Wanda Nara no ha dejado de ser el foco de atención de los últimos meses, pues tras su separación con Mauro Icardi, su vida se ha convertido en el interés de muchos. Si bien ella siempre sabe cómo sorprender a su público, a medida que pasa el tiempo, logra superarse.

Wanda Nara fue vinculada con varios hombres a lo largo de su vida, siendo que, recientemente, se habló de un supuesto affaire con un jugador de la selección argentina, despertando un sinfín de sospechas y dudas sobre esta situación.

El clima en Racing Club de Avellaneda no es el mejor. Y el periodista de radio y TV Toti Pasman encendió las alarmas al revelar en uno de sus tantos programas que tiene en vivo que varios futbolistas del equipo titular estarían buscando una salida del club.

Sus declaraciones, sumadas al silencio incómodo en el vestuario y a los posteos virales en redes sociales, instalaron un panorama incierto de cara al futuro inmediato del club. «Se viene una fea», dijo sobre el equipo del que es presidente Diego Milito.

Todo comenzó cuando Pasman contó en su programa que, después del último encuentro disputado por La Academia, donde perdió con Platense por la Copa de la Liga, recibió un mensaje que lo dejó perplejo.

“Cuando terminó el partido me reenviaron un Whatsapp que un futbolista de Racing le envió a un amigo mío y ese Whatsapp que yo, la verdad, de primera me pareció demasiado fuerte para compartirlo. Después empecé a interpretar las declaraciones de los jugadores y del propio Costas y dije, ‘che, esto puede ser que sea verdad’. ¿Qué es lo que le decía el jugador de Racing que ayer fue titular a mi amigo?: ‘Los jugadores se quieren ir todos’”, relató el periodista. 

La frase, contundente y preocupante, puso sobre la mesa una tensión que venía creciendo puertas adentro del club. En ese mismo sentido, Pasman recordó algunas declaraciones que, a su entender, confirman el malestar. Mencionó, por ejemplo, lo que dijo Nardoni tras el partido: “Y bueno, no sé, mi futuro… vamos a ver, no sé si fue la despedida”, y la nota que Ariel Senosiain le hizo a Rojas, donde el jugador reconoció que no logró llegar a un acuerdo para seguir. 

Pero no fue solo eso. También salió a la luz que Marcelo Gallardo habría llamado a Salas para tentarlo a sumarse a su proyecto. El propio técnico Gustavo Costas habría dado el visto bueno ante el interés, diciéndole al jugador: “Si es lo mejor para vos, andá”.

Las palabras del entrenador, además, no hicieron más que sumar incertidumbre: “Viví dos semanas de mierda”, dijo entre lágrimas, dejando en evidencia una interna que parece estar al rojo vivo (¿se estaría separando?). 

En paralelo, las redes sociales estallaron con mensajes de hinchas que sienten que el vestuario se desarma. Una publicación en particular se viralizó rápidamente: “Racing es una olla a presión. Según pude averiguar no quedaría ni el loro. Y ahora por suerte Toti salió a contar lo que todos sabemos. Los jugadores se quieren ir para dar un salto de calidad. Jugar en equipos importantes. Se viene la noche…”. 

La situación, aunque aún no está oficializada por parte del club, muestra síntomas claros de un desgaste. La falta de resultados, la presión mediática, las diferencias económicas y las ofertas del exterior parecen haber empujado a varios futbolistas a replantearse su continuidad.

“¿Qué pasa en Racing? No llegó el salto de calidad. Es una aspiración normal, jugadores que ya han ganado dos títulos y que de repente quieren un contrato más importante en Europa, México o Brasil… puede ocurrir”, reconoció el propio Pasman. 

La China Suárez se ha convertido en una de las mujeres más polémicas de la Argentina. A pesar de que intenta mantenerse alejada de los medios, su vida privada siempre está dando que hablar y, en esta ocasión, Lali Espósito quedó en el medio de una guerra mediática.

La China Suárez comenzó un romance con Mauro Icardi hace apenas unos meses, pero es de público conocimiento que las chispas entre estos dos surgió hace varios años. Es por esto que la actriz y Wanda Nara están enfrentadas a muerte, algo que Lali Espósito parece no darle importancia.