Francia está votando en las más peligrosas, polarizadas e inciertas elecciones legislativas de su historia. Con la ultraderecha -tantas veces detenida por el voto Republicano- con la posibilidad de llegar al poder y forzar una cohabitación con el presidente Emmanuel Macron. El Lepenismo ha dejado de asustar.

El resultado de una disolución presidencial de la Asamblea Nacional intempestiva, que sumergió al país en una campaña caótica de 20 días, que la deja en las puertas del populismo xenófobo del ex Frente Nacional y reciclado Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. Un terremoto político puede producirse esta noche en la V República, en una “soirée” democrática dramática.

Después de una noche con las más violentas tormentas eléctricas del año, miles de franceses comenzaron a votar a las 8 de la mañana, en un día fresco y soleado de verano. Los comicios finalizarán a las 6. Pero en París, Lyon y otras grandes ciudades cierran a las 8 de la noche, cuando se conocerán los primeros resultados. Al mediodía, una participación récord: 25,9 por ciento, según el Ministerio del Interior. Sólo comparable a la elección presidencial que llevó al poder a Francois Mitterrand. Esta es la primera sorpresa del día.

Se espera una participación superior al 62 por ciento, en un país donde el voto no es obligatorio . A las 8 y media de la mañana ya había largas colas esperando votar en las grandes ciudades. Al menos tres millones votaron por procuración.

El presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte viajaron a Touquet, en Normandía, su residencia electoral y donde se casaron en el 2007. De traje azul el presidente y y ella vestida de beige, votaron, saludaron a la gente y regresaron al palacio del Eliseo para seguir la elección. El jefe de Estado debió esperar su cédula de identidad. Se la había olvidado.

Jordan Bardella, el candidato del ultraderechista Reagrupamiento Nacional y premier de Francia si el lepenismo gana una mayoría absoluta, votó en Garches, en Altos del Sena, de traje oscuro y corbata. Un aire solemne para demostrar que el está listo para llegar al poder.

Sonriendo, besando a sus simpatizantes, vestida en blanco y negro, Marine Le Pen votó en Henin Beaumont, su feudo en el norte. Si llegan al poder con mayoría absoluta, Bardella y ella tratarán de forzar la renuncia de Macron para conseguir elecciones presidenciales anticipadas y que ella las gane. Puede haber un escenario de gobernabilidad en Francia.

El ex presidente socialista Francois Hollande se olvidó su cedula de identidad en Tulle. Conversaba con su histórico humor con los electores en la puerta de una escuela mientras su custodio le traía el documento para votar en Correze, su circunscripción, junto a su nueva esposa, la actriz y directora de cine Julie Gayet.

Hollande salió de su retiro político y se presentó como diputado en el Nuevo Frente Popular, que reúne a comunistas, socialistas, ecologistas y la ultra izquierdista Francia Insumisa en un Nuevo Frente Popular, formado en 4 días, porque consideró “muy peligrosa” la situación en Francia. Hoy cree que “un gobierno de unidad nacional” con el centrismo podría salvar a la V Republica de la ultraderecha desdiabolizada de Le Pen.

Los políticos votaron por la mañana. El ex primer ministro de Macron Edouard Philippe, con aspiraciones presidenciales en el 2027 y hoy furioso con el jefe de Estado, votó en Le Havre. Fue uno de los consideró esta disolución legislativa un “acto de destrucción política”.

Los diputados rebeldes más destacados de Francia Insumisa, la franco chilena Raquel Garrido y Alexis Corbière, que hicieron campaña bajo la bandera del Nuevo Frente Popular contra los candidatos oficiales de La France insoumise, tras ser “purgados por Jean Marie Mélenchon, votaron en Bagnolet, en Seine-Saint-Denis.

En la escuela de la rue Keller en Paris XI, los electores esperaban que se abriera el salón de votación. Las autoridades de mesa preparaban los documentos para abrir la elección a las siete y media de la mañana.

“Tenemos que ser muchos hoy. Son las elecciones más importantes en años. Van a definir a Francia y al futuro de nuestros hijos”, dijo el doctor Dumas, un médico que estaba primero en la fila.

En el barrio VIII de Paris, el gran salón de paredes naranjas y azules de la escuela donde se suele jugar partidos de fútbol, ​​se juega otro tipo de partido, y política hoy. Familias enteras esperan en la fila para votar. Son jóvenes votantes primerizos, padres acompañados de sus hijos pequeños y adolescentes.

“Vinimos temprano porque queremos ver el Tour de France todos juntos. ¿Quién iba a imaginar que iba a ver elecciones de verano en Francia?”, se preguntó Jacques, el padre.

Estas elecciones de verano inesperadas se producen cuando los franceses siguen la carrera de ciclismo del Tour de France con pasión, la Eurocopa y se preparan para huir del caos de los Juegos Olímpicos en la capital francesa y tomar sus vacaciones anuales en julio y agosto.

Hay enorme tensión política en Francia y temor a la violencia. Este domingo, poco antes de la apertura de los colegios electorales, un fiscal designado por Éric Ciotti, el presidente de Los Republicanos “tránsfuga” que se fue con Reagrupación Nacional, se opuso a la apertura del colegio Baumettes de Niza antes de golpear con un puñetazo al presidente del colegio electoral.

El equipo de Éric Ciotti evocó un «lamentable altercado» entre «uno de nuestros nuevos jefes de partido» y el presidente del colegio electoral.

El ministro del Interior alertó sobre la posibilidad de violencia en estas elecciones. El ex Frente Nacional tiene una obsesión contra los migrantes, los negros, los extranjeros y los binacionales , que sienten miedo ante el avance de una ultraderecha xenófoba y que no permitirá a los binacionales trabajar en” estructuras sensibles del estado”.

Macron, a quien le quedan tres años de presidencia, pretendía que las elecciones fueran una prueba de la realidad. Un “momento de clarificación” para el país, como él mismo dijo. Apostó a que en la votación europea, la gente estaba expresando en gran medida un descontento simbólico contra su gobierno centrista, al respaldar la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen. Un movimiento que, durante mucho tiempo, se ha considerado más allá de los límites democráticos.

La apuesta parece haber fracasado, ya que Reagrupamiento Nacional, liderado en la campaña parlamentaria por Jordan Bardella, el delfín de 28 años de Le Pen, avanza en las encuestas de opinión hasta alcanzar el 36 por ciento. El Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierda formada por los partidos de izquierda radical y moderado, se mantiene estable en el segundo lugar, a unos pocos puntos del Lepenismo, mientras que Renaissance y sus aliados centristas, el partido de Macron, están muy por detrás.

Hay mucho en juego porque las elecciones plantean la posibilidad de que la extrema derecha antiinmigración gane poder en Francia por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. El Lepenismo se ha declarado respetuoso de Israel, de los judíos después de años de practicar el antisemitismo. Los judíos lo votan al igual que la derecha en Francia.

Si Reagrupación Nacional gana una mayoría absoluta, Macron se vería obligado a entregar el gobierno al partido en “cohabitación” con su presidencia. Se podría esperar un conflicto porque el presidente conserva el poder sobre la política exterior y de defensa, que Bardella quiere controlar vía el presupuesto.

Le Pen y Bardella son hostiles a la Unión Europea y a la alianza de la OTAN y simpatizan con Rusia. De hecho un banco ruso financió la última campaña presidencial de Le Pen. Binacionales rusos franceses asesoran a los diputados europeos lepenistas en Estrasburgo y les informan sobre la guerra en Ucrania, con información de inteligencia. RG se opone a la idea de Macron de enviar tropas francesas a Ucrania. Es su línea roja y será un gran conflicto.

Macron se opone ferozmente a los planes internos del RN para deshacer gran parte de lo que el ha implementado desde 2017.Más que una cohabitación, será peor que un matrimonio en medio de un divorcio contencioso.

El resultado más probable e igualmente preocupante es un parlamento sin un bloque de mayoría absoluta. Las encuestas muestran que el lepenismo va camino de lograr una fuerte mayoría relativa, con los izquierdistas en segundo lugar. Una mayoría absoluta del Lepenismo sería un sismo político en Francia y en Europa.

Con un mundo político profundamente polarizado y sin experiencia reciente en Francia de las tradiciones de coalición de otros parlamentos europeos, esto podría llevar a una larga parálisis bajo un gobierno interino.

En la primera vuelta de este domingo, los votantes eligen entre todos los candidatos que se presentan a los escaños de la asamblea de 577 miembros. Los candidatos que obtengan una puntuación superior al 50 por ciento ganarán la banca directamente en esta etapa. En la práctica, hay pocos ganadores. La mayoría pasarán a una segunda ronda de votaciones el domingo 7 de julio.

Los electores están confundidos a la hora de votar. Especialmente los mayores no entienden el sistema.

En la segunda vuelta, se enfrentan los dos mejores candidatos de la primera vuelta, junto con cualquier candidato de la primera vuelta que obtenga más del 12,5 por ciento de los votantes registrados en el distrito electoral. Normalmente, sólo hay un puñado de estas carreras “triangulares”. Pero la alta participación esperada debería aumentar el número.

El sistema de dos vueltas es menos predecible que las elecciones “anglosajonas” de una sola vuelta, lo que hace más difícil pronosticar el total de bancas.

Los resultados de la primera ronda comenzarán a publicarse a las 8 de la noche, hora francesa , este domingo. Casi todas los resultados de los distritos electorales se anunciarán alrededor de las 12 de la noche.

Surgirá una imagen de los partidos que se encuentran en una “posición favorable” para la segunda vuelta en cada circunscripción. El alcance del giro esperado hacia la Reagrupación Nacional y los izquierdistas quedará claro. Los resultados mostrarán la probabilidad de que cualquier partido logre la mayoría absoluta en la segunda vuelta.

Los resultados de la segunda vuelta se anunciarán a partir de las 8 de la noche del domingo 7 de julio. Si los márgenes son estrechos, el suspenso sobre la forma del parlamento final podría continuar hasta bien entrada la noche. El punto crucial es si algún partido, más sus aliados, alcanza los 289 escaños necesarios para obtener una mayoría absoluta y el mando del gobierno.

Si un partido sale de las elecciones con mayoría absoluta, Macron debe designar a uno de sus representantes para formar gobierno. En las tres ocasiones que esto ha sucedido en Francia desde la década de 1950, el nuevo primer ministro ha sido nombrado dos o tres días después de la segunda vuelta.

Si Reagrupación Nacional obtiene la mayoría, se pedirá a Jordan Bardella que forme gobierno y proponga ministros para el gabinete. El presidente debe aprobar la lista y puede vetar a cualquier miembro. El presidente preside las reuniones del gabinete, aunque el poder de gobierno en asuntos internos está en manos del primer ministro.

Si no hay un bloque de mayoría absoluta, el gobierno del joven Gabriel Attal seguirá siendo provisional. Este será un territorio nuevo para Francia desde que se creó la Quinta República en 1958. Macron sondeará a los partidos sobre las perspectivas de alianzas que podrían crear suficiente apoyo para que un nuevo gobierno sobreviva a los votos de confianza necesarios. Estaría interesado en encontrar una manera de mantener el gobierno en manos de sus centristas y sus aliados.

El 18 de julio se abre la 17ª legislatura de la Quinta República Francesa con la elección del Speaker, que será el presidente de la Asamblea en la V República. Los Juegos Olímpicos comenzarán dos semanas después. Hoy no se sabe aun quien será el primer ministro entonces.