Sí, en Europa las rivalidades clásicas también se viven con intensidad, tan fuerte como en Sudamérica. Tan solo basta con ver lo que hicieron los hinchas del Genoa. En medio de la crisis de la Sampdoria -al borde del descenso a la Serie C-, los fanáticos del Grifo compraron entradas para el partido clave de su eterno rival usando el nombre de Diego Milito. ¿El objetivo? Vaciar el estadio en el partido clave por la permanencia de La Samp en Segunda.

A pesar de haber confirmado su descenso semanas atrás, la Sampdoria tendrá una segunda oportunidad, y los hinchas del Genoa todavía deberán aguantarse las cargadas. Esa chance inesperada llegó gracias a la crisis del Brescia, club que supo competir recientemente en la Serie A, pero que fue descendido de manera administrativa tras atravesar una fuerte crisis institucional.

Bajo este contexto, La Samp -equipo por el que pasaron argentinos como Mauro Icardi y Juan Sebastián Verón- aún puede luchar por mantenerse en la Serie B. Al haber quedado en zona de repechaje, tendrá una última oprtunidad en una serie a ida y vuelta frente a Salernitana para definir si juega o no la próxima temporada en la segunda división del fútbol italiano.

El duelo de ida se jugará el domingo 15 de junio en el estadio Luigi Ferraris. En busca de un marco imponente que meta presión, la Sampdoria ofreció entradas populares a precios muy bajos -entre 5 y 10 euros-, pero la estrategia fue boicoteada por hinchas del Genoa, que compraron entradas masivamente para impedir el ingreso del público local.

Lo más curioso de todo fue la elección de nombres para comprar las entradas: Diego Milito, Gabriele Gravina, Massimo Ferrero o Mbaye Niang, usados para evitar que los hinchas del clásico rival sean identificados bajo su nombre real. Sin embargo, a pesar de la maniobra, la Sampdoria inició un proceso de verificación, donde ya detectó a los falsos simpatizantes y anuló los tickets comprados con ese fin.

Tras destacarse como goleador en cuatro torneos seguidos en Racing, el Príncipe fue vendido al Genoa a fines de 2003 por 1.7 millones de dólares por la mitad del pase. Aun así, pidió despedirse en la cancha y jugó un último amistoso ante San Lorenzo. En su primera etapa en Italia, disputó 63 partidos y marcó 34 goles.

A pesar de haber llegado en plena crisis deportiva, el argentino debutó con un gol y rápidamente se ganó al hincha: salvó al equipo del descenso con 12 goles en 20 partidos y en la temporada siguiente convirtió 19 más, incluido un doblete decisivo para lograr el ascenso. Sin embargo, tras un escándalo de corrupción, el logro fue anulado y el club descendió a la Serie C…