Beto Casella fue uno de los invitados a la clásica mesaza de La Noche de Mirtha, y en medio de la charla distendida, la conductora lanzó una pregunta con evidente doble intención que dejó a todos con la boca abierta tras saber quién fue la persona que le sacó la cochera en El Nueve.

Sin rodeos y con esa elegancia punzante que la caracteriza, Mirtha le dijo: «¿Pudiste estacionar acá?», haciendo alusión al reciente conflicto entre el conductor de Bendita y Canal 9 por el uso de las cocheras del canal. Beto, lejos de esquivar el tema, sonrió y respondió con ironía: «Yo estaciono en cualquier lado«.

Y siguió: «Por eso tengo un auto chiquitito, justamente para poder estacionar tranquilo», y agregó que su reclamo no era por él, sino por un compañero de su equipo: Rodrigo «Vagoneta», un humorista que trabaja en el ciclo y que, según Beto, tuvo que estacionar a dos cuadras del canal, a pesar de las condiciones inseguras del lugar.

“No quiero que digan ‘ay, estos se quejan de la cochera cuando yo no puedo pagar la SUBE’, pero viste que este chico hace un personaje con casco y monopatín… Y vaya a saber por decisión de quién, lo hicieron estacionar a dos cuadras, caminando con el riesgo de que le roben» explicó.

«El estacionamiento parece el de un shopping a las 3 de la mañana: está vacío y oscuro”, siguió Casella en la mesa. El conductor fue contundente al remarcar que sus reclamos siempre tienen que ver con el bienestar de sus compañeros, y que este tema de la cochera fue apenas una muestra de otras cuestiones más profundas.

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“A la semana me entero de que lo vuelven a hacer estacionar lejos… Y yo dije: che, ¿no le pueden dar el estacionamiento? Y después me pregunté, ¿cuál es el criterio para esto?”, reflexionó. Mirtha, interesada en el trasfondo, lo interpeló con otra pregunta directa: «¿Y cuál es el motivo por el que no lo dejan estacionar ahí?».

A lo que Beto respondió: «Andá a preguntarle a los directivos o a algún gerente… hay muchas cosas que no se entienden». Y cerró con una frase que dejó entrever la tensión que todavía persiste: «Eso es una pavada al lado de otros reclamos que estoy haciendo, que siempre tienen que ver con mis compañeros. La situación salarial, por ejemplo».

Yanina Latorre es una de las mujeres argentinas más picantes de la farándula, a quien muchos famosos tienen terror por la información que maneja. Sin embargo, cuando la infidelidad de su marido, Diego Latorre, volvió a ser el centro de atención hace unos días, las cosas cambiaron drásticamente para ella.

Yanina Latorre recibió la bomba de Fernanda Iglesias quien contó en Puro Show que Diego Latorre le habría sido infiel con una compañera de la secundaria. Como era de esperarse, la blonda defendió a capa y espada a su marido, defenestrando a la portadora de la noticia a más no poder.

Hay una luz de esperanza. Después de varios días de enorme incertidumbre, llegó una señal clave sobre el estado de salud de Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras, quien permanece internada desde hace casi dos semanas en el Hospital José María Cullen, en Santa Fe, luego de haber sufrido un ACV isquémico.

La excampeona mundial de boxeo, que lucha una vez más fuera del ring, abrió los ojos y comenzó a responder a estímulos. Sin dudas uno de los gestos que más se esperaban para la Locomotora, que arroja un manto de esperanza sobre su recuperación y que alimenta toda una ilusión.

Así lo comunicaron desde la institución médica este sábado, a través de un parte firmado por el jefe del hospital, Bruno Moroni. Y aunque el pronóstico de la Locomotora sigue siendo reservado, el primer paso hacia una posible recuperación parece haber comenzado.

Según el informe, “la paciente Oliveras Alejandra, de 47 años, cursa el décimo segundo día de internación en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital ‘Dr. José María Cullen’, donde ingresó por un accidente cerebrovascular isquémico”. Cabe recordar que Alejandra ingresó al centro médico el pasado 14 de julio, y desde entonces su pronóstico ha sido tan reservado como preocupante.

QUÉ DICE EL ÚLTIMO PARTE MÉDICO DE LA LOCOMOTORA OLIVERAS

En ese mismo parte, el profesional médico explicó que “desde el punto de vista clínico, evoluciona hemodinámicamente estable. Respecto a la evolución neurológica, mantiene períodos de respuesta motora y apertura ocular, tanto espontánea como a la orden”.

El dato que más alivia en medio de tanta tensión es que los médicos ya iniciaron el proceso de retiro paulatino de la asistencia respiratoria mecánica. “Debido a esta estabilidad, tanto clínica como neurológica, se ha iniciado el proceso de desvinculación de la asistencia respiratoria mecánica en forma paulatina, con períodos de respiración espontánea”, detallaron sobre Oliveras.

A pesar de estas mejoras, el parte de la Locomotora deja en claro que no hay lugar para la relajación: “Continúa bajo seguimiento permanente por parte del equipo de la Unidad de Terapia Intensiva. Su pronóstico continúa siendo reservado”.

Con apenas 47 años, Oliveras vuelve a dar pelea. Esta vez, la más difícil. La mujer que se forjó a base de golpes y resiliencia, que se convirtió en campeona mundial en cinco categorías distintas, ahora enfrenta una nueva batalla. Y lo hace como siempre: con coraje, con determinación, y sin rendirse.