En el centro de esta trama se encuentra Marcos Galperín, coronado como el empresario más rico de Argentina según el último ranking de Forbes. A pesar de que su imperio está radicado en Uruguay y de su apoyo al ascenso de Javier Milei al poder, no parece haber intención de traer de vuelta su exitosa empresa a tierras argentinas.

Sin embargo, entre gallos y medianoches, Milei junto a Mariano de los Héroes, titular de ANSES, decidieron canalizar los cuantiosos fondos de los pagos de seguridad social a través de la plataforma de Mercado Pago.

Lejos de ser un simple reacomodo administrativo, esta decisión oculta una oportunidad de negocio monumental. El gobierno nacional entrega la totalidad de las contribuciones de seguridad social a Mercado Pago el día 16 de cada mes, mientras que los beneficiarios solo reciben sus pagos en el mes siguiente.

Durante este período intermedio de quince días, estas contribuciones generan intereses sustanciales, invertidos en un fondo común de inversión exento de impuestos al que cualquier ciudadano común puede acceder. En esencia, exenta de IVA y cargas de seguridad social, la empresa de Marcos Galperín cosecha los beneficios de intereses sustanciales obtenidos únicamente por mantener fondos estatales durante quince días.

La justificación proporcionada para evitar las instituciones financieras tradicionales y favorecer a la empresa uruguaya fue que el sistema anterior se consideraba «insostenible». Sin embargo, esta decisión no solo socava la sostenibilidad, sino que también envuelve en opacas transacciones los fondos de los más vulnerables. Otro beneficio para la élite empresarial.

Esta historia, una vez más, subraya un importante nexo entre Milei, poder, privilegio y lucro, emblemático de la intrincada red de intereses que moldean el panorama económico argentino. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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