La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se desaceleró durante agosto, al arrojar una variación mensual del 4,2%, mientras que los alimentos treparon 3,1%. Si bien la variación de las canastas que miden la pobreza y la indigencia se movió por debajo de la inflación, una familia porteña necesitó ingresos superiores a $1,5 millones para pertenecer a la clase media.

En concreto, una familia compuesta por cuatro integrantes, propietaria, en la Ciudad de Buenos Aires necesitó ganar entre $1.501.818 y $4.805.818 en agosto para ser considerada de clase media. Así lo informó este martes la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

Inflación: qué sueldo hay que ganar para ser clase media en la Ciudad de Buenos Aires

En tanto, una familia de cuatro integrantes -dos adultos y dos menores- requirió en el octavo mes del año ganar al menos $966.227 para no caer en la pobreza -una suba del 3,91% en relación con los $929.845 de julio-. Al mismo tiempo, un hogar de las mismas características debió contar con $536.492 para no ser considerada indigente.

La línea de indigencia subió en agosto un 2,85%, la de pobreza un 3,91% y el piso para ser de clase media un 3,56%. Con relación a diciembre 2023, la línea de indigencia se incrementó un 84,74%, la de pobreza un 95,28% y el piso de la clase media creció un 101,51%.

Las cifras de la Dirección de Estadística y Censos porteña marcan que, en relación con un año atrás, la línea de pobreza se encareció 242,08% (pasó de $282.453 a $966.228). Representa una baja levemente menor a la inflación promedio interanual que, en CABA, fue del 243,1%.

Según la Dirección de Estadísticas porteña, en agosto de 2024, una familia de cuatro integrantes necesitó ingresos mensuales entre $1.201.454 y $1.501.818 para ser considerada sector medio frágil.

En tanto, requirió ganar desde $1.501.818 hasta $4.805.818 al mes para ser considerada de «clase media«. Y, finalmente, con ingresos superiores a los $4,8 millones se considera sector acomodado.

Preocupantes datos sobre la pobreza, según la UCA

El Índice de pobreza aumentó al término del primer semestre del año al 52% de la población y la indigencia al 17,9% en el mismo período, de acuerdo a las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

A fin del 2023, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Pobreza alcanzaba al 41,7% de los habitantes, entre los cuales 11,9% eran indigentes, es decir sus ingresos no alcanzaban para comprar la cantidad mínima de comida para la subsistencia. Durante el primer semestre del año la inflación alcanzó al 79,8%

El dato de pobreza se trata de un promedio entre el primer trimestre, cuando el 54,9% de los argentinos se encontraba bajo la línea de pobreza y el 20,3% era indigente, y el segundo trimestre, período en el cual los indicadores llegaron al 49,4% y 15,9%, respectivamente. 

Estos incrementos en los niveles de pobreza e indigencia se atribuyen en gran parte al impacto de la inflación de los últimos meses y a la suba, principalmente, en el rubro alimentos que afectó a los estratos más bajos de la sociedad.

Según el sondeo de la UCA, 24,9 millones, residentes en áreas urbanas del país habrían estado en situación de pobreza por debajo de la Canasta Básica Total (CBT) que en junio alcanzaba a $873.168, para una pareja con dos niños de seis y ocho años, con un incremento del 76,1% en el primer semestre, según el INDEC.

El mismo estudio de la UCA asegura que unos 7,8 millones de personas están en un estado de pobreza extrema o indigencia, por debajo de la canasta básica alimentaria (CBA) que en el sexto mes de este año ascendía a $393.319 para el mismo grupo social, con un incremento del 63,4% en el primer semestre.

«La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA, alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes«, destacó el informe.