Ajeno a los datos que sacuden al país, que hablan de un índice de pobreza que ya alcanzó a más de la mitad del país, el presidente Javier Milei tiene pensado aprovechar al máximo su estadía en Casa Rosada. Al mejor estilo rockstar, el mandatario se reparte entre viajes por el mundo en avión privado, meet & greets con celebridades y curiosas exigencias de alimentación.

Tras la publicación de los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), numerosas agrupaciones sociales decidieron tomar la calle y aseguraron que “el gobierno nos está empujando a la peor crisis humanitaria que hayamos vivido”. En efecto, los números arrojados demostraron que durante el primer trimestre del gobierno de Milei, en el que se aplicó un fuerte ajuste, se devaluó el peso y se desreguló la economía, la pobreza superó el 54 por ciento de la población. Pocos esperan que los números mejoren en el corto plazo, especialmente teniendo en cuenta la ola de despidos masivos que atravesó a la administración pública en las últimas semanas.

En medio de este escenario, desde la dirección General de Administración de la presidencia de la Nación surgió una licitación que dejó a la vista la escasa sensibilidad de la gestión de Javier Milei con la realidad. Se trata del proceso de compra 23-0010-LPU24, que tiene como objetivo la adquisición de frutas y verduras, tanto para la Casa Rosada como para la residencia presidencial de Olivos.

En los hechos, se trata poco más que de una lista de compras de los cocineros del presidente, tanto en el despacho de la calle Balcarce como en la Quinta de Olivos, donde los visitantes aseguran que Milei suele nadar en la pileta de natación en pantalón largo y medias.

Lejos de mostrar discreción en el delicado momento que atraviesa el país, la lista del presidente en materia tan sólo de frutas y verduras es impactante. Tanto Javier Milei como el resto de su círculo íntimo e invitados, no tendrán que privarse de ninguno de los placeres gastronómicos del mercado.

A pesar de que la DGA de la presidencia decidió no publicar en el pliego el presupuesto asignado a la masiva compra, la sola lista da a entender que se trata de un gasto que supera los 100 millones de pesos largamente. Sólo citando algunos ejemplos, se leen pedidos de ajo, albahaca, 200 ananás, miles de apios, 7 mil bananas, 2.300 batatas, 1.500 berenjenas, 600 kilos de brócoli, 3.800 kilos de cebolla, 75 latas de champignones, 1.200 duraznos, 100 kilos de frutillas, 400 melones, 1.200 kilos de morrones, 150 paltas, 1.200 peras, 100 pomelos, 750 remolachas, 2 mil tomates perita, 4 mil zanahorias, 800 zapallos, 400 limones, 500 kilos de morrones, 2 mil sandías, 1.500 tomates redondos, y la lista sigue interminable. En total, son más de 110 renglones de pedidos.

Mientras esto ocurre, desde los comedores de todo el país aseguran que las filas de personas que acuden a diario a buscar un plato de comida no para de crecer y la ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello, decidió retener los alimentos de su ministerio hasta el limite de la putrefacción. Cuando le preguntaron a Javier Milei, aseguró que Pettovello era “la mejor ministra de la historia”.

Como diría el portavoz presidencial, Manuel Adorni: Fin. (www.REALPOLITIK.com.ar)

COMENTÁ / VER COMENTARIOS