POLITICA
Sin cepo cambiario, cepo a las voces críticas

El cambio de clima fue súbito. Tras un breve paréntesis de moderación, con un mensaje presidencial tolerante e inclusivo, para explicar el acuerdo con el FMI, llegó la ola de ataques contra las voces críticas.
La virulencia de la escalada, admiten en el poder, es proporcional a las tensiones acumuladas en los días de volatilidad, presión cambiaria y rebote inflacionario.
El tenor de la reacción es, también, equivalente al valor asignado a los primeros indicios positivos que mostró, especialmente en la cotización del dólar, la sorpresiva y reclamada decisión de liberar totalmente el sistema cambiario para las personas físicas y parcialmente para las empresas.
El contexto es utilizado para explicar la radicalizada embestida contra todos los que, con o sin matices, habían puesto y ponen la mirada sobre puntos frágiles que tenía y todavía ofrece el programa económico, las debilidades institucionales del proyecto político oficialista y las opacidades de la gestión libertaria, que tocaban (y tocan) directamente al Presidente y a la secretaria general de la Presidencia, Javier y Karina Milei, respectivamente.
Así, de la repentina y sorpresiva liberación del cepo al dólar se pasó, a velocidad supersónica, a un furibundo y virtual cepo a las voces críticas.
La violencia de las palabras utilizadas y las imágenes producidas, la cantidad de publicaciones o republicaciones y el tiempo dedicado por el propio jefe del Estado y buena parte de sus más destacados funcionarios a descalificar, insultar, estigmatizar, buscar silenciar y (en algunos casos más bien excepcionales) tratar de rebatir informaciones, análisis, datos y opiniones que pudieran contener alguna crítica superó muchos límites. No hubo tolerancia, siquiera, con meras diferencias interpretativas de la realidad, que no se limitaran a ensalzar la gestión libertaria.
La celeridad con la que se produjeron las reacciones oficiales reflejan, además, el intenso trabajo de una celosa patrulla del universo mediático y digital para detectar y trasladar a las más altas esferas, en tiempo real, cualquier expresión disonante con la narrativa oficial. Conductores, periodistas y analistas políticos o económicos aún no salen de su asombro por el ínfimo intervalo de tiempo que medió entre sus intervenciones y los disparos de la metralla verbal oficialista.
Para más sorpresa, una mayoría de los apuntados fueron personas que están lejos de poder ser ubicados en el arco de los opositores políticos, los “economistas socializantes” o los activistas de conspiraciones destituyentes o antidemocráticas. Por el contrario, varios de ellos han considerado acertadas buena parte de las medidas tomadas o se han exhibido afines a la orientación general adoptada por el gobierno, especialmente en el plano económico.
Los adjetivos utilizados por el Presidente, funcionarios y comunicadores oficialistas para denostarlos incluyeron, no obstante, acusaciones que rozan lo delictivo y se acercan a la criminalización de la opinión disonante con el discurso oficial.
Si la justificación de esa conducta resulta imposible en un régimen democrático liberal, parece explicable y entendible desde el análisis racional de la praxis política y el ejercicio del poder en momentos complicados, en los que emocionalidad (lábil) y estrategia suelen ir de la mano. Aunque a veces se imponga una sobre la otra. Como todo indica que estaría ocurriendo.
Los hechos que precedieron a esta nueva ola de agresividad dan el marco: rebote inflacionario, alta tensión cambiaria, pérdida de reservas, aumento de la imagen negativa del Presidente y del Gobierno en las encuestas, pérdida del control de la agenda pública, sucesión de derrotas dolorosas en el Congreso, predominio de un tono adverso en la conversación pública, desafío sostenido al control de la calle, hechos de violencia y choques con fuerzas de seguridad, caída de consumo, tropiezo en el primer test electoral del año, disputas y diferencias políticas en la cima del poder, más un resonante escándalo internacional por un aparente hecho de corrupción (el Criptogate) en el que quedaron involucrados y no logran disipar los hermanos Milei.
La enumeración quita el oxígeno y alcanza para entender el cúmulo de tropiezos (demasiado autoinflingidos) que concentró el Gobierno y lograron alterar los ánimos en el primer trimestre de su segundo año de gestión y ante el comienzo del crucial período electoral.
Para peor, se está a las puertas de la decisiva escala comicial porteña, a la que el oficialismo no llegaría con los indicadores de gestión en sus mejores niveles. Es más, probablemente se encuentren peor que en meses previos y posteriores.
Los más que destacables (y destacados) logros alcanzados en lo que va de la gestión de Milei, como la pronunciada caída de la pobreza, el superávit fiscal, el orden macroeconómico y las inversiones en sectores estratégicos de la economía, por citar algunos de los de mayor repercusión, parecieron no haber alcanzado para equilibrar la balanza anímica oficialista.
La constatada pérdida del predominio en la conversación en redes sociales, de la que han dado cuenta diversos estudios, reflejaba con elocuencia el estado en el que estaba sumido el oficialismo hasta el anuncio del acuerdo alcanzado con el FMI, más que beneficioso para los intereses y objetivos del Gobierno.
Tanto el volumen, como la coordinación, articulación y congruencia de la comunicación, que desde el inicio de la gestión libertaria había sido uno de los activos distintivos del oficialismo, mostraban cierto debilitamiento, descoordinación y carencia de la efectividad que la había caracterizado y dado volumen político. Pero todo cambió en la última semana tras el anuncio hecho en la tarde-noche del viernes 11 pasado.
La recuperación de la iniciativa político-económica, con la adopción de medidas de alto impacto y no exentas de una cuota de riesgo, tuvieron su inmediato correlato comunicacional.
Como demandaba en esos días el gurú Santiago Caputo, llegó, al fin, el punto de apoyo de la gestión, necesario para mover el mundo (de las emociones y las opiniones sociales) con la palanca de la narrativa y el aparato de difusión oficialistas.
A partir de ahí, volvió la homogeneidad de los mensajes, tanto en la identificación de los destinatarios (amigos) y contradestinatarios (enemigos) como en el tono utilizado. Se renovó el volumen de los mensajes desplegados por el ejército digital libertario, conducido en ese campo de batalla por el propio líder, para mostrar todo su arsenal y capacidad de impacto de inmediato.
La política agonal, que tanto se le criticó con razón al kirchnerismo y que ejercita desde el primer día el mileísmo, volvió corregida y aumentada. Aunque ya se sabe que todo paralelismo con las prácticas kirchneristas es considerada por los libertarios como “una equiparación moral inaceptable”. Se autoperciben superiores en esa materia, como les pasaba a voceros macristas. Sería una de las pocas coincidencias.
Para sumar analogías en esta ola virulenta no faltaron amenazas mal disimuladas enviadas a enemigos declarados por el Presidente, cuya lista cada vez es más larga y, curiosamente (o no tanto), deja afuera a varios de los opositores más radicales y a los que se han conocido en otra época como comunicadores militantes, que se supone ocupan las antípodas del ideario libertario.
Una de las más recientes y recurrentes víctimas de la ira presidencial recibió de un troll libertario un consejo que se parece demasiado a un amenaza lisa y llana. “Si yo fuera vos, evitaría los sitios oscuros de noche”, le escribieron. Inquietante. Abundan antecedentes en la historia más o menos reciente de palabras violentas emanadas desde el poder que luego se volvieron actos concretos de violencia física en el llano.
La novedad de lo sucedido en estos días se ejemplifica con algunos mensajes publicados o republicados por el Presidente en los que instaba al odio (literalmente) contra periodistas, al tiempo que se mostraba como víctima de ataques de la prensa.
Milei, por ejemplo, reposteó un reel, al que calificó de “genialidad”, en el que practicantes de artes marciales, a los que se identificaba como periodistas, golpeaba violentamente un maniquí (que representaría al presidente), que por mera reacción física terminaba knockeando a quien iba a pegarle. En el final aparecía sobreimpreso “¡Fopea!” (por el Foro de Periodismo Argentino), que se había pronunciado en rechazo de las reiteradas expresiones insultantes del Presidente contra periodistas profesionales vertidas en los últimos días. La táctica del golpeador golpeado. No es una novedad.
Con el argumento de estar respondiendo a ataques, Milei asomó así más decidido que nunca antes a no dejar pasar ninguna objeción y contraatacar en forma directa, instando a las audiencias a seguirlo en la descalificación y el insulto.
Sería así el propio jefe de Estado el que instiga públicamente a actuar de esa manera, después de los años en los que el kirchnerismo intentó avanzar sobre medios de comunicación, utilizó agencias del Estado (como la AFI y la AFIP) para seguir y perseguir a empresarios y periodistas críticos, e impulsó, a través de funcionarios y figuras prominentes del oficialismo de entonces, a insultarlos y hasta a escupir sus fotos expuestas en lugares públicos.
Las inciertas 48 horas que mediaron entre el anuncio del levantamiento del cepo y la reanudación de la actividad financiera están plagadas de relatos del temor que anidaba en la residencia presidencial de Olivos y en el Palacio de Hacienda por el comportamiento de los mercados. También abundan los testimonios sobre pedidos (más bien ruegos) a operadores económicos y comunicadores en pos de ayuda y para que se expresaran con cautela a los efectos de evitar un comienzo tumultuoso del nuevo régimen.
Eso explica el despliegue y la acción de las milicias mediáticas para contrarrestar manifestaciones críticas o de escepticismo durante esos dos días, así como la febril presencia presidencial en medios y redes.
La baja del precio del dólar después del rebote inicial para ir acercándose al piso de la banda cambiaria fijada por el Gobierno no se tradujo, sin embargo, en una modificación de comportamientos. De los temores previos se pasó a la euforia sin escalas para reforzar, en lugar de morigerar, acciones y reacciones. Tiempo de revancha.
Las primeras señales positivas precipitaron una segunda oleada por parte de Milei y sus colaboradores, incluidos algunos funcionarios del Ministerio de Economía y economistas cercanos al Presidente que se habían caracterizado hasta acá por su moderación y sus cualidades argumentativas, además de sus atributos técnicos, antes que por un talento para insultar y denostar.
El espectáculo de canto y baile al ritmo del insultante nuevo hit libertario desarrollado en el Palacio de Hacienda y el interminable show de streaming, con concierto incluido, protagonizado por el propio Presidente a lo largo de casi cinco horas mostraron de forma explícita cómo seguiría la relación del Gobierno con sus críticos. Sin respiro.
Nada más parecido a escenas de vestuario de un equipo con pretensiones de campeón que acaba de reponerse de un traspié en la primera rueda de un Mundial. Aunque el campeonato sea muy largo y queden todavía muchas finales por jugarse.
Los mercados prometen días más estables, aunque nada hace prever jornadas más calmas en el plano discursivo y político.
El fin del cepo cambiario reforzó un virtual cepo a las voces críticas.
POLITICA
Patricia Bullrich se reunió con una funcionaria la Embajada de Estados Unidos, previo a la llegada de Kristi Noem

Previo al aterrizaje de Kristi Noem en la Argentina, la secretaria del Homeland Security, una funcionaria clave del departamento de Seguridad de Estados Unidos; Patricia Bullrich se reunió con la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Argentina, Heidi Gómez Rápalo.
El encuentro bilateral se dio este viernes, tan solo unos días después de que la funcionaria fuera nombrada a cargo de la representación estadounidense en el país, hasta que se concrete la llegada del embajador Peter Lamelas.
Por medio de una publicación en la red social X (antes Twitter), las autoridades norteamericanas destacaron: “Apreciamos el liderazgo de Argentina en seguridad regional, sobre todo en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, y la trata de personas“.
Por su parte, Gómez Rápalo manifestó: “Hoy tuve el gusto de reunirme con la Ministra de Seguridad @patobullrich para conversar sobre cómo EEUU y Argentina pueden profundizar nuestra cooperación en estas áreas para avanzar la seguridad y la prosperidad de Argentina, EEUU, y de toda la región“. Junto con la apreciación, adjuntaron una imagen de las dirigentes con las manos entrelazadas.
De esta manera, Bullrich se convirtió en la tercera integrante del Gabinete nacional en reunirse con la nueva funcionaria de la Casa Blanca en Argentina. Previamente, la encargada de negocios recibió al canciller Gerardo Werthein el pasado 22 de julio, es decir, un día después de que se confirmara su designación.
“En mi primer encuentro con el canciller Gerardo Werthein, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando juntos en áreas clave como defensa, comercio, seguridad y salud, entre otras, para prosperidad y beneficio de nuestros pueblos”, aseguró la funcionaria estadounidense.
Ese mismo día, Gómez Rápalo también se encontró con el ministro de Economía, Luis Caputo, con la intención de hablar sobre las oportunidades de generar nuevos lazos comerciales entre los países. “Estados Unidos continúa comprometido a apoyar los esfuerzos de Argentina para impulsar el crecimiento y la prosperidad”, aseguró.
Según informó la Embajada de EEUU en la Argentina, fue designada por contar con más de 25 años de experiencia en América Latina, África y Asia. “Heidi ha trabajado con altos funcionarios gubernamentales y líderes del sector privado para generar millones de empleos de calidad en los Estados Unidos al asegurar el acceso abierto de aerolíneas estadounidenses a nuevos mercados, promoviendo exportaciones y ventas militares por miles de millones de dólares, e impulsando la innovación a través de la comercialización de tecnologías, aceleración empresarial e inversión ángel”, indicaron.
No obstante, el rol de la funcionaria sería de vital importancia para la gestión trumpista, debido a que en 2009 había sido honrada con el Premio Hunt ”por fortalecer la colaboración entre Estados Unidos y Argentina en la lucha contra el narcotráfico y la trata de personas”.
Además, en 2011 le otorgaron el Premio Conmemorativo Raphel “por sus esfuerzos para desarrollar una cultura de mentoría que fortalezca el desempeño y la rendición de cuentas en el Departamento de Estado“.
Kristi Noem visitará Argentina y se reunirá con Javier Milei y Patricia Bullrich
Después de que se conociera que Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, llegará a la Argentina este domingo 27 de julio, se confirmó que una de las funcionarias claves de Donald Trump se reunirá con el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich. Asimismo, anunciaron que partirá del país el próximo martes 29.
En los últimos meses, la imagen de Noem comenzó a resaltar en la política estadounidense, debido a que se trata de una de las dirigentes que inició la campaña contra la inmigración irregular. Bajo su gestión, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza intensificaron las tareas de detección y deportación de inmigrantes indocumentados, uno de los pilares principales del gobierno de Trump.
Frente a esto, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos comenzó a utilizar sus redes sociales para difundir las acciones de su departamento frente a la inmigración ilegal. En su cuenta de X, mantiene fijada una publicación de febrero donde anuncia una campaña publicitaria nacional e internacional destinada a advertir a los inmigrantes indocumentados que abandonen el país, bajo amenaza de deportación e imposibilidad de regreso.
La agenda de Noem en Buenos Aires incluye reuniones con Milei, con quien ya estableció contacto cuando el presidente argentino viajó a Mar-a-Lago, y con Bullrich, que había planificado un viaje a Estados Unidos este año para un encuentro con la funcionaria estadounidense. Ese plan se modificó por la muerte del papa Francisco y el viaje de la comitiva presidencial al Vaticano.
Por su parte, la ministra Bullrich buscará información sobre la implementación de las políticas fronterizas estadounidenses y las herramientas empleadas en los controles migratorios, un tema de interés compartido entre ambas gestiones.
North America,Government / Politics,NEW YORK
POLITICA
Continúa el proceso de privatizaciones: se puso en marcha el desprendimiento de Enarsa

Luego de que en el día de ayer se dispusiera el inició de la privatización del tren Belgrano Cargas, este viernes se publicaron en el Boletín Oficial los detalles del desprendimiento de la empresa Enarsa, que controla la generación y distribución de energía en el país.
La resolución 1050 firmada por el presidente Javier Milei indica que se iniciara mediante la venta de acciones que la empresa tiene en la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica (Citelec), que controla Transener, encargada del transporte eléctrico del país.
Se pone en marcha la privatización del Belgrano Cargas: el Gobierno rematará locomotoras y vagones
En la actualidad, Citelec tiene el 52,65% de Transener mientras el resto de las acciones las tiene Pampa Energía, de Marcelo Mindlin.
La operación se realizará a través de un concurso público nacional e internacional y se estableció un plazo de ocho meses para concretarla.
El mecanismo ya había sido anunciado en abril por el Gobierno mediante el decreto 286, donde detalló: “La privatización se desarrollará por etapas, con el fin de garantizar la continuidad de la prestación de los servicios y de la ejecución de las obras en curso que dicha empresa tiene a su cargo”.
El FMI aprobó la revisión técnica del acuerdo con Argentina y se acerca un desembolso de US$ 2.000 millones
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Bomba del día,Citelec,enarsa,PRIVATIZACIONES,TRANSENER
POLITICA
Cinco dirigentes de Camioneros no irán a juicio oral por un bloqueo, pero tuvieron que indemnizar a una pyme

Omar Pérez, dirigente de confianza de Hugo Moyano, y otros cuatro representantes del Sindicato de Camioneros zafaron la semana pasada del juicio oral por haber extorsionado en 2020 al dueño de una pyme de Trenque Lauquen, al que le bloquearon la empresa para exigirle el pago de una deuda que no existía.
En rigor, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 3 de la Capital Federal suspendió la audiencia y les concedió una probation que consiste en tareas comunitarias en Cáritas durante 18 meses, pero los sindicalistas tuvieron que pagar una indemnización a Alejandro Castell, el dueño de Andar Transportadora, admitiendo el daño económico al bloquear su empresa mediante la extorsión.
No es el final que esperaba Castell ni tampoco su abogada, Florencia Arietto, para este caso. Se trató de una resolución firmada por el presidente del tribunal, Gustavo Rofrano, que suspendió el juicio oral, cuya primera audiencia estaba citada para el 6 de junio, y, pese a la evidencia reunida en la causa, accedió al pedido de Javier Moral, abogado de Camioneros, de otorgarles la probation a Omar Pérez, Omar Dutrá (secretario de Logística del gremio), Diego Emanuel Coria, Jorge Fabián Aguirre y Matías Ezequiel Paz.
Esta causa es importante porque Pérez es de extrema confianza de Hugo Moyano desde su condición de secretario de Políticas de Transporte del Sindicato de Camioneros y secretario Gremial de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).
El tribunal aceptó los argumentos utilizados por el abogado del sindicato: “Los imputados contaban con arraigo, eran padres de familia, contaban con trabajo y no tenían antecedentes penales, a lo que se sumaba la calificación legal del delito que se les imputaba” (extorsión en grado de tentativa, que el Código Penal reprime con reclusión de 5 a 10 años).
En la resolución judicial se destaca que los imputados, “como reparación del daño causado”, pagarán a Castell $1.500.00 cada uno, en 5 cuotas mensuales y consecutivas de $300.000, y, además, deberán “realizar trabajos no remunerados” en la sede de Cáritas y “abstenerse de mantener cualquier tipo de contacto” con el empresario o cualquier otro miembro de la pyme.
En diálogo con Infobae, Castell señaló: “No me importa la plata. Ellos se declararon culpables en todo y no van a juicio. Quería que fueran juzgados como tiene que ser, pero la que no se animó a jugarse fue la Justicia”.
Arietto cree que se trató de “una medida positiva» y lo explicó así: “Estuvimos dos años y medio para que nos fijen la fecha del juicio, el tribunal propuso la probation, no era una opción, y nos pareció que si nos oponíamos iban a avanzar igual e íbamos a quedar sin posibilidad de reparación del daño económico”.
“Nos pareció importante sentar un precedente -dijo a Infobae-. Primero, que lo que hicieron no es gratis y segundo, que se pagó el daño al reconocer el delito. Eso es un delito económico porque si bien extorsionan, estaban pidiéndole plata (a Castell) para dejarlo trabajar. Entonces, ante la adversidad de la jurisprudencia penal respecto de estos delitos, y como es muy complejo porque nos tuvieron dos años para citar a juicio, fue importante sentar un antecedente que protege a Andar y deja jurisprudencia para otras empresas. Nosotros ahora tenemos la jurisprudencia de que, como mínimo, cualquier bloqueo termina en probation. Ya no es gratis».
La abogada mencionó un riesgo si se oponía a la probation: “Si apelaba la decisión, el paso del tiempo podría haber llevado a la prescripción de la causa. Al aceptar la probation, les quedó una causa abierta y están a prueba durante un año y medio. Pérez tiene que pedir permiso para salir del país, acreditarse una vez por mes en el Patronato de Liberados, hacer tareas comunitarias y pagar 1 millón y medio de pesos».
En la audiencia en la que se concedió la probation, según Arietto, el abogado de Pérez pidió que el sindicalista fuera sobreseído, pero el juez advirtió que no se discutía ese punto y destacó que por la falta de antecedentes de los imputados iba a disponer la suspensión del juicio.
Pérez y los otros dirigentes imputados fueron acusados por el bloqueo contra el depósito de Villa Soldati de Andar Transportadora, pyme de 16 empleados y 6 camiones, realizado el 31 de julio de 2020 por unos 15 activistas gremiales para reclamar una deuda con Camioneros de la que, según la Justicia, “no surgieron elementos que permitan justificar la legitimidad”.
Los cinco dirigentes estaban procesados por coacción, en un fallo de noviembre de 2021 confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, pero el juez Fernando Caunedo decidió en agosto de 2022 elevar a juicio a los acusados por un delito más grave: extorsión en grado de tentativa.
El pedido de elevación a juicio y el agravamiento de la acusación por el bloqueo contra Andar fue efectuado en 2022 por el fiscal Ignacio Mahiques, en cuya presentación ante el juez consideró que “todos los imputados deben ser considerados coautores del hecho investigado pues con sus aportes contribuyeron a la realización del plan común que estaba orientado por la única finalidad de despojar a la firma de parte de su patrimonio en beneficio ilegal del Sindicato de Choferes de Camiones”. Y agregó: “Mientras parte de ellos llevaban adelante el bloqueo, otros, en particular Dutrá y Pérez, exigieron a Alejandro Castell (el dueño de la empresa) la entrega del dinero”.
Para Mahiques, al considerar ilegítima la deuda reclamada a Castell, ya que se comprobó que no hay constancia en los ministerios de Trabajo de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, los imputados fueron coautores del delito de extorsión en grado de tentativa. “Aun de resultar existente la deuda reclamada, lo cierto es que ello no los habilitaba a forzar el pago bajo la amenaza de paralizar el transporte”, dijo el fiscal.
Recordó, en ese sentido, que los jueces de la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional señalaron al confirmar el procesamiento de los acusados que“ ningún derecho puede ejercerse abusivamente, dado que la ley no los considera absolutos ni mucho menos ampara las demandas violentas realizadas al margen del monopolio estatal de la fuerza pública y el imperio de las decisiones judiciales”.
En este sentido, dijo que el artículo 10 del Código Civil y Comercial de la Nación, si bien establece que “el ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto”, advierte que “la ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos”, y que tal se considera al que “contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres”.
Castell contó a Infobae que sus problemas comenzaron al año siguiente de haber creado Andar Transportadora, cuando el titular de la Seccional 9 de Julio de Camioneros, Hernán Sánchez, le reclamó dinero por una diferencia de kilómetros que debían cobrar los choferes, ante lo cual, para evitar un conflicto, entregó 10 cheques a la orden del gremio y de su mutual.
Sin embargo, en la medida en que la pyme empezó a crecer, los pedidos derivaron en aprietes gremiales: “Día por medio me llamaban del sindicato para exigirnos dinero por la diferencia de kilómetros. Como les dije que no, Sánchez me respondió que por el monto de la deuda podía pagarles con uno de mis camiones. Por supuesto que me negué. Esa es plata que juntan para ellos cada dos o tres años. Hay empresas grandes, que tienen unos 70 camiones, a las que les sacan dos o tres millones de pesos cada seis meses, pero los cheques no a la orden van a nombre del sindicato, de la federación y de la mutual, y el dinero no llega a los choferes”.
Por ese motivo, Castell les advirtió a los dirigentes de la seccional de Camioneros que “no iba a pagar lo que no era legal” y allí comenzaron las hostilidades: Sánchez y “cuatro matones” aparecieron de improviso en su casa para reclamarle por la deuda. “Me exigían dinero por la diferencia de kilómetros entre 2008 y 2018 -contó-. Me negué y les pedí que me enviaran una carta documento para que constara oficialmente el reclamo y tener argumentos legales para rechazarlo”.
Según el dueño de Andar Transportadora, Sánchez le envió al celular una foto de una carta documento, pero nunca se la envió por correo, como corresponde legalmente. “Lo hicieron para asustarme. Como no aflojaba, el abogado de ellos nos dijo que íbamos a tener una sorpresa”, relató Castell. Y la amenaza se cumplió: el 31 de julio de 2020, mientras viajaba a Buenos Aires, el empresario se enteró de que unas 15 personas identificadas con el Sindicato de Camioneros y que decían responder a Hugo Moyano bloquearon de 9.30 a 13.30 el depósito de la pyme, en Villa Soldati, impedían el paso de los camiones y amenazaban a los choferes.
Castell llegó a tiempo para encarar a los activistas sindicales, que insistían en que mantendrían el bloqueo hasta que pagara la deuda, y soportó insultos de todo tipo. “Tenés que arreglar con la Seccional 9 de Julio”, le advirtieron. Uno de los matones de Camioneros incluso intentó pegarle. Finalmente, llegaron efectivos de la policía porteña, que, según el empresario, dejaron que se fueran sin ninguna dificultad luego de mantener cuatro horas de bloqueo.
Lo más significativo fue cuando, en pleno bloqueo, uno de los activistas de Camioneros le pasó un celular para que hablara con su “jefe”. Sorprendido, Castell escuchó a alguien que se presentó como Omar Dutrá, jefe de Logística del sindicato, y que le preguntó :“¿Por qué no paga y esto se termina? Vayamos por las buenas, déjese de joder”. El empresario le dijo que no. Su interlocutor le propuso visitar el sindicato para hablar sobre el tema. La respuesta fue afirmativa y el dueño de Andar quedó en pasar el 5 de agosto, pero antes buscó asesoramiento legal y así llegó hasta Arietto.
Castell fue al edificio del Sindicato de Choferes de Camiones, en San José al 1700, en en el barrio de Constitución, el 5 de agosto de 2020 y puso en marcha una idea que ayudó a que luego avanzara la acusación de la fiscalía: le pidió a Dutrá que, como él no conocía bien la Ciudad, le enviara por WhatsApp la ubicación exacta del lugar adonde debía ir. Esos llamados y esa constancia geográfica sirvieron para certificar que su interlocutor estaba en el gremio de Moyano.
En el lugar, Dutrá lo llevó hasta la oficina de Omar Pérez, uno de los principales directivos de Camioneros. “¿Por qué te hacés el rebelde y no pagás?”, fue el mensaje que recibió como bienvenida. “Ustedes me están extorsionando. Piden plata que no es legal. Necesito que me intimen legalmente”, le contestó el empresario. “Mirá, no somos la gorra (en alusión a la policía), pero podemos cruzar la información con la AFIP”, le dijo el sindicalista.
En un clima tenso, Pérez le prometió que le iba a enviar el detalle de la deuda así podía pagarla y Castell pudo irse. Por entonces, patrocinado por Arietto, el empresario había presentado una denuncia judicial contra Hugo Moyano, Omar Pérez, Omar Dutrá y 15 activistas sindicales por extorsión, usurpación, atentado contra la libertad de trabajo y privación ilegítima de la libertad. Un elemento clave de la causa fueron las pruebas que aportó de lo que había sucedido durante el bloqueo: una de sus empleadas filmó con un celular un diálogo con los activistas en la puerta del depósito y las cámaras de vigilancia registraron los movimientos de los agresores.
Finalmente, Pérez nunca le hizo llegar el detalle de la deuda, pero, dos semanas después de su denuncia judicial, Castell recibió un requerimiento de la AFIP para revisar los papeles de su empresa. No encontraron nada fuera de la ley. El mes siguiente tuvo otra visita de los inspectores del organismo impositivo: “Abrían y cerraban los balances, revisaban las liquidaciones de los sueldos. Revolvieron todo. Mi contador dijo que nunca vio una inspección así”, destacó el empresario. “Tuve nueve meses a la AFIP en mi empresa. ¿Y al sindicato quién lo controla?”, se preguntó.
El fiscal Mahiques investigó el caso, tomó testimonio a siete testigos del bloqueo, analizó las filmaciones, identificó a algunos de los activistas que participaron de la medida de fuerza, descubrió que Dutrá también había estado allí y llegó con su propio auto, pidió el entrecruzamiento de las llamadas entre un grupo de Camioneros y constató que habían estado en la zona del depósito de Andar en el mismo horario en que había sido bloqueado. Y por eso, además de determinar que la deuda reclamada era “inexistente”, pidió la indagatoria de seis representantes sindicales.
De esa forma, el 16 de noviembre de 2021, el juez Caunedo procesó a los 5 dirigentes del Sindicato de Camioneros y embargó sus bienes por 300 mil pesos cada uno por considerarlos coautores del delito de coacción contra la empresa Andar. Un mes después, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ratificó la condena dispuesta por el magistrado y advirtió que “ningún derecho puede ejercerse abusivamente”. Y en agosto de 2022 Caunedo decidió elevar a juicio a los acusados por un delito más grave, extorsión en grado de tentativa.
A principios de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 3 de la Capital fijó la audiencia del juicio para el 6 de junio. Y ahora, aunque no hubo condenas, hay una conclusión considerada clave por Castell y Arietto: los sindicalistas imputados no lograron ser sobreseídos y tuvieron que pagar el daño a la pyme reconociendo, en la práctica, que bloquear es delito.
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