Su argumentación resultó bastante contradictoria, ya que recordó que, cuando asumieron las nuevas autoridades en diciembre, él fue el primero en posicionarse en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), calificándolo de inconstitucional.

Sin embargo, cuando tuvo que expresarse parlamentariamente sobre la ley Bases, consideró que no tenía sentido bloquear al oficialismo desde la Cámara Alta, ya que se hubiera interpretado como un «capricho innecesario y una mala estrategia».

«Estoy convencido de que hay un sector en la política que quiere que todo explote», aseveró tratando de diferenciarse, y completó su argumentación enfatizando que «no podemos estar en la posición de no dejar gobernar. Con esa lógica, el peronismo llegó a este punto de crisis rotunda», indicó.

Y, al ser consultado sobre el mote de “traidor” que le aplicaron sus antiguos compañeros, evitó dar una respuesta.

Llama la atención el cambio experimentado en la posición de Kueider, quien consideraba apropiado hacer caer el Mega DNU en diciembre, pero que ahora pretende presentarse como garante de la gobernabilidad.

En Entre Ríos aseguran que el cambio se debe al acuerdo que estableció con el gobernador del Pro, Rogelio Frigerio, luego de haber tomado distancia con Gustavo Bordet, el gobernador anterior, luego de la derrota del PJ que le significó la pérdida de la provincia.  

En el marco de esta nueva alianza política, Kueider canjeó su voto por la modificación en la forma de designación de la Comisión Mixta de Salto Grande. Hasta ahora, la Comisión estaba integrada por dos miembros propuestos por la secretaría de Energía, actualmente dependiente del ministerio de Economía, y estaba integrada por uno de los funcionarios del ministerio de Relaciones Exteriores. Con este cambio, la provincia de Entre Ríos tendrá la posibilidad de designar a quienes integren dicha comisión, lo que implica su provincialización.

Cuestionado dentro del PJ, ahora Kueider evalúa se reinserción en la política entrerriana en vinculación con el gobernador Frigerio.

Una vez más, se confirma el escaso tacto de Cristina Fernández de Kirchner al momento de elegir a sus candidatos. De hecho, la inclusión de Kueider a la cabeza de la boleta de senadores de UxP fue consecuencia de un arreglo político que implicó la renuncia de los candidatos cristinistas a competir en las PASO por esa categoría. Por más que ahora lo critique, fue su decisión la que le habilitó el camino para terminar votando seducido por las contraprestaciones que le ofreció el gobierno de Javier Milei. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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