POLITICA
El doble dilema del peronismo y Cristina Kirchner: candidata o condenada

Apuró su lanzamiento, volvió a comunicarse con Axel Kicillof y lo convocó a una reunión, áspera según trascendió, que se concretó a última hora del jueves, para tratar de empezar a esbozar algún intento de unidad. “Si no nos juntamos, nos van a meter a todos en una bolsa de residuos y nos van a tirar a un costado de la ruta”, le dijo hace algunos días Cristina Kirchner a un dirigente que la visitó en sus oficinas. Hiperactiva, su oficina del Instituto Patria es un desfile incesante de gente, e incluso ha utilizado en estas semanas su departamento de San Cristóbal como sala de reuniones. Ayer viajó a Paso de los Libres, en Corrientes, para apuntalar al candidato local del peronismo, en lo que será, según la planificación de campaña, la primera de tres visitas a esa provincia, para intentar forzar un balotaje en la elección del 31 de agosto y llegar con ese hipotético envión a los comicios bonaerenses, previstos para una semana después.
Hace varias semanas que, sin embargo, en el Patria se trabaja con una premisa: la inminencia del fallo de la Corte Suprema que, antes del 19 de julio, cuando se cierren las candidaturas provinciales, rechace el recurso de sus abogados y confirme la condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. En el entorno de la ex presidenta se barajó incluso en los últimos tiempos una fecha estimativa: el martes 17 de junio, independientemente de que los tiempos pueden modificarse, y hasta acelerarse.
“Comenzaron a pedir de todos lados que me metan presa”, dijo ayer la ex jefa de Estado en Corrientes, cuando recordó, al pasar, las horas posteriores al anuncio de su postulación bonaerense. “El mes de junio es un mes tremendo para el peronismo”, insistió.
Más allá del calendario, en el cristinismo están convencidos de que CFK será condenada, que la presión sobre el tribunal se agudizó en la última semana, que no podrá anotarse como candidata y que eventualmente debería cumplir prisión domiciliaria. Por eso en estos días volvieron a aparecer las versiones, que ya circularon en otros tiempos, de la búsqueda de una propiedad en el Gran Buenos Aires. Su propia Puerta de Hierro. Trascendió otros años que se exploraba la zona de Mercedes, los pagos de Eduardo “Wado” de Pedro que la ex presidenta solía visitar con frecuencia y hasta pasar algunos fines de semana. Allí recibió en su momento a Lula da Silva, el brasileño en cuyo espejo algunos empiezan a mirar a la ex presidenta.
En la Corte circularon en las últimas horas versiones insistentes. El rechazo unánime a la recusación contra Ricardo Lorenzetti convalidó algunas de ellas. Si hubo contactos entre colaboradores cortesanos y asesores de la ex presidenta fueron bien subterráneos en estos tiempos. En algún momento se extendió el trascendido respecto al tipo de asesoramiento legal que recibió CFK y la necesidad de ampliarlo hacia otras miradas jurídicas. “El problema del kirchnerismo es que no necesita psicólogo: el problema siempre es del otro”, opinó una fuente vinculada a la Corte.
El debate intenso en un peronismo convulsionado, atribulado por un cambio de ciclo vertiginoso con La Libertad Avanza como elemento ordenador del debate público, ya no pasa solo por las negociaciones cruzadas en territorio bonaerense en torno a la fractura o la unidad, si no a las consecuencias, políticas y electorales, de un fallo condenatorio contra la expresidenta. Por lo pronto, el Gobierno sigue la trama judicial con cierta inquietud, frente a una Corte cuyas intenciones hasta ahora no logró dilucidar, más aún después del traspié auto infligido por el envío de los dos pliegos fallidos. A mediados de semana, en un almuerzo generoso cerca de Casa Rosada, dirigentes de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación que responde a Santiago Caputo, brindaron extasiados por la posibilidad de competirle en la tercera sección electoral a Cristina Kirchner, y se regodearon con la batería de ensayos mediáticos vinculados con el supuesto sparring libertario. Sí se analizó con seriedad cómo tramitar el domicilio legal del militante Daniel Parisini.
¿A quién le conviene CFK presa? ¿Cómo prevé reaccionar el peronismo? ¿Puede haber una respuesta de un sector de la sociedad civil?
“Le gatillaron en la cabeza, le quisieron rebanar los sesos y no pasó nada, ¿vos crees que puede pasar algo ahora?“, se preguntó esta semana un dirigente bonaerense que no le tiene demasiada estima. Es una pregunta que se esparce incluso en el seno del kirchnerismo. En estos días hubo dirigentes del entorno cristinista que empezaron a consultarse cómo seguir, cómo reaccionar y qué podría pasar si la Corte confirma la condena.
En el centro de ese debate se sitúa Kicillof. Enfrentado políticamente con su antigua jefa, el gobernador se erigió siempre como uno de los principales detractores de la doctrina del “lawfare” que el kirchnerismo agitó públicamente para alimentar la teoría de la proscripción. En abril del 2023, en el aniversario de la presentación de Cristina Kirchner en los tribunales de Comodoro Py frente al fallecido juez Claudio Bonadio, Kicillof cerró como único orador el nutrido acto de organizaciones K frente al Palacio de Tribunales, bajo el lema “Democracia o mafia judicial”. “Vamos a romper la proscripción para que Cristina decida hacer lo más conveniente. Si Cristina quiere, el pueblo la va a acompañar y Cristina va a volver a ejercer cargos. La proscripción del peronismo se venció en la calle, se acabó con la organización del pueblo”, dijo entonces el ex ministro de Economía.
En el seno del kirchnerismo se preguntan, más allá del reciente acercamiento, que no se condice por ahora con la disputa feroz en el territorio, cómo hará el gobernador para capitalizar electoralmente una hipotética condena a la ex presidenta, después de haberse enfrentado de manera pública y desobedecido su conducción, por ejemplo a través de la decisión unilateral de desdoblamiento del calendario electoral provincial.
Ese dilema que el peronismo y, particularmente Kicillof, tienen por delante encierra otra pregunta mucho más amplia: si una eventual condena a la ex presidenta ordena o no la oferta electoral, y la conducción del PJ. Según el último estudio de la Universidad de San Andrés, de mayo, el 35% considera a Cristina Kirchner como la principal líder de la oposición, un 27% dice que hay un problema de acefalía mientras que solo un 14% le asigna a Kicillof el liderazgo del espectro opositor. Uno de los últimos estudios focales encargados por un intendente de la tercera sección electoral en la que la ex presidenta pretende ser candidata arrojó que ella se erige aún como la figura con mayor envergadura política, Kicillof como un dirigente en proceso de construcción, y que el proceso político de estos tiempos debe ser liderado por la ex jefa de Estado, “por experiencia y trayectoria”.
Dirigentes que se entrevistaron con Sergio Massa en los últimos días aseguraron que el líder del Frente Renovador, que medita en estas horas sus próximos pasos, no está muy convencido de que una condena a Cristina Kirchner ordene el escenario provincial. Más bien lo contrario: dicen que el ex ministro cree que puede profundizarse la radicalización de aquellos sectores que quieren romper la unidad del peronismo.
En el 2022, visiblemente aturdida por el avance de la causa Vialidad, Cristina Kirchner se corrió de la carrera electoral, anunció desde el Senado que no sería “candidata a nada”, que había sido proscripta y que no quería someter al peronismo a un proceso de desgaste con ella en el centro del debate. En el entorno de Kicillof, especialmente en algunas intendencias, se quejaron en estos días por la decisión actual: anunciar con anticipación una postulación bonaerense con un expediente mucho más avanzado y una Corte en condiciones de confirmar su condena.
En el Gran Buenos Aires, el debate es cada vez más tórrido. También en el resto del país. El lanzamiento reciente de la agrupación Primero la Patria, que busca correr el debate en el peronismo hacia el interior, ya generó algunas rispideces en el Senado, en especial en la figura de Sergio Uñac, uno de los integrantes del espacio que agrupa a dirigentes como Carlos Castagneto, Nicolás Trotta, José Glinski o Gisela Marziotta, que el miércoles se apareció en el Congreso con un posoperatorio por una cirugía de columna. Uno de los principales promotores de esa nueva organización es Juan José Álvarez, inoxidable, que en el 2023 trabajó activamente para la candidatura presidencial de Massa. Se mencionan, además, chispazos internos en La Cámpora entre su jefe, Máximo Kirchner, y otros dirigentes de la cúpula más cercanos a Kicillof.
En el conurbano, la disputa es cada vez más notoria, particularmente entre los intendentes. Algunos de ellos, identificados con Kicillof como Jorge Ferraresi, Mario Secco o Juan José Mussi, de los más combativos, ya avisaron que, en caso de que haya acuerdo, podrían auspiciar boletas cortas en sus municipios. En el interior provincial hay acuerdos bastante avanzados entre referentes del peronismo no K e intendentes del radicalismo. En la semana, un intendente de la segunda sección electoral ordenó sacar todos los carteles de La Cámpora, con la leyenda “Cristina 2025″. “Acá ella no es candidata”, advirtió.
Lo cierto es que, por ahora, Cristina Kirchner es candidata en la tercera sección eletoral, la más populosa del Gran Buenos Aires. Hasta que defina la Corte.
POLITICA
Patricia Bullrich justificó la detención de Juan Grabois: “El que usurpa pierde”
Este domingo, y tras conocerse la noticia de la liberación del dirigente social Juan Grabois, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, explicó los motivos por los que la Policía lo detuvo en primer lugar, negó que se haya tratado de una “operación política” y criticó la toma del Instituto Nacional Juan Domingo Perón de la que participaron grupos de manifestantes.
“Lo importante es la reacción del Gobierno frente al desorden, al intento de toma de un edificio que está en una decisión de cerrarlo porque el Estado no puede pagar unidades básicas del Partido Justicialista”, remarcó y sumó: “Lo importante y trascendente en este momento es que hay una decisión irrevocable: el que toma, va preso. La decisión fue clara con el que usurpa con violencia y golpeando a policías; entramos y los sacamos».
Y añadió: “[Javier] Milei tiene muy claro que el orden es uno de los basamentos fundamentales para que el país funcione”. Asimismo, y en diálogo con Radio Rivadavia, la funcionaria responsabilizó directamente a Grabois y consideró que “alentó un montón de usurpaciones”.
“Él siempre se encubre y pone a otras personas al frente de usurpaciones para zafar. El gobierno de Milei no mete preso a Grabois, el gobierno de Milei lo que hace es meter presa a una persona que destruye un blíndex y se mete a la fuerza, se llame Grabois o se llame como se llame. Lo secundario es que estaba Grabois, el mensaje es para todos los que quieren vivir de arriba, que él que haga lo que quiera”, aseveró.
“Nosotros le decimos a los argentinos que se acabó lo que se daba. Acá, el que usurpa pierde, después si el juez lo saca a las 24 horas es problema de él. Nosotros lo usamos para que la gente sepa que con nosotros no se jode, ese es el mensaje», indicó.
En otro tramo de la entrevista, la funcionaria recientemente afiliada a La Libertad Avanza (LLA) se refirió al caso de Thiago Correa, el niño de siete años que murió tras ser baleado por un policía que le disparó a un grupo de delincuentes. “La Matanza, gobernada por Espinoza, es de lo peor. En primer lugar, los asesinos de Thiago son los que decidieron esa mañana salir a robarle la vida a él e intentar robarle la vida al policía. Salieron con armas, arrebatados, corriendo”, dijo.
De esta forma, y tal como había expresado en una conferencia de prensa que dio cuando se conoció el caso este viernes, responsabilizó completamente a los cuatro delincuentes y expresó que el policía “usó su arma de manera legítima como miembro de la Federal y con un lamentabilísimo final en el que pega una bala en Thiago”. “Nosotros le pedimos a la Justicia que impute a los dos delincuentes, más uno prófugo, por el homicidio, ellos provocaron la situación”, reiteró.
Finalmente, Bullrich hizo alusión a las declaraciones de la expresidenta Cristina Kirchner, quien aseguró que la oposición quiere “presa o muerta”. “Las evaluaciones que ella hace… Tiene que pensar en qué hizo para estar en esta situación, los actos de corrupción que la llevaron a este lugar. Que no nos ataque a nosotros, las acciones las hizo ella», dijo, tajante, Bullrich.
“Nosotros creemos que las decisiones de la Corte tienen que ser cuando la Corte decida. No podemos opinar porque estaríamos inmiscuyéndonos en el Poder Judicial”, dijo respecto de la posibilidad de que la candidata a legisladora por la Tercera Sección Electoral en la provincia de Buenos Aires vaya presa en la causa en la que fue condenada en doble instancia por corrupción en la obra pública.
POLITICA
La advertencia del kirchnerismo ante un posible fallo de la Corte Suprema contra Cristina Kirchner: “Como no la pudieron matar, la van a meter presa”

“Estamos viviendo el fin de la democracia que instalamos en la Argentina”, consideró hoy el senador nacional Oscar Parrilli y alfil de extrema confianza de Cristina Kirchner a propósito de los rumores cada vez más fuertes de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación podría confirmar en las próximas semanas la condena a seis años de prisión por corrupción en la obra pública.
En caso de darse, esa decisión tendrá como consecuencia directa la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, justo en el marco en el que la dos veces presidenta se postuló para ser candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires.
“Lo que recuperamos los argentinos en 1983 es una democracia sin proscripciones y sin persecución política”, agregó Parrilli en declaraciones al programa Yo No Fui, emitido por Radio Con Vos. Allí sostuvo que la Corte Suprema, a la que calificó como operadora de intereses económicos y políticos, se prepara para sacar un fallo que rechace el recurso pedido por Cristina para que revisen y retrotraigan la condena confirmada por segunda instancia en Casación.
“Les ha agarrado un miedo tremendo porque saben que va a arrasar en las elecciones, les va a ganar y bueno, como no la pudieron matar la van a meter presa”, asestó.
Parrilli afirmó que la situación no se trata de un proceso judicial legítimo, sino de una acción coordinada por “funcionarios al servicio del poder monopólico y hegemónico económico”, y apuntó contra el macrismo y el actual gobierno de Javier Milei.
El senador nacional por Neuquén acusó a estos sectores de temer una victoria electoral de Cristina Kirchner en la tercera sección electoral, lo que habría motivado, según su visión, la decisión de acelerar una sentencia judicial para impedir su postulación.
El senador remarcó que la práctica de proscribir al peronismo no es nueva en la historia argentina, recordando episodios como la proscripción durante la Revolución Libertadora y la anulación de elecciones ganadas por el peronismo en la provincia de Buenos Aires.
Parrilli sostuvo que la actual situación representa una vuelta a esas prácticas, con una democracia “absolutamente condicionada a sus intereses políticos”. El legislador insistió en que la persecución contra Cristina Kirchner responde a las políticas implementadas durante sus doce años de gestión, especialmente en materia de distribución del ingreso y derechos sociales.
El senador recalcó que, pese a lo que describió como una estrategia de “persecución” basada en el odio y la venganza, la figura de Cristina Kirchner mantiene apoyo y esperanza en la militancia y un sector importante de la sociedad. “Ella lo dijo clarito: ‘No les tengo miedo. ¿Por qué no me dejan competir si dicen que estoy terminada, sola, que nadie me sigue?’”, recordó Parrilli, repasando el discurso de la exmandataria en su reciente acto en Corrientes.
Sobre el posible fallo de la Corte, Parrilli se mostró convencido de que existe una orden directa de sectores de poder para que se emita una condena exprés. Y aunque evitó hablar en nombre de Cristina Kirchner, reiteró que la expresidenta asume la situación como una persecución política.
El senador también anticipó que, si se produce la proscripción de Cristina Kirchner, la reacción social no será “silenciosa”. “Creo que gran parte de la sociedad argentina no se va a quedar mirándola por televisión”, afirmó, advirtiendo sobre el impacto de semejante decisión judicial en la vida política argentina.
Parrilli no ahorró críticas a la Corte Suprema, a la que acusó de desconocer irregularidades en el proceso contra Cristina Kirchner y de rechazar sistemáticamente los recursos de la defensa. Consideró que ya habría un pronunciamiento anticipado y que los jueces involucrados actúan “al servicio del macrismo y los grupos económicos”, recordando vínculos entre magistrados y funcionarios del gobierno de Mauricio Macri.
En cuanto al gobernador Axel Kicillof y el resto de los líderes del espacio, Parrilli evitó dar consejos concretos, pero remarcó que el problema principal radica en el operativo político-judicial que afecta la calidad democrática. Rechazó la idea de que Cristina busque fueros para evitar causas judiciales y cuestionó las sospechas sobre el crecimiento patrimonial de empresarios afines al kirchnerismo, comparando con casos similares en otros gobiernos, que, según el senador, no merecieron el mismo tratamiento.
POLITICA
UPCN Santa Fe: «Nos quieren hacer creer que el trabajador del estado es un vago»

“Este gobierno nacional tiene esa política de solo apoyar a un gobernador cuando necesita algo específico”, expresó Mariela Rivero, al señalar una utilización discrecional de los recursos públicos, dependiendo de afinidades políticas. “Pareciera que las tarifas son distintas si levantás la mano o no”, ironizó sobre el trato desigual entre provincias.
Desde una perspectiva gremial, denunció un proceso deliberado de desmantelamiento estatal: “Nos afecta directamente esta decisión de aniquilamiento específico de toda la estructura del estado”. Para Rivero, esto implica un retroceso en derechos básicos: “El estado es el medio por el cual los derechos de los ciudadanos se hacen efectivos: salud, educación, jubilaciones, ciencia”.
Puso como ejemplo concreto el impacto del vaciamiento en ANSES: “En Argentina somos 47 millones de personas y en ANSES hay 15 mil empleados. No da la estadística. Está explotado el organismo”, sostuvo. Según explicó, la sobrecarga estructural termina afectando la calidad del servicio, especialmente en los sectores más vulnerables: “La gente que llega a ANSES muchas veces no puede hacer trámites digitales, no tiene señal, no tiene un celular inteligente o no sabe usar una aplicación”.
La gremialista también se refirió a la situación de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Agricultura Familiar y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), organismos que sufrieron cierres, recortes presupuestarios o despidos: “Cerraron Agricultura Familiar, que auditaba el trabajo en negro en el campo, y lo del CONICET es directamente una vergüenza. No podés dejarlo sin presupuesto ni nombramientos”.
Rivero advirtió que se están perdiendo recursos humanos valiosos: “Cuando se va alguien con 10 o 15 años en el estado, se va también el conocimiento. No es lo mismo que entre alguien nuevo que no tiene idea y no tiene quién le enseñe, porque a ese ya lo echaron”.
En ese sentido, denunció una campaña de desprestigio hacia los trabajadores estatales: “Siempre está esa sospecha de que el trabajador es un vago. Pero eso es mala prensa. La realidad es que sin estructura no se puede garantizar derechos”.
UPCN, Santa, Fe:,