Tanto dentro como fuera de las canchas, el fútbol se trata de mucho más que solamente 22 personas corriendo detrás de una pelota: se trata de la pasión por los colores y la familia que ellos evocan. En donde entienden esto a la perfección es en España y más precisamente en Andalucía, comunidad en la que un club de camiseta amarilla mostró su gran corazón.

María Muñoz es una fanática del Cádiz de 88 años que vivió durante casi seis años en el mismo departamento alquilado del barrio del Pópulo, en el municipio homónimo del club. La fanática del Submarino Amarillo debía desalojar su hogar el 26 de junio luego de ser desahuciada por los dueños de la propiedad, que la pusieron en venta.

La situación de la octogenaria se hizo viral luego de una movilización de los vecinos, que la defendían por considerarla la habitante más longeva del «barrio más antiguo de Occidente», como lo definen los gaditanos. Así, el equipo de la Tacita de Plata se enteró y tomó la decisión de hacer un gesto solidario por su fanática.

El equipo amarillo desembolsó más de de 145 mil euros para hacerse con la propiedad y asegurarle a su inquilina la posibilidad de seguir viviendo allí. La ayuda llegó a través de la Fundación del Cádiz con José Mata a la cabeza, que por orden del presidente Manuel Vizcaíno se comunicó con Eva, hija de María, diciéndole: «Queremos ayudarte, la situación de tu madre nos ha conmovido».

De esta forma, los presidentes del club y la Fundación, junto a Rafael Contreras (vicepresidente del club), acabaron siendo «Reyes Magos» para la fanática, o al menos así los definió Eva para su madre. Así, la mujer de 88 años deberá seguir pagando el módico valor de tan sólo 97 euros mensuales para poder seguir en su casa, aunque ahora lo hará para el club de sus amores.

Historias como la de María abundan, en España y en el mundo, sobre las dificultades que ofrece la vida en tiempos de complicación. Hace 10 años, en 2014, un caso similar tuvo lugar en Madrid, más precisamente en el municipio de Vallecas, con Carmen Martínez Ayuso como protagonista y el Rayo Vallecano como salvador.

La mujer de entonces 85 años dio su hogar como aval para un préstamo de 40 mil euros que su hijo había solicitado cuatro años atrás y jamás logró pagar. Así, la mujer que era ama de casa y se ganaba la vida limpiando casas acabó siendo desalojada del hogar en el que vivió durante más de medio siglo.

En esta ocasión, la hinchada del Rayo Vallecano fue fundamental en la decisión del club de ayudar a la mujer. Con una afición marcadamente de izquierda, igual que la del Cádiz, las gradas se llenaron de pancartas con el lema «#CARMENSEQUEDA» y con exigencias de solidaridad para la mujer.

Finalmente, el club decidió hacerse cargo del alquiler del hogar en representación de ella y fue allí en donde vivió los últimos años de su vida, que finalizó en 2022. «A Carmen vamos a ayudarla con lo que necesita, no creo que con una victoria acaben sus problemas», había declarado Paco Jémez, DT rayista, luego del partido en el que fue ovacionada.