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POLITICA

«Nos vinieron a prepotear, a no dejarnos trabajar»: el llamado al 911 para denunciar el apriete de un grupo de camioneros a otra empresa en medio del paro

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Este jueves en medio del paro general convocado por la CGT, empleados de una empresa de transporte del barrio porteño de Pompeya denunció que 12 afiliados del gremio de Camioneros los amedrentó para forzarlos a adherir a la huelga. Y en las últimas horas se conoció el audio de la denuncia de otra empresa, ubicada a apenas seis cuadras. «Llamo porque mientras estábamos trabajando vinieron del sindicato de Camioneros a prepotearnos, a copar el lugar y a no dejarnos trabajar», advierte la persona que dice trabajar en Transporte Morresi.

Según la denuncia, un grupo de afiliados al sindicato que dirige Hugo Moyano interrumpieron en el galpón de la empresa ubicada en Carlos Berg al 3.500 (Villa Soldati) con la intención de que dejaran de trabajar en medio del paro general.

«Nosotros estamos trabajando y vinieron del sindicato de Camioneros a prepotearnos, a ocupar el lugar y a no dejarnos trabajar«, se escucha una voz masculina en el llamado a la policía para denunciar el apriete.

«Los del sindicato de Camioneros nos vinieron a prepotear porque estamos trabajando. Vinieron a prepotearnos y a no dejarnos trabajar, por eso los estoy llamando», insiste el trabajador quien además solicita que envíen un móvil policial hasta el lugar.

El audio, que fue difundido esta mañana por el periodista Eduardo Feinmann en su programa de radio Mitre, se conoció luego de que ayer ocurra una situación similar en otra empresa de la zona, Expreso Rodríguez Hermanos.

«Cerrá las persianas, ya sabés cómo es esto». Con esa amenaza, un grupo de 12 afiliados del gremio de Camioneros que fue a la empresa de transporte ubicada en Erezcano al 3.800 (Pompeya) intentó amedrentar a dueños y trabajadores para forzarlos a adherir al paro convocado por la CGT.

Fue a las 11.30 y la intimidación derivó en una denuncia. La Policía de la Ciudad detuvo a los 12 camioneros que entraron en el lugar y les secuestraron un palo, un cuchillo y una vara de metal extensible.

La Policía de la Ciudad apresó a 12 personas acusadas de amenazar y extorsionar a trabajadores de empresas de transporte.

Minutos más tarde, cuando los agentes policiales llegaron al lugar, los individuos ya se habían retirado. Con las características físicas y de vestimenta de los hombres y la descripción de los vehículos en los que llegaron al lugar, la policia comenzó una búsqueda que no tardó en llegar a destino: lograron identificarlos y demorarlos en la calle Troxler al 3200 donde se los interrogó y confirmaron su afiliación al gremio que controlan Hugo y Pablo Moyano.

En el interior de uno de los ocho autos inspeccionados, se encontraron el palo de madera, el cuchillo y la vara de metal extensible que fueron secuestrados.

Con esos datos, el Juzgado Criminal y Correccional 12, a cargo de Elizabeth Paisán, quien ordenó la detención de las doce personas, el secuestro de los vehículos, y labró actuaciones por extorsión.

Del incidente se pudieron conocer videos que muestran al grupo de patoteros mientras caminan por el galpón de la empresa de transporte. Con manos en los bolsillos y andar pausado, se ve a por lo menos siete hombres que recorren el lugar. Las imágenes captadas por un celular muestran también los autos en los que se dirigieron hacia allí que dejaron estacionados en la puerta del depósito.

La patota sindical también circuló por el playón de maniobras de carga y descarga de esa empresa. Su accionar también habría sido denunciado en otra empresa de transporte, con sede en Villa Soldati.

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, que se mostró en redes contra del paro general anunciado por la CGT, apuntó contra el grupo de hombres detenido: «No vamos a permitir apretadas ni que algunos pocos festejen mientras defienden sus privilegios a costas de que el país esté cada vez más pobre”.

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Guerra de negocios en Nacion Servicios y el BNA

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En abril se anunció hasta por el vocero presidencial la evolución del sistema SUBE, sin embargo, la empresa aún no conformó ni siquiera una mesa de trabajo para ejecutar el proyecto. Fuentes internas aseguran que no saben ni por dónde empezar y, mientras esperan, irían proyectando algunos negocios non sanctos.

“Están pensando seriamente en entregar SUBE a los bancos, tarjetas y billeteras, básicamente por esa idea libertaria de que el privado hace todo bien y el público es un inútil. Y de paso hacerse de grandes negocios”, deslizó una alta fuente local a REALPOLITIK.

El negocio de evolución -por no decir de entrega- de la SUBE es del orden de los 50 millones de dólares, aunque el potencial posterior es inmenso: esos dólares estarían comprometidos por empresas privadas a cambio del negocio, quienes además usarían a Nación Servicios SA como instrumento para evitar las licitaciones. Arrepentidos aseguran también que en el BNA utilizarían a los gerentes actuales de la empresa para que firmen y luego serían parte de una drástica reducción de autoridades. Se habla de por lo menos quinientas personas a despedir luego del casi cierre de SUBE.

En ese marco, siguen profundizando la desvalorización de Nación Servicios SA con casi todos sus negocios dando pérdidas. Hasta han perdido los beneficios de la ley de Economia del Conocimiento por errores administrativos, lo que significaría 1.500 millones de pérdida si no logran revertirlo con el recurso presentado ante el ministerio de Economía. 

En junio presentaron resultados en la empresa y pierden dinero casi todas las unidades de negocio, y las que no pierden en realidad constituyen una transferencia de recursos del estado a la empresa.

Ahora, en el mes de julio, el gerente General, Nicolás Callegari, intenta desesperadamente hacer ingresar a WorldPay SA en Nación Servicios como proveedor estratégico. La maniobra es tan polémica que puertas adentro del organismo deslizan que ni siquiera ha informado a los directores del negocio. De este modo, buscaría evitar un conflicto con otra empresa, que tampoco habría sido informada del tema. Se trata de un negocio de 20.000 millones de pesos o más para los próximos años de gestión. Sin facturas, sin órdenes de compra..

Para que ingrese la empresa que quiere Callegari, tienen que sacar a Global Processing SA y es casualmente en este punto donde se complican las cosas. Solo basta con analizar las referencias de los directores del BNA. Uno de ellos, Alejandro Henke, confirma en su CV que es socio de esa empresa. Otra autoridad del BNA, muy importante, también es accionista pero por lo menos no lo dice públicamente.

Los interrogantes son varios: ¿Por qué pasa esto? ¿Se trata de fuego amigo entre autoridades del BNA?  ¿Quién lo mandó a Callegari a sacarle el negocio de Global Processing? Todo es llamativamente extraño, aunque la explicación pareciera muy sencilla: el negocio es muy grande y los intereses de los directores del BNA no serían los mismos.

Finalmente, lo más caliente. Ya comenzaron los reclamos formales de Global Processing, ahora por la suma de 67 millones de pesos -aunque podría ser por muchísimo más- por incumplimiento de contrato a Nación Servicios. Contrato que, dicho sea de paso, firmó el mismo Callegari que hoy no lo cumple. 

Esta es una batalla que promete más conflictos en el seno libertario. Al parece, habrá varias batallas más, y ésto recién comienza. Lo que está claro es que ninguna batalla será para mejorarle la vida de la gente ni para ampliar derechos, sino para engrosar bolsillos propios. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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