-Usted contó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la OEA, y el Comité de Derechos Humanos Civiles y Políticos, en Ginebra, son las instancias internacionales principales a las que Cristina Kirchner puede recurrir ¿Puede explayarse sobre esto?
Tanto la Comisión como el Comité, tienen dos procedimientos. Uno es el sistema de casos, o sea, se recibe una denuncia y la procesan y el otro es la solicitud de acciones urgentes, lo que se conoce como medidas cautelares. Los casos se demoran mucho, muchísimo tiempo. Obviamente pueden acudir y pueden presentar la denuncia y manifestar públicamente que presentaron una denuncia, que la denuncia fue aceptada. Pero en el fondo, es muy difícil que estos organismos se pronuncien sobre este tema, teniendo en cuenta todo el largo debido proceso que hubo en este caso. La verdad, veo sumamente difícil, definitivamente, que la Comisión Interamericana intervenga o que el Comité de Derechos Civiles y Políticos intervenga.
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-El ex canciller Santiago Cafiero consideró que es posible llevar el caso a la Comisión y luego ahí mismo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. ¿Qué opina?
Bueno, sí se puede acudir a la Comisión Interamericana, pero como dije es muy difícil de que eso prospere. Y si se trata del caso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la única forma de llegar es ir primero a la Comisión. Esta se demora, se demora varios años, mínimo cuatro años, pero en general bastante más. Y recién después, el caso puede ir a la Corte. O sea, un caso que se presenta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos puede llegar eventualmente a la Corte y ser decidido ante la Corte después de siete, ocho, nueve, diez años.
-Otras fuentes cercanas a la ex presidenta dieron cuenta de que iba a ir a la Corte Internacional de Justicia, de La Haya, y hasta hablaron de recurrir a la Corte Penal Internacional. ¿Es posible?
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-La condena tiene básicamente dos partes: prisión a seis años e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos: ¿los organismos internacionales pueden fallar sólo sobre una de las dos? ¿Cuál tiene más posibilidades de ser modificada en esos organismos?
Los organismos pueden fallar sobre los dos temas. Lo decide cada organismo. Pero como dije antes, veo muy difícil que en cualquiera de esos dos temas fallen. El que podría, tal vez, tener alguna posibilidad mayor es el relacionado con la inhabilitación para cargos electorales. Pero el artículo 23 de la Convención Americana, que es sobre los derechos políticos, establece que un Estado puede reglamentar el ejercicio de esos derechos por distintos motivos, y entre esos motivos está el de por una condena por juez competente en proceso penal. Aquí claramente se dan esas situaciones.
-Tanto en la Comisión Internacional de Derechos Humanos como en la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA hay dos argentinas, una de reconocida militancia K que es Andrea Pochak. ¿Eso puede influir a favor o en contra de Cristina?
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En principio no, porque hay una práctica histórica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de que los miembros de la Comisión no participan en las decisiones sobre sobre sus respectivos países, y eso siempre se ha respetado de manera bastante bastante estricta. Así que, en principio, no estos organismos no no son fácilmente influenciables en general.
-Reitero como resumen, usted ve muy difícil que prospere la vía de que prospero un fallo internacional favorable a Cristina
Hace rato que vengo escuchando que van a acudir a los organismos internacionales y van a intentar revertir la decisión que se tomó en Argentina. Honestamente, ninguno de estos organismos, ya sea la Comisión Interamericana o el Comité, veo que se metan a decir que hay una decisión que viola los derechos humanos con todo el procedimiento que se siguió en Argentina durante varios años. Además, con distintas etapas y distintos tribunales tomando decisiones y finalmente con la Corte Suprema tomando esta última decisión. Algo importante, es que estos organismos, ya sea la Comisión, o el Comité, son lo que se conoce como subsidiarios o complementarios. ¿Qué quiere decir esto? No pueden actuar salvo que las justicias nacionales no actúen o actúen de manera equivocada o cometan errores evidentes. Entonces, es un principio del derecho internacional muy importante que aplican todo este tipo de organismos. Y en principio ¿Poder acudir? Sí, definitivamente van a poder acudir, y van a decir públicamente que lo hicieron, para tener un beneficio mediático de alguna manera. Pero que tenga un resultado favorable lo veo sumamente difícil.
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-¿Conoce algún antecedente similar?
En mi época en la Comisión Interamericana, como en años anteriores, hubo numerosísimos casos de ex presidentes que acudieron a la Comisión, y la verdad, no recuerdo que hayan tenido éxito en general. Numerosos casos de presidentes de distintas ideologías que han acudido a la Comisión Interamericana sin obtener ninguna decisiones favorables en general.
-¿Con qué otros líderes se puede comparar lo que le pasa a Cristina Kirchner nivel judicial y lo que quiere hacer su defensa en comisiones y cortes internacionales?
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La CIDH ha tenido decenas de casos y medidas cautelares relacionados con ex-presidentes y lideres políticos de América Latina. Por ejemplo Alan García, Fujimori, y su esposa; (Jean-Bertrand) Aristide, (Manuel) Zelaya, Fernando Lugo,Evo Morales, Hugo Chavez. Muchas veces fueron solicitudes de medidas cautelares urgente para la protección de la integridad personal. O sea, más allá de que cuando estaban en la presidencia criticaban duramente a la CIDH, cuando estaba sin poder, acudían rápidamente para defenderse. Nuestras incoherencias. Mas allá de que cada caso se debe analizar individualmente, yo diría que hay dos casos que se asemejan más a la situación que de la ex presidenta. Aclaro que si bien Argentina desde (Raúl) Alfonsín en adelante siempre hizo una defensa férrea de la CIDH el gobierno de Cristina modificó esa práctica de más de dos décadas, y se convirtió en el primer gobierno argentino de la democracia desde el 83 que criticó a la CIDH. Pero fue aún mucho más allá; en una Asamblea General Extraordinaria de la OEA en Washington DC, solicitó que se le prohibiera a la CIDH otorgar Medidas Cautelares. Las mismas que ahora pareciera que quieren pedir.
-¿Cuáles serían los casos que más se parecen?
Primero, las medidas cautelares solicitadas a la CIDH por el ex canciller de México Jorge Castañeda Gutman. Segundo, el caso ante el Comité de DDHH de la ONU presentado en favor del presidente Lula da Silva. Estos dos casos se asemejan por la negativa del Estado a registrarlos para competir en un proceso electoral, ya sea por una interpretación legal, en el caso de Castañeda, o por una decisión judicial, en el caso de Lula. En el caso de Castañeda, si bien la solicitud de medidas cautelares fue aceptada por la CIDH, luego fue decidida por la Corte Interamericana en favor del Estado mexicano. Y en el caso de Lula, el Comité de DDHH decidió a favor de Lula, considerando que no había tenido un juicio imparcial. Así mismo, hay que tener presente que el Supremo Tribunal de Brasil, ya había decidido a favor de Lula un año antes, considerando que el proceso en su contra había sido imparcial.
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-¿Cómo tendría que realizar Cristina su recurso ante los organismos internacionales
Como le decía que estos son organismos subsidiarios o complementarios, lo primero que hay que hacer es poder agotar todos los recursos internos (en cada país), y eso se ha hecho (en el caso argentino). O sea, que poder puede ir. He recibido cientos de políticos en particular, que acudían a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para hacer prensa, pero sabían que no tenían la menor posibilidad de avanzar. De acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tiene que hacer dos cosas. Puede presentar una denuncia o puede presentar una solicitud de medidas cautelares. La denuncia es un trámite prolongado, la decisión de medidas cautelares se toma relativamente más rápido. Y posiblemente presenten las dos, presenten un caso y presenten una medida cautelar.
En cuanto al plazo que tiene para presentar el caso es seis meses desde la última decisión. Por lo tanto, empieza a correr ahora el plazo de seis meses para que ella pueda presentar un caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Si lo que va a solicitar es una medida cautelar, para que la comisión pida que la dejen en libertad, lo pueda hacer en cualquier momento. Ahora, no tiene posibilidad de tener éxito eso.
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-¿Toda denuncia entra siempre por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y luego va a la Corte?
-Aclaró que estos organismos son subsidiarios si fallan las instancias internas, que es lo que la defensa de la ex presidenta está planteando: que la condenaron para sacarla del ruedo político, que es arbitraria y defectuoso
Sí, lo que principalmente van a argumentar es que no hubo debido proceso, que fuimos un juicio más político que otra cosa y que hay fallas en el debido proceso, que, bueno, eventualmente las tienen que demostrar. Pero eso es el argumento típico. Son los artículos ocho y veinticinco de la Convención Americana, que es lo que está en casi todos los casos, digamos, de de esta naturaleza.
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Un académico con mirada crítica, que experimentó en política y volvió al campo internacional
Desde que terminó su gestión en la provincia de Buenos Aires, Santiago Cantón volvió al ámbito internacional, primero a Washington, donde dirigió el programa de Estado de Derecho del think tank Interamerican Dialogue. En febrero de 2023, fue elegido secretario general de la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) con sede en Ginebra. La CIJ es la primer ONG de DDHH desde la posguerra, que con más de 70 años de existencia y 60 juristas de prestigio del mundo entero, cuenta con oficinas en todas las regiones del mundo.
Cuentan que habiendo pasado por la experiencia académica como profesor en las Universidades de Buenos Aires y Georgetown (EE.UU) y por la actividad multilateral, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en Naciones Unidas, se acercó a la gestión política pública. Cuando se esperaba que fuera el secretario de Derechos Humanos de la Nación del gobierno de Mauricio Macri, en 2016, se lo llevó María Eugenia Vidal a la gobernación de Buenos Aires. Quienes lo conocen, saben que terminó siendo para él una experiencia frustrante más que por su trabajo con la ex gobernadora, que siempre lo apoyó, por la enorme dificultad de mover la burocracia gubernamental de la provincia. Cantón, nacido en Villa Ballester en 1962, hizo en la Argentina una carrera más vista en el sector de los derechos humanos, al tiempo que en el ámbito internacional el horizonte de este abogado se fue corriendo al derecho internacional.
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Estamos en un mundo en guerra donde los líderes ya no consultan a los organismos si van a atacar a otro. Vladimir Putin lo hizo cuando invadió Ucrania en 2022. Benjamín Netanyahu, en Gaza contra el terrorismo de Hamas y en el Líbano, contra Hezbollah. Donald Trump amenaza con tomar Groenlandia ¿Qué lectura hace?
Claramente, estamos viviendo el peor momento desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. A los conflictos internacionales, con el cada vez más cercano riesgo de uso de armamento nuclear, hay que sumarle el surgimiento de una ideología de ultraderecha que busca destruir los organismos multilaterales creados en las cenizas de la Segunda Guerra Mundial para fortalecer el diálogo y la diplomacia internacional. La temeraria irresponsabilidad de los líderes de esta nueva ultraderecha roza lo criminal.
¿Pero no cabe también una crítica a la burocratización el exceso de politización de los organismos al punto que hay una insatisfacción basada en su exceso de progresismo o en lo que la derecha llama wokismo o cuando una potencia logra imponer sus autoridades? Casos: ONU, OMS, OMC, OEA.
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Desde hace años la sociedad civil y varios países proponen la necesidad de hacer una reforma del orden internacional creado en 1945. Es indudable que hay que hacer cambios. Y precisamente la secretaría general de la ONU inició un proceso de reforma, ONU80 con un claro objetivo “trazar una línea directa entre la creación de las Naciones Unidas hace ocho décadas y la prevención de una Tercera Guerra Mundial.” Pero nos engañemos. Más allá de la necesidad de hacer un cambio, no podemos ignorar que lo que muchos están buscando es el final del multilateralismo, como propone la nueva derecha. Es la misma línea de pensamiento que hace un siglo se opuso a Liga de las Naciones y abrió la puerta de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hoy parece que quieren la Tercera.
El experto y analista en organismos internacionales y derechos humanos, Santiago Canton. Actualmente es Director del Peter D. Bell Rule of Law Program, Inter-American Dialogue, en Washington
Itinerario
Santiago A. Canton es Secretario General de la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) con sede en Ginebra. Es graduado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y posee una maestría en derecho por el Washington College of Law.Fue Director del Programa sobre Estado de Derecho del Diálogo Interamericano en Washington DC, Presidente de una Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre Israel y Palestina, Director Ejecutivo de Derechos Humanos en Robert F. Kennedy Human Rights, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Director para América Latina en el Instituto Nacional Demócrata y Jefe de Misión de la OEA en seguimiento a la Carta Democrática Interamericana. Fue Profesor Adjunto en la Universidad de Georgetown, y actualmente enseña en el Washington College of Law y la Universidad de Buenos Aires.En 2005 Cantón fue galardonado con el Gran Premio Chapultepec de la Sociedad Interamericana de Prensa.
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Al toque Un proyecto: enfrentar el resurgimiento del fascismo en el mundo.
Un Iíder: en Argentina, Raúl Alfonsin.
Un prócer: Mariano Moreno
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Una bebida: un buen scotch
Una sociedad: la del estado de bienestar y de derecho, que lamentablemente está siendo avasallada.
Un recuerdo: alegría total la madrugada posterior a las elecciones del 83 comprando todos los diarios que encontraba en Villa Ballester. Que todavía los tengo.
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Un sueño: que el amor insensible hacia la nueva derecha desaparezca antes de que nos lleve a repetir la trágica noche interminable de hace 85 años.
Una película: muchas. Pero para estas épocas de racismo y discriminación Blade Runner.
Un libro: El Canon Occidental de Harold Bloom
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Un desafío: lograr que la libertad le gane a la violencia y mentiras del neofascismo.
– Si seguimos a este ritmo vamos a terminar tomando La Bastilla. Y si La Bastilla está cerrada, vamos a tener que tomar el Palacio de Invierno.
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– Sí. Acá hay muy poco realismo.
Este diálogo entre dos dirigentes de larga experiencia se escuchó el jueves, en medio de la cumbre del peronismo en la sede del PJ, convocada para discutir los efectos de la confirmación de la condena a Cristina de Kirchner.
Expresa la médula de las acciones de la oposición frente al hecho que cierra el ciclo del duhalde-kirchnerismo que ha dominado al peronismo en el último cuarto de siglo. Difícil pedir realismo en la Argentina de las quimeras. El que no tenía nada se quedó (cree) con todo y la que (creía que) tenía todo, se quedó sin nada.
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Lo explica la crisis política, que no es de representación ni del sistema. Es de la inteligencia de los líderes de los partidos para interpretar la realidad, exigente en un mundo en donde las sociedades son más fuertes que los gobiernos, que se mueven según modelos e instituciones que nacieron en el siglo XVIII y que han demostrado su incapacidad para responder a las demandas del siglo XXI. Nada que no tenga remedio.
En el medio hay que convivir con las extravagancias de un país rico, con un sistema electoral fuerte y creíble, que asegura la democracia, que es la alternancia pacífica de gobiernos de signos contrarios sin persecuciones ni muertes. En el ciclo que nació en 2023 perdieron los líderes del peronismo y de Cambiemos -las dos grandes familias políticas en las que se sindica la mayoría de los votantes-.
En ese revés también perdió Milei, que es presidente de rebote, con 29% de los votos propios, los prestados por Cambiemos y el ballotage. No ha podido aumentarlos, como demostró la adornada elección porteña.
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El novelista Leonardo Sciascia escribió a finales de los años ’70, en los albores de la peor crisis de Italia: «Parece que se inicia una era de monstruos y fantasmas. El ‘triste sobrenatural’ de Chesterton está a punto de poblar el mundo, de invadirlo. Desde el campo llegará a la metrópolis. Inevitablemente. El sueño de la razón produce monstruos (Nero su Nero, 1979)».
Un momento de unidad
La salida de Cristina tiene hacia adelante fuerza simbólica suficiente para aferrar las ventajas de este acontecimiento.
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1) Renueva la unidad del principal partido de la oposición, siempre frágil, al punto de que parece claro que, si Axel no adelantaba las elecciones en Buenos Aires, la Suprema Corte no adelantaba la sentencia. La disidencia entre ella y Axel ha llevado a Cristina al calabozo. Esto no va a quedar así.
2) El desplazamiento de Cristina le da una oportunidad al peronismo de sacarse de encima el factor más importante de división. Cristina suplió la falta de liderazgo del peronismo después de la salida del último líder, Carlos Menem, con la insuficiente jefatura del peronismo del AMBA.
Con esa sola rueda el peronismo pudo gobernar entre 2003-2015 y 2019-2023. La prueba más fuerte de la desafección de un importante sector del peronismo del interior hacia el peronismo del AMBA fue la desmovilización electoral que tumbó las chances de Sergio Massa en 2023 y lo hizo presidente a Javier Milei, con el voto de Cambiemos.
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El llamado kirchnerismo (luego cristinismo) tenía tres nombres inscriptos en la cadena de su ADN: Néstor, Daniel Scioli y Cristina. Néstor murió, Cristina queda inhabilitada de por vida y Scioli es superministro de este gobierno en una demostración de que el peronismo es una identidad en tránsito, según la definición de Chacho Álvarez.
El luto no es eterno
Los efectos políticos de la novedad son difíciles de escrutar, pero las fuerzas toman ya posiciones de prevención. El peronismo tiene que aprovechar el tiempo de lo que los españoles llaman el «alivio de luto», que es el período que sigue al luto riguroso por una pérdida y la vida se va normalizado.
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Joaquín Sabina tituló el álbum que expresa la salida de una depresión como un «alivio de luto». La primera reacción es aprovechar la efervescencia de unidad para lanzar una campaña que tiene como mira las elecciones de 2027.
Se ancla en el lado más conveniente de los grilletes para instalar la consigna de que Cristina está presa por el gobierno de ultraderecha en una trama que disparó antes el gobierno de Macri, que puso esta Corte, hizo la denuncia y es socio de Milei.
Ese lema es una renovación del «Luche y vuelve» de resistencias de antaño. Intentará mover las voluntades para que un futuro gobierno haga lo que creen que debió hacer Alberto Fernández: indultarla a Cristina. Las razones, tardías, de esta inculpación al gobierno, están contenidas en el documento que el peronismo hace circular en estas horas. Con lo que llaman «Las 20 verdades» del fallo, resumidas por el defensor Carlos Beraldi, y «Las 20 mentiras» que le agregó Wado de Pedro.
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“Luche y vuelve” modelo 2017
Es difícil que este debate florezca en el terreno del derecho. En la presentación que hicieron Beraldi, el infante Máximo, los excancilleres Felipe Solá y Jorge Taiana el sábado ante cronistas de medios extranjeros -varios de ellos son argentinos que escriben en medios de acá y de afuera- se describió la sentencia como una patraña y se anunció la intención de instalar en el mundo la consigna de que Cristina es presa de Milei.
Algunos sugieren vías alternativas como la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El antecedente del «caso Petro» (Colombia) indica que dicha corte no suele revisar inhabilitaciones que provienen de fallos judiciales de última instancia. El actual presidente de Colombia Gustavo Petro ganó la pulseada porque lo habían inhibido en sus derechos políticos por la decisión de la Procuración de su país.
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La posibilidad de que la inhabilitación no rija en el ámbito provincial, argumentando que los fueros son de la Cámara y no de la persona, genera debate y podría ser una estrategia legal para explorar por el kirchnerismo, aunque su viabilidad es cuestionable y requeriría una compleja batalla legal y política.
Macri: wait and see
En el PRO (seguro de sobrevivencia que tiene el gobierno) también analizó Mauricio Macri los efectos de la prisión de Cristina. La primera evaluación es que les conviene porque quiebra la polarización del oficialismo con el peronismo cristinista. Esa contradicción llegó a su techo con las elecciones en CABA, según las conclusiones de los cuarteles de Macri.
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Milei sacó lo que sacó porque el público estaba cautivo de la opinión “Milei o el abismo”. Eso se terminó y se abre una oportunidad para los moderados. Mauricio desplegó su doctrina en diálogos con visitantes y en el debate del Consejo del partido:
* No es momento de extorsionar por cargos, como haría el peronismo, a un gobierno que hace lo que nosotros haríamos o pediríamos si gobernásemos.
* El modelo está en emergencia. Ya hemos visto antes esto de bajar la inflación, pero sin reactivación y con falta de dólares. Cuando esto pase el público nuestro va a pedir una respuesta moderada y republicana, y ahí vamos a estar nosotros. Es cuestión de esperar. No es nuestro momento.
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* ¿Autocrítica? ¿De qué? Lo que no esperaba es que Patricia fuera tan traidora.
* Con el gobierno hay que lograr los mejores acuerdos para retener y sumar diputadores y senadores. ¿Candidato yo? Ni lo sueñen.
Errores estratégicos
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Es difícil hoy decir cuánto durará el esperable alivio de luto y cuánto podrán aprovecharlo unos y otros. Los cristinistas le atribuyen a Cristina una notable capacidad táctica, manifestada en su habilidad para la ocurrencia del momento, el discurso del día o el gesto político que moviliza a su base. Pero tienen que admitir la fragilidad de su capacidad estratégica.
El último ejemplo fue el rechazo a nombrar jueces propuestos para la Corte Suprema, que atornilló a esta Corte de tres miembros, a la que ella mismo hostilizó todo cuanto pudo, con un juicio político que estaba destinado al fracaso. Ese error estratégico es descomunal.
Si admitía en el Senado a los dos candidatos, su expediente habría sido resuelto por una Corte de cinco, que se hubiera tomado dos o tres años para reacomodar su destino judicial. Hizo lo contrario: se peleó con el gobierno, con los dos candidatos y con el único juez que podía darle una mano, Ricardo Lorenzetti.
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La pelea inútil contra Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla la dejó sola frente a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Esta perspectiva interesa, porque ahora sus defensores ponen el acento en presuntos errores o falsedades jurídicas de la sentencia. Decirlo ahora es tarde, debieron pelear en ese terreno antes de la sentencia, y actuar más en el terreno político del fallo, si es que tiene una intención política.
El cristinismo perdió la brújula judicial cuando exaltó el protagonismo de funcionarios como Juan Martin Mena o Julián Álvarez, que la hicieron pelear con todo el sistema judicial por confrontar en minucias de estilo. Le iba mejor en la época cuando la asesoraba Héctor Masnatta y antes de pelearse con el “Bebe” Righi y apartó a Miguel Pichetto, respetado en la Corte. Nunca más hubo Procurador titular de la Nación ni cambios en la Corte.
¿Y el indulto? Te lo voy a deber
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Las decisiones políticas de la expresidenta en los últimos años, incluyendo la elección de candidatos como Daniel Scioli o Alberto Fernández, y la conformación de fórmulas electorales, fueron movimientos que, si bien lograron éxitos puntuales, no construyeron una estrategia sostenible a largo plazo para el peronismo.
El otro error estratégico fue haber tenido el gobierno entre 2019 y 2023 y no hacerse indultar. Lo pedían Luis Delía, que de calabozos sabe, las madres de Plaza de Mayo, además de Eduardo Barcesat y Raúl Zaffaroni, que de derecho también saben. Pudo ser una decisión que tenía a su alcance Alberto Fernández o ella misma, amparada en esa exageración jurisprudencial que argumentó el primer Trump, de que podía indultarse a sí mismo.
Las señales indican que Cristina fue acompañada en el primer momento de la condena por los mismos que la llevaron a la desgracia, su hijo Máximo, Oscar Parrilli (a quien se le atribuyen argumentos fatalistas que lo anotan dentro de un anarco peronismo falaz y descreído) y Wado de Pedro. Del abogado, el juicio debe ser experto. De aquellos polvos, estos lodos.
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La condena paraliza las agendas
El anuncio de Leopoldo Moreau el miércoles en Asuntos Constitucionales de Diputados, de que Unión por la Patria no participará en reuniones de comisiones hasta que se levante el cerco policial en torno al palacio y en repudio a la sentencia, consolida la decisión del gobierno de cerrar el Congreso hasta nuevo aviso.
Cualquier sesión de comisión o del recinto puede convertirse en una vidriera de proselitismo del peronismo, ante un gobierno al que le es muy difícil apoyar públicamente la sentencia judicial. Lo festeja de puertas hacia adentro, pero que lo acusen de mover a la Corte es poco creíble. También es dudoso que les convenga.
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Por las dudas, no está confirmado aun si el 25 de junio asistirá Guillermo Francos al informe de rigor ante el Senado. En la semana cortísima que comienza, ya hay dos suspensiones programadas. Una es la que ordenó Pichetto, que preside la Bicameral de Rendición de Cuentas, en donde se debate agriamente la integración de la Auditoría General de la Nación.
Si el peronismo va es un bardo, porque tendrá una bocina calificada para denunciar la condena. Y si no va, dificulta el trámite legislativo. Se comprobó la semana pasada cuando UP se levantó de Asuntos Constitucionales. El presidente Nicolás Mayoraz (La Libertad Avanza) intentó, y de nuevo fracasó, que le dictaminasen el proyecto de Martín Menem para acortar el mandato de los nuevos auditores y, de paso, sacarle un representante al Senado.
Esta vez entre UP y algunos legisladores del centrao lo dejaron sin número para votar un dictamen. Lo mismo sucedió en el Senado, cuando Alejandra Vigo, que preside la misma comisión, avisó la suspensión de un debate sobre proyectos espesos, como jubilaciones y discapacidad.
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Contraataque en territorio comanche
El Senado es territorio comanche para el oficialismo. El peronismo ha aferrado su unidad con Cristina y amenaza con imponer su reforma de la AGN con el aumento de los representantes de cada cámara y la reducción del mandato a cuatro años, o cinco, como propone el proyecto concurrente de Juan Carlos Romero.
También afila los cuchillos para dictaminar la reforma previsional con moratoria que ya aprobó Diputados. Esa norma incluye una reapertura de la moratoria. No tiene costo fiscal alto, dice la oposición, pero si el gobierno la deja pasar sumará nubarrones a la desconfianza que le tienen los mercados de que esto tenga alguna señal de salud.
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El oficialismo teme que el peronismo logre una sesión especial, se dedique 8 horas a criticarlos, y además le aprueben ese proyecto. Si vuelve a Diputados, es muy probable que sea ratificado con 2/3 de los votos, una señal para Milei de que no podrá vetarlo. Tendría una cuádruple derrota en el tema jubilados, que para el FMI es el papel de tornasol para medir la sustentabilidad del gobierno.
Javier Milei,Cristina Kirchner,Axel Kicillof,Corte Suprema de Justicia
Los senadores del PRO rechazaron aumentarse el sueldo, en medio de la polémica que generó el aumento de la dieta parlamentaria, cuyos haberes están enganchados a los de los empleados legislativos. Lo hicieron a través la nota fue presentada a la presidenta de la Cámara Alta, Victoria Villarruel.
“En un contexto donde millones de argentinos hacen un esfuerzo enorme, creemos que la dirigencia debe estar a la altura y dar el ejemplo con señales claras de compromiso con la realidad del país”, indicaron los legisladores a través de un comunicado.
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La polémica surgió luego de que se conociera que los senadores percibirán más de 9,5 millones de pesos argentinos (aproximadamente USD 10.000) el mes próximo, tras la actualización de sus dietas.
Villarruel optó por desvincularse de la controversia y firmó el decreto 344/25, que habilitó la adecuación de los salarios, pero dejó en manos de cada senador la posibilidad de aceptar o rechazar el aumento. Así, al igual que el PRO, La Libertad Avanza ya anunció que rechazará el incremento.
“A nosotros nos votaron para devolver a la Argentina al sendero de la grandeza y, para ello, los primeros que tenemos que poner el hombro somos los funcionarios y legisladores”, afirmaron los legisladores libertarios en el comunicado oficial.
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A su vez, los senadores del bloque Provincias Unidas presentaron un proyecto para donar al Garrahan el aumento de sus dietas. La iniciativa establece que la donación será voluntaria y que los recursos se utilizarán para la compra de insumos y equipamiento.
El sistema de enganche salarial fue reactivado en abril de 2024, cuando oficialismo y oposición acordaron en secreto un nuevo esquema y lo aprobaron en el recinto. Desde entonces, los haberes de los senadores se componen de 2.500 módulos —la misma referencia utilizada para los empleados del Congreso—, un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 módulos extra por desarraigo. Con la actualización del valor del módulo a $2.376,04, el monto total a percibir supera los $9,5 millones en bruto. Solo cuatro senadores no reciben el adicional por desarraigo.
En abril de 2024, los legisladores también sumaron una dieta adicional a las 12 existentes, con el argumento de “compensar” el aguinaldo. La única excepción fue Alicia Kirchner, quien optó por mantener su jubilación al ingresar a la Cámara alta.
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Durante el segundo semestre de 2024, tras una nueva paritaria, los senadores decidieron congelar sus haberes hasta el 31 de diciembre de ese año. Al finalizar ese plazo, la responsabilidad de una nueva decisión recayó sobre Villarruel, quien extendió el congelamiento hasta el 31 de marzo, advirtiendo que sería la última vez que tomaría una medida de ese tipo y que, en adelante, la resolución debería surgir de los propios bloques en una sesión.
En su momento, el propio presidente Javier Milei cuestionó el aumento salarial de los senadores. En 2024, señaló: “Los sueldos del Poder Ejecutivo se encuentran congelados desde el 10 de diciembre (2023). No hubo aumento de sueldo para Ministros, Secretarios o Subsecretarios. Tampoco para mí, que además renuncié a mi jubilación de privilegio. ¿Por qué? Porque esta administración entiende que el esfuerzo lo tiene que hacer la política, no la gente trabajadora que paga los impuestos».
“Cobrar 9 millones de pesos en este contexto es más que una burla, es traición al pueblo trabajador. Una vez más, la casta política se niega a soltar sus privilegios mientras el pueblo sufre las consecuencias”, planteó.
El fallo de la Corte Suprema de Justicia que confirmó la condena contra la expresidenta Cristina Kirchner por el caso Vialidad cosecha más apoyos que rechazos, según estimó la consultora Opina Argentina en una encuesta que puso en marcha el mismo día en que se conoció la decisión del máximo tribunal.
El 55% de los encuestados por la consultora respondió que está de acuerdo con “el fallo que deja firme la condena por corrupción sobre Cristina Kirchner”; el 43% dijo estar en desacuerdo, y un 2% optó por no contestar afirmar que no tiene “opinión formada”.
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El estudio incluye un análisis según la orientación del voto en el que se concluyó que están de acuerdo con la condena el 96% de los votantes de Juntos por el Cambio, el 88% de los que eligieron a La Libertad Avanza, y solo el 5% de los que apoyaron en las urnas a Unión por la Patria.
La distribución de porcentajes para la postura sobre el fallo de la Corte en la encuesta de Opina Argentina
Por fuera de la determinación de la Corte en sí, los números para Cristina Kirchner son más negativos. El 57% la consideró “culpable” de hechos de corrupción, “más allá del fallo”. Un 37% indicó que es “inocente”. El 6% de los encuestados eligieron no contestar.
Para la mayoría, la prisión confirmada para la expresidenta puede derivar en consecuencias negativas. Ante la consulta “¿Usted cree que el fallo que condena a Cristina Kirchner va a generar conflictos sociales importantes?“, el 52% respondió que sí; el 41%, que no, y el 7% no contestó.
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Las consecuencias para al Gobierno, estimaron los encuestados, serán neutras. Un 46% consideró que el fallo “ni beneficia ni perjudica” a la administración del presidente Javier Milei. Un 28% opinó que es beneficioso y un 22%, que es perjudicial para el Gobierno. El 4% escogió la opción “No sabe o no tiene opinión formada”.
El estudio se realizó los días 10 (cuando se conoció el fallo de la Corte) y 11 de junio, entre 2020 casos de todo el país, y tiene un margen de error de +/- 2,1%.