POLITICA
Quintela presidente, Cristina diputada y el DNU de los 100 mil millones bajo amenaza
El peronismo pide pista
El tiempo electoral les impone a todas las tribus el mismo compás. Esta semana le toca al peronismo, que hará un ensayo de recuento globular en La Rioja. El gobierno local organizó un mega acto para la jura de la nueva constitución con intenciones de convertirlo en un lanzamiento nacional del peronismo.
Ricardo Quintela, el anfitrión, dice haber asegurado ya la presencia de Axel Kicillof y de un lote importante de gobernadores del norte. Entre ellos figura el catamarqueño Raúl Jalil. Este mandatario milita en el ala dialoguista de lo que queda de la liga de gobernadores peronistas. Su presencia será una prueba de la elasticidad de la convocatoria, que incluye también a Cristina de Kirchner.
Difícil que vaya la ex presidenta, sus presencias en actos salen caras y ella accede cuando es protagonista. Habrá senadores y diputados nacionales del peronismo, y jefes de bloques legislativos y tiene también una silla Sergio Massa. También irán estrellas que han colaborado en esta nueva constitución, como el ex juez de la Corte Raúl Zaffaroni.
El retablo que busca ofrecer el «Gitano» Quintela (así lo llaman con cariño sus amigos) es juntar los extremos -el peronismo del interior y el peronismo del AMBA- como se logró con éxito en 1989. Esa fórmula ganadora en 1989 con Menem-Duhalde/Ruckauf nunca volvió a prosperar.
El peronismo el interior boicoteó desde entonces, de variadas formas, a las estrellas el AMBA, para que ninguna ganase la presidencia. El desacuerdo frustró las ambiciones de Cafiero, Duhalde, Ruckauf, Solá, Scioli, Cristina.
Quintela aspira ahora a erigirse como presidente del PJ Nacional, cargo vacante por licencia de Alberto Fernández. El escenario asume que Kicillof está ya en carrera para ser candidato presidencial por el peronismo en 2027. El riojano busca la unión del interior con el AMBA desde la presidencia del PJ.
La renovación, ¿para cuándo?
La diferencia entre aquel acercamiento de tribus de 1989 y este rudimentario encuentro de 2024 es el antecedente de la Renovación. Ese proceso, encabezado entonces por una generación nueva de dirigentes –Menem, Cafiero, De la Sota, Grosso, Bordón– permitió la unión del interior y el AMBA y la victoria electoral, mediante el frío parricidio de la vieja generación de dirigentes que se quedaron afuera de la Renovación.
Implicó una división del peronismo en las elecciones de 1985. Las internas presidenciales reordenaron el tablero en 1988 y el peronismo unido le ganó al radicalismo que gobernaba. Este proceso no se ha repetido hasta ahora. Quintela aspira a asumir la presidencia del PJ, cargo que, según algunos, pretende Cristina de Kirchner como instrumento de afirmación de su liderazgo sobre el peronismo del AMBA.
El riojano se entrevistó con Cristina hace algo más de tres meses. Más concretamente el 23 de abril, día de la marcha universitaria contra el Gobierno. Quintela planteó su intención de disputar la presidencia del PJ. Cristina lo animó con un «avanzá», y ahí quedó todo.
Una prueba de unidad
Para animar ese sarao riojano, Quintela le pidió a Fernando Espinoza, intendente de La Matanza y jefe de la FAM (Federación Argentina de Municipios), que le organice una reunión el jueves con 300 alcaldes de todo el país. Será un recuento paralelo de fuerzas para medir qué impacto puede tener esta juntada en el orden nacional.
La convocatoria del viernes próximo al Superdomo de La Rioja ocurre cuando entornistas de Cristina sondean también la posibilidad de que ella se presente como candidata a diputada nacional por Buenos Aires. El PJ Nacional tiene aprobado un cronograma para elegir nuevas autoridades. La fecha será el 17 de noviembre con cierre de candidaturas el 19 de octubre.
El partido tiene una tradición de listas únicas en este tipo de elecciones. El interés del acto del viernes en La Rioja está en que revelará cuánta voluntad de unidad tienen los peronistas pejotistas. No tienen líder nacional que los contenga a todos. La experiencia de la trifecta que gobernó en 2019-2023 fue nefasta. Alberto Fernández gobernó hostigado por Cristina durante cuatro años y, en los últimos dos también por Sergio Massa.
Aun con un gobierno desflecado, la fórmula de Unión por la Patria sacó el 44% de los votos en el balotaje. Eso indica que el electorado existe y que el PJ sufre, como los otros partidos, una crisis dirigencial. El proceso en el PJ navega sin luces, pero no se detiene. Este martes hay en la sede de la calle Matheu una reunión la junta electoral que preside Armando Cabrera, hombre de Formosa que responde a Gildo Insfrán.
No hay quien mande
La unidad del electorado se prueba en que, en las dos cámaras del Congreso, UxP resiste con 33 senadores y unos 100 diputados que no sacan los pies del plato. Pero cuando los dirigentes tienen que resolver cuestiones que exigen liderazgo por sobre el conjunto, no hay quien mande.
Esta semana se tratará en Diputados la cobertura de las tres sillas vacantes en la Auditoría General de la Nación. El peronismo seguía hasta el fin de semana sin capacidad de resolver quién lo representará. Hasta el cristinismo está dividido entre los nombres de Juan Forlón y Virginia García. El ex AFIP Guillermo Michel disputa el cargo con el respaldo de Massa y de un grupo de gobernadores.
Esta incertidumbre puso en carrera otros nombres, entre ellos el de Jorge Capitanich. Fue consultado y quedó abierto ese corchete. El ex gobernador y ex jefe de Gabinete tiene terminales en varias tribus del peronismo y a partir de su experiencia, lo propusieron para empardar con la talla de los otros candidatos, dos pesos pesados: Mario Negri y Jorge Triaca. Si en el peronismo hubiera un liderazgo unificado el asunto estaría resuelto hace rato.
Constitución bajo la lupa
La nueva constitución de La Rioja está siendo examinada por constitucionalistas de todas las extracciones. Quintela resignó imponer la posibilidad de un tercer mandato. El texto impone la periodicidad de los cargos legislativos, que quedan al modo de la CABA: un legislador puede estar dos mandatos, y si quiere volver, tiene que dejar pasar un mandato.
También impone un plazo de 10 años a los jueces. Para continuar en el cargo, deben ir a concurso nuevamente. Los constitucionalistas moderaron las aspiraciones del gobernador de avanzar sobre la libertad de expresión. La nueva norma tiene dos artículos que sostienen la libertad de informar y de ser informado en los términos de la legislación nacional. Quedó atrás aquella amenaza de cortar la señal de los medios de otras provincias a gusto de las autoridades locales.
El texto suma un capítulo de nuevos derechos, que parecen incorporados para que Milei y sus acólitos se enardezcan. Aporta la posibilidad de una Renta Universal, que habrá que ver cómo y cuándo se paga, y también derecho al acceso a la conectividad digital y los servicios esenciales (agua, luz, gas).
Peronistas en busca de autor
El peronismo conserva la fuerza del voto, que le permitió sacar 44% de los votos, y no ha sufrido cismas profundos en las dos cámaras del Congreso. Hasta este debate mantuvo los cerca de 100 diputados encolumnados en el rechazo de las iniciativas del gobierno, y los 33 en el Senado.
Hubo disidencias abiertas en el caso del impuesto al tabaco, y diferencias solapadas en votaciones en particular. Pero ese tesoro que es la unidad de los bloques peligra si no hay quien los sindique en un proyecto superador. Es lo que buscan algunos peronistas no-K, que intentaron una mesa alternativa entre 2017 y 2019 con Pichetto, Massa, Schiaretti, Urtubey y Lavagna.
Hoy el llamador son Schiaretti y Pichetto. El Gobierno hará todo lo que pueda para precipitar alguna forma de división en las bancadas del peronismo en el Congreso. La primavera macrista fue posible entre 2015 y 2017 porque ese peronismo no-K dividió a la bancada del Senado en dos y a la de Diputados en tres. Fue obra de Pichetto, Schiaretti, Urtubey y Massa. El gobierno de Juntos por el Cambio era segunda minoría en las dos cámaras, pero desde esa debilidad, hizo proezas de mayorías.
Hay humo en tus ojos
Estos entuertos se suman a los de la agenda de la semana. El gobierno de Milei dice haber marcado un récord de baja del gasto. Pero también puede batir la marca de haber firmado el primer DNU que le puede voltear el Congreso en toda su historia: el que le brinda $ 100.000 millones a los espías, que está en la mira de todos.
No figura en el orden del día de la Comisión Bicameral de DNU del jueves. Eso lo saben los diputados que sesionarán un día antes para una minuta acordada con la oposición. No está acordado nada para cuando la oposición cargue con proyectos de resolución para anular el DNU. También para abalanzarse contra el lote de diputados mileístas que tuvo la ocurrencia de darse un garbeo por el penal de Ezeiza para conversar con condenados de lesa humanidad.
Estos dos casos le echan humo al rostro del público. ¿Quién publicó el DNU 656? El Gobierno. Pudo ser un DNU secreto, como todo lo que roza al espionaje. Pero buscaron la polémica. ¿Quién publicó el paseo por Ezeiza? También el Gobierno. Seguramente cree que estos temas los afirman en el campo de la batalla cultural y buscan provocar las reacciones contrarias.
Silencios y silencios
En estos dos casos, este Gobierno tan locuaz como tuiteado, se ganó un problema y se perdió una oportunidad de guardar silencio. El silencio a veces cumple la función de ocultar lo que debe ocultarse. No extrañaría a nadie que un Gobierno que se siente expuesto a agresiones externas como consecuencia de los alineamientos internacionales reclame más fondos y, quizá, que sean secretos.
Ningún país del mundo discute los fondos de los espías en los diarios. Hay falta de experiencia o, quizás, el deseo de agitar esa piñata para provocar a los adversarios llamar a quienes quieren subirse al pasamanos del mileísmo. De silencios tóxicos, un experto es el juez federal Marcelo Aguinsky, que inauguró en la sede de su despacho una muestra artística cargada de simbolismo. La llamó, con ingenio, “Silentium, el pacto de los testaferros”.
El cuadro, elaborado por el comisario-artista Carlos Kwiatkowski representa una boca cerrada, compuesta con materiales incautados en la causa de «la Mafia de los contenedores», un chanchullo de contrabando por USD 300 millones. Una boca, elaborada con cierres de pantalones sobre superficie de cartón de una caja de embalar de un televisor incautado, brinda una metáfora sobre los silencios tóxicos que rodean a los delitos como el contrabando.
Electorados superpuestos
Los movimientos preelectorales explican la aparición de Mauricio Macri en el PRO y, también la discreta reunión de Rogelio Frigerio con la hermana presidencial. El PRO vuelve a enfrentar un problema que lo sigue como perro fiel: la superposición de electorados con otros partidos.
Hoy ese problema se les plantea a los macristas con La Libertad Avanza, fuerza conservadora como ellos. Pero desde sus orígenes esa superposición con electorados de centro derecha, moderados, y con instalación en grandes distritos, ya ocurrió en 2013. En aquel año Macri se imaginaba en una alianza con Sergio Massa y hasta Daniel Scioli, que resolvería esa superposición. Aquella unión no se produjo y el PRO de Buenos Aires igual colocó candidatos en las listas de Massa en la provincia.
En 2015 el problema fue la superposición con el massismo. Con esa mochila la UCR fue a la convención de Gualeguaychú, para decidir si entraban en su alianza con el PRO los hombres del Frente Renovador. Se votó y quedaron afuera. Igual, en 2015 al ganar las elecciones, Macri lo tuvo a Massa de socio, tal como en 2023 Milei sumó a Bullrich. El mismo amor, la misma lluvia.
En aquel momento, Macri se llevó a Massa a Davos, lo coronó de cargos y le entregó a su sector la legislatura Buenos Aires por un año. En 2023, llevó a Javier Milei a la mesa nacional de Cambiemos, para que lo admitieran en la coalición. Lo rechazaron.
Al quedar el PRO afuera del balotaje, el voto de Cambiemos lo hizo presidente. Cuando Milei gana, estalla el PRO en Acassuso. Macri auxilia a Milei con funcionarios y hasta con un programa de gobierno. Suben Patricia y Petri al Gabinete y se precipita la idea de la fusión partidaria.
El que se divide, pierde
La reunión de Frigerio con Karina del jueves ocurrió antes el acto de Mauricio en La Boca: hablaron exclusivamente de cómo van a acomodarse las fuerzas para repartirse el mismo electorado sin dividirse. Si no hay armado unitario, la oposición al peronismo pejotista puede dividirse.
Por un lado, el PRO mileísta; por el otro un PRO del medio que no se quiere fusionar -el neo-desarrollismo de Horacio Rodríguez Larreta- y, por último, los radicales y lilitos que no quieren saber nada con armar listas mileístas.
Hablar de superposición de electorados es algo central para quienes ven que también el voto no peronista está unido. Es más fuerte que nunca, al punto de que hizo presidente a un débil como Milei. Pero tiene que arbitrar alguna táctica electoral que lo exhiba en las urnas como un conjunto unido por abajo pero también por arriba, a nivel dirigencial.
Un dilema de cuadratura del círculo, como son los dilemas de la política, que los puede llevar a una encerrona electoral. Ojo a la ley no escrita: en la Argentina, el que divide, pierde.
Esperando a Schiaretti, un clásico
El envión preelectoral moviliza también al otro peronismo, el que se sindica en el no-cristinismo. En Encuentro Republicano Federal diseña una cumbre con más de 1.000 dirigentes del interior para el 27 de agosto, en el predio porteño del sindicato de gastronómicos de Dante Camaño. El armado está a cargo de Miguel Pichetto, Ramón Puerta y otros dirigentes.
Esperan que en un segundo round se sume a esa agenda el ex gobernador Juan Schiaretti, que ya avisó que no será candidato el año que viene en su provincia. La pelea por las bancas de diputados tienen muchos anotados y él resignó ser uno más. La biografía de muchos ha transcurrido a la espera de Schiaretti, el hombre que siempre iba a venir y nunca llega.
POLITICA
Ritondo respondió a las denuncias en su contra por emprendimientos inmobiliarios
Luego del bajo perfil que cultivó desde que fue denunciado por supuestos delitos de enriquecimiento ilícito, encubrimiento, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público por una trama de sociedades offshore y una serie de propiedades que tendría sin declarar, el jefe de la bancada de Pro en Diputados, Cristian Ritondo, se despegó de las acusaciones este jueves. Dijo que no solo se desempeña en el ámbito público, sino también en el privado, como desarrollador inmobiliario, en un negocio familiar de años.
De vuelta en la escena pública debido a que esta semana se retomó la actividad legislativa después del receso de verano, Ritondo respondió por su situación judicial, que se complicó cuando ElDiarioAR publicó una investigación en conjunto con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) de la que se desprendió que su esposa, Romina Aldana Diago, tendría sociedades implicadas en la compra de propiedades en Miami valuadas en US$2,6 millones, cuando su marido ocupaba cargos públicos.
Tras conocerse la información, el jefe de la bancada amarilla en la Cámara baja fue denunciado por el abogado Jeremías Rodríguez, que a su vez luego amplió su presentación por 14 desarrollos inmobiliarios con 373 unidades funcionales ubicadas tanto en la ciudad de Buenos Aires, como en Pinamar, que pertenecerían al diputado nacional y ascenderían a un valor de venta de más de US$55 millones.
En línea con lo que había manifestado a LA NACION cuando esto saltó a la luz, en diciembre del año pasado, Ritondo volvió a manifestarse en el mismo sentido este jueves en Radio Mitre. “Tengo absolutamente todo en orden, tanto en lo personal como en mis empresas, yo estoy muy tranquilo”, aseguró el diputado, que es asimismo jefe de Pro en la provincia de Buenos Aires.
En base a lo que contó esta mañana para intentar apartarse de cualquier sospecha, tiene una empresa desarrolladora desde hace “más de 30 años” y pasó a ser responsable de esa compañía en el momento en que su padre murió, en 2008.
“Todo lo que sacan lo sacan de las páginas de mi propia empresa, no hay ningún problema, está absolutamente declarado. Tengo toda la tranquilidad del mundo y por supuesto tengo una actividad privada que es la de desarrollador inmobiliario”, aseveró.
Las sociedades offshore de su esposa, también denunciada en la causa, fueron encontradas en medio de la investigación periodística. Diago aparece en documentos públicos y confidenciales de una red de empresas en las Islas Vírgenes Británicas, Delaware y Florida vinculadas a la adquisición de departamentos en Miami y Hallandale, en el sur del estado.
El expediente ahora tramita en el Juzgado Correccional y Criminal Federal N°2 de Comodoro Py, a cargo del juez Sebastián Ramos y el fiscal Eduardo Taiano.
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