POLITICA
El peronismo presagia la madre de todas las derrotas

Es un ejército diezmado y con la línea de mando partida. La tropa delibera intranquila y en el horizonte asoma un enemigo temible, que acaba de degollar a todos los del campamento vecino. La sensación de preocupación y nerviosismo que se percibe en el peronismo frente a la batalla que enfrentará en territorio bonaerense contra las fuerzas libertarias es tan intensa, que la palabra derrota se naturalizó de un modo impropio.
Hay un clima muy pesimista de cara a las elecciones de septiembre y un pronóstico de debacle para las nacionales de octubre si no salvan la ropa en las provinciales. Se balbucea la palabra unidad sin convicción, como si fuera un recurso extremo. Incluso hay quienes entienden, al revés de lo que se podría pensar, que las escasas expectativas de triunfo atentan contra una confluencia entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, algo así como “si vamos a perder, para qué acordar”. Parece que la pulsión por resolver la interna se impone por sobre el histórico mandato de unirse para mantener el poder.
El peronismo se prepara para algo peor que haber cedido el poder frente a una figura como Javier Milei. Enfrenta la posibilidad de una claudicación que termine de fracturar lo que quedó en pie del viejo régimen. Ni siquiera en el retroceso de 2023 perdió su hegemonía en la provincia de Buenos Aires. Ahora esa conquista está amenazada seriamente.
Si esos presagios se cumplieran, estas elecciones acabarían por completar el proceso iniciado hace dos años, cuando Milei rompió el tablero político nacional. Ahora cerraría el círculo con el avance territorial sobre sus dos principales contendientes en los distritos más relevantes, los Macri en la ciudad y Cristina-Kicillof en la provincia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta la advertencia que hace Andrés Malamud cuando dice que “estamos ante una Argentina que se está tornando sorprendentemente estable” por la reducción inflacionaria y la capacidad de Milei para ganar elecciones. Sin embargo advierte que ese logro se produce “a costa de generar potencial inestabilidad en los dos principales distritos que rodean al poder central, las dos Buenos Aires”, ya que tanto el gobernador bonaerense como el jefe de Gobierno porteño podrían entrar en una fase de debilidad política, expresada en sus minorías legislativas. Es decir, el crecimiento electoral de Milei no solamente socaba el andamiaje opositor; también puede derivar en fragilidad institucional en el AMBA.
Cristina Kirchner admite que el peronismo enfrenta un desafío crítico en condiciones adversas. En conversaciones que mantuvo en los últimos días transmitió la sensación de que tal como están hoy las cosas se encaminan hacia un revés histórico.
“Enfrentamos un escenario muy desfavorable en la provincia para las elecciones de septiembre. Y si no nos va bien en septiembre, ¿cómo nos va a ir en octubre? Mucho peor. Me preocupa el impacto de la provincia en la definición de los senadores nacionales. Si cae el bastión, como le dicen, impacta en todo el país”, analizó en esos diálogos reservados. De allí su decisión de postularse como legisladora provincial en la tercera sección electoral: “Si no ganamos en septiembre, no hay octubre posible”.
En esa geografía del conurbano, la expresidenta conserva altos indicadores de aprobación y tiene muchas chances de imponerse. Lograría ser el pequeño pueblo galo que resiste ahora y siempre al invasor romano, como cuenta la historieta. Una manera de mostrarse victoriosa en un contexto adverso.
La tercera sección junto con la primera representan el 70% de la población bonaerense, aunque como señalan Malamud y Pablo Castro, están subrepresentadas en la Legislatura, ya que aportan el 36% de las bancas en la Cámara de Diputados y el 37% de la de Senadores. Es decir que el conurbano explica dos tercios de la población, pero sólo un tercio de los legisladores (anomalía democrática derivada de la constitución provincial de 1934, cuando en el conurbano vivía un tercio de la población).
Complejidades de una elección de características inigualables en el mundo, en la cual podría darse una situación grotesca, como que terminen festejando al mismo tiempo Cristina, Kicillof y Milei. Sería en el caso de que el peronismo vaya dividido, y entonces la expresidenta gane la tercera sección, el gobernador se imponga en la disputa contra el kirchnerismo en el balance de las ocho secciones, pero pierda en la general ante las huestes del Presidente. Una festejaría que conservó la aldea gala, otro que desafío su liderazgo interno y el tercero que le arrebató la provincia al peronismo.
Es la elección más casta de la historia, inentendible para cualquier votante. No hay que ser un gran meteorólogo para pronosticar que la ola de ausentismo en las urnas se prolongará en septiembre.
Naturalmente, en el Instituto Patria atribuyen este escenario cargado de premoniciones negativas a las decisiones de Kicillof. La primera, haber anticipado la disputa sucesoria. La segunda, muy vinculada, desdoblar la fecha electoral. “A él le hubiese convenido confluir y pasar esta elección debajo del radar. Después le van a quedar dos años de gestión, ¿cómo va a gobernar si no gana? Ni con el 52% que sacamos en 2019 lograría tener mayoría en las dos cámaras”, advierten.
Cristina está convencida de que Kicillof debería rectificar su decisión de adelantar la elección provincial porque entiende que los dos presupuestos sobre los que basó su decisión se diluyeron. Uno fue que operativamente no se podía hacer una elección concurrente en octubre con dos sistemas electorales distintos. Según la expresidenta, desde que la Cámara Nacional Electoral se pronunció en el caso de Santiago del Estero y le permitió reducir de 250 a 180 la cantidad de votantes por mesa, a cambio de aumentar la cantidad de mesas, quedó demostrado que es posible.
En La Plata, por el contrario, aseguran que esa receta en la provincia es inviable. En la gobernación aseguran que una elección concurrente demandaría 4 minutos por votantes, que quedarían 126 electores por mesa sin sufragar por falta de tiempo y que para paliar eso habría que ampliar un 85% la cantidad de mesas. “Es imposible que volvamos a unificar; sería un papelón”, aseguran.
El otro presupuesto que rebate la expresidenta es que Kicillof especuló con que LLA y Pro iban a ir divididos en la provincia por los enfrentamientos que hubo en la Capital. La lectura del triunfo libertario en la ciudad fue totalmente opuesta en cada bando. Para el Instituto Patria demostró que sin unidad serán arrasados; para el gobernador, que la unidad por sí sola no alcanza. Para el cristinismo, exhibió que provincializar una elección no sirve si no hay una buena gestión para mostrar (comparan en eso a Kicillof con Jorge Macri) porque Milei nacionaliza la disputa y se impone. Para el kicillofismo, “hay un problema en la estrategia del peronismo, ya que perdió las seis elecciones que hubo hasta ahora este año”.
Cristina y Kicillof dicen que no tienen problema en hablar entre ellos, pero no lo hacen desde el año pasado. Pesan mucho las emocionalidades, como en toda relación humana, aunque se trate de política. Ella cree que a su discípulo le llenaron la cabeza desde su entorno con ideas emancipadoras y ahora está desorientado. “Yo fui su sherpa política muchos años, y mal no le fue”, se jacta.
Él está enfurecido porque ella lo mandó a negociar directamente con Máximo Kirchner, a pesar de la inquina que se tienen. Desde entonces hubo tres reuniones sin resultados y después el diálogo se estancó hasta ahora.
Hay un recuerdo que Kicillof tiene clavado en la memoria: el acto que armó Máximo el 20 de septiembre del año pasado en el Club Atenas de La Plata, a diez cuadras de la gobernación, en la que se dedicó a criticarlo con dolo como nunca lo había hecho antes. Desde entonces, entendió que La Cámpora se había transformado en la oposición interna, con la venia de Cristina. Desde ahí la ruptura se hizo inevitable.
Todo el universo peronista confía en que al llegar el momento de la verdad, el teléfono entre Cristina y Kicillof se activará de nuevo, y habrá algún tipo de acuerdo electoral. Pero es probable que ya sea demasiado tarde. Hoy hay cruce de mensajes a través de intermediarios reconocidos, como Verónica Magario, Federico Otermín o Teresa García; pero también spoilers habilitados, como Carlos Bianco de un lado, y La Cámpora por el otro.
La unidad con fórceps que algunos proponen puede transformarse en una invitación a un festival de traiciones y operaciones encubiertas en el largo camino que va desde el armado de listas hasta la fiscalización de la elección. Simplemente porque están pensando en frecuencias totalmente distintas, y porque las razones que los unían hoy pesan mucho menos que los motivos que los diferencian.
Cristina está en una fase revisionista (no autocrítica) de buena parte de los postulados que el kirchnerismo vino defendiendo hasta ahora. Asegura estar en un período menos dogmático y más pragmático. Interpela consignas muy instaladas como la del Estado presente, la de la sustitución de importaciones, la de los derechos sindicales anquilosados. Está proponiendo una actualización doctrinaria, pero no tiene los actores ni el instrumental para ejecutarlo.
Al mismo tiempo necesita reafirmar su centralidad en el universo peronista para no diluirse ante la amenaza interna que enfrenta. Entonces por momentos se posiciona como la guía de un peronismo en reconstrucción, pero en otros se repliega en el rol de jefa de la tribu que administra el conurbano. Algunos lo traducen más socarronamente: “A veces actúa como la presidenta del PJ, y a veces como la mamá de Máximo”.
Kicillof, en cambio, está en una etapa de reafirmación de un liderazgo autónomo, en la búsqueda de su propio camino hacia el poder en 2027. Un recorrido que pone más el foco en la renovación partidaria que en la reelaboración conceptual. En ese contexto hay que decodificar el acto que encabezó ayer para presentar su Movimiento Derecho al Futuro, al que invitó al resto del peronismo a sumarse, pero detrás de él. Intenta así desafiar el escepticismo de todos los que apostaban a que nunca soltaría la pollera de Cristina.
Por eso en su entorno enfatizan que la discusión de hoy no se reduce sólo a quién tiene la lapicera para definir las listas. “Acá hay que resolver si los que van a entrar a la Legislatura van a reconocer que Axel como gobernador, si van a hacer oficialismo u oposición como hasta ahora, si van a votar las leyes y el presupuesto. También si quienes van al Congreso Nacional van a reclamar por los fondos que le quitaron en la provincia”, demandan en La Plata.
Esto demuestra que Kicillof desafía la presunción de que a él sólo le interesan las listas provinciales y que está dispuesto a resignar las nacionales. Pretende incidir en ambas. Del otro lado La Cámpora hace lo mismo: le demanda sometimiento en lo territorial y también en las nóminas para el Congreso. Así les va a resultar muy difícil pactar.
Frente a esta escenografía, los avances en la construcción conjunta de LLA y el Pro contrastan por su celeridad. Milei bajó la orden de confluir y Mauricio Macri delegó las negociaciones con la misma premisa.
Hubo una reunión importante esta semana y habrá otra el martes entre el armador Sebastián Pareja, Cristian Ritondo y Diego Santilli. Hay un lineamiento general que establece una estrategia dual: un frente conjunto en septiembre y una adhesión de Pro a la lista libertaria en octubre. Un modo elegante de confluir y evitar interpretaciones degradantes para los amarillos. Pero no estaría resultando tan sencillo.
En los últimos diálogos surgieron inconvenientes porque Karina Milei no estaría tan dispuesta a reconocer pasivamente esos lineamientos y planteó, a través de Pareja, que tampoco está decidida a hacer un frente en las elecciones provinciales. Sumisión total. Esto también complica al tándem Ritondo-Santilli, que del otro lado escucha los reclamos de sus intendentes, deseosos de acordar pero al mismo tiempo muy demandantes en el objetivo de no ceder en las listas distritales para no tener concejos deliberantes adversos.
En el razonamiento más intransigente de Karina anida el fantasma de un déficit que muchas veces padeció el Pro: no poder traducir territorialmente sus éxitos electorales porque terminaba pagando cuentas al resto de las fuerzas políticas. El caso más emblemático fue Córdoba, que llegó a darle hasta el 70% de los votos a Macri, pero su partido nunca pudo controlar la provincia. Ella asume que éste es el momento para transformar LLA en un partido de base nacional, para dejar de ser sólo el sello de Milei y adquirir una arquitectura propia.
Santiago Caputo no se identifica del todo con esa mirada y apoya la estrategia dual en la provincia, porque no está tan inquieto con la construcción partidaria como con las condiciones futuras para que el Congreso apruebe las reformas que quiere Milei.
En ese marco se muestra más acuerdista, no sólo con Pro, sino con cualquier fuerza que intuya que podría acompañarlo. Para él pesa menos la pureza simbólica de una marca que el acompañamiento político. Ser libertario es una categoría que no se transmite por sangre, sino por conveniencias mutuas.
Por eso también había sugerido no competir en todas las elecciones provinciales, mucho menos en territorio de gobernadores aliados. Pero el triunfo en la disputa porteña repotenció a Karina Milei y hoy el asesor aparece algo relegado en estas decisiones electorales.
Donde sí confluyen las miradas de la hermana presidencial y de Caputo es en la determinación de horadar a Victoria Villarruel. La vicepresidenta acaba de hacer un replanteo en todo su equipo, en medio de versiones y malestares, e incorporar a figuras relacionadas con el mundo militar del cual surgió.
Sobresale allí el nombre de Claudio Gallardo, director general de Seguridad del Senado, con vinculación en el pasado con el exjefe del Ejército César Milani. También el de Mario Russo, un estratega comunicacional de familia militar, que se reivindica como el ideólogo original del Milei político, basado en la experiencia del movimiento Cinque Stelle de Italia.
En la Casa Rosada anida una convicción férrea de que Villarruel se prepara para un escenario apocalíptico en el cual Milei no termina su mandato, y la vicepresidenta asume en su lugar al frente de una alianza militar-peronista de derecha. Los últimos movimientos en el Senado, según el Gobierno, confirman esta lectura.
En el entorno de ella niegan de plano estas elucubraciones y por el contrario aseguran que Villarruel está buscando sintonizar mejor con las lógicas libertarias, habida cuenta del fracaso de la relación. Sí admiten, que hay una revalorización del factor castrense. “Los militares son gente muy leal, que es lo que necesita Victoria. Entienden mejor una cadena de mandos, la concepción de subordinación y valor”, señalan en el nuevo entorno de la vicepresidenta. A Milei nadie le saca de la cabeza que está preparando una sucesión.
POLITICA
Elecciones en PBA: los intendentes que optaron por un realineamiento político de cara al 7 de septiembre

Las tensiones que antecedieron al frenético cierre de listas en la Provincia de Buenos Aires, demorado un día y medio por un polémico corte de luz el sábado a la noche, tuvieron reflejo en los realineamientos políticos de muchos de los intendentes bonaerenses, que dieron signos de rebeldía y dejaron sorpresas de último momento. Más que las alianzas políticas previas que los llevaron a la intendencia, los jefes comunales buscaron hacer valer el peso territorial y preservar su gobernabilidad futura en los concejos deliberantes a partir de diciembre.
Con este objetivo y asegurarse la tracción de votos a nivel local, 22 jefes comunales de los 135 que tiene la Provincia serán candidatos el 7 de septiembre: 9 liderarán la lista de concejales en sus distritos, en candidaturas testimoniales, y 13 se postulan a una banca legislativa, con interrogantes sobre si asumirán o no en caso de entrar.
El nuevo mapa de los realineamientos políticos de los intendentes en la Provincia de Buenos Aires, confeccionado por Infobae tras relevar todas las listas, muestra que 83 de ellos se referencian en Fuerza Patria, el frente que conformaron el Movimiento Derecho al Futuro, del gobernador Axel kicillof, La Cámpora y Frente Renovador, de Sergio Massa.
Otros 30 en Somos Buenos Aires, el nuevo frente surgido como “tercera vía” que reúne a sectores del peronismo no kirchneristas, a la UCR bonaerense y la Coalición Cívica, entre otros partidos menores. En tanto, 12 intendentes se alinearon con la Alianza La Libertad Avanza, el frente de los libertarios con el PRO.
Otros 3 jefes comunales se alinearon con Hechos, el espacio creado por los hermanos Passaglia, de San Nicolás; uno apoya a Potencia, la fuerza creada por la abogada y ex segunda de la UIF durante el gobierno de Cambiemos María Eugenia Talerico; uno en Nuevos Aires; y 5 intendentes van con lista corta.
Los que van de candidatos
De los 22 jefes comunales que se candidatean en las elecciones bonaerenses, 16 son de Fuerza Patria, de los cuales 7 se presentan como candidatos a legisladores provinciales.
Si bien en su mayoría aseguraron que van a asumir la banca en caso de ser electos, no renunciarán a la intendencia, sino que pedirán licencia en el Municipio y dejarán a alguien de confianza en su cargo, para seguir manejando la política local, y poder volver en caso de ser necesario políticamente.
Los siete de Fuerza Patria son: Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, tercera candidata a diputada por la Tercera; Mariano Cascallares, jefe comunal de Almirante Brown, que va de cuarto candidato a diputado por esa misma Sección; Mario Ishi, de José C. Paz, tercer candidato a senador provincial por la Primera Sección Electoral; Diego Nanni, de Exaltación de la Cruz, que va de cabeza de lista para diputado en la Segunda Sección; Marcos Pisano, de Bolívar, va de segundo candidato a senador por la Séptima; Alejandro Acerbo, de Daireaux, va de tercer candidato a diputado por la Sexta; y Germán Lago, de Alberti, va de tercer a candidato a senador por la Cuarta.
En tanto, otros 9 encabezan la lista de concejales en sus distritos. Son Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), Fabian Cagliardi (Berisso), Pablo Zurro (Pehuajó), Julio César Marini (Benito Juárez).
Otros cuatro intendentes van de candidatos a legisladores por Somos Buenos Aires. Se trata de Julio Zamora, de Tigre, impulsor de ese espacio, que resolvió competir como primer candidato a senador en la Primera Sección; Pablo Petrecca, de Junín, que se fue del PRO disconforme con las condiciones impuestas por la LLA en la alianza con el partido amarillo y va de primer candidato a senador por la Cuarta Sección; Guillermo Britos, jefe comunal vecinalista de Chivilcoy, que va de tercer candidato a senador también por la Cuarta; y Maximiliano Suescún, intendente radical de Rauch, que también se presenta por Somos como primer candidato a senador por la Quinta Sección.
Dos jefes comunales competirán en septiembre por la Alianza La Libertad Avanza: Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero que dejó el PRO en enero para sumarse a los libertarios y encabeza la boleta de la Primera Sección como candidato a senador, y Guillermo Montenegro, jefe comunal de Mar del Plata del PRO, y uno de los férreos impulsores de la alianza con los libertarios en la provincia.
En otros casos, no se postularon ellos mismos para encabezar las listas de concejales en sus distritos, pero sí sus familiares, y así asegurarse lealtad política.
Es el caso de la mujer del intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y asesora ad honorem en el área Social del Municipio, Magdalena “Magui” Gray. También, el de José María Ghi, hermano del actual jefe comunal de Morón, Lucas Ghi; y de Eva Andreotti, hermana del intendente de San Fernando, Juan Andreotti, secretaria de Desarrollo Social, Educación y Medio Ambiente del distrito.
Cambio de espacio político
Del total de 135 intendentes bonaerenses, 45 compiten o apoyan espacios diferentes a la alianza con la que fueron electos hace dos años.
La mayor fidelidad partidaria se dio entre los jefes comunales que ingresaron o fueron reelectos por Unión por la Patria hace dos años. De los 85 que suman en total, 83 cerraron finalmente dentro del nuevo frente Fuerza Patria. Solo Zamora, de Tigre, y Gilberto Alegre, de General Villegas, de la Cuarta Sección, decidieron romper con Kicillof e ir con Somos Buenos Aires. Gray, en cambio, pese a haber sido promotor de ese nuevo espacio, finalmente decidió quedarse dentro de Fuerza Patria.
El intendente de Esteban Echeverría no fue el único que se fue de Somos. Este frente variopinto se fue desgajando en la semana previa al cierre de listas y perdió al GEN, de Margarita Stolbizer, y a dirigentes importantes de la Provincia como los filo peronistas-PRO Joaquín de la Torre y Emilio Monzó, o los radicales Daniel Salvador y Gustavo Posse El ex intendente radical de San Isidro presentó una lista de concejales propia bajo el nombre Acción Vecinal San Isidro es Distinto.
Los 27 intendentes de la UCR decidieron no acompañar al PRO en el acuerdo con LLA y, casi en su totalidad, se sumaron a Somos Buenos Aires. Solo dos no lo hicieron. Una es Lucía Gómez, de Adolfo Gonzales Chaves, de la Sexta Sección Electoral, que promovió el espacio local de Nuevos Aires.
El otro, Román Bouvier, de Rojas, que se sumó a Hechos, de los hermanos Santiago y Manuel Passaglia, actual y ex intendente de San Nicolás, respectivamente. Tras alejarse del PRO, Manuel Passaglia irá en la cabeza de la lista de diputados de Hechos, la nueva fuerza que creó con su hermano, y tiene chances de retornar a la Cámara de Diputados bonaerense. Este espacio solo presentará candidatos en la Segunda Sección.
En tanto, tras su alianza con los libertarios, el PRO perdió a seis intendentes en el camino. Además de a Passaglia, el primer intendente referenciado en el partido amarillo que decidió competir por fuera de la alianza con los libertarios y creó un espacio propio local, también Javier Martínez, de Pergamino, se sumó a Hechos.
A su vez, disconformes con el acuerdo cerrado por Cristian Ritondo con Sebastián Pareja en la Provincia, Petrecca (Junín), María José Gentile (9 de Julio); y Esteban Reino (Balcarce) decidieron enrolarse en esta elección en el espacio Somos Buenos Aires.
Diego Reyes, de Puán, tomó su propio rumbo y se enroló para el 7 de septiembre en Potencia.
Por su parte, Ramiro Egüen, intendente de 25 de Mayo que era del PRO y se pasó en enero a LLA, decidió romper con los libertarios. Disconforme con el reparto de candidaturas, competirá el 7 de septiembre solo, con su propia lista de candidatos a concejales.
No será el único. También presentaron lista corta Jaime Méndez (San Miguel), y los vecinalistas Arturo Rojas (Necochea), Matías Nebot (Saavedra) y Carlos Bevilacqua (Villarino).
Visualización de datos: Daniela Czibener
POLITICA
Campaña, polarización y Presupuesto: qué esperan los bloques del Senado para el segundo semestre del año

Mientras atraviesa días de receso, el Senado se prepara de a poco para iniciar su segundo semestre del año con un denominador común -y lógico- de los jefes de bloque consultados en las últimas 72 horas por Infobae: el sendero de la Cámara alta será “complicado”. Algunos apuntan a la campaña electoral, el nivel de polarización y las tensiones generadas por el propio Gobierno, mientras que otros marcan al Presupuesto 2026 como cuestión clave ante un oficialismo agazapado y con un termómetro de agresividad que condiciona, en el plano legislativo, la toma de decisiones.
El principal interbloque y primera minoría en el Senado es el Frente de Todos. Su titular, el peronista José Mayans (Formosa), señaló a este medio: “Nosotros aspiramos a seguir trabajando, pero como corresponde. El problema es que el ‘equipo’ de 39 legisladores que armó -la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria- Villarruel está en confrontación y no sé cómo se va a recomponer esa situación. La incertidumbre es generada por el propio Gobierno”.
“Necesitamos que el Presidente presente el Presupuesto 2026 en septiembre y que el Congreso lo trate, ya que estamos con las dos últimas leyes de gastos prorrogadas de 2023. Estamos hablando de pautas claras para la política monetaria y cambiaria y de relación con las provincias. Ni hablar del tema de la deuda. Al menos esa es mi aspiración, ya que me preocupa que se sostenga el valor de la divisa -en referencia al dólar- a través de la usura. No olvidemos tampoco el tema de la canasta básica, las importaciones y la producción primaria que cae”, advirtió Mayans.
En tanto, su par de la Unión Cívica Radical, Eduardo Vischi (Corrientes), aseguró: “Entiendo que vamos a tener un segundo semestre complicado desde el punto de vista político. Las elecciones generan posiciones más extremas y eso seguramente va a impactar en el trabajo legislativo. Por otro lado, veo al Gobierno que está endureciendo su posición para marcar una estrategia electoral. Seguramente, los ataques a quienes piensen distinto serán más comunes, algo que profundiza la grieta. La inestabilidad institucional genera incertidumbre económica, por lo que espero no sea de gravedad”.
Por su parte, el jefe libertario en el Senado -y uno de los pocos enlaces con la Casa Rosada-, Ezequiel Atauche (Jujuy), también utilizó el término “complicado” y agregó: “Hay que ver cómo se mueve el kirchnerismo y dialoguistas que generan mayorías circunstanciales. Esto condiciona la toma de decisiones. También se percibirá el nivel de agresividad, algo que ya se ha notado. El ejemplo claro es la moratoria previsional, que no todos querían e igual fue sancionada. Es ir en contra sólo por el hecho de la compulsa electoral, y hay algunos que necesitan eso ya mismo para volver al foco de atención”.
Desde el Pro, Alfredo De Ángeli evitó opinar ante el requerimiento de Infobae. Sí lo hizo el vice del macrismo en la Cámara alta, Martín Goerling (Misiones), quien dijo: “Creo que lo que resta del año va a estar marcado por las elecciones nacionales. Primero, en la provincia de Buenos Aires; luego, en el resto del país. Todos los senadores van a estar abocados a eso e irá tensando un poco toda la discusión, y todo se va a ceñir o teñir en base a lo que intente el kirchnerismo, el Gobierno o los aliados. Veo un Senado complicado. También, para las reformas de fondo que quiere hacer el Presidente va a esperar el resultado de octubre y esa agenda quedará en ‘stand by’. Va a ser un Senado conflictivo. Habrá que esperar a octubre y ver la próxima conformación para ver cómo sigue esto”.
También fueron consultados espacios provinciales. Por caso, José María Carambia (Por Santa Cruz) evaluó que “será un segundo semestre en el que, excepto que el Gobierno necesite alguna norma concreta, el oficialismo va a intentar dilatar y que no haya sesiones“. En ese sentido, expresó: “Total, después le echan la culpa a los senadores que no laburan y listo. Por eso la autoconvocatoria de la vez pasada -se sancionaron, entre otras leyes, la mejora en jubilaciones y la emergencia en discapacidad- dio un marco político nuevo y que, pese a la voluntad del oficialismo, sí se puede sesionar».
“Obviamente, el Gobierno va a esperar hasta las elecciones para ver cómo se configura la Cámara y así analizar qué conviene. Como tema central nuestro está la ley de incentivo al petróleo convencional o de cuencas maduras, ya que necesitamos urgente un incentivo. Va a ser un semestre difuso porque sesionar va a depender más de la oposición que del oficialismo”, sumó Carambia.
POLITICA
Deja su cargo el interventor en Medios Públicos y será reemplazado por el vocero de la Sociedad Rural

El Gobierno anunció este sábado la designación de Carlos Curci, hasta ahora vocero de la Sociedad Rural (SRA), como nuevo interventor en el área de los medios públicos, en reemplazo de Eduardo González, quien presentará su renuncia a fin de mes. El nombre del futuro funcionario comenzó a circular días atrás, pero recién se confirmó este sábado, tras el acto que encabezó el presidente Javier Milei en la exposición agropecuaria en Palermo.
Según pudo saber , hace dos meses Eduardo González había notificado a la Casa Rosada que a fines de julio oficializaría su renuncia. El funcionario saldrá del país “por motivos personales” y, una vez que retorne, podría seguir trabajando junto a Manuel Adorni en alguna de las áreas bajo su órbita, aclararon en Balcarce 50.
Fuentes cercanas a González, desestimaron algunas versiones que vinculaban la salida del interventor a un desgaste producido por las tensiones que se viven dentro de la TV Pública y en las distintas radios del país, en respuesta al recorte y los reclamos gremiales. “Deja su cargo con todo encaminado”, repiten en su entorno.
Con el desembarco de Curci, el Gobierno pretende continuar achicando el área de medios oficiales. Directiva que comenzó a implementar el año pasado Diego Chaher, como interventor de todos los medios que integran Radio Televisión Argentina (RTA), cargo que le valió un ascenso como titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, tras ser reconocido en La Casa Rosada por el recorte que llevó adelante en la exagencia de noticias Télam, hoy reconvertida en Apesau, después de que más de 400 trabajadores aceptaran un retiro voluntario.
Fue en reemplazo de Chaher que González asumió a fines de julio pasado al frente de los medios públicos. Ahora, finalizada su gestión, el interventor deja una hoja de ruta clara a su sucesor. Basicamente, el funcionario saliente tenía en carpeta un recorte del 40% sobre la estructura de RTA, marcado en gran medida por nuevos retiros voluntarios y una reducción de planta. “Resta la definición política”, señalaron fuentes cercanas al exfuncionario.
El objetivo de la llegada de Curci estaría orientado a “ordenar” Radio y Televisión Argentina (RTA) y el resto de las empresas de la órbita de medios públicos. La idea sería avanzar “lo máximo que se pueda siguiendo la línea del Presidente en términos generales, con las limitaciones que la ley de medios impone”, aclararon fuentes del oficialismo.
Los cambios en el área, que depende de Adorni, se vienen dando desde hace un mes, cuando el portavoz comenzó a tomar decisiones fuertes en los medios y empresas públicas bajo su órbita. El nombre de Curci habría sido elegido para esa misma época, pero por su “excelente relación” con La Rural. En efecto, la oficialización de su designación llegó después del cierre de la exposición, el evento más importante del año para el sector.
En el mientras tanto, Adorni concretó el nombramiento de Bárbara Pintelos, la subsecretaria de Medios que, como adelantó , es una experta en empresas y cuestiones legales, pero que nada tiene que ver con los medios. Hasta la llegada de Pintelos no había nadie en esa Subsecretaría.
“No es del medio, ni conoce de él”, explicaron las fuentes consultadas, que hicieron hincapié en que esa formación es precisamente el motivo por el que fue elegida. “Llega para achicar todo”, completaron.
En las listas de áreas que podrían verse ajustadas con la iniciativa oficial están, Radio Nacional, la TV Pública, Contenidos Públicos Sociedad del Estado y la Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima Unipersonal (Apesau, exTélam).
En la TV Pública, los empleados son casi 900 y aún está decidido el número de desvinculaciones que podría llegar a haber. En cuanto a Radio Nacional, la especulación es que su planta de 1169 empleados podría reducirse a la mitad . En lo que respecta a Apesau, la situación es distinta que en el resto, porque ya se hizo una fuerte reestructuración cuando se concretó el cierre de la agencia, en 2024, y solo quedaron 228 empleados activos.
Según pudo reconstruir de fuentes oficiales, en la mira de los funcionarios hay distintas opciones de lo que podría suceder, más allá del ajuste en cada área. Incluso se evalúa que podría cerrarse el área de Contenidos Públicos, un sector bajo la lupa. En todas las áreas alcanzadas se vería como una primera opción la posibilidad de ofrecer retiros voluntarios antes de avanzar con los despidos, según informaron.
Por el momento no hay un número total de desvinculaciones que podrían llegar a concretarse. El Gobierno sostiene, desde el inicio de la gestión, que el esquema de medios públicos está “sobredimensionado” y por eso planea seguir avanzando con la reducción de la planta, en línea con lo que sucede en otras áreas del Estado.
Delfina Galarza,Cecilia Devanna,Medios y política,Javier Milei,Medios,Conforme a,Medios y política,,La Derecha Diario. Así es el periodismo que no odia Milei: militancia libertaria, insultos y datos sin rigor,,Retiros, despidos y cierres. El Gobierno prepara un nuevo recorte en la estructura de medios públicos,,Paka Paka. Así son los dibujitos libertarios: doctrina antiestado, fobia al socialismo y por qué la universidad no sirve
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