Panamá no fue un escollo sencillo para Uruguay, que en su debut sufrió en algunos tramos del partido en la victoria 3-1 ante la selección centroamericana. Si bien la Celeste se puso rápidamente en ventaja con el golazo de Maxi Araújo y tuvo chances de ampliar el marcador también en la primera parte, el segundo tanto se le negó más de la cuenta y poco a poco Panamá se fue animando.

Así fue que en el segundo tiempo, le sacaron la pelota, el dominio de juego y hasta contaron con posibilidades de empatarlo. Pero finalmente el equipo dirigido por Marcelo Bielsa logró marcar la clara diferencia que hay entre ambas selecciones y llegaron los goles de Darwin Núñez y Matías Viña. Los goles y el desahogo del Loco que, desde el banco, explotó en los últimos dos festejos.

Desde la llegada de Bielsa a Uruguay, el Loco no sólo ya logró plasmar su impronta y su sello en el campo de juego, sino que además, también está llevando adelante un importante cambio generacional, que este domingo ante Panamá fue muy evidente y basta sólo con ver los números para probarlo.

Es que la formación titular de la Celeste ante Panamá fue la más joven (26 años y 111 días) de Uruguay en una Copa América en los últimos 20 años. La anterior había sido contra Colombia en 2004, con un promedio de edad de 25 años y 105 días.