Blooming comenzó su participación en la fase previa de la Copa Libertadores con un sabor agridulce: a pesar de haber derrotado en casa a El Nacional, equipo dirigido por el Turco Asad, el cuadro ecuatoriano descontó sobre el final y llega con vida al partido de vuelta en Ecuador. El resultado fue 3-2.

Y es que, si debía haber un ganador, ese era Blooming, que desde el primer momento del encuentro apabulló a la visita con un juego directo, agresivo y, sobre todo, muy efectivo. Le tomó 15 minutos al conjunto boliviano ponerse en ventaja, tras una gran jugada colectiva y una mejor definición de Samuel Garzón. Apenas cinco minutos después, Moisés Angulo estiró la ventaja de cabeza, tras una carambola en un córner.

Pero el equipo del Turco no se quedó atrás y salió convencido de buscar el empate. Con un golazo de media vuelta de Jawer Camacho, logró ponerse en partido, pero sus esperanzas se vieron disminuidas poco después con otro golazo de Blooming, esta vez obra de Martín Alaníz, que terminó por sentenciar el encuentro.

O no, porque a diez minutos del final, con una gran jugada y una resiliencia difícil de calcular, los ecuatorianos descontaron nuevamente, esta vez de la mano (o mejor dicho, de la cabeza) de Ángel Ledesma.

A partir de ahí, el partido se torció y los últimos diez minutos fueron un infierno. Con un tiro estrellado en el travesaño por los locales y un tiro libre peligrosísimo de la visita, el duelo terminó como lo que fue desde su concepción: un partidazo.

Así las cosas, Blooming no pudo liquidar la serie ante el equipo del Turco, que sigue más vivo que nunca y sueña con la clasificación. ¿La revancha? El próximo jueves, en Ecuador.