Una multitudinaria marcha recorrió las calles de Necochea el pasado martes, en un fuerte reclamo por justicia para Magalí Vera, víctima de un brutal femicidio a manos de su pareja, Javier Cerfoglio. La manifestación, convocada por la Asamblea Feminista local, reunió a cientos de vecinos y vecinas que, con consignas y lágrimas, exigieron no solo una condena ejemplar para el agresor, sino también políticas públicas efectivas para prevenir la violencia de género.

«El silencio es complicidad, el machismo mata»

Bajo este lema, las y los participantes de la movilización expresaron su furia e indignación ante lo que consideran una falta de respuestas adecuadas por parte de las autoridades. Con cánticos como “Vecino, vecina, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente”, la marcha avanzó hasta la Comisaría Primera, donde permanece detenido Cerfoglio.

El caso de Magalí, de 34 años, dejó en evidencia una vez más la falta de políticas preventivas y el desamparo de las víctimas. “No fue un accidente, fue femicidio”, gritaban los manifestantes, haciendo hincapié en que la violencia psicológica y física no puede ser ignorada ni minimizada.

Denuncias contra el Estado

La movilización dejó claro que el problema de la violencia de género no es solo un hecho individual, sino una cuestión estructural que involucra al Estado. Las organizaciones feministas señalaron la falta de recursos en la Oficina de Políticas de Género municipal, una crítica que se extendió al gobierno nacional, al que acusaron de restar importancia al problema con discursos que cuestionan la veracidad de las denuncias.

“El compromiso abunda cuando hay una víctima, pero es urgente estar antes de los hechos consumados”, reclamaron desde la Asamblea Feminista, exigiendo una acción preventiva real.

Un llamado a la acción

El conmovedor video que muestra la agresión sufrida por Magalí antes de su muerte se convirtió en un símbolo del sistema que llega tarde. Las organizaciones instaron a la comunidad a dejar de lado la indiferencia y a tomar un papel activo en la lucha contra la violencia machista, pues consideran que la falta de acción colectiva perpetúa el ciclo de violencia.

Desde 1987, Necochea ha registrado al menos 16 femicidios, y este año, además de Magalí, Digna también fue asesinada. Aunque los responsables están detenidos, las familias de ambas mujeres siguen esperando justicia, en un país donde, según estadísticas, cada 30 horas una mujer es asesinada.

Un reclamo que no cesa

La lucha feminista en Necochea no comenzó con Magalí, pero su caso ha puesto en primer plano la necesidad urgente de un cambio. Las manifestantes no solo piden la condena al femicida, sino que reclaman la implementación de políticas públicas integrales, con un presupuesto adecuado y un compromiso político real para prevenir nuevas tragedias.

“¿Cuántas más tienen que morir para que entendamos que la violencia de género es una problemática social?”, preguntaban las participantes de la marcha, demandando medidas concretas más allá de campañas vacías. La respuesta, para ellas, está en actuar con firmeza, denunciar y construir una comunidad que no sea cómplice.

Rojas y la falta de acción en políticas de género

El reclamo se extiende a la gestión del intendente Arturo Rojas, quien ha enfrentado severas críticas por su falta de acción en cuestiones de género. A pesar de contar con una funcionaria designada para tratar estos temas, la Municipalidad ha sido acusada de ofrecer solo charlas superficiales y no de implementar un plan de acción serio para asistir a mujeres víctimas de violencia.

En ocasiones, se ha brindado alojamiento temporal, pero tras este apoyo inicial, las mujeres quedan prácticamente desamparadas, sin un plan de contención a largo plazo. La falta de compromiso en este ámbito es evidente, especialmente cuando la funcionaria parece priorizar otras responsabilidades, dejando de lado las políticas públicas necesarias para proteger a las mujeres.

Una exigencia clara: justicia y políticas efectivas

La marcha del martes, que concluyó con un pedido de traslado del femicida a la cárcel de Batán, dejó en evidencia el malestar generalizado de la población, que ya no tolera más promesas vacías ni la indiferencia de las autoridades ante el flagelo de la violencia de género. El reclamo es claro: justicia para las víctimas y un compromiso real para prevenir nuevos femicidios en Necochea y en todo el país. (www.REALPOLITIK.com.ar)