POLITICA
Cronología de un quiebre: los episodios de una guerra fría entre Kicillof y CFK que el PJ no logra superar

“Cristina es la conducción, vamos a ver si lo entienden
Somos soldados de Perón, y la Patria no se vende
Yo siempre te voy a seguir, no me importa lo que digan
Y si querés otra canción, Vení, te presto la mía”.
El viernes 20 de septiembre de 2023, un puñado de horas antes de que arranque la última primavera, Máximo Kirchner alentó a la militancia y la dirigencia de La Cámpora a que entonen un nuevo himno del cancionero ultra K. Fue en el microestadio del club Atenas de La Plata, a unas cuadras de la Gobernación, la casa política de Axel Kicillof.
La dirigencia camporista montó un acto que dinamitó la relación con el Gobernandor. Le dedicaron una canción a uno de los propios, al que, hasta ese entonces, todos reconocían como el hijo político de Cristina Kirchner. Más de una década atrás le habían compuesto un tema a Sergio Massa, al que trataban de traidor. En esta oportunidad, el traidor había cambiado de nombre y apellido.
El mensaje del camporismo fue contundente en ese acto. Antes de que Kirchner se subiera al escenario central, estilo 360°, la militancia desplegó una bandera histórica: “Nada sin Cristina”. El mensaje de todo el acto fue bien claro. Para que a nadie le queden dudas. Hay una sola jefa y una sola conductora. Es ella. El resto, acompaña.
Ese día el kirchnerismo duro terminó de trazar una línea divisoria que había empezado a dibujarse tres años atrás, luego de la derrota del peronismo bonaerense en las PASO del 2021. El 19 de septiembre y tras un encuentro con la ex presidenta en El Calafate, Kicillof anunció un cambio gabinete bajo la consigna de “fortalecer la gestión provincial”.
La expresión protocolar sirvió para ocultar, por un mínimo tiempo, el enojo real que tenía el Gobernador por una decisión que no avaló. La modificación ejecutada por la entonces Vicepresidenta golpeó en el corazón del kicillofismo. Pidió la cabeza de Carlos Bianco, mano derecha y hombre de extrema confianza del economista, que tuvo que dejar la Jefatura de Gabinete y convertirse en jefe de Asesores de la gobernación.
En su lugar ingresó el entonces intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. El jefe comunal, que mantenía una sociedad política sólida con Máximo Kirchner, desembarcó en el Gabinete con el respaldo de un importante grupo de intendentes del conurbano. En esa movida ministerial también ingresó al ministerio de Infrastructura, que tenía a cargo el kicillofista, Agustín Simone, el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.
Desde que comenzó su mandato Kicillof recibió una crítica sistemática. Los intendentes y el cristinismo le cuestionaban su armado de poder. Lo acusaban de haberse cerrado en su círculo más chico. “Quiere gobernar con los compañeros de la facultad”, se queó, en aquel entonces, un camporista con apellido pesado.
El cambio de gabinete fue un punto de inflexión en la relación entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof. Ese episodio abrió una línea del tiempo marcada por los desencuentros entre la ex presidenta y el gobernador bonaerense, que siempre estuvo convencido de que aquel día del 2021 le habían intervenido el gobierno. Esa jugada implicaba limitar su poder de decisión en el radar de la gestión y la conducción política de la provincia.
El 30 de septiembre del 2023, veintidos días antes de las elecciones presidenciales, se viralizó un video de Insaurralde junto a una modelo. Estaba en Marbella, bebiendo un champagne caro y arriba de un jate de lujo. Fue una bomba inesperada que estremeció al peronismo, que trataba de sobrellevar en campaña la interna que había carcomido sus bases durante los conflictivos años de gestión.
Un día después el lomense presentó la renuncia como funcionario bonaerense. Kicillof no dudó ni un minuto en aceptársela. En La Plata aseguran que durante ese tiempo Insaurralde utilizó la jefatura de Gabinete para la “rosca política” y no para la gestión. Pormenores de los distintos hechos que fueron aumentando la tensión en el vínculo entre el Gobernador y la familia Kirchner. Cuando arrancó el nuevo mandato, Bianco volvió al mismo lugar del que lo habían sacado. Ojo por ojo.
El 24 de junio del 2023 fue el último día para presentar las candidaturas de la elección ejecutiva. Kicillof esperó que le sonara el teléfono para ir a firmar su candidatura a gobernador junto a Verónica Magario. La llamada nunca llegó. Cerca de las 21, a poco más de tres horas del vencimiento del plazo, ambos aparecieron intempestivamente en la puerta de la casa oficial del Jefe de Gabinete. Pasaron, firmaron y salieron. Acortaron los márgenes de la especulación.
Esa reunión donde se definían las candidaturas la protagonizaban Máximo Kirchner y Martín Insaurralde, junto a un pequeño grupo de intendentes cercanos como Gustavo “Tano” Menéndez, Ariel Sujarchuk y Juan Pablo de Jesús, además de la mano derecha del lomense y actual intendente, Federico Otermin. En esa mesa estaba la lapicera que definía los nombres y los lugares.
De esa casa habían salido rumores sobre cuatro nombres para reemplazar a Magario en la vicegobernación: el del propio Insaurralde, el de las camporistas Daniela Vilar y Fernanda Raverta, y el de Malena Galmarini. Kicillof respaldó a Magario y selló en ese minuto una alianza fuerte con La Matanza, el municipio más poblado de la provincia, donde se juega gran parte de la elección bonaerense.
Para ese momento, Kicillof había resistido la presión del líder camporista para ser candidato a presidente de Unión por la Patria (UP). CFK había convalidado su resistencia. Por eso, con el paso del tiempo y el aumento de los contrapuntos, en la orga empezaron a remarcar que la ex presidenta lo había protegido tanto a Kicillof que hasta había ido en contra del pedido de su hijo. “Es un desleal y un desagradecido”, repetían en el seno camporista.
En ese cierre de listas quedaron heridos Andrés “Cuervo” Larroque y Jorge Ferraresi. Ahí se empezó a gestar una revolución K contra la mesa de decisiones comandada por el líder camporista, que para ese entonces ya estaba enfrentado con Larroque, quien había sido su amigo y aliado. Se inicio un proceso de puja de poder para desarticular el modo de definiciones y poner al Gobernador en esa mesa donde se toman las determinaciones fuertes de la estrategia electoral.
En ese marco conflictivo y de desconfianza, el miércoles 6 de septiembre de 2023, Kicillof pronunció una frase que se convirtió en un sello histórico de la confrontación con La Cámpora. Fue durante un acto con Juan Grabois y Ofelia Fernández, donde empezó a hablar de nuevas canciones y un cambio de época. El poskirchnerismo. La apertura de una nueva etapa política.
“No vamos a entusiasmar demasiado con una propuesta nostálgica. Perón, Evita, Néstor y Cristina son los mommentos más gloriosos que vivió nuestro país. Pero hay que darle un carácter de época nuevo y generacional. Tiene tufillo a esas bandas de rock que tocan los viejos grandes éxitos. Va a haber que componer una nueva (canción), no una que sepamos todos”.
La reacción del cristinismo fue taxativa. Abordado por la prensa, Máximo Kirchner dijo: “Yo no me dedico a la música”. Mayra Mendoza salió a la par: “Hay que ser respetuoso siempre, con mucho cuidado de lo que se dice, porque genera sentido”. En La Cámpora siempre entendieron que esa frase de Kicillof tenía un único sentido: jubilar a Cristina Kirchner. A partir de ahí empezaron a considera que el objetivo real del Gobernador esa sacarse de encima a su mentora y convertirse en el nuevo líder del peronismo.
El sábado 13 de abril, en la Quinta de San Vicente, el “Cuervo” Larroque, después de un verano sin sobresaltos, reactivó la interna kirchnerista con un mensaje incendiario. “¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?“, dijo en un acto con militantes del que también formaba parte Kicillof. En La Cámpora lo revatieron con rápidez y lo trataron de hipócrita. Aseguraron que él había sido, durante un largo tiempo, uno de esos ”ñatos de WhatsApp». “Él era uno de los que bajaba las órdenes de CFK”, señalaron.
Desde ese preciso instante hasta la actualidad, el mundo K vivió una guerra interna sin precedentes. El ex secretario general de La Cámpora cuestionó el liderazgo de CFK por primera vez. Lo había hecho desde adentro del kirchnerismo. Ahí residía parte de la novedad. Kicillof dio luz verde a la construcción de un esquema autónomo de las órdenes de los Kirchner y se desató una batalla sin límites claros.
El 27 de abril la ex mandataria encabezó un acto en Quilmes. Kicillof fue sentado en la primera fila. La ex presidenta no lo nombró. No lo registró. El Gobernador no participó de la foto política con intendentes previa al acto. Y tampoco fue invitado a subir al escenario, donde tuvieron su lugar Mayra Mendoza, Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro. La distancia, que ya estaba marcada, se acentúo.
En la línea del tiempo del 2024 se fueron aclopando distintos momentos fundamentales para entender cómo se llegó al estallido final, el día que Kicillof decidió desdoblar la elección bonaerense de la nacional. Cómo se pasó de la verticalidad a la horizontalidad en un esquema tan ordenado como el que construyeron los Kirchner.
El martes 1 de octubre del año pasado Cristina Kirchner hizo un sorpresivo desembarco en La Matanza. Visitó la parroquia San José, que conduce el padre “Tano” Angelotti. Kicillof, que estaba de viaje en México, se enteró a través de los medios de comunicación. En el código de la política doméstica, la ex presidenta le marcó la cancha. Le pisó el territorio sin aviso previo. “¿Cristina tiene que pedir permiso?“, se preguntaron en el Instituto Patria. Cuestión de jefaturas y liderazgos.
El jueves 3 de octubre del año pasado “Wado” de Pedro y Mayra Mendoza activaron un operativo clamor para que CFK sea la presidenta del PJ. Al pedido se fueron sumando distintos dirigentes del mundo K. La candidatura iba en detrimento de la campaña que, varias semanas atrás, había lanzado el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que buscaba ser el presidente del consenso peronista. No pudo.
El mensaje de apoyo de Kicillof a la ex mandataria nunca llegó. Los dirigentes más cercanos a CFK se lo hicieron saber por diferentes vías. Lo trataron de desleal y lo acusaron de estar motorizando un proyecto personal. Le recordaron que había llegado a la gobernación por el dedo de Cristina y que se debía a ella. El Gobernador se reveló y con su silencio, funcional al reclamo de Quintela de competir en una interna, desgastó la autoridad y el liderazgo de la ex presidenta.
El martes 15 de octubre la ex jefa de Estado y el Gobernador se reunieron durante tres horas en la oficina que Mariano Recalde tiene en San Telmo. CFK le reclamó que no la haya apoyado en su candidatura al PJ y le pidió que baje el acto programado por su esquema político para el jueves 17, en Berisso, con el objetivo de celebrar el Día de la Lealtad. Kicillof no accedió. La reunión terminó mal. No hubo acuerdo en ningún punto.
En el acto que encabezó en el conurbano bonaerense dos días después de esa reunión, el Gobernador dijo que “los mejores días fueron con Cristina” y que no le interesaba disputar una interna. Es lo que estaba haciendo en ese preciso momento. El cristinismo decodificó el mensaje en la misma sintonía que aquel de la “nueva canción”. Habló de CFK en pasado, como si ya fuera historia. La quiere jubilar.
El miércoles 23 de octubre ambos se reencontraron en el Teatro Argentino de La Plata en un acto por el 47° aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo. Protagonizaron un saludo frío, casi helado. No se hablaron, no se miraron. Como una pareja separada en malos términos, se sentaron con una interlocutora en el medio: Estela de Carlotto. La titular de Abuelas describió el encuentro algunas horas después: “Una frialdad bárbara, no se hablaron, parecían chicos”.
Luego de varias semanas de una disputa milimétrica con el “Gitano” Quintela por la conducción del partido, el miércoles 11 de diciembre CFK asumió la presidencia del PJ Nacional con un acto en la UMET. El día anterior el senador formoseño José Mayans -uno de los vicepresidentes del partido – llamó a Kicillof para invitarlo al acto. El Gobernador rechazó la invitación y adujo problemas de agenda.
El episodio final de la línea del tiempo tuvo lugar el lunes 7 de abril del 2025. Tras dos reuniones de cúpula para intentar llegar a un acuerdo, Kicillof decidió desdoblar las elecciones bonaerenses y el cristinismo lo acusó de fracturar el espacio político. El kirchnerismo se quebró. Esa misma noche, a través de las redes sociales, los dirigentes camporistas reflotaron la canción de Atenas. “Cristrina es la conducción, vamos a ver si se entiende”.
Kicillof tiene el desafío de conservar el capital político obtenido hasta acá después de múltiples momentos de tensión pero, al mismo tiempo, tiene la necesidad de armar una estrategia electoral sólida y que sea competetiva. Ya negocia desde otro lugar, pero la ruptura total no parece ser el mejor camino. Todos saben que, de esa forma, los riesgos de perder son muy altos.
Que el cristinismo acepte dar de baja las PASO en la Legislatura sería una señal de acercamiento a Kicillof. Un gesto para retomar la búsqueda de un acuerdo. Si el diálogo se tensa cada vez más, la posibilidad de que haya competencia interna comenzará a tomar fuerza. Las dos opciones están vigentes.
Después del vendaval parece haber margen para negociar. El proceso de emancipación del Gobernbador llegó a su pico máximo. Tapar las grietas internas será una tarea difícil para todos, pero no imposible. En el peronismo siempre hay lugar para romper y pegar. Siempre y cuando cada uno entienda el lugar que ocupa.
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Roberto Cuoto: «Tener una renta universal es terminar con el movimiento obrero argentino»
“Soy peronista y no creo en los caballos del comisario, creo en dar la lucha día a día y junto a los compañeros”, afirmó Roberto Cuoto al explicar su decisión de formar parte de la lista que encabeza Guillermo Moreno, a quien reconoció como su principal referente político. “Con Moreno venimos trabajando hace años y siempre desde el mismo lugar, compartiendo ideas. Te deja avanzar y te deja hacer”, valoró.
Durante la entrevista, Cuoto se refirió a una reciente publicación que acusaba al dirigente gremial Julio Amadeo de jugar políticamente para Propuesta Republicana (Pro). El candidato fue enfático: “Amadeo Genta no hizo eso ni juega para el Pro. Nuestro secretario General nos dio la libertad de elegir dónde estamos políticamente. Estamos todos juntos en la lucha por la defensa de los trabajadores”.
En relación al rol del sindicalismo, Cuoto fue contundente: “A la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) se la usa como matafuego: en caso de emergencia, rompa el vidrio. Todo el tiempo se reclama su presencia y, cuando aparece, se la desvaloriza. Es una construcción paso a paso, entre todos”.
El dirigente del Partido Principios y Valores también criticó el avance de la tecnología y la implementación del trabajo remoto como política permanente. “El home office nos quita un montón de derechos aunque no lo parezca. Nos saca la posibilidad de juntarnos en nuestro lugar de laburo, de compartir y avanzar con los compañeros. Relacionarse a través de una computadora es complicado”, sostuvo.
En ese sentido, rechazó la idea de implementar una renta universal: “Eso es un disparate. Tener una renta universal es terminar con el movimiento obrero argentino. En eso coincidimos todos: los que estamos con Santoro, con Pepito o con Juancito”.
Consultado sobre el actual gobierno, Cuoto alertó sobre el discurso de estigmatización hacia trabajadores, sindicalistas y políticos. “Lo que quieren instalar es que el sindicalista es un chorro, el político es un chorro, y que el trabajador es el culpable de la caída de la empresa porque cobra mucho. Eso lo tenemos que desarmar también haciéndonos cargo de errores propios”.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad y al debate interno del peronismo: “No me interesa tanto el compañero que está conmigo, me interesa el que está equivocado pero quiere discutir. Hay que traerlo y preguntarle: ‘¿Por qué decís que sos peronista y hacés esto?’”.
Roberto, Cuoto:,
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Sin mencionar a Milei, Cristina Kirchner defendió los logros económicos del peronismo y habló de proscripción

La expresidenta Cristina Kirchner volvió a publicar hoy un mensaje en sus redes sociales, aunque esta vez, con una novedad: evitó nombrar directamente a Javier Milei, aunque sí apuntó contra los responsables de la gestión económica.
La dos veces presidenta resaltó las gestiones peronistas al citar un estudio de la fundación Fundar en el que resalta que los mejores períodos de los asalariados fue durante gobiernos peronistas.
“En sábado de RESURRECCIÓN (NdR: es Sábado de Gloria y Silencio, cuando se celebra la víspera del domingo de resurrección) les quiero compartir un cuadro que vi en redes sobre la PARTICIPACIÓN DE LOS ASALARIADOS EN EL PIB de nuestro país, en el período comprendido entre los años 1935 hasta 2024″, comenzó su mensaje la exvicepresidenta de Alberto Fernández.
Cristina Kirchner explicó que “ese concepto económico (participación de los asalariados en el PIB), traducido al castellano básico y sobre todo, a una cuestión empírica en la calidad de vida de cada uno de los laburantes, PRUEBA (de manera inapelable) CON QUÉ GOBIERNOS LA PLATA TE ALCANZABA PARA COMPRAR MAS COSAS, LLEGAR TRANQUILO A FIN DE MES Y HASTA AHORRAR…O CUANDO, COMO AHORA, A LA INMENSA MAYORÍA DE LOS ARGENTINOS NO LE ALCANZA LA GUITA PARA NADA Y LA VIDA COTIDIANA SE HACE MUY PESADA Y CADA VEZ MÁS DIFÍCIL“.
La actual titular del PJ nacional dijo que los datos fueron difundidos por Argendata, “sitio perteneciente a la fundación de investigación en Buenos Aires llamada FUNDAR, insospechada de ser peronista, kirchnerista o cualquier cosa que se le parezca… O sea… no son ni feos, ni sucios, ni malos».
Enseguida, añadió: “EL PERIODO MÁS VIRTUOSO PARA LOS SALARIOS (y por lo tanto para la vida de millones de argentinos), FUE ENTRE 2003 Y 2015 (tres gobiernos del Peronismo o Kirchnerismo como más te guste). El otro, fue el periodo comprendido entre 1942-1954 (ASCENSO DE PERÓN desde la Secretaria de Trabajo y Previsión hasta Presidente).Y el tercero tuvo su pico en 1974 (Año de la muerte de Perón en la presidencia)”.
A continuación aseguró que eso es “todo al revés de lo que escuchás cuando te pican los sesos todos los días”, para, enseguida, hablar de persecución y proscripción.
“Que los RESPONSABLES POLÍTICOS de los periodos de MAYOR PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES en el PIB hayan sido, y sigan siendo, PERSEGUIDOS, CONDENADOS Y PROSCRIPTOS… no es ninguna casualidad», subrayó.
La mandataria cerró su nuevo mensaje en redes sociales con una crítica al equipo económico del actual gobierno, aunque sin dar nombres propios.
“Como tampoco lo es que los RESPONSABLES de las ESTAFAS FINANCIERAS del 2001 y el 2018 VUELVAN, UNA Y OTRA VEZ, A MANEJAR EL ESTADO, endeudándolo cada vez más, hundiendo en la miseria y el dolor a millones de argentinos. Como siempre digo, en la Argentina… TODO HACE JUEGO CON TODO».
En la semana, Cristina Kirchner había cuestionado con dureza el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la celebración oficial por la llegada de fondos de nuevos préstamos, que le permitieron a la Casa Rosada quitar el cepo cambiario implementado sobre el final de la gestión de Mauricio Macri en 2019.
“Ay Milei, disculpame que te escupa el asado en la previa de Semana Santa, pero ¿me querés decir que festejabas vos y (Luis) Toto Caputo sacándose fotos y saltando como chicos en cumpleaños?”, escribió el miércoles la exmandataria en sus redes sociales.
En ese sentido, Kirchner recordó que el gobierno de Fernando de la Rúa también tuvo un préstamo por parte del organismo internacional: “Le pusieron el marketinero nombre de ‘Blindaje’. ¡Qué cosa creativa los gobiernos gorilas, siempre inventando nombres para disfrazar las estafas y disimular los fracasos de sus políticas económicas! Igual que ahora, a de la Rúa, el préstamo se lo aprobó el directorio del Fondo un 18 de diciembre del año 2000. Un año después el país voló por los aires, y es literal”, graficó CFK.
También comparó la situación actual con la administración encabezada por el expresidente, Mauricio Macri, y el estado de las reservas en el Banco Central: “¿Y si el festejo era porque las reservas del BCRA subieron a 36.799 millones de dólares? Dale! Macri, después del mega préstamo del Fondo, llegó a tener reservas por más de 70.000 millones de dólares».
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En medio de rumores, dos senadores de Santa Cruz confirman que darán quórum y votarán Ficha Limpia, el proyecto que le impediría ser candidata a Cristina Kirchner

En medio de rumores, los senadores por Santa Cruz Natalia Gadano y José María Carambia confirmaron que darán quórum y votarán por Ficha Limpia, el proyecto que impide que sean candidatos aquellas personas que tienen condena en primera y segunda instancia en causas por corrupción y cuenta con media sanción en Diputados. La propuesta puso en jaque una eventual candidatura de la exmandataria Cristina Kirchner.
«Nuestro bloque siempre estuvo predispuesto a dar quórum, tratar la Ley y sesionarla«, enfatizó Carambia en un video publicado en su perfil de Instagram, el cual fue compartido por su compañera de bloque.
Los dos senadores de la provincia patagónica eran señalados por fuentes parlamentarias como los únicos que estaban en duda para alcanzar los 37 votos necesarios para el quórum, y esa mayoría absoluta que se requiere para la aprobación de la ley por tratarse de una reforma electoral.
En este marco, el senador realizó una convocatoria a sus colegas de la Cámara Alta: «Hago un llamado a mis colegas senadores para que, sin dilaciones, nos reunamos y discutamos la Ley Ficha Limpia. Así también a la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, a convocar cuanto antes a esta sesión».
Además, le pidió a Villarruel que convoque «cuanto antes» a sesión para se debata esta iniciativa que, de aprobarse, impediría que se postulen dirigentes como Cristina Kirchner, quien tiene sentencia ratificada en doble instancia.
Para Gadano, aclarar cuál es la postura del bloque sobre el proyecto de Ficha Limpia no era un tema que tenían que «dilucidar», pero decidieron hacerlo ante «versiones anticipadas y erráticas acerca de la votación» que podían llegar a realizar junto al senador Carambia.
«Me parece de carácter urgente decir que yo estoy a favor de la transparencia política y de la Justicia de este país«, remarcó la senadora santacruceña en un comunicado.
Asimismo, Gadano argumentó: «Como santacruceña sería un error garrafal desentenderme de los años de saqueo y desidia que sufrieron las cajas de nuestra provincia en manos de personas que utilizaron a la política como método para llenar sus bolsillos».
«No concibo a la política como un método para enriquecernos sino para el bien común de nuestra sociedad, es por ello que he llegado a la casa de las leyes. Mi misión es ajusticiar a quienes no tienen voz y han sufrido las desigualdades de quienes se aferraban al poder malversando fondos en repetidas ocasiones», sentenció.
En esta misma línea, la senadora santacruceña aclaró: «El día martes, previo a la sesión de Ficha Limpia, junto a mi compañero de bloque, el senador José María Carambia, presentamos una nota para saber y conocer más detalles del horario y otros pormenores, ya que garantizaríamos el quórum. Por otras cuestiones que aún desconocemos, la sesión no se llevó a cabo».
«¿De qué desinterés nos hablan? ¿Por qué nos endosan una determinación que no concuerda con nuestro pensamiento? ¿De dónde salen esas versiones? Si indagan más, llegarían a otras conclusiones. ¿O acaso no es nuestro gobernador quien le ganó a un kirchernismo ‘imbatible’ en las elecciones de nuestra provincia?», disparó Gadano.
A modo de cierre, la senadora exigió «absoluta prudencia» a la hora de referirse a su posible voto, ya que «al votar está el futuro de cada santacruceño».
Lo cierto es que en el Senado hay preocupación pese a que se trata de una norma que cuenta con el guiño de todos los sectores, a excepción del peronismo, que insiste en calificar la maniobra como un intento por proscribir a Cristina Kirchner. Es que la iniciativa aprobada en Diputados impide las candidaturas de quienes tengan condenas por delitos vinculados a hechos de corrupción y cuyas sentencias hayan sido ratificadas en segunda instancia.
El dictamen de comisión salió con las firmas de Alejandra Vigo (Unión Federal), Guadalupe Tagliaferri (PRO), Rodolfo Suárez (UCR), Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), Juan Carlos Romero (Cambio Federal), Eduardo Vischi (UCR), Juan Carlos Pagotto (LLA), Flavio Fama (UCR), Pablo Blanco (UCR), Carolina Losada (UCR) y Luis Juez (PRO).