa hoy en otros ojos, es que China crece por su propia dinámica. Desde la Reforma y Apertura de Deng, el Imperio del Centro ha atravesado uno de los procesos de industrialización y urbanización más intensos y acelerados de la historia y consiguió en treinta años lo que a Gran Bretaña y a EE.UU. les tomó doscientos. Eso no sucedió por el patrocinio occidental más allá del pirateo que ha sido un clásico también en el desarrollo de todos los imperios.

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El episodio de DeepSeek expone una subestimación exagerada del adversario y carencia de información clave sobre sus movimientos. La industria de riesgo de EE.UU. ha apostado en extremo a un salto de ganancias espectaculares con las start-ups de IA propias. Solo bastaba ver a los magnates de esa vereda en primera fila en el desembarco presidencial de Donald Trump. Entre 2023 y 2024 la inversión de riesgo redondeó más de 155 mil millones de dólares en estos emprendimientos, según datos de PitchBook, especializado en el rastreo de compañías nacientes.

Una montaña de dinero

OpenAI y Anthropic han recaudado una montaña de ese dinero con el objetivo de construir una IA «tan inteligente como los humanos». La valoración de OpenAI ha llegado a los 157.000 millones de dólares (más que Pfizer o Citigroup), mientras que la de Anthropic trepó a los 20.000 millones, consigna The New York Times. Y de pronto DeepSeek, con escasa inversión y discreta estructura se sube a las mismas ligas.

La idea de cuanto más grande mejor se acaba de esfumar. Y con ella el sentido de esta fiebre del oro tecnológico. “Si una empresa emergente china puede crear una aplicación tan potente como ChatGPT de OpenAI o el chatbot Claude de Anthropic con apenas un poco de dinero, ¿por qué esas empresas necesitaban recaudar tantos dólares?”, se pregunta ese medio. ¿Qué diría hoy Mearsheimer?

Donald Trump firmó una batería de decretos tras su regreso a la Casa Blanca. Foto: REUTERS  Donald Trump firmó una batería de decretos tras su regreso a la Casa Blanca. Foto: REUTERS

Conviene observar lo siguiente para licuar exageraciones. China demuestra que está en posición de competir mano a mano con EE.UU., aunque no superarlo. Las diferencias aún son amplias, pero menores de lo que se suponía. Especialistas citados por The Wall Street Journal señalaron que “la tecnología de DeepSeek todavía está por detrás de la de OpenAI y Google. Pero es un rival cercano que utiliza menos chips y de los menos avanzados, y en algunos casos se salta pasos que los desarrolladores estadounidenses consideraban esenciales”.

Este despertar abre también dudas sobre la estrategia del nuevo líder norteamericano. Trump llegó con un expediente de ideas añejas, el abrazo a las energías fósiles, repudio a todo lo verde y a los avances culturales de la humanidad. Una propuesta de crecimiento que busca restaurar un ayer distante del país. Es posible, sin embargo, preguntarse si Trump es menos causa que la consecuencia de esas inconsistencias en la mayor potencia planetaria.

En este sentido, y por ahora, la llegada del magnate puede ser una buena noticia para Beijing, como advirtió la ex ministra de Comercio norteamericana, Jennifer Granholm. Esta ex funcionaria y ex gobernadora demócrata, alerta sobre el costo de eventuales retrocesos. Sostiene que en el país renació la industria manufacturera en plantas que habían quebrado desde comienzos de siglo, reconvertidas en emprendimientos de energía limpia en base a créditos fiscales, subvenciones y préstamos que están en la mira de la nueva gestión.

“Si Trump fuerza la pérdida de empleos en energía solar, eólica (“los molinos los fabrica China, contaminan el paisaje y matan ballenas”, sentencia el mandatario) y otras energías limpias, perderemos el acceso a las tecnologías que ayudan a conformar nuestra matriz energética. Se engaña además, si cree que ‘perforar, perforar, perforar’ creará un auge de empleos. EE.UU. ya es el mayor productor de petróleo y exportador de gas del mundo”, sostiene.

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Noticias sobre DeepSeek en la pantalla gigante sobre la Bolsa de Nueva York, este lunes. Foto: BLOOMBERG Noticias sobre DeepSeek en la pantalla gigante sobre la Bolsa de Nueva York, este lunes. Foto: BLOOMBERG

Granholm es el establishment hablando. Se entiende la preocupación. China, además de los molinos de viento representa más de la mitad de la producción mundial de vehículos eléctricos, monopoliza en paneles solares y en drones civiles. En pocos años recuperó el liderazgo de Huawei, su empresa insignia de telecomunicaciones, que EE.UU. había barrido del mercado con políticas proteccionistas. Y ahora golpea la puerta capitalista con este Sputnik.

Distracciones populistas

La realidad es que Beijing ya es dominante en territorios que Occidente desacraliza abrazado a este capricho de la época que llama wokismo. Este concepto se ha vuelto clave en la extendida visión populista cuyo insumo mayor es la confrontación. La ausencia del rival tradicional, la izquierda disuelta en gran parte del mundo, ha convertido al pensamiento liberal en el adversario a batir.

Son woke los anti reaccionarios, los institucionalistas, aquellos que defienden la inclusión, la igualdad y los DD.HH., pero también quienes respaldan las tecnologías verdes y el medio ambiente. Mientras en Occidente se pierde el tiempo con estas peligrosas tonterías, el otro lado del mundo avanza políticamente en el sur global y con ingenios como DeepSeek que, gravemente, son censuradoras –China todavía esta aferrada a esos vicios medievales–, pero más baratos y accesibles.

Thomas Friedman lo puso en tono divertido en The New York Times. Después de señalar que China no es tan tonta para tratar una forma de generación de electricidad como más conservadora, liberal o maoísta que otra, sostuvo que cuando Trump declaró en su discurso inaugural que planeaba propulsar a los estadounidenses a Marte “la primera visión que me vino a la cabeza fue la de un astronauta estadounidense aterrizando en el planeta rojo, recibido allí por un astronauta chino que le pregunta: ¿por qué tardaste tanto?”

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