En menos de un año, Colombia pasó de ser una de las selecciones sensación del continente que hasta se codeó con coronarse en la Copa América que finalmente se le escapó de las manos por la derrota 1-0 contra Argentina a estar inmersa en un lío grande, con escándalos, rumores, su clasificación al Mundial en peligro y el entrenador, el argentino Néstor Lorenzo, siendo bastante discutido…

La debacle, aunque parezca mentira, arrancó en la derrota que sufrió ante la Scaloneta, rival de este martes por las Eliminatorias, en aquella final de la Copa América 2024. Desde ese partido hasta el lánguido empate sin goles contra Perú en tierras colombianas del viernes pasado, el equipo apenas consiguió dos triunfos: le ganó a Argentina y goleó a Chile, ambos partidos jugando en condición de local. Pero… desde octubre que no gana un partido.

Esa serie de resultados pusieron en riesgo el pasaje para el Mundial 2026, algo que hasta no hace tanto tiempo parecía un hecho. Incluso, hoy está en el sexto puesto, siendo la última selección que conseguiría la clasificación directa pero eso podría cambiar en breve, ya que si no suma puntos en el Monumental y Venezuela supera a Uruguay en Montevideo, lo alcanzaría en puntos y, hasta si los goles ayudan a la Vinotinto, podría empujar a Colombia al repechaje.

La situación que se vive en la intimidad de la Selección Colombia también repercute en la paciencia de sus hinchas. Tras el 0-0 con Perú surgieron fuertes versiones de una discusión de alto nivel en el vestuario, principalmente entre el delantero Jhon Jader Durán y el deté argentino Lorenzo. Aunque los propios protagonistas y hasta el capitán James Rodríguez desmintieron los rumores, el jugador que se desempeña en el Al- Nassr de Arabia Saudita fue desafectado horas más tarde por supuestos problemas físicos. Creer o reventar…

Lo cierto es que Colombia ya no es el equipo que brilló en la Copa América ni por rendimiento ni por resultados, lo cual sumado a los problemas internos lo pone a Lorenzo en la cuerda floja, justo cuando debe visitar al campeón del mundo con Messi y compañía. Entonces, los ojos de todos en el país cafetero están puestos en la calculadora y las decisiones más que en, por ejemplo, el casi seguro regreso de Luis Díaz. Arde…

Apenas unas horas antes de partir rumbo a Buenos Aires, Néstor Lorenzo tomó una repentina decisión: convocó a Rafael Carrascal, quien de urgencia se trasladó hacia el aeropuerto y se subió al chárter que trajo al plantel de Colombia a la Argentina.

El mediocampista ofensivo de 32 años es el primero de Jorge, aquel que en el pasado supo vestir la camiseta de River, y también es una de las actuales figuras del fútbol colombiano. Este año se sumó a América de Cali tras un buen paso por Cerro Porteño de Paraguay y hoy está disputando el cuadro final del Torneo Apertura (el jueves debería disputar la revancha con Tolima), por lo que la repentina citación generó algo de malestar en los hinchas de su club porque pueden perder a una de sus figuras para un partido clave.

Con sólo 17 años, Lamine Yamal irá por su segundo título con la camiseta de la selección de España. La roja enfrentará a Portugal en la definición de la UEFA Nations League, en lo que promete ser un espectacular duelo, con el joven español y Cristiano Ronaldo como las principales estrellas. Y, en la previa del partido, que será este domingo a las 16, la joya del Barcelona sorprendió con un provocador posteo en sus redes sociales.

«Born for this (nacido para esto)», escribió Lamine en sus historias, junto a una foto en la que se lo ve festejando ante el público español. Su publicación, como era de esperarse, dio que hablar en redes y generó todo tipo de reacciones. Si bien muchos lo bancaron, no faltaron las críticas.

Esta será la segunda final al hilo para Yamal con la camiseta de su selección, con la que ya se consagró en la Eurocopa 2024, tras vencer en la definición a Inglaterra.

En el Allianz Arena de Munich se vivirá un duelo increíble. España y Portugal protagonizarán una final con el peso de la historia y el vértigo del futuro. No se trata solo de un trofeo, sino del cierre de un ciclo y del nacimiento de otro. Será, en esencia, una entrega de testigo. En un rincón, Cristiano Ronaldo, leyenda viva del fútbol mundial, a sus 40 años. En el otro, Lamine Yamal, un adolescente de 17 que ya cambió la historia de su selección y apunta a más. El duelo no solo es deportivo: es generacional.

España llega a esta final con una mezcla de euforia e incertidumbre. Su último partido fue emocional. Ganaba 4-0 a Francia y parecía encaminada a una goleada histórica, pero terminó imponiéndose apenas por 5-4. Ese desenlace refleja tanto su potencia ofensiva como la fragilidad de una defensa que, bajo presión, puede desdibujarse. Luis de la Fuente ha construido un equipo joven, valiente, con una identidad clara basada en la presión alta, la movilidad constante y el vértigo ofensivo. La edad promedio del plantel, cercana a los 24 años, no es un dato menor: simboliza una renovación profunda, una nueva etapa que ha sabido conjugar talento emergente con la herencia de una escuela histórica de buen fútbol.

Portugal, en cambio, llega desde un lugar diferente. Más sobrio, más pragmático. Su triunfo 2-1 sobre Alemania fue una lección de control táctico. La selección de Roberto Martínez supo sufrir, supo esperar y supo golpear en el momento justo. Y ahí estuvo, una vez más, Cristiano. Participó en el segundo gol con un movimiento de nueve dentro del área y volvió a ser decisivo. Aunque ya no desborda ni arranca desde mitad de cancha, pero sigue siendo un faro. Su presencia condiciona defensas, anima compañeros y genera respeto. A lo largo de dos décadas, transformó a Portugal no solo en una selección temible, sino en una marca reconocible.

Este contraste de estilos es, en parte, lo que hace tan atractiva la final. España propone ritmo, intensidad, rotaciones y riesgos. Su juego se basa en la verticalidad controlada y en el desequilibrio constante de extremos como Nico Williams o Lamine Yamal. Portugal, por el contrario, apuesta al control, la pausa, la lectura táctica. Tiene menos vértigo, pero más oficio al tener a Bruno Fernandes como conductor.

Y luego están ellos: los protagonistas mayores. Cristiano y Yamal. La imagen de ambos en un mismo campo es más que un cruce de edades. Es una postal histórica. Cristiano lo ha ganado todo: la Eurocopa 2016, la Nations League 2019, cinco Champions League, múltiples Balones de Oro, y más de 930 goles en su carrera. No necesita demostrar nada. Pero cada partido parece ser una declaración final, un “aquí sigo” a quienes ya lo ven como un mito del pasado.

Yamal, en cambio, representa el impacto precoz. Fue figura en la Euro 2024 con apenas 16 años, marcando goles, dando asistencias y jugando con una madurez impropia para su edad. Si levanta el trofeo este tarde, igualará en títulos internacionales mayores a Cristiano con apenas 17 años. Ese dato, por sí solo, lo resume todo. Es la irrupción del futuro convertida en presente. Un jugador que no teme el escenario, que no necesita tiempo para aclimatarse. Simplemente, juega.

España llega con 23 partidos oficiales sin perder. No solo gana: lo hace jugando bien y con la misma identidad que consiguió ser bicampeón de Europa y Campeón del Mundo en la generación de Xavi e Iniesta. Portugal también viene en ascenso. Venció a Dinamarca, a Alemania y ahora va por su mayor reto. En el historial, la Furia Roja domina: 17 victorias en 34 partidos, contra apenas seis triunfos lusos. Aunque en una final, los números no siempre importan.

Y en el fondo de todo, pese al título de Nations League estará en juego, la imagen que más quedará será la de ese cruce simbólico entre generaciones. Cristiano, que transformó a su selección y marcó una era entera del fútbol, se mide a un joven que nació cuando él ya jugaba en la elite. Yamal no solo representa el futuro: lo está haciendo presente.

Lo que veremos esta tarde es fútbol, sí, pero también un relato histórico. El jugador que se va y el que llega para ser la nueva cara de está generación de futbolistas