Viene siendo una semana complicada para Arturo Vidal. Primero, este martes tuvo que ver como nuevamente Chile se quedó afuera del Mundial, algo que le valió innumerables críticas por el flojo nivel que mostró en el equipo que era dirigido por Ricardo Gareca. Ahora, es en Colo Colo en donde está en el ojo de la tormenta, ya que este jueves jugó un muy mal partido -con gol en contra incluido- y se peleó con el arquero del equipo a tal punto de que tuvieron que ser separados.

Por eso, luego del encuentro, Vidal buscó bajarle el tono a la pelea: «Son cosas del fútbol que pasan en la cancha, está todo bien. No pasó nada», comenzó diciendo el volante que, a su vez, agregó: «Discutí 100 veces con mis compañeros dentro de la cancha pero no pasa nada, somos una familia».

De hecho, buscó comparar la pelea como una discusión entre familiares: «Es normal… ¿No pelean en sus familias? Somos todos amigos y tenemos un equipazo. Nos pedimos disculpas y listo, no pasa nada».

Sin embargo, ante la insistencia de los periodistas, Vidal no ocultó su malestar: «¿Esa es su noticia? Pregúntenme del partido, la pelea fueron dos palabras. ¿Vinieron a ver la pelea o qué? Yo soy futbolista, jugué hoy y empatamos. Lo otro no es importante».

Es así que, con respecto al empate 2-2 ante Iquique, en donde erró un penal y metió un gol en contra, Vidal se mostró autocrítico: «Tengo que ver el partido. Perdí una pelota que terminó en gol, erré un penal… Quiero pedirle disculpas a la gente, se vio feo. Pero estamos más unidos que nunca», cerró.

En su regreso a Colo Colo tras la fecha de Eliminatorias, Vidal tuvo un partido para el olvido en lo que fue el empate por 2-2 ante Deportes Iquique en la recuperación de la octava fecha del campeonato chileno.

La cosa comenzó mal para el Rey Aturo cuando en 12 minutos el árbitro pitó penal a favor del Cacique, dándole así la chance de ponerse en ventaja en un duelo que podía ser clave para que el cuadro de Santiago se prendiera en la pelea por los puestos de arriba. Vidal se hizo cargo de la ejecución, pero el resultado no fue el que esperaba: la tiró a las nubes y desperdició la oportunidad.

Al rato llegó el primero de Iquique, pero en el complemento Colo Colo empató. Cuando los dirigidos por Jorge Almirón se habían metido en partido y aspiraban a ponerse en ventaja, otra vez la fortuna no estuvo del lado de Arturo.

Tras un tiro de esquina desde la derecha y un cabezazo en el área, el mediocampista se llevó puesta la pelota y la mandó al fondo de su propia red, convirtiendo un gol en contra que significó el 2-1 parcial para los locales. Para la «tranquilidad» del nacido en San Joaquín, apenas tres minutos más tarde su equipo encontró la igualdad con un tanto de Alexander Oroz que sellaría el 2-2 definitivo.