En su segunda aparición pública en diez días, Cristina Kirchner volvió a cuestionar el superávit fiscal que el Gobierno declama como logro de gestión, calificándolo de “trucho”. “Se dan cuenta que todo ese verso del superávit era eso, un verso, por más que el Presidente se enoje”, sostuvo la exmandataria este martes desde el Instituto Patria.

En su discurso, Cristina Kirchner criticó fuertemente el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), calificándolo como el “el estatuto legal del coloniaje versión siglo XXI”. Esta normativa, que se incorporará a la Ley de Bases y que tiene media sanción de la Cámara de Diputados, tiene como objetivo incentivar inversiones. Sin embargo, según Kirchner, está asociada a una “economía extractivista sin valor agregado, sin tecnología, investigación ni desarrollo”.

La ex mandataria señaló que el RIGI –tal como se lo conoce– “refleja en toda su extensión el objetivo de este proyecto”. En ese sentido, destacó que permite a la inversión extranjera directa “exportar sin ingresar un solo dólar a las reservas del Banco Central” a partir del tercer año.

“Pregunto yo y le pregunto a los que votaron afirmativamente el acuerdo con el FMI, también a los que votaron afirmativamente la reestructuración de deuda soberana, ¿con qué dólares piensan pagar la deuda externa si no van a entrar dólares?”, apuntó Cristina.

En esa línea, dijo que “la maquinita” de imprimir dólares no la tiene la Argentina. “¿Con qué dólares van a pagar al FMI? ¿Con qué dólares vamos a sostener el desarrollo de las industrias que evidentemente no le importan a nadie?”, lanzó. E insistió: “O a lo mejor el objetivo es que sigamos endeudados eternamente para de esta manera seguir controlando nuestro desarrollo y nuestra vida. Me parece que se parece a esto último”.

“El Presidente debería abandonar esa costumbre de estar hablando tonterías por el mundo, acerca de un mundo que no existe, que el comunismo, el socialismo… Presidente, se cayó el Muro de Berlín en 1989, ¿de qué comunismo me habla? Ya se lo dije, tiene muchos prejuicios, se lo dije el día que asumió”, chicaneó contra Milei y recordó una anécdota de la asunción presidencial.

A pesar de inaugurar un salón de las Mujeres en el Instituto Patria, Kirchner dijo que no se considera feminista, pero acusó al oficialismo de tener “un problema con las mujeres”. En esta línea, Fernández de Kirchner mencionó un proyecto de la diputada Lilia Lemoine y los dichos polémicos del senador Francisco Paoltroni sobre el cuento de ‘La Bella Durmiente’, que la expresidenta llamó “versión libre”.

“Todos saben que yo no soy feminista. Creo que nadie tiene que asumir roles que nunca ha tenido. Cada uno se reconoce en lo que es, con sus virtudes y defectos. Yo no soy militante feminista, pero respeto mucho a las compañeras que lo son”, introdujo Kirchner.

En su discurso, la ex vicepresidenta conjeturó sobre el cambio que Javier Milei aplicó en la Casa Rosada. “Tal vez se haya esgrimido el falso argumento para desmantelar este Salón en el Día de la Mujer que había un sesgo ideológico, una carga de diferencia entre los argentinos. Cuando decidimos incorporar a todas estas mujeres, que vivieron en los 200 años de historia, protagonistas todas, y muchas antagónicas, junto a Eva (Perón) estaba Victoria Ocampo, ícono del antiperonismo”, relató.

Y arremetió: “Creo que estamos en presencia de una fuerza política que no tiene un problema con las feministas, tiene un problema con las mujeres”.

Estas declaraciones se dieron en el marco de la inauguración del Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria, donde Cristina Kirchner montó su oficina desde que dejó el poder. Cabe recordar que este salón tenía el mismo nombre que un sector de la Casa Rosada que fue renombrado como Salón de los Próceres por el gobierno de Javier Milei.

En la inauguración del microestadio Néstor Kirchner en Quilmes el pasado 27 de abril, Cristina Kirchner regresó a los escenarios tras siete meses de ausencia, incluso durante la campaña presidencial.

En territorio de Mayra Mendoza, una de las figuras fuertes de La Cámpora, la ex vicepresidenta criticó al gobierno de Javier Milei, acusándolo de no tener un plan de estabilización y hablando de “anarcocolonialismo”, además de pedir un “golpe de timón”.

Durante su discurso, también se involucró en la interna peronista, criticó la gestión de Alberto Fernández, lanzó un mensaje duro a la clase media y señaló a empresarios como Marcos Galperin.