En la última semana, colapsó la Aduana argentina Roque Carranza, en plena cordillera de los Andes, por las largas esperas de argentinos que volvían a Mendoza después de hacer compras en Chile. Ahora, las autoridades dispusieron un protocolo que establece cambios en los controles para los micros que regresen desde el país trasandino.

Los choferes y pasajeros aseguraron haber estado 18 horas al costado de la ruta. Las precarias condiciones del edificio, con baños en malas condiciones, y poco espacio donde aguardar el turno para hacer los trámites aduaneros y migratorias, complicaron más la espera.

Desde el 1° de septiembre, cuando el túnel internacional Cristo Redentor (Argentina) Los Libertadores (Chile) se habilitó 24 horas, transitan por día entre 30 y 40 colectivos desde las terminales de ómnibus de Mendoza y San Juan, hacia Santiago de Chile.

Si bien el principal destino son los tours de compras, debido a que la indumentaria, la tecnología y los electrodomésticos se consiguen en promedio a la mitad que en la Argentina, muchos pasajeros viajan a visitar familiares, de vacaciones o para tomar vuelos al exterior desde Chile.

Un video viral, hace diez días mostró el enfrentamiento entre agentes de la Aduana y personas que volvían en un tour de compras. Hubo corridas, patadas, empujones e insultos cuando el personal de AFIP y Aduana requisaba las mercaderías. Gendarmería tuvo que intervenir para detener la pelea.

Según denunciaban los pasajeros, muchos tenían los comprobantes de pago de las multas aduaneras por el exceso en el monto de la franquicia (el límite es 300 dólares por persona en el paso terrestre y 500 dólares por vía área), pero aseguraban que no le entregaban la mercadería que le habían retenido a los pasajeros.

Para evitar estos disturbios cada vez más habituales, las autoridades de la coordinación de Frontera determinaron un nuevo protocolo para todos los micros que crucen desde Chile a la Argentina, por Mendoza.

El nuevo protocolo, que rige desde este jueves, establece que podrá ingresar un colectivo por vez al edificio aduanero Roque Carranza. El resto de los autobuses deberán hacer una cola y aguardar a tres kilómetros de distancia, en el área conocida como Pampa de Leña.

«Estas medidas se hacen en función de resguardo de funcionarios y el normal desenvolvimiento de los trámites correspondientes, teniendo en cuenta que, en el caso de pasar la franquicia de 300 dólares por persona, deberán abonar lo que corresponde si se han excedido», explicaron desde la Aduana.

Y detallaron: «Habrá dos filtros para las empresas de transporte. Los ómnibus que crucen hacia la Argentina ingresarán de a uno por vez para ser atendidos por los funcionarios, mientras que el resto de las unidades tendrán que esperar en un circuito controlado con espacio para aproximadamente cuatro colectivos».

Para reforzar la seguridad, se ha decidido aumentar el número de gendarmes, dentro del complejo aduanero y en patrullajes en zonas aledañas.

Las autoridades recordaron que el límite de franquicia libre de impuesto para ingresar mercadería de uso personal es de 300 dólares por ciudadano. En caso de superarlo, se deberá abonar el monto exacto del excedente.