POLITICA
Tras una seguidilla de derrotas en el Congreso, el oficialismo hace control de daños y la oposición busca capitalizar sus triunfos
Luz amarilla para el Gobierno en el Congreso. Hace diez días el Senado rechazó los pliegos de los dos candidatos a integrar la Corte Suprema de Justicia propuestos por el presidente Javier Milei. El martes último la Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora del caso $LIBRA, un asunto que tiene a maltraer a la Casa Rosada. Al día siguiente el oficialismo fracasó en su intento de doblegar al kirchnerismo con la sanción, en el Senado, de la ley de ficha limpia.
Esta seguidilla de derrotas en el Congreso entusiasma a la oposición que, luego de varios ensayos infructuosos, siente que sus balas por fin logran perforar el escudo protector que el oficialismo articuló en este año y medio de gestión con los bloques aliados. Los libertarios, entretanto, no dramatizan. Su obsesión es mantener a salvo el programa económico, su más preciado capital electoral; mientras la oposición no logre torpedearlo –y confía que no podrá-, su fortaleza se mantendrá intacta, afirman.
“Es cierto, no tuvimos una buena racha en el Congreso últimamente. Pecamos de subestimar los problemas y cometimos errores no forzados. Estamos en un año electoral y algunos gobernadores y aliados -como Mauricio Macri- que antes nos acompañaban sin chistar ahora se desmarcan en algunos temas para meternos presión. Es lógico”, admitía, en la intimidad, un dirigente libertario.
El diagnóstico de la situación, empero, no llega a niveles de alarma, agrega. “Lo preocupante sería que la oposición avanzara en alguna ley que atentara contra el déficit cero; no creemos que eso ocurra porque los gobernadores no se atreverán a tanto. Sería tirarse un tiro en los pies”, aventuraba.
Aunque intente disimularlo, al oficialismo no le resulta inocuo lo sucedido en el Congreso. De hecho, rápidamente activó el control de daños. Su objetivo primordial será ahora bloquear, como sea, el funcionamiento de la comisión investigadora del caso $LIBRA, una presunta estafa millonaria en la que Milei aparece como su primer promotor y su hermana Karina, la poderosa secretaria general de la Presidencia, como la responsable de franquearle el acceso de los instigadores de la maniobra a la Casa Rosada.
La sola imagen de “El jefe” (como Milei apoda a su hermana) frente a la comisión investigadora eriza la piel de la tropa libertaria. La funcionaria zafó de una interpelación en el recinto gracias a una voltereta de último minuto de Nicolás Massot y Emilio Monzó, pero difícilmente logre esquivar una citación opositora a la comisión. Envuelta en su habitual halo de misterio y secretismo, a Karina Milei casi ni se le conoce su voz. Menos aún las razones por las que depuso su celo guardián para que su hermano se viera involucrado con los creadores de un dudoso negocio ahora en la mira de la Justicia.
Dice el refrán que el zorro sabe más por viejo que por zorro. Será por eso que Cristian Ritondo, jefe del bloque de Pro y devenido lugarteniente libertario en el territorio bonaerense, olfateó el peligro. Eran las vísperas de la sesión cuando se lo advirtió a Martín Menem: una comisión investigadora en pleno proceso electoral es toda ganancia para la oposición, le dijo. El presidente de la Cámara de Diputados lo tranquilizó. Los cuatro diputados cordobeses jugarían bien y no habrá quorum, le respondió.
Los opositores creían lo mismo. En la tarde previa a la sesión sus conteos permanecían estancados en 126 diputados, a solo tres del quorum. La desesperación suele tener efectos adrenalínicos; sucedió en este caso. Germán Martínez, el jefe del bloque de Unión por la Patria, llamó al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora; luego se comunicó con Raúl Jalil: el mandatario catamarqueño, que suele prestar sus tres diputados peronistas al oficialismo para frenar ofensivas opositoras, decidió esta vez no sacar los pies del plato. Como el cordobés, confesó estar cansado de tantas promesas incumplidas por parte de la Casa Rosada.
Al caer la noche, Maximiliano Ferraro, uno de los alfiles más combativos de la Coalición Cívica, avisó que Jorge Rizzotti, quien responde al gobernador jujeño Carlos Sadir, sería de la partida para el quorum. Para entonces, Oscar Agost Carreño, uno de los artífices de la jugada opositora, tenía lista la estrategia a desplegar en el recinto al día siguiente; fue el fruto de trabajosas negociaciones con Ferraro, Paula Penacca (Unión por la Patria), Carla Carrizo y Pablo Juliano (Democracia para Siempre), la “mesa chica” encargada de llevar la ofensiva adelante.
Al filo de la medianoche los opositores sabían que tenían el quorum, aunque mantuvieron sus conteos en sigilo para evitar filtraciones. Menuda sorpresa se llevaron Menem y su tropa libertaria cuando el tablero marcó 130 diputados presentes. El resto es historia conocida: la oposición no solo aprobó la comisión investigadora sino también la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a los ministros Luis Caputo y Mariano Cúneo Libarona.
Contrario a otras ocasiones, Menem no desesperó y su bloque evitó protagonizar escándalos. El riojano había recibido la noticia, esa tarde, de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmaría el desembolso por US$20.000 millones, un logro que, a sus ojos, opacaba por lejos la estocada que le acababa de asestar la oposición.
Aunque intentara minimizarlo, lo cierto es que Menem acusó el golpe. Al día siguiente ordenó ampliar el bloque oficialista con aliados ocasionales para ganar representantes en la comisión investigadora; lo mismo dispuso Ritondo. El bloque radical que conduce Rodrigo De Loredo, al que el oficialismo ya incluye en su lote de aliados, se rompió en dos para el mismo objetivo: sumar miembros que neutralicen el poder de fuego adversario.
Esta vez los sorprendidos fueron los opositores. “¡Trampa!”, acusaron. La bronca apuntó contra Ritondo y De Loredo, los “republicanos intermitentes” que mendigan del oficialismo, como los califica Ferraro. “Ellos son cómplices de embarrar la cancha cuando el Congreso tiene el deber de controlar y está de por medio el derecho de la sociedad a ser informada”, bramó la radical Carla Carrizo.
El partido sigue abierto y el oficialismo confía en dar vuelta el resultado. Los opositores, que a duras penas lograron anotar un gol con un equipo ensamblado, buscarán cuidar el triunfo, aunque cada vez más exigidos.
POLITICA
La CGT prevé más ajuste, paritarias “planchadas” y otra reforma laboral por el nuevo escenario económico

La CGT es pesimista respecto de cómo impactarán entre los trabajadores las nuevas medidas económicas y el acuerdo con el FMI: más ajuste, aumentos de precios, presiones para “planchar” las paritarias y otra reforma laboral están en el menú que prevén los sindicalistas en los próximos meses. Y por eso se prepara para resistir: esta tarde, el Consejo Directivo cegetista analizará el nuevo escenario luego de los anuncios de Javier Milei del viernes pasado y, además, avanzará con la organización de la marcha de impronta opositora que hará el 1° de mayo por el Día del Trabajador.
Durante el encuentro, que tendrá lugar a las 15 en la sede de Azopardo 802, habrá un claro predominio de miembros del ala dura de la CGT, que, según impulsa un grupo más combativo, podrían elaborar un documento para manifestar sus críticas a la Casa Rosada a partir de la convicción de que, como sentenció un dirigente gremial, “ningún acuerdo con el Fondo Monetario terminó bien para los trabajadores”.
No concurrirán, en cambio, dos de los principales dirigentes del sector dialoguista: Gerardo Martínez (UOCRA) avisó que está en Río Negro por un conflicto laboral en el oleoducto Vaca Muerta Sur, cerca de Sierra Grande, mientras que Armando Cavalieri (Comercio) se sumó en algunas ocasiones a la mesa chica cegetista, pero el representante de su gremio en la central obrera es José González, que estuvo ausente en las últimas reuniones de la CGT y tampoco esperan que se haga participe del encuentro de esta tarde.
Pero en las últimas horas, hasta los más moderados de la CGT cuestionaron en duros términos al Gobierno. Cavalieri, por un lado, le dijo al diario Clarín: “Tengo 50 años de paritarias, sé lo que es acordar. Pero ahora el Gobierno pone el precio del salario. La gente gana poco porque el Gobierno fija el salario. No hay libertad”.
El jefe mercantil, al mismo tiempo, destacó su preocupación por los aumentos de los precios: “Los delegados nuestros en los supermercados nos informan de remarcaciones diarias”, señaló, tras lo cual sostuvo que “los precios están dolarizados y los salarios están en pesos argentinos”.
Por su parte, Gerardo Martínez afirmó a Infobae que “el plan de Milei se derrumbó y ahora tiene que empezar de nuevo con variables negativas, como, por ejemplo, una inflación más alta” y agregó: “Se suma un mayor endeudamiento del pueblo argentino que altera con una gran profundidad la esperanza de salir del sometimiento del FMI”.
“También queda en evidencia que el relato expuesto con énfasis fanáticas del camino trazado y con un ajuste cruel a los sectores vulnerables a los jubilados y a la clase media fue un fracaso de gestión y con resultados vergonzosos”, consideró el líder de UOCRA, que no estuvo de acuerdo en el último paro general de la CGT.
Martínez, además, hizo una advertencia sobre las negociaciones salariales: “Las paritarias deben ser libres. El Gobierno debe respetar el acuerdo entre patronales y sindicatos de cada sector, donde siempre primó la sensatez y la responsabilidad ante la inflación, que es un mal para todos y mucho mas para los humildes”.
En la CGT están convencidos de que los cambios económicos impactarán en los precios y, a su vez, forzarán a los sindicatos que ya cerraron sus paritarias a pedir una revisión salarial para lograr un aumento que compense una inflación que, al contrario de lo sucedido hasta marzo, empezaría a crecer.
El indicio más claro de lo que puede venir en materia de costo de vida lo dio el dato de marzo, que fue más alto de lo que se preveía: se ubicó en el 3,7%, mientras que el acumulado de los últimos doce meses alcanzó 55,9%. En los primeros tres meses del año, la inflación acumulada fue de 8,6%.
Como los sindicatos fueron firmando paritarias alineadas con la pauta descendente que impone el Ministerio de Economía, con la amenaza de no homologar los acuerdos que superan ese techo, hay muchos convenios que quedaron rezagados ante una inflación que ya muestra registros en alza.
Por eso la dirigencia gremial está segura de que la Secretaría de Trabajo tratará ahora de “planchar” las negociaciones salariales para evitar que aporten otro componente distorsivo a un contexto económico más volátil. La pelea para recomponer salarios se pondrá nuevamente en un primer plano.
El otro tema que inquieta al sindicalismo es la exigencia del FMI de avanzar hacia una reforma laboral y previsional. Hay algunos dirigentes que, sin embargo, le quitan dramatismo a este punto: “Ellos (por el Fondo) no hablan de reforma laboral sino de modernización de las condiciones laborales”, aseguró un gremialista. Aun así, la CGT prendió sus luces de alarma ante la posibilidad de que el Gobierno vuelva a la carga con un proyecto que rescate los cambios laborales del DNU 70.
Hasta ahora, como anticipó Infobae, la dirigencia cegetista quiere bloquear la sanción del proyecto de Promoción de Inversiones y Empleo, presentado en la Cámara Baja por la diputada nacional de La Libertad Avanza, Romina Diez, que plantea modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo ya rechazadas por el sindicalismo porque estaban incluidas en el DNU 70 frenado por la Justicia.
POLITICA
Arturo Frondizi, un hombre de Estado que quiso modernizar la Argentina

Arturo Frondizi
POLITICA
Eufórico por la salida del cepo, Milei entra en modo campaña y quiere a Caputo en los actos de CABA y PBA

Con el primer desembolso del FMI engrosando las reservas del Banco Central y un debut exitoso del nuevo esquema cambiario, el presidente Javier Milei se permite una licencia en la gestión y se calza el mameluco de campaña. El martes tocará suelo bonaerense para cerrar el congreso libertario en el Salón Vonhard de La Plata y al día siguiente se zambullirá, un poco más, en la campaña porteña. Las elecciones de octubre son para el Gobierno la llave para las reformas de “la tercera fase” que, ahora, también le exige el Fondo Monetario.
Si bien terminarán de definirlo en una reunión de comando de campaña el lunes, a esta hora todo indica que el Presidente estará con Manuel Adorni en Parque Rivadavia el miércoles a las seis de la tarde. Aunque está la opción de hacerlo en Palermo, en la Libertad Avanza (LLA) se inclinan por Caballito. En ese parque, Milei tuvo un encuentro exitoso con los vecinos en junio de 2021, tiempo de barbijos, cuando era candidato a Diputado nacional por la Ciudad.
Esta vez, la idea es diferente. Por cuestión de tiempos y seguridad del Presidente, argumentan, el plan es que Milei llegue al parque a las seis de la tarde y haga una caminata muy corta hasta el lugar en el que se montaría el escenario. Él y Adorni serían los únicos oradores, pero “queremos que también vayan ministros. Sería ideal que pudieran estar “Toto” (por Luis Caputo, Ministro de Economía) y Bullrich (Patricia, ministra de Seguridad)”, contó uno de los organizadores. Caputo, sin embargo, estaría de viaje en Estados Unidos.
Se sabe, la elección local de la Ciudad se convirtió para LLA en la gran batalla del proceso electoral de este año. Para el Gobierno, el 18 de mayo lo importante no son las bancas que consiga en la Legislatura, sino su triunfo o fracaso frente al PRO de Mauricio Macri. De eso depende, entienden en la Rosada, quién será el que defina los términos (armado de listas) de un acuerdo nacional que le permita al oficialismo aumentar su volumen en el Congreso.
Decíamos acá, hace unas semanas, que el Gobierno nacional busca duplicar el número de bancas que tiene en Diputados –se entusiasman con llegar a 80, hoy tienen 37– y llegar al menos a 12 senadores. En las elecciones del 26 de octubre se renuevan 24 senadores, ninguno de LLA, de siete provincias (Salta, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro y CABA). Y en Diputados, hay recambio de 127 bancas, de las cuales solo 8 son de LLA, mientras que el peronismo pone en juego 46 y el PRO 22.

Si bien la decisión de avanzar mediante DNU y la alianza legislativa con el PRO y algunos gobernadores peronistas, le permitieron al Gobierno avanzar en algunas modificaciones clave para la gestión en este primer año y medio, en la Rosada saben que sin más bancas propias en el Congreso les será imposible llevar adelante las reformas pendientes.
“Para diciembre vamos a empezar a hablar de esos temas. De todos, reforma previsional, reforma de la ley del trabajo de las leyes del trabajo en general no solamente la ley de contrato de trabajo y asociaciones profesionales y la reforma del sistema tributario argentino”, aseguró, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos esta semana en TN.
Esas reformas son, justamente, las que el gobierno argentino se compromete con el FMI a llevar adelante. La necesidad de concretar estos cambios es advertido en distintos fragmentos del texto del acuerdo con el fondo. En el punto 49 de las evaluaciones del Staff, por ejemplo, se advierte: “El consiguiente apoyo más amplio al programa económico será especialmente importante en futuras revisiones, ya que muchas de las medidas estructurales del programa (reformas tributaria, de coparticipación de ingresos, de pensiones y laboral, esenciales para mejorar la calidad y la durabilidad de la consolidación fiscal y fomentar la competencia) requerirán el apoyo del Congreso”.
Leé también: El Gobierno se comprometió con el FMI a profundizar el ajuste y avanzar en la reforma impositiva y previsional
A diferencia del gobierno de Macri, por ejemplo, el de Milei tiene allanado el camino para plantear la reforma laboral. Los sondeos indican que la sociedad no rechaza de plano el término y encuentra que podría ser una manera de conseguir el empleo registrado que hace tiempo buscan y no encuentran. Asimismo, la oposición y hasta los sindicatos admiten que es necesaria una actualización de la legislación laboral. Cuáles son esos cambios y en qué sentido debe ir la “actualización”, es otro cantar y será objeto de fuertes debates.
Distinta es la historia con la reforma previsional, ahí el Gobierno no está pensando tanto en una vuelta a las AFJP de los ’90 como se dijo en un momento, sino en un aumento de la edad jubilatoria. Temas urticantes si los hay. Para llevar adelante estas reformas estructurales, Milei deberá no solo tener un gran desempeño electoral en las Legislativas del 26 de octubre, sino también aceitar el diálogo con sus aliados en el Congreso y no perder ni medio punto de apoyo popular. El desafío está planteado.
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