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The Weeknd escribe una carta de amor a sí mismo en una película vacía

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Abel Tesfaye, también conocido como The Weeknd, interpreta a Abel: ¿una carta de amor a sí mismo?

Abel Tesfaye, el cantante y actor ocasional (en The Idol) mejor conocido como The Weeknd, ha descrito Hurry Up Tomorrow como una “carta de amor” a sus seguidores en una entrevista con The New York Times. Tesfaye coescribió la película, además de producirla, protagonizarla y, junto con Daniel Lopatin, componer su música.

Acertó en lo de “carta de amor”. Sin embargo, cualquiera que no sea ya fanático del músico de 35 años, nacido en Toronto, cuyas indudables habilidades para el R&B electrónico se muestran en su último álbum también titulado Hurry Up Tomorrow (Apresúrate Mañana), es poco probable que sea convencido de nada por la película, excepto del tedioso amor propio del artista.

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En esa misma entrevista, el director, coguionista y productor ejecutivo Trey Edward Shults dice que la película —una especie de autobiografía poética y alucinante— está destinada a tener el “alma e impacto de una ópera”. Shults llama a Tesfaye un “buen ser humano, una persona muy genuina”. Jenna Ortega, otra productora ejecutiva que también interpreta a una figura misteriosa llamada Anima (Latín para “espíritu”), describe a su coprotagonista como “no solo realmente dulce, sino también muy profesional”. Si bien no hay razón para dudar de esos elogios, tampoco son una base suficiente para una ópera.

Parte paisaje de sueños y parte novela de clave, Hurry Up Tomorrow trata sobre un cantante atribulado, también llamado Abel Tesfaye, que, al igual que su homónimo en la vida real, pierde su voz en el escenario debido a disfonía tensional muscular, una condición provocada por el estrés, mientras tras bambalinas experimenta con drogas, angustia existencial y melodrama romántico. Ortega interpreta a su personaje, la novia intermitente de Abel, como si no pudiera decidir si Ani, como la llaman, es una metáfora o una persona real.

Jenna Ortega interpreta a Anima,
Jenna Ortega interpreta a Anima, la novia de Abel, el alter ego de The Weeknd

La conocemos por primera vez mientras empapa la casa rural desordenada de alguien con nafta antes de incendiarla. ¿Es la de The Weeknd? Poco probable. En la vida real, el cantante vive en una mansión en Bel Air con una cancha de tenis. Pero un mensaje de voz furioso, escuchado en off, sugiere que está enojada con su hombre por algo que él dijo la noche anterior, lo cual nunca se explica. Estas escenas se intercalan con tomas del cantante preparándose para subir al escenario levantando pesas frente a dos espejos de cuerpo entero mientras su manager y mejor amigo (Barry Keoghan) le da una charla motivacional —y más tarde, le ofrece cocaína. Abel sigue llamando a Ani, quien no responde al teléfono.

La premisa —que el enormemente popular, inmensamente talentoso y rico The Weeknd lo tiene difícil, pobrecito— puede ser cierta, pero es poco argumentada y escasamente respaldada por la evidencia en una película que es en partes iguales cliché surrealista y patetismo. Algunas escenas son lúgubres: el protagonista parece regresar a su infancia después de ser golpeado en la cabeza con una botella de champán por Ani. Más tarde, ella lo ata a un cabezal de cama con cables eléctricos, instándole a ser “honesto” con ella. Más tarde aún, alguien más es apuñalado en el cuello, y hay otro incendio.

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Sin embargo, a pesar de estos incidentes llamativos, en realidad no sucede mucho aquí al menos nada que ocurra con sentido de urgencia o verosimilitud. Shults, un cineasta con un verdadero talento para el suspenso (Viene de noche), dirige con más estilo que sustancia, llenando la pantalla con colores cálidos y primeros planos impactantes del rostro y los ojos del protagonista.

La película tiene el aroma de un cheque fácil. Se ve brillante pero está vacía. Ilumina sin ganar perspicacia.

Barry Keoghan es el manager
Barry Keoghan es el manager y mejor amigo de una conflictuada estrella pop

Hay un tercer coguionista: Reza Fahim, lo que sin duda llevará a algunos espectadores a preguntarse por qué se necesitaron tres personas para escribir algo que se siente como si estuviera basado en el guion gráfico de un video musical de 10 minutos. Varias escenas, al menos aquellas que no son gratuitamente violentas, consisten en un personaje preguntándole a otro de alguna forma la pregunta, “¿Estás bien?” una y otra vez.

Hay algunas canciones conmovedoras y melancólicas aquí y allá, en particular la canción que da título al nuevo álbum, que se destaca, si bien de manera algo autocomplaciente. Pero no es un álbum visual convencional. Las canciones son secundarias a la historia, que es tan endeble como interminable.

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En el clímax, encontramos a The Weeknd —quien en la vida real ha anunciado que está retirando su personaje de escenario después de este álbum —en la actitud de Jesús mártir en la cruz, con los brazos extendidos mientras canta, “Quiero el cielo cuando muera”.

Mucho antes de la conclusión grandilocuente de la película— más telenovelística que operística— incluso algunos fanáticos acérrimos pueden encontrarse deseando una interpretación literal del título, porque Hurry Up Tomorrow no puede terminar lo suficientemente pronto.

Fuente: The Washington Post

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[Fotos: Andrew Cooper / Lionsgate]

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Secuestró un avión, cobró un rescate récord y saltó en paracaídas: 54 años después, nadie sabe si sobrevivió

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El Día de Acción de Gracias

Luego de 47 años al frente del FBI, J. Edgar Hoover murió con un dolor entripado. No pudo resolver el caso del secuestro de un avión realizado meses antes por un tipo que pidió y obtuvo 200.000 dólares para no hacerlo estallar. Se tiró del avión con los dólares atados al pecho. Fue el día de Acción de Gracias (“Thanksgiving”) de 1971 (24 de noviembre). La memoria de Hoover tiene un pequeño consuelo: nadie resolvió el caso. Al pirata del aire nunca más lo volvieron a ver, ni vivo ni muerto. El crimen fue perfecto, si sobrevivió; una locura total, si no.

El Día de Acción de Gracias es una festividad estadounidense que se celebra el 4º jueves de noviembre. La tradición se remonta a 1621 cuando los colones ingleses decidieron festejar la buena cosecha que habían tenido ese año junto con los indios de la región.

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Dan Cooper

Dan Cooper (o como se llame) se hizo famoso la víspera de Acción de Gracias de 1971, un día frío y húmedo en el noroeste de los Estados Unidos. A las 16.00 de ese miércoles, un hombre de 1.83 y unos 80 kilos, de ojos marrones y cabello castaño corto, vestido con un traje negro, camisa blanca y un sombrero tipo Homburg de ala corta, llegó hasta el mostrador de Northwest Orient en el Aeropuerto Internacional de Portland, en Oregón. Pagó 20 dólares en efectivo por un billete de ida al aeropuerto de Seattle-Tacoma, en el estado de Washington. El hombre, de unos 45 años, dijo llamarse Dan Cooper. Le asignaron el asiento de pasillo 18C en clase turista del vuelo 305 de Northwest que despegaría a las 4:35. El viaje duraría media hora.

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El vuelo 305 era un Boeing 727-100 que tenía capacidad para 94 pasajeros (66 en clase turista y 28 en primera), pero ese día solo transportaba a 37 más cinco tripulantes: el capitán William Scott, de 51 años; el primer oficial Bob Rataczak; un ingeniero de vuelo y dos azafatas, Tina Mucklow, de 22 años, y Florence Schaffner, de 23, cada una con menos de dos años de experiencia.

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Cooper le entregó una nota a la azafata Florence Schaffner momentos después de que el avión despegara. Los hombres que viajaban solos solían pasarle los números de teléfono o de habitación de hotel a las azafatas. Florence asumió otra insinuación y guardó la nota sin leer en el bolsillo de su uniforme.

Identikit del secuestrador, que compró su boleto con el nombre de Dan Cooper.

Cooper le hizo un gesto a Florence para que se acercara. Le dijo: «Mejor lee eso. Tengo una bomba». Señaló con la cabeza el maletín que tenía en el regazo. Schaffner fue a la cocina, leyó la nota y la compartió con su compañera Tina Mucklow. Se la llevaron al capitán Scott y este avisó por radio al control de tráfico aéreo de Seattle-Tacoma. Los operadores de vuelo alertaron a la Policía de Seattle, que a su vez informó al FBI. Los agentes se comunicaron con el presidente de Northwest Orient, Donald Nyrop, que dispuso que se cumpliera con las exigencias del tal Cooper.

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La redacción exacta de la nota de extorsión de Cooper se ha perdido porque el secuestrador insistió en que la tripulación se la devolviera. Pero Florence recordaría más tarde que estaba escrita a mano con tinta negra e instrucciones sencillas: 200.000 dólares en efectivo y dos juegos de paracaídas. Los artículos se entregarían al avión cuando aterrizara en Seattle, de lo contrario haría estallar el avión.

El capitán Scott envió a Florence de vuelta con el secuestrador. Cooper se corrió al asiento de la ventanilla y ella se sentó en el asiento del pasillo. Él abrió su maletín lo suficiente como para que ella viera cables y dos cilindros rojos que podrían haber sido cartuchos de dinamita. Cooper le indicó que le avisara al piloto que permaneciera en el aire hasta que el dinero y los paracaídas estuvieran listos en Seattle. El capitán Scott anunció pronto a los pasajeros que un problema mecánico obligaría al avión a dar vueltas antes de aterrizar.

Billetes de 20 dólares y paracaídas civiles

El equipo de crisis del secuestro en tierra, incluyendo policías de Seattle, agentes del FBI, empleados de Northwest y funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAA), tuvo aproximadamente media hora para cumplir las exigencias de Cooper. El FBI reunió 200.000 dólares. El secuestrador había especificado billetes de 20 dólares, lo que demuestra que tenía un plan. Había calculado que 10.000 billetes de 20 dólares pesarían solo 9 kilos y medio. Denominaciones más pequeñas añadirían peso y peligro a su salto.

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Cooper especificó que los billetes debían tener números de serie aleatorios, no secuenciales. Los agentes del FBI siguieron sus instrucciones, pero se aseguraron de que cada billete comenzara con la letra clave L, emitida por la oficina de la Reserva Federal en San Francisco. Casi todos los billetes tenían fecha de 1969. A contrarreloj, los agentes realizaron una sesión rápida en la que se fotografió cada billete para crear un registro en microfilm de los 10.000 números de serie.

Mientras tanto, la búsqueda de paracaídas adecuados fue más difícil que conseguir 200.000 dólares en efectivo.

Al principio, la tarea parecía sencilla. Las autoridades de la Base Aérea McChord de Tacoma accedieron a proporcionar paracaídas militares. Pero Cooper los rechazó porque tienen mecanismos de apertura automática. Cooper insistió en paracaídas civiles, con cuerdas de apertura accionadas por el usuario. La policía de Seattle logró comunicarse con el dueño de una escuela de paracaidismo y consiguió los tipos de paracaídas que demandaba el secuestrador.

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Una patrulla con las luces y la sirena encendida llegó al aeropuerto de Seattle con todo lo solicitado.

La nota de secuestro de Cooper no decía nada de su plan de saltar en paracaídas con el botín, pero las autoridades lo dedujeron Les intrigaba su pedido de dos juegos de paracaídas. ¿Planeaba llevar a un pasajero o tripulante como rehén? No podían darle paracaídas falsos. Para algunos fue otro brillante detalle de su plan.

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A bordo del avión, Cooper bebió whisky con agua y, curiosamente, quiso pagarle la bebida a la azafata Tina Mucklow. Los modales y el temperamento de Cooper fueron motivo de controversia. Según el FBI, estaba borracho y usaba un lenguaje bastante obsceno. Pero Tina lo describió como un caballero. Dijo: «Fue bastante amable. Nunca fue cruel ni desagradable. Era considerado y tranquilo». Un ejemplo fue la solicitud de Cooper de que llevaran comida a bordo para la tripulación una vez que el avión aterrizara en Seattle.

El plan

Con el dinero y los paracaídas listos para ser entregados, la torre de control le avisó al capitán Scott, a las 17:24: «Todo listo para su llegada». El avión aterrizó a las 17:39. Cooper ordenó al capitán Scott que carreteara hasta un punto remoto y bien iluminado en la pista, que se bajaran las luces de la cabina para entorpecer la visión de los francotiradores de las Policía. Especificó que ningún vehículo debía acercarse al avión y que la persona elegida para entregar los paracaídas y el dinero -un empleado de Northwest- debía llegar sola.

El empleado de la aerolínea condujo un vehículo de la empresa hasta un punto cercano al avión. Cooper le ordenó a Tina que bajara las escaleras de popa. En un avión Boeing 727-100, la “escalera de popa” se refiere a la escalera retráctil integrada en la parte trasera del fuselaje, cerca de la cola, que permite a los pasajeros embarcar y desembarcar sin necesidad de una escalera de tierra o pasarela colocada al costado de la nave. Esa escalera, también conocida como escalera ventral, se extiende hacia abajo desde el fuselaje cuando se despliega. El Boeing 727 popularizó el uso de estas escaleras integradas

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La tripulación del avión.

La tripulación del avión.

El empleado de Northwest le entregó los paracaídas y el dinero en una bolsa grande de lona. Fue entonces cuando Cooper permitió que descendieran los 36 pasajeros y también la azafata Florence Schaffner. No liberó a Tina ni a los tres hombres en la cabina.

A través del capitán Scott, un funcionario de la FAA le pidió a Cooper permiso para subir al avión para advertir al secuestrador las consecuencias de sus acciones. Cooper le dijo que se fuera al diablo.

Un profundo conocimiento del 727

Usó el teléfono de la azafata para dar instrucciones a los pilotos sobre cómo y dónde volar. Ordenó una altitud máxima de 3000 kilómetros (10.000 pies), con los flaps a 15 grados y una velocidad aerodinámica máxima de 150 nudos, alrededor de 277 kilómetros por hora. Cooper advirtió al piloto que llevaba un altímetro de muñeca para controlar la altitud. Después le dijo a la tripulación que quería ir a México.

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El primer oficial Rataczak le contestó que la altitud y velocidad que Cooper había indicado, tendría sólo una autonomía de vuelo de 1.600 kilómetros. Ciudad de México estaba a 3.500 kilómetros de distancia. Al final acordaron una parada intermedia para reabastecerse en Reno, Nevada.

Antes de partir de Seattle, Cooper ordenó un reabastecimiento completo. Un camión cisterna fue enviado rápidamente al avión, pero una esclusa de vapor ralentizó el proceso. Cooper demostró una vez más su profundo conocimiento del 727. Al parecer, sabía que el avión podía cargar 15.000 litros de combustible por minuto. Cuando el reabastecimiento no se completó después de 15 minutos, exigió una explicación. El equipo de combustible pronto completó el trabajo.

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Había más cuestiones que atender. Por ejemplo, negociaron la ruta. Una ruta en línea recta desde Seattle en dirección sur-sureste hasta Reno era imposible a la altura de vuelo que quería Cooper. El 727 habría pasado peligrosamente cerca de varios picos altos de la Cordillera de las Cascadas, incluyendo el Monte Rainier (más de 4000 metros de altura) y el Monte Adams (3700 metros). El capitán Scott y Cooper optaron por una ruta estándar de baja altitud.

Una puerta abierta

El 727 despegó a las 19:46, dos horas y seis minutos después de que aterrizara en Seattle. Otra vez en vuelo Cooper ordenó a Tina que fuera a la cabina con el resto de la tripulación. La puerta de la cabina no tenía mirilla y el avión no estaba equipado con las cámaras y monitores remotos que se emplean en la actualidad en muchos aviones comerciales. La tripulación se quedó perpleja mientras el capitán Scott hacía todo lo posible por mantener la elevación y la velocidad aerodinámica requeridas contra el viento.

A las 20:00, una luz roja se iluminó en el panel de instrumentos para advertir que había una puerta abierta en el avión: era la escalera de popa. Por el intercomunicador, Scott preguntó: “¿Podemos ayudarle en algo?”. La respuesta fue cortante: “¡No!”. Fue la última palabra que la tripulación escuchó de Dan Cooper. Unos 25 minutos después, Scott notó una leve inclinación del avión. Sospechó que se habían bajado las escaleras de popa. Fue cerca del río Lewis, a 40 kilómetros al norte de Portland. Los tripulantes pensaron que Cooper había saltado, pero continuaron hacia Reno, ya que no había forma de confirmar la sospecha salvo desobedeciendo la orden del secuestrador de permanecer en la cabina.

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El avión aterrizó en Reno a las 22:15. La tripulación esperó nerviosamente durante cinco minutos. El capitán habló por el intercomunicador, pero al no recibir respuesta, abrió con cautela la puerta de la cabina. No había nadie más en el avión. El secuestrador se había ido y se había llevado casi todo lo que llevaba a bordo, incluyendo su sombrero, su abrigo, el maletín bomba, el dinero en efectivo y un juego de paracaídas.

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Cooper había bajado tranquilamente las escaleras de popa con el paracaídas y la mochila con el dinero atada en su pecho con cuerdas cuerdas de nailon cortadas del segundo paracaídas que había pedido. Se detuvo en el último escalón, azotado por un viento cortante y una lluvia helada, y se enfrentó a un salto a ciegas hacia un terreno desconocido en una noche oscura y tormentosa. La temperatura del aire a 3.000 metros era de aproximadamente 3 grados bajo cero. Abajo lo esperaban las copas puntiagudas de abetos Douglas de 45 metros y los riscos y grietas de montañas de una milla de altura.

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En 1980, un chico encontró un paquete podrido lleno de billetes de veinte dólares (5.800 dólares en total) que coincidían con los números de serie del rescate.

Nunca más se supo de Cooper. Nadie ha podido demostrar que se fugó. Pero nadie ha demostrado que no lo hizo.

secuestro, avion

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Iran’s Supreme Leader spends his days sleeping and getting high, Mossad-linked account says

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NEWYou can now listen to Fox News articles!

Iranian Supreme Leader Ayatollah Ali Khamenei spends all day sleeping and using drugs while most of the country lacks access to clean water and electricity, according to a social media account linked to Israel’s national intelligence agency.

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«How can a leader lead when they sleep half the day and spend the other half high on substances?» the Mossad’s Farsi account wrote Friday on X. «Water, electricity, life!»

«Consuming drugs and conversing with spirits are not desirable traits for someone leading a country,» the account wrote on July 9.

The post came from a new X account with a premium subscription created last month, claiming to be the official Mossad spokesperson in Farsi — the official language of Iran — though the Israeli intelligence agency has not officially confirmed the account’s affiliation.

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EUROPEANS MEET WITH IRANIAN OFFICIALS FACE-TO-FACE FOR FIRST TIME SINCE ISRAEL, US BOMBINGS BEGAN

Iranian Supreme Leader Ayatollah Ali Khamenei spends all day sleeping and using drugs, a Mossad-linked social media account purported. (Getty Images)

The account has made several posts over the last month about Khamenei’s health and the state of Iran, including its lack of clean water, electricity and education.

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«To everyone contacting us through private messages, for your own security, please ensure you are using a VPN,» the account’s bio reads.

A post on the account addressed the designation of the newly appointed, but officially unnamed, commander of the Khatam al-Anbiya Central Headquarters, which is the command headquarters of the Iranian Armed Forces.

After the Tasnim News Agency, Iran’s semi-official news agency associated with the Islamic Revolutionary Guard Corps, reported that Iran would not reveal the commander’s identity for his protection, the Mossad-linked account said it already knew the name and urged Iranians to send in their guesses.

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27 INMATES FROM NOTORIOUS IRANIAN PRISON STILL AT LARGE AFTER ISRAELI STRIKE: TEHRAN

Iran's leader Khamenei

The Mossad-linked account has made several posts over the last month about Khamenei’s health and the state of Iran. (Office of the Iranian Supreme Leader via AP)

The account responded to the «lucky winner» who guessed the name Ali Abdollahi Aliabadi and told him to «contact us privately to receive your prize.»

The satirical jabs and provocative claims coming from the account are unlike the way the Mossad usually communicates with the public, but two intelligence experts told JFeed, an Israeli news outlet, that the unusual Mossad-linked account appears to be authentic.

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«Some of the information it has shared could only have come from Mossad,» Beny Sabti, an Iran expert at Israel’s Institute for National Security Studies and a former IDF Persian-language officer, told the outlet.

Khamenei’s alleged drug use has been suggested in the past, with an Iranian academic saying in 2022 that the Iranian Supreme Leader often uses drugs.

Iran Supreme Leader Ali Khamenei

The Israeli intelligence agency has not officially confirmed the account’s affiliation. (AP)

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«Many viewers do not know this, but Khamenei himself uses drugs,» Nour Mohamed Omara said on Muslim Brotherhood-affiliated TV in Turkey at the time.

«He has a special village in Balochistan, where the drugs used by the leader are produced,» the academic added. «This village is run by the Islamic Revolutionary Guard Corps and no one is allowed in.»

The Ayatollah publicly declared drug use as «un-Islamic» after the 1979 Iranian Revolution. Penalties for drug-related offenses can include death.

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Continúan los enfrentamientos entre Camboya y Tailandia pese al anuncio de ambos países de su voluntad de diálogo para alcanzar un alto el fuego

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Camboya y Tailandia anunciaron su disposición a dialogar para alcanzar un alto el fuego, pero los enfrentamientos armados continúan (REUTERS)

Los gobiernos de Camboya y Tailandia anunciaron su disposición a dialogar para alcanzar un alto el fuego en la frontera común, luego de una propuesta del presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, los enfrentamientos armados continuaron el domingo por cuarto día consecutivo, con nuevas detonaciones de artillería en la zona en disputa.

Periodistas de la agencia AFP reportaron que el fuego cruzado se reanudó en las primeras horas del domingo cerca de los templos fronterizos, foco del conflicto. “Los combates comenzaron a las 04:50 del domingo”, declaró una portavoz del Ministerio de Defensa camboyano. El conflicto ha dejado al menos 33 muertos y más de 170.000 desplazados desde el jueves.

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El primer ministro de Camboya, Hun Manet, declaró que su gobierno “está dispuesto a discutir un alto el fuego con Tailandia con base en la propuesta de Trump”. También indicó que el canciller Prak Sokhonn establecerá contacto con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para coordinar los términos del cese de hostilidades.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, por su parte, confirmó en un mensaje en la red social X que “Tailandia acepta en principio tener un alto el fuego”.

El primer ministro de Camboya,
El primer ministro de Camboya, Hun Manet, declaró que su gobierno “está dispuesto a discutir un alto el fuego con Tailandia con base en la propuesta de Trump” (REUTERS)

Trump, desde Escocia, afirmó que habló con los mandatarios de ambos países y aseguró que las partes habían acordado reunirse y “llegar rápidamente” a un cese el fuego. La cancillería tailandesa indicó que el primer ministro interino Phumtham Wechayachai pidió al mandatario estadounidense transmitir a la parte camboyana que Tailandia quiere convocar un diálogo bilateral lo antes posible”.

Los combates comenzaron el jueves en una zona cuya soberanía se disputa desde hace décadas, con el despliegue de aviones de combate, tanques, artillería e infantería. El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia el viernes en respuesta a la escalada.

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Según el Ministerio de Defensa de Camboya, han muerto 13 personas en su territorio —ocho civiles y cinco soldados— y 71 resultaron heridas. El ejército tailandés reportó 20 muertos, incluidos seis soldados.

Más de 138.000 personas fueron evacuadas de aldeas fronterizas tailandesas y otras 35.000 del lado camboyano. “Las relaciones solían ser buenas, éramos como hermanos”, dijo Sai Boonrod, de 56 años, refugiado en un templo en Kanthararom. “Solo quiero que terminen los combates para que podamos volver a ser como hermanos”.

 La cancillería tailandesa indicó
La cancillería tailandesa indicó que el primer ministro interino Phumtham Wechayachai pidió al mandatario estadounidense “transmitir a la parte camboyana que Tailandia quiere convocar un diálogo bilateral lo antes posible» (REUTERS)

Durante la reunión en Nueva York, el embajador camboyano ante la ONU, Chhea Keo, pidió “un alto el fuego inmediato e incondicional” y llamó a resolver el conflicto por la vía diplomática. En la misma línea, Phumtham Wechayachai advirtió que “si la situación se agrava podría derivar en una guerra”.

Cada país acusa al otro de iniciar las hostilidades. Tailandia denunció ataques contra infraestructuras civiles, entre ellas un hospital y una gasolinera. Camboya respondió que el ejército tailandés utilizó bombas de racimo. En la ONU, el representante camboyano cuestionó la versión tailandesa y señaló que su país, con menor capacidad militar, no inició el conflicto.

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Al menos 11 muertos y decenas heridos en Tailandia tras los ataques fronterizos con Camboya

El choque representa una escalada significativa en una disputa territorial de larga data. En 2013, la Corte Internacional de Justicia falló a favor de Camboya en un litigio anterior, lo que calmó las tensiones durante más de una década. Sin embargo, la muerte de un soldado camboyano en mayo reavivó el conflicto. Actualmente, decenas de kilómetros de la frontera común siguen sin delimitar.

(Con información de AFP)



Asia / Pacific,Civil Unrest,ODDAR MEANCHEY

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