Mientras los bloques de la oposición en el Senado presionaban para aprobar el nuevo esquema de actualización jubilatorio, Victoria Villarruel apeló a una maniobra contra reloj para impedir que la nueva fórmula, que tiene la media sanción de Diputados, sea aprobada en la sesión convocada para el jueves y que tiene un temario centralizado en los ascensos de militares y pliegos de diplomáticos.

La vicepresidenta sabía que se le agotaron los plazos para resistir la modificación de las jubilaciones y ante el riesgo de que la oposición imponga que sea tratado sobre tablas habilitó que se convoque a un plenario de comisiones para avanzar con un paquete de proyectos de reforma jubilatoria.

Para eso convocó para este miércoles a las 17 a un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto, que presiden Carmen Alvarez Rivero (PRO-Córdoba) y Ezequiel Atauche (LLA-Jujuy), respectivamente, con el fin de analizar los distintos proyectos sobre reforma jubilatoria que están en el Senado.

La tarea no fue sencilla porque la convocatoria estuvo en duda hasta último momento por desinteligencias del propio oficialismo. Fuentes parlamentarias confiaron a Clarín que la vicepresidenta estuvo trabajando durante la tarde la idea convocar al plenario, pero se chocó con la negativa de Atauche, quien esperaba el guiño de la Casa Rosada para habilitar el tratamiento en comisión.

En un momento se planteó la posibilidad de convocar sólo a la comisión de Trabajo y Previsión, pero la idea no terminó de conformar a Villarruel que hasta última hora de este martes trató de convencer al presidente del bloque de los libertarios para avanzar con el plenario de comisiones y así evitar una derrota segura en el recinto.

Tal como informó este diario, el oficialismo busca dilatar el tratamiento de la actualización jubilatoria y planteó su intención de avanzar con una reforma «integral» del sistema previsional postergando así una rápida aprobación de la nueva fórmula que en Diputados obtuvo el apoyo de los dos tercios con 160 votos a favor.

Si se repetían los apoyos que el proyecto tuvo en Diputados, donde cosechó 160 votos positivos, el kirchnerismo en sociedad con la UCR y los bloques federales no iba a tener dificultad para juntar los dos tercios y aprobar la reforma jubilatoria sobre tablas.

Por eso, el oficialismo buscó una salida a la derrota segura y planteó a los dialoguistas trabajar en un análisis de los distintos proyectos que hay en la Cámara alta. También pidió un informe al Poder Ejecutivo y a la Oficina de Presupuesto del Congreso para que den detalle del impacto fiscal de lo aprobado en la Cámara baja.

De esta manera, la vicepresidenta también sumó un gesto de los bloque aliados como la UCR, que encabeza Eduardo Vischi, y Unidad Federal, que integran Carlos «Camau» Espínola, Edgardo Kueider y Alejandra Vigo, que coincidieron en que la fórmula aprobada por Diputados «se puede mejorar».

Sin embargo, un senador de la oposición dialoguista remarcó que «la lucha contra el déficit fiscal no puede incluir un ajuste a los jubilados». Es que en las filas del oficialismo ya anticiparon que el gasto del esquema aprobado por Diputados no sería del 0,4 % del Producto Bruto Interno (PBI), como se aseguró al darle media sanción al proyecto, sino que «sería bastante más alto».

A todo esto, Villarruel también convocó a una sesión para el jueves a las 11 para aprobar la promoción de unos 300 uniformados junto a los pliegos de diplomáticos de carrera que tuvieron despacho de la comisión de Acuerdos la semana pasada.

En aquella reunión, la vicepresidenta frenó los ascensos de 6 militares. La medida afectó a Roberto Ariel Agüero, quien iba a ser promovido de general de Brigada a general de División del Ejército, al igual que Aldo Daniel Ferrari y Jorge Fabián Berredo. Mientras que Gustavo Adrián Sivori iba a ser ascendido de coronel mayor a general como así también Héctor César Tornero. El lote se completa con Juan Carlos Core, quien esperaba pasar de contralmirante de la Armada a vicealmirante.

El temario se completa con proyectos que modifica el Código Penal para sancionar los delitos de sustracción y comercialización de menores y otro que declara duelo nacional el 18 de julio en homenaje a las víctimas del atentado terrorista ocurrido en esa fecha de 1994 en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).