La aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) ya provoca un cambio en la forma de encarar la campaña electoral para los comicios del año que viene en la provincia de Buenos Aires. De no adherir a ese sistema, quedará en el olvido la tradición de «colgarse» de figuras nacionales. Y el nuevo diseño de la papeleta obligará a buscar ocho caras conocidas, una por cada Sección Electoral, que sean renombradas en varios municipios. Ese desafío se combina con otro factor: el límite a las reelecciones indefinidas, que el año que viene les impedirá presentarse a 10 senadores provinciales, 8 diputados y decenas de concejales. Entre ellos, varios pesos pesados de la política bonaerense.

En el Congreso Nacional el peronismo se opuso a la ley de BUP. Parece difícil que la Legislatura bonaerense adhiera al nuevo sistema: la oposición ya presentó proyectos para adherir, pero no llega a los votos para aprobarlos.

De ahí se desprende que el gobierno de Axel Kicillof tiene dos escenarios. Por un lado podría desdoblar y hacer los comicios en un día distinto a los nacionales. Y por el otro podría decidir hacer elecciones concurrentes, con las PASO y la elección general el mismo día que los comicios nacionales, lo que implicaría dos tipos de boletas distintas y separadas.

En cualquiera de los casos, los bonaerenses votarán cargos nacionales con la BUP y los provinciales y municipales con la boleta de papel por partido como hasta ahora. Así, las fuerzas políticas que se presenten el año que vienen deben buscar ocho caras conocidas en lugar de una: ya nadie se podrá «colgar» de los candidatos nacionales.

La provincia de Buenos Aires está dividida en ocho Secciones Electorales que presentan candidatos a senadores provinciales y diputados provinciales. Por el lado del peronismo, en 2021 las cabezas de las ocho secciones estaban «colgadas» a Victoria Tolosa Paz; y en 2017 a Cristina Fernández de Kirchner. Mientras que en Juntos, para las mismas elecciones las primeras caras visibles de las boletas fueron Diego Santilli y Esteban Bullrich. Todas ellas figuras políticas de exposición nacional.

«Con este sistema, y al no adherir a la BUP, hay que elegir ocho candidatos que sean conocidos en cada Sección Electoral. Es muy difícil», asegura un exlegislador bonaerense peronista. En su análisis remarca que La Libertad Avanza como partido nuevo tiene una situación todavía peor para buscar caras reconocidas cuando no están «pegados» a un candidato nacional.

Entre los liberales una especulación es que la cabeza de la lista de diputados nacionales sea José Luis Espert o bien Karina Milei, pero no podrían arrastrar a los candidatos a senadores provinciales, diputados provinciales y concejales. Porque, tras la no adhesión a la Boleta Única, estarían en otra boleta en la provincia de Buenos Aires.

El dilema es para todas las fuerzas. La Tercera Sección Electoral (4.999.290 electores), donde el peronismo no pierde desde 1997, agrupa a 19 municipios del sur del conurbano más La Matanza. Las fuerzas precisarán de un primer candidato a diputado provincial que encabece la lista y que sea conocido tanto en Avellaneda, como en Presidente Perón, Punta Indio o Lanús.

Lo mismo en la Primera Sección Electoral (4.988.779 electores), que contempla 24 distritos que van desde Vicente López a Moreno, pero que también abarca de José C. Paz a Suipacha.

En el conurbano está, comprimido en poco espacio, el corazón de los votos. Pero en secciones como la Cuarta (541.541 electores), los partidos políticos tendrán como cabeza de lista el mismo nombre en Chacabuco y en Trenque Lauquen, distantes a más de 300 kilómetros. Lo mismo en la Sexta (663.636 electores), que va desde Guaminí hasta Carmen de Patagones, con más de 450 kilómetros entre una ciudad y la otra.

La dificultad ya existía antes, pero la aparición al lado de una figura nacional rutilante -reconocida en todos los municipios- permitía sortear el obstáculo.

Ante el nuevo escenario, algunos dirigentes creen que los intendentes cobran relevancia. Entienden que será una campaña local y en cada distrito tal vez sea más conocido el primer candidato a concejal que el postulante a la Legislatura bonaerense. O sea, a diferencia de otras elecciones, la clave podría ser el rostro que aparece en la derecha de la boleta tradicional.

«Habrá que ver con qué cara se reparte doblada la boleta esta vez y si se logra un dirigente conocido como para hacer una campaña regional o será más local por cada distrito», reflexiona un diputado que supo armar campaña electoral para Juntos por el Cambio.

Pero los intendentes también llegan presionados a la elección 2025 por otro motivo: sigue vigente la ley que impide las reelecciones indefinidas. Así, muchos de sus manos derechas o socios políticos no se podrán presentar a un nuevo mandato como legisladores o concejales.

En algunos casos, si no logran presionar para volver a cambiar la ley para extender la posibilidad de la reelección una vez más -como lo hicieron a fines de 2021-, los comicios del año que viene serán la vidriera ideal para empezar a instalar al próximo candidato a intendente.

En 2016, a partir de un acuerdo entre el extinto Cambiemos y el Frente Renovador de Sergio Massa, la Legislatura puso fin a las reelecciones indefinidas para los cargos de senadores, diputados provinciales, intendentes, concejales y también consejeros escolares.

Se aplicó por primera vez en el cierre de listas de 2021. Afectó a dos senadores, 10 diputados provinciales y decenas de concejales. Los senadores eran nada menos que el presidente del bloque del Frente Para la Victoria, el camporista Gervasio Bozzano, y el titular del ex bloque Cambiemos, Roberto Costa.

Con ese antecedente, varios empezaron a buscar el vericueto de cuándo se contabiliza que se cumplió un mandato de cuatro años en la provincia de Buenos Aires. Con la jurisprudencia que indica que a partir de dos años y un día ya cuenta como mandato, antes del 9 de diciembre de 2021 varios intendentes y concejales pidieron licencia. Buscaban evitar el límite a las reelecciones. Pero después modificaron la ley, lo que les dio una oportunidad más.

Sin embargo, en la reforma a la ley de 2021, quedó aclarado que a los elegidos ese año se les contaba un mandato y si habían sido elegidos en 2017, llegaban al límite para 2025.

Ahora, entre los que no se podrán presentar el año próximo hay jugadores de peso. Por el peronismo están Luis Omar Vivona, senador provincial y socio político de Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas; y Gustavo «Lagarto» Soos, mano derecha del jefe comunal de Merlo, Gustavo Menéndez. Pero también la senadora provincial Daniela Reich, titular del sector del PRO ligado a Patricia Bullrich y esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

Otro nombre de peso que no puede presentarse a un nuevo mandato es María Teresa García, primera ministra de Gobierno de Axel Kicillof y presidenta del bloque oficialista en el Senado provincial. No llegó a los dos años en el cargo del Ejecutivo bonaerense, por eso le contabilizan el mandato completo como senadora.

Entre los diputados provinciales que no pueden postularse está Mariana Larroque, hermana del ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés «Cuervo» Larroque; la “lilita” Maricel Etchecoin, de la Coalición Cívica; Aldana Ahumada de Juntos; y en el fleje el directivo del club Lanús, Nicolás Russo, que asumió el mandato el 10 de diciembre de 2019 y fue reelegido en 2021.

Por la Segunda Sección (649.242 electores), no se pueden presentar los diputados Matías Ranzini (Zárate) del PRO -referenciado en Cristian Ritondo-, y la camporista Fernanda Díaz (Colón). Y para la Cámara de Diputados bonaerense, tampoco podrán postularse el diputado radical Emiliano Balbín (Salliqueló), la radical Anahí Bilbao (Laprida) y la massista María Fernanda Bevilacqua (Villarino).

Mientras que al Senado provincial no pueden ir por otro mandato el radical Agustín Máspoli (Chacabuco) y la camporista María Elena «Male» Defunchio (9 de Julio), ambos de la Cuarta Sección Electoral; la senadora radical Flavia Delmonte (La Costa) y la peronista Gabriela Demaría (La Costa), ambos de la Quinta Sección Electoral (1.310.478 electores).

También el diputado radical Emiliano Balbín (Salliqueló), la radical Anahí Bilbao (Laprida) y la massista María Fernanda Bevilacqua (Villarino), los tres por la Sexta Sección Electoral.

Mientras que por la Séptima Sección Electoral (282.122 electores), solo no se podrá presentar para el Senado provincial el ginecólogo radical Luis Alejandro Cellillo (General Alvear). Mientras que por la Octava Sección Electoral (624.845 electores), que corresponde a la capital La Plata, no hay legisladores con el impedimento para presentarse el año que viene.

A estos números se suman decenas de concejales en los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires, para una campaña electoral que sin dudas será diferente para los bonaerenses.