El destino de 143 partidarios del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en Argentina aún está abierto. Pidieron a la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) ser aceptados como refugiados por razones políticas, pero el Gobierno de Javier Milei negó haber recibido la solicitud y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también descartó haber recibido un pedido de extradición de la Justicia brasilera.

Se trata de 143 acusados del ataque a la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023, pocos días después de la asunción de Lula Da Silva como presidente, en la que querían impedir que ejerciera la presidencia. Este viernes, el Supremo Tribunal Federal de Brasil emitió una lista con los nombres de los 143 prófugos de la Justicia y a través de la embajada de Brasil en Buenos Aires le pidió al gobierno de Milei que informe cuantas personas de esa lista se encuentran en el país.

«No tenemos información de este tipo«, destacó Bullrich cuando le preguntaron este sábado sobre el pedido de refugio en el país. «No tenemos alertas rojas sobre esas personas. Una cosa es que Brasil las pida y otra es que tengan un proceso, una condena, que es el momento en el que uno puede pedir una extradición. Es difícil pedir extradición si no hay una causa judicial, o si no tienen alerta de algún tipo que permita que se puedan enviar las personas Tampoco tenemos el listado».

Consultada sobre si tiene la confirmado el ingreso al país de los partidarios de Bolsonaro, Bullrich respondió: «No lo tenemos confirmado. Tenemos confirmado que entran brasileros todos los días, pero quiénes son, cuántos son y qué causas tienen no», remarcó Patricia Bullrich en diálogo con el programa «Sábado tempranísimo» de radio Mitre.

«Tiene que haber pedidos oficiales, tienen que pasar por Interpol. Tenemos acuerdos con Brasil, tiene que tener un marco legal. En este momento, por lo menos al Ministerio de Seguridad no ha llegado ningún tipo de requerimiento de personas, nombres o listas. Por ahora se mantiene como una propaganda pero no en un hecho jurídico válido«, destacó Bullrich.

Como adelantó Clarín, altas fuentes en Brasilia confirmaron que el pedido de extradición de la justicia de ese país a la de Argentina llegaría en las próximas horas, una jugada con la que Brasil intentará adelantarse a una definición de la CONARE sobre el pedido de refugio.

Si este organismo estatal, que está integrado por representantes de distintos Ministerios y con participación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y algunas ONGs, se pronuncia en favor de que la Argentina conceda el refugio, decenas de bolsonaristas acusados de delitos gravísimos en su país no podrían ser extraditados de manera tan simple.

En cierta forma, el solo hecho de que esos pedidos hayan ingresado a la CONARE puede ser un factor de freno de la extradición. La embajada de Brasil en Argentina, que comanda Julio Bitelli, sigue este caso muy de cerca. Las cancillerías actúan como «correos» de las decisiones de los jueces de Brasil y de la Argentina, que son quienes pueden pedir la extradición y aceptarla en este caso.

En este sentido, la embajada argentina en Brasilia aún espera la llegada del diplomático Daniel Raimondi, que será el nuevo representante argentino.

El jueves, el juez Alexandre Moraes, del Tribunal Supremo de Brasil, y quien está al frente de la investigación, ordenó la detención de 208 personas que están siendo investigadas, o ya fueron condenadas por el cinematográfico asalto a las instituciones de la democracia en Brasil sólo siete días después de que asumiera Lula.

El líder del PT le había ganado a Bolsonaro, su acérrimo enemigo, que jugó por la reelección y el 8 de enero de 2023, una turba de miles de personas atacó las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial e ingresaron a eses edificios del Estado, en un remedo de lo que había sido el ataque al Capitolio de Washington, cuando el 6 de enero de 2021 miles de partidarios de Donald Trump invadieron el congreso estadounidense.

Las fuerzas de seguridad de Brasil localizaron a 49 de los atacantes de Brasilia, pero los demás siguen prófugos y se los acusa ahora también de huir al exterior y de burlar medidas cautelares. Varios de ellos tenían tobilleras electrónicas y las rompieron para evitar ser localizados. En Brasil afirman que los prófugos entraron sobre todo a la Argentina, aunque también fueron a Paraguay y Uruguay.

Clarín tiene la información de que desde hace varios meses muchos de esos prófugos fueron entrando a la Argentina por distintas fronteras, terrestres y aéreas, y lo hicieron de manera legal.