Del amor al odio hay un paso. Y hay apenas siete meses entre el «No los quiero, pero la mitad de lo que están haciendo está bien» y «Si vienen a provocar, los vamos a matar a los libertarios». Sobre esa cuestión se encendieron las discusiones en las redes sociales, donde se viralizó un video en que un mismo hombre aparece en dos marchas distintas. En la primera, en marzo, con elogios a Milei. Y el miércoles, en la movilización universitaria, con críticas al veto presidencial de la Ley de Financiamiento Universitario y una amenaza a los militantes libertarios.

El testimonio del hombre, cuyo nombre no trascendió, se viralizó este miércoles. Después de la ratificación en el Congreso del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, uno de los supuestos manifestantes fue entrevistado por la televisión. De camisa y con la cabeza rapada a los costados, dejó una advertencia a los militantes libertarios, que no pasó desapercibida en las redes sociales.

El contexto: a metros del Congreso, donde nace la avenida Callao, un grupo de manifestantes agredía a Fran Fijap, un youtuber libertario que tuvo que refugiarse en un local que vende empanadas. Las cámaras televisivas se fueron con la secuencia, que incluyó corridas, piñas, patadas, pedradas y no pocos insultos, algunos de parte de este hombre desencantado.

Espetaba desde varios metros y con varios agentes de policías, noteros y camarógrafos en el medio, a Fijap, aunque percatándose de que estaba siendo filmado.

Su voz se coló en el móvil del canal LN+. «Siempre es el mismo influencer, siempre es el mismo. Está mandado para después decir que somos nosotros violentos», afirmó.

—Pero lo corrieron y vandalizaron el lugar, lo querían golpear… —apuntó la movilera.

—Si nos vienen a provocar, les vamos a dar a los libertarios —contestó el aparente manifestante. Desde el piso se escuchó al animador Esteban Trebucq, elogiado por Milei, soltar un «ah, qué lindo».

—»Los violentos son ellos, ¿de qué me están hablando? ¡Los violentos son ellos!».

—Pero si ustedes le quieren pegar al muchacho…

—¡Los vamos a matar a todos! ¡Los vamos a matar a todos! —concluyó a los gritos.

Todo eso sucedió segundos después de que Fijap cobrara y un repartidor tratara de contener en sus manos su bicicleta, que finalmente fue robada por los manifestantes agresores. Segundos después de que el personal del local de empanadas intentara bajar la cortina, casi sin éxito, por la furia de los enojados con Fijap, y los policías tuvieran que intervenir.

No fue la primera vez del manifestante en una marcha cerca del Congreso: en marzo pasado se despachó con elogios a Milei. Desde entonces, agua pasó bajo el puente.

Esa anterior aparición fue con el edificio del Congreso de fondo. En esa oportunidad, repartió críticas contra Abuelas de Plaza de Mayo, el INADI (cerrado en el gobierno libertario) y halagó al Presidente.

«No lo voté, no los quiero; pero la mitad de lo que está haciendo está bien», se escuchó decir al hombre en el video. Además del Congreso, a sus espaldas asomaban pancartas y militantes de la izquierda. Esa noche, su discurso, un rosario de pases de factura, fue por antonomasia lo que mejor encuadraba en la retórica libertaria: un desencantado de la casta rendido a los pies de Milei.

«Yo fui a pedir ayuda con una bebé en brazos a las Abuelas de Plaza de Mayo, y me dieron números de teléfono a los cuales llamaba, llamaba y llamaba, pero no atendía nadie; ahí les llegó el karma», enumeró el hombre en cuestión.

Siguió con su relato en aquel video de marzo. «Crucé al INADI y pedí ayuda. ‘Por favor’… Se reían de mí y me miraban con mirada discriminatoria los travestis adentro del INADI. Ahí les llegó el karma, dios…», aseguró el hombre, alineado con la imagen del león despierto por la motosierra de Milei y con los cuestionamientos a instituciones vinculadas con el kirchnerismo.

Decía que vivía en la calle con su hija. Llevaba una bandera palestina colgada del cuello. Tenía la misma voz ronca con la que amenazó este miércoles a los libertarios y horrorizó a los militantes.

«Un kirchnerista con la bandera de Palestina en plena marcha bancando a Milei», se maravilló un militante de Milei en Instagram, en marzo. En las últimas horas, en cambio, su supuesto rol mutó. «Che mejoren un poco las clases de teatro en la SIDE», comentó el usuario kirchnerista que alimentó sospechas sobre infiltrados al rescatar del olvido ese testimonio. La misma persona, con apenas siete meses de distancia.