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Cuatro ideas poderosas para transformar tu creatividad financiera

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La creatividad suele considerarse una cualidad innata, un talento exclusivo de artistas o mentes visionarias. Pero en realidad, está lejos de ser un privilegio reservado: la creatividad es una habilidad que cualquiera puede desarrollar y aplicar en distintos aspectos de la vida, incluso en la gestión de nuestras finanzas. ¿Qué sucedería si, en lugar de aferrarnos a las estrategias tradicionales para manejar el dinero, empezáramos a explorar enfoques más innovadores? En este artículo, descubrirás cómo la creatividad puede convertirse en un motor transformador para mejorar tu relación con el dinero. Desde idear formas originales de aumentar tus ingresos hasta aprovechar al máximo tus recursos, te ofreceremos herramientas prácticas y reflexiones diseñadas para sacarte de tu zona de confort financiera. Si estás buscando un nuevo enfoque para potenciar tu calidad de vida, este es el momento de adoptar una mentalidad más creativa y audaz en tus decisiones económicas.

¿Qué significa ser creativo con el dinero?

Ser creativo con el dinero implica ir más allá de las estrategias financieras tradicionales para explorar formas novedosas de administrar, invertir y generar ingresos. Este enfoque te invita a cuestionar los métodos establecidos, adaptándolos a tus propias necesidades y circunstancias, en lugar de limitarte a seguir manuales convencionales de finanzas personales. La creatividad financiera no se trata de descartar por completo los métodos clásicos, como ahorrar un porcentaje fijo de tus ingresos o invertir en opciones seguras. Más bien, se trata de reinterpretarlos para hacerlos más flexibles, eficientes y relevantes para tu estilo de vida. Veamos a continuación 4 ejemplos para entender mejor de lo que estamos hablando.

1) Transformá un hobby en ingresos adicionales

Todos tenemos pasatiempos o actividades que disfrutamos en nuestro tiempo libre: cocinar recetas creativas, pintar paisajes, diseñar objetos decorativos o incluso jugar videojuegos. Sin embargo, muchas veces no consideramos que estas actividades pueden convertirse en una fuente de ingresos reales. ¿Por qué no darle un giro a aquello que te apasiona y transformarlo en una oportunidad económica? Primeros pasos para monetizar tu hobby: Identificá el potencial de tu pasatiempo: Preguntate si existe un público interesado en lo que hacés. Por ejemplo, si te gusta cocinar postres, podrías venderlos en tu barrio, en ferias locales o a través de redes sociales. Si te encanta pintar, tus obras podrían venderse como piezas únicas o ser adaptadas para merchandising, como impresiones o postales. Definí tu propuesta de valor: Pensá qué hace único tu hobby y cómo podrías destacarte. Por ejemplo, si diseñás objetos decorativos, tal vez podés ofrecer personalización o trabajar con materiales reciclados, algo que atraiga a un público interesado en productos sostenibles y exclusivos. Empezá “pequeño”: No necesitás una gran inversión inicial. Podés comenzar a ofrecer tus productos o servicios a tu círculo cercano (familiares, amigos o conocidos) y usar ese feedback para mejorar y definir tu estrategia.

2) Aceptación del error: aprender a equivocarse para mejorar

En el camino hacia una mayor creatividad financiera, equivocarse es parte del proceso. Lejos de ser el final del camino, los errores son pasos necesarios para aprender y crecer. En vez de dejar que el miedo a equivocarte te paralice, es clave cambiar el enfoque: cada error es una oportunidad para revisar qué salió mal, ajustar tus estrategias y avanzar con más conocimiento. Ejemplo práctico: Explorando el mundo de las inversiones Imaginá que decidís dar tus primeros pasos en el mundo de las inversiones, arrancando con un monto moderado en un terreno nuevo para vos, como las criptomonedas. Investigaste lo básico, elegiste una plataforma confiable y destinaste $10.000 para comprar una criptomoneda emergente. Al cabo de unos meses, su valor cae un 30%, lo que significa una pérdida de $3.000. En este escenario, podés verlo como un fracaso y abandonar, o aprovecharlo como una lección clave para afinar tu enfoque. Reflexionando sobre lo que pasó, podrías identificar áreas para mejorar: Aprender sobre diversificación: Al poner todo en un solo activo, asumiste más riesgo. Podrías repartir tu inversión en distintas criptomonedas o explorar otros sectores. Estudiar tendencias y análisis: Invertir más tiempo en entender el análisis técnico o fundamental antes de tomar decisiones. Mantener una perspectiva a largo plazo: Las criptomonedas son volátiles; tal vez esa inversión aún tiene potencial, pero necesita tiempo para madurar.

3) Buscar conexiones inesperadas

La creatividad financiera muchas veces aparece cuando descubrís conexiones inesperadas entre recursos o situaciones que, a simple vista, parecen no estar relacionadas. Es una cuestión de mirar más allá de lo obvio y buscar formas ingeniosas de usar lo que ya tenés para generar valor. Estas oportunidades suelen estar escondidas en la rutina diaria o en beneficios que, por costumbre o falta de tiempo, no aprovechamos al máximo. Ejemplos práctico: Usar descuentos bancarios o promociones para reinvertir en un proyecto: Muchas tarjetas de crédito, bancos y billeteras virtuales en el país ofrecen promociones o descuentos en lugares como supermercados, tiendas de tecnología e incluso marketplaces. En vez de usar esos beneficios únicamente para ahorrar en gastos diarios, podrías destinarlos a fortalecer tu emprendimiento o hacer crecer una idea. Si tu banco te da un 20% de descuento en tecnología, podés aprovecharlo para comprar una impresora, un smartphone o cualquier herramienta que te ayude a gestionar mejor tu negocio. O, por ejemplo, si tenés un emprendimiento gastronómico, usá los descuentos en supermercados para comprar insumos al por mayor a menor costo. Con ese ahorro, podrías probar nuevas recetas, mejorar el packaging o invertir en una campaña de promoción.

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4) Cambiar hábitos personales

La creatividad no surge de la nada; necesita un entorno que la fomente. Para desarrollarla, especialmente en lo que respecta a tus finanzas, es clave adoptar hábitos que estimulen tu mente y te permitan mirar las cosas desde otra perspectiva. Hacer pequeños cambios en tu rutina diaria puede ser el primer paso hacia un enfoque más creativo y eficiente para manejar tu plata. Ejemplos prácticos: Caminar 45 minutos al día: Una caminata al aire libre tiene más impacto del que imaginás. En ciudades como Buenos Aires o cualquier rincón del país, un paseo por una plaza o un barrio tranquilo puede ayudarte a despejar la cabeza, bajar el estrés y dejar espacio para nuevas ideas. Si querés aprovechar aún más el tiempo, escuchá podcasts o audiolibros sobre finanzas personales, emprendimientos o creatividad. Meditar 20 minutos al día: Con el caos económico y las preocupaciones que suelen ser parte de la vida en Argentina, la meditación puede convertirse en tu mejor aliada. Reservar unos minutos al día para respirar profundo o practicar mindfulness no solo calma la mente, sino que también te ayuda a ver con claridad oportunidades que antes pasaban desapercibidas. Dormir bien: Dormir lo suficiente es clave para mejorar tu capacidad de resolver problemas y tomar decisiones estratégicas. Por ejemplo, si querés armar un plan financiero o repensar tus objetivos, hacerlo después de una buena noche de sueño te va a permitir tomar decisiones más acertadas y creativas. Cambiar pequeños hábitos no solo mejora tu bienestar general, sino que también te da las herramientas mentales para enfrentar desafíos económicos con una mentalidad más abierta e innovadora.

Conclusión

La creatividad aplicada al dinero no es un lujo reservado para unos pocos, sino una habilidad que cualquiera puede desarrollar. En un contexto como el argentino, donde los desafíos económicos son el pan de cada día, pensar de manera innovadora sobre tus finanzas no es solo útil, es esencial. Pero ser creativo no pasa de un día para el otro; es un proceso que requiere compromiso, ganas de aprender y, sobre todo, la valentía para equivocarte y seguir adelante. Con el tiempo, las prácticas creativas que hoy parecen un desafío se volverán hábitos, y esos hábitos serán la base de un cambio profundo y sostenible. No tengas miedo de sentirte incómodo, de cometer errores o de salirte del molde. Cada equivocación es una oportunidad para aprender, y cada intento te acerca a una vida financiera más plena. El mejor momento para empezar es ahora. Cambiá el chip, desafiá las creencias de siempre y abríte a nuevas ideas. Porque la creatividad financiera no solo transforma tus recursos, también te transforma a vos.

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Inesperado “fuego amigo” de Santiago Caputo contra Milei

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Desde que trascendió un video en el que Mirtha Legrand (que hoy cumple 98 años) despotricaba contra la producción de su programa –en ese contexto lanzó para la posteridad su célebre “carajo, mierda”–, cualquiera sabe que una vez que alguien es microfoneado, todo lo que diga, aun fuera del aire, el día menos pensado podrá ser utilizado en su contra.

Los “crudos” (el backstage de un programa que no está destinado a trascender) quedan archivados y pueden llegar a ver la luz por motivos aviesos o por simple descuido. Telefe hasta llegó a armar un ciclo con esos retazos (Nosotros también nos equivocamos).

Así, todo el país pudo ver la improcedente interrupción del asesor presidencial estrella Santiago Caputo de la entrevista que el periodista Jonatan Viale le venía haciendo al presidente Javier Milei en la Casa Rosada para intentar dilucidar cuál fue su participación en el lanzamiento de $LIBRA. Dicha meme coin llenó las alforjas de unos pocos con cientos de millones de dólares en minutos antes de derrumbarse y dejar en Pampa y la vía a un montón de incautos que perdieron sus ahorros en un santiamén por dejarse llevar por la entusiasta difusión –¿o promoción? (a los efectos prácticos es exactamente lo mismo)– del líder libertario de tan trucha y volátil inversión.

Tras la supuesta estafa virtual, comenzó a funcionar el mentado “principio de revelación”, pero no para dejar como siempre en evidencia tropiezos de la “casta” opositora, sino las propias torpezas del referente principal del oficialismo, primero al exponer que se trataba de una iniciativa para fondear recursos que respalden nuevos proyectos productivos en la Argentina y, a renglón siguiente, afirmar que se trataba de algo tan riesgoso como apostar en el casino. Luego también al decir que su consejo había sido a título personal, de ciudadano de a pie –como si se pudiera escindir a voluntad del cargo que desempeña como presidente de la República, lo que les da otro volumen a sus palabras– y, de inmediato, anunciar que lo defendería en Tribunales el ministro de Justicia (¿a quién, al ciudadano o al Presidente?, ¿no son, acaso, la misma persona?).

Fue el preciso momento en que entró a funcionar otro inesperado “principio de revelación”: al irrumpir en escena Caputo chico (Caputo grande, ministro de Economía, también estaba allí presente, pero en silencio detrás de cámara), dejó en evidencia lo que ya era un secreto a voces: que Milei solo acepta entrevistas amañadas por parte de un acotadísimo staff de periodistas de su entera confianza, algo en lo que en el pasado ya habían incurrido Cristina Kirchner y Mauricio Macri, aunque no con el grado de intensidad y connivencia con que lo hace Milei.

Antes de que trascendiera la versión completa de la última entrevista presidencial, había llamado la atención que Viale se hubiese mimetizado por momentos con la habitual iracundia insultante de Milei al rotular repetidamente de “tarados” a aquellos que osaran poner en duda su independencia a la hora de preguntar.

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El crudo que se filtró demostró que el periodista careció de reflejos y aceptó con mansedumbre la atrevida interrupción del joven asesor que le hizo notar al Presidente que, de seguir con sus flagrantes contradicciones, podría llegar a complicar su frente judicial aquí y en los Estados Unidos. En su descargo posterior, Viale reconoció su error e incriminó, sin mencionarlos, a periodistas que habrían recibido pagos para ser condescendientes con otros políticos. El rótulo “ensobrado”, que el Presidente utiliza indiscriminadamente para ensuciar a quienes lo critican, tomaba cuerpo en la denuncia/amenaza no tan difusa del conductor de ¿La ves?

Resultó desopilante también que se rasgaran las vestiduras por el malhadado blooper conjunto de Milei/Caputo/Viale periodistas que al entrevistar a Cristina Kirchner siempre se comportaron como suaves felpudos.

No solo los políticos poderosos, que dan contadas entrevistas, pretenden fijar reglas del juego previas, que pueden llegar a ser muy severas al condicionar la realización de aquellas a que no se toquen determinados temas. De igual manera proceden ciertas celebridades del deporte y del espectáculo. Están en su derecho porque nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo. Sería muy recomendable que dichas restricciones, si son aceptadas, al menos se pongan en conocimiento de la audiencia. Lo contrario es retacear información.

Lo que hizo el joven Caputo fue un tiro en los pies (suyos y en los del Presidente). Quiso censurar algo y obtuvo un efecto completamente contraproducente: lo que intentaba esconder quedó más en evidencia y fue reproducido hasta el hartazgo en las redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales.

Se ve que no se acordaba de un episodio similar de hace unos años cuando Hernán Lorenzino, ministro de Economía de Cristina Kirchner, pidió parar la entrevista con una periodista griega y pronunció la frase con la cual será recordado para siempre: “Me quiero ir”. En aquella ocasión también todo salió al aire y fue un verdadero papelón, pero no por un error involuntario o consentido como esta vez, sino porque la periodista y el medio decidieron que el mal paso de Lorenzino era parte de esa entrevista. Ciertamente lo era. Como también lo fue el ingreso a escena del llamado “mago del Kremlin”. Solo que esta vez le falló el truco.

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