Mientras Jorge Lanata lucha por recuperarse del grave cuadro de salud que padece desde hace meses, su expareja, Andrea Rodríguez, aportó datos reveladores acerca de la historia personal que ha compartido a lo largo de los años con el periodista, quien es padre de su hija Bárbara.

En una entrevista para Border Periodismo, en conversación con María Julia Oliván con motivo de la presentación de la obra de teatro No se puede vivir del amor, la también periodista y productora habló de su historia de amor con el fundador de Página 12, una relación que marcó su vida personal y profesional. Rodríguez compartió detalles acerca del vínculo que los unió cuando ambos eran jóvenes reporteros y trabajaban para este medio.

Durante la charla, la comunicadora reflexionó sobre lo que significa el amor y la madurez en las relaciones y, cuando Oliván le preguntó si Lanata fue su primer gran amor, Rodríguez respondió sin dudarlo: “Sí, fue mi primer gran amor. Es el padre de mi hija. Yo estaba hasta las manos”.

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Rodríguez y Lanata se conocieron en la redacción del diario Página 12, cuando ella tenía 22 años y él, 24. En esos días, ambos se iniciaban en el periodismo. En medio del compromiso profesional y la emoción por sus proyectos, nació una relación amorosa que, aunque no perduró, los unió en un vínculo que ha trascendido al paso del tiempo. “Pasamos por muchas etapas. Primero fue enamoramiento. Yo estaba enamorada de él desde mucho antes de que él se enterara. Después se me pasó y fue él el que vino. Después estuvimos juntos y nació Bárbara. La relación se fue transformando; a pesar de que nos separamos, seguimos como familia”.

Más tarde, Andrea recordó: “Cuando corté con Jorge, seguimos trabajando juntos, pero enseguida él se fue de Página 12″, apuntó, rememorando cómo lograron mantener una relación profesional a pesar de la separación. Aunque el romance terminó, Rodríguez y Lanata continuaron colaborando en distintos momentos de sus carreras y, más allá de los desafíos, la productora afirma que siempre supieron mantener una relación de respeto con Lanata y, sobre todo, un profundo cariño hacia el padre de su hija. “Nosotros no siempre trabajamos juntos, tuvimos largos periodos en los que no trabajamos juntos. En realidad ahora trabajamos juntos desde que terminó Crítica en la Argentina”, mencionó en la entrevista.

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Con Lanata cada vez más cerca de salir del Hospital Italiano para iniciar su rehabilitación en una clínica especializada, su familia se prepara para acompañarlo en esta nueva etapa, a pesar de las diferencias y el conflicto judicial que enfrenta a su actual esposa, Elba Marcovecchio, con las hijas del conductor.

Durante los primeros meses de internación de Lanata, Marcovecchio impidió que Rodríguez lo visitara, lo cual desató una gran tensión entre ambas. Este conflicto se enmarca en un contexto de preocupación por la salud del comunicador, quien sufrió un paro cardíaco el pasado 14 de junio y desde entonces ha atravesado un complicado proceso de recuperación.

Luego de varias intervenciones y periodos de altibajos, su estado ha mejorado lo suficiente como para que se esté considerando su traslado a una clínica de rehabilitación especializada. Su hija Bárbara explicó que se está evaluando si su papá continuará su tratamiento en la clínica Santa Catalina, el CIAREC o Fleni, instituciones dedicadas a la neurorehabilitación de pacientes.

Desde hace semanas, los detalles sobre la salud del conductor han sido proporcionados principalmente por sus hijas. Según Bárbara, Lanata ha experimentado una evolución favorable en el último período y ya pasa más tiempo despierto y responde a las interacciones con su entorno. Incluso ha comenzado a vocalizar gracias a la colocación de una válvula fonatoria. Esto permitió que el periodista volviera a comunicarse, aunque sea de manera limitada.