SOCIEDAD
La Argentina tuvo solo una universidad en el top 10 de un ranking regional y ninguna en el global

“Las universidades latinoamericanas están bastante rezagadas en la carrera global hacia la sostenibilidad”. Así surge de un ranking presentado por la organización británica Times Higher Education (THE), que mide la calidad educativa de las instituciones desde distintas perspectivas. En esta ocasión, este ranking midió cómo están las universidades con respecto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas para 2030, que, en algunos países, entre ellos en la Argentina vienen siendo cuestionados por los gobiernos.
Por primera vez, ninguna institución de la región aparece entre las 100 mejores en el Ranking de Impactos 2025, tal como se llama a la medición: la universidad argentina que mejor se posicionó fue la Universidad Nacional de Córdoba, en el puesto nueve de las diez mejores universidades de América Latina. A nivel global significa que se ubicó entre las instituciones que se rankearon entre los puestos 300 y 400, de entre unas 2500 universidades que se presentaron. Por otra parte, esta universidad se destacó en un ranking parcial que habla de reducción de las desigualdades y la Argentina, se destacó en equidad de género.
Otras universidades argentinas quedaron ubicadas más abajo en el ranking, como la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Nacional de Rosario, que estuvieron en la franja de las 600 y las 800 mejor posicionadas. En tanto, la Universidad Nacional de Cuyo quedó entre las que se ubicaron entre las 1000 y las 1500 de la tabla y las universidades Austral, la Universidad Católica Argentina y la Universidad Nacional de Río Negro, después del puesto 1500.
La Universidad de Buenos Aires no figura en el ranking porque desde hace varios años no se presenta a estas evaluaciones, se explicó desde la organización.
Los University Impact Rankings son las únicas tablas de rendimiento global que evalúan a las universidades en función de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las universidades se clasifican en 18 tablas: una clasificación general y 17 tablas que representan cada ODS individual. En las 18 clasificaciones, que se publican esta semana en el Congreso Global de Desarrollo Sostenible en Estambul, hay 205 universidades clasificadas de América Latina, en 17 países. Brasil es el país más representado en la región, con 63 instituciones clasificadas.
En la clasificación general, la Argentina tuvo solo una universidad en el top 10 del ranking latinoamericano y ninguna en el ranking global. Pero, por otra parte, también se generaron rankings parciales en función de cada uno de los objetivos de desarrollo sostenible. En ese punto hay que destacar que la Argentina estuvo entre las 10 mejores puntuadas para el ODS 5, según determina el informe.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 5, se centra en lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres. Este objetivo busca eliminar la discriminación y la violencia basada en el género, garantizar el acceso a la educación, la atención médica y las oportunidades económicas, y asegurar la participación plena y equitativa de las mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones.
La Universidad Nacional de Córdoba también quedó entre las mejores puntuadas en el ODS 10, en términos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, objetivo que busca reducir las desigualdades. Esto incluye promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, especialmente de los grupos vulnerables, y reducir la pobreza en las zonas más desfavorecidas. También busca eliminar las disparidades de género en la educación, garantizar la igualdad de acceso a todos los niveles de educación y formación profesional para las personas vulnerables, entre otras cuestiones.
“Este año, los rankings se publican 10 años después de la creación de los ODS y en medio de escepticismo sobre si se cumplirán los objetivos para el año meta de 2030. Sin embargo, los datos muestran que las universidades están altamente enfocadas en cumplir con la agenda de sostenibilidad y demostrar impacto público”, señala el documento de THE.
Hay que recordar que ya en 2024, las universidades argentinas tuvieron un pobre rendimiento en un ranking de rendimiento a nivel regional, que resultó liderado por la Universidad de San Pablo. Al analizar las causas, los organizadores de esta medición apuntaron a los problemas de financiamiento, que este año se habrían traducido en una menor relevancia de las producciones e investigaciones de las casas de estudios superiores: aunque siguen gozando de prestigio internacional, perdieron protagonismo y no figuraron entre los papers académicos más relevantes. Ninguna universidad argentina se ubicó entre las diez mejores de América Latina en ese ranking.
El ranking mundial
Western Sydney University en Australia ocupa el primer lugar en el ranking general por cuarto año consecutivo, la Universidad de Manchester en el Reino Unido mantiene el segundo lugar y la Universidad Nacional de Kyungpook en Corea del Sur ocupa el tercer lugar general y el primero en Asia.
Cuatro instituciones latinoamericanas empataron en el primer lugar del ranking en la región, con la Universidad Nacional Autónoma de México y el Tecnológico de Monterrey de México, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de São Paulo de Brasil, todas en el rango 101-200 en el ranking general. Sin embargo, esto representa la primera vez que ninguna universidad latinoamericana está entre las 100 mejores desde que se fundaron los rankings anuales en 2019.
“Este análisis exhaustivo demuestra claramente que las universidades de todo el mundo están intensificando sus esfuerzos para ayudar al mundo a afrontar sus desafíos más urgentes, desde la crisis climática hasta el crecimiento económico y el apoyo a la paz y la justicia en todo el mundo. Esta enorme pieza de investigación destaca el impacto real que las universidades generan en el mundo y su contribución al bien común”, apuntó Phil Baty, director de asuntos globales de THE.
“Los rankings universitarios tradicionales tienden a favorecer a las universidades ricas del Norte Global, pero este ranking, centrado no en el prestigio y los recursos sino en el impacto real, demuestra que las universidades latinoamericanas se encuentran entre las mejores del mundo en cuanto a abordar algunos de los principales objetivos de desarrollo sostenible, como la lucha contra la pobreza y el hambre, la mejora de la igualdad de género, la protección de nuestros océanos y la acción climática. Existen claros ejemplos de excelencia de primer nivel en toda la región en estos singulares rankings”, agregó Baty.
- Brasil lidera América Latina en cuanto a representación, con 63 instituciones clasificadas y tres universidades en el top 10 regional. La principal institución de Brasil es la Universidad de São Paulo, en la banda 101-200. La Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Brasil comparte el primer lugar mundial en el ODS 9 (industria, innovación e infraestructura) con otras 11 universidades.
- Colombia tiene 35 instituciones clasificadas en las 18 tablas, con las principales instituciones en el ranking general (Universidad CES, Universidad Del Rosario, Universidad Simón Bolívar y Universidad Pontificia Bolivariana (UPB)) en la banda 401-600.
- Chile tiene 27 instituciones en el ranking y tres universidades en el top 10 regional. La principal institución de Chile es la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la banda 101-200. Dentro de América Latina, Chile lidera más categorías de ODS (ocho) que cualquier otro país. Seis de esos puestos están ocupados por una institución, la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ha demostrado un fuerte compromiso con el desarrollo sustentable.
- México cuenta con 22 instituciones clasificadas en las 18 tablas y tres universidades en el top 10 regional. La institución líder de México es la Universidad Nacional Autónoma de México, en la banda 101-200. México también lidera el segundo mayor número de categorías de ODS dentro de América Latina (siete). Ecuador tiene 18 instituciones clasificadas en todas las tablas, con la universidad líder, la Escuela Superior Politécnica del Litoral, en la banda 401-600.
SOCIEDAD
Cómo es el proyecto que busca crear ADN humano artificial y cuáles son sus peligros

Se inició un controvertido proyecto para crear desde cero los componentes fundamentales de la vida humana, en lo que se considera una primicia mundial. La investigación fue tabú hasta ahora por temor a que pudiera dar lugar a bebés de diseño o a cambios sin precedentes para las generaciones futuras. Pero, ahora, la mayor organización médica benéfica del mundo, Wellcome Trust, aportó 10 millones de libras (casi US$14 millones) para poner en marcha el proyecto y afirma que puede hacer más bien que mal al acelerar el tratamiento de muchas enfermedades incurables.
El doctor Julian Sale, del Laboratorio de Biología Molecular del MRC de Cambridge, que participa en el proyecto, declaró a BBC News que la investigación es el próximo gran salto de la biología.
“El cielo es el límite. Buscamos terapias que mejoren la vida de las personas a medida que envejecen, que permitan un envejecimiento más sano y con menos enfermedades. Queremos utilizar este método para generar células resistentes a las enfermedades que podamos utilizar para repoblar órganos dañados, por ejemplo el hígado, el corazón o incluso el sistema inmunitario”, explicó.
Pero, los críticos temen que la investigación abra el camino a investigadores sin escrúpulos que pretendan crear seres humanos mejorados o modificados. Pat Thomas, directora del grupo de campaña Beyond GM (Más allá de los transgénicos), afirmó: “Nos gusta pensar que todos los científicos están ahí para hacer el bien, pero la ciencia puede reutilizarse para hacer daño y para la guerra”.
Los detalles del proyecto se dieron a conocer a BBC News en el 25 aniversario de la finalización del Proyecto Genoma Humano, que cartografió las moléculas del ADN humano y también fue financiado en gran parte por Wellcome.
Crear ADN de cero
Cada célula de nuestro cuerpo contiene una molécula llamada ADN que transporta la información genética que necesita. El ADN se construye a partir de cuatro bloques mucho más pequeños denominados A, G, C y T, que se repiten una y otra vez en diversas combinaciones. Increíblemente, contiene toda la información genética que nos hace físicamente quienes somos.
El Proyecto Genoma Humano permitió a los científicos leer todos los genes humanos como un código de barras. El nuevo trabajo que se está poniendo en marcha, denominado Proyecto Genoma Humano Sintético, puede suponer un gran paso adelante: permitirá a los investigadores no solo leer una molécula de ADN, sino crear partes del mismo -quizá algún día todo- molécula a molécula a partir de cero.
El primer objetivo de los científicos es desarrollar formas de construir bloques cada vez más grandes de ADN humano, hasta el punto de haber construido sintéticamente un cromosoma humano. Estos contienen los genes que rigen nuestro desarrollo, reparación y mantenimiento. Así se podrá estudiar y experimentar con ellos para saber más sobre cómo los genes y el ADN regulan nuestro organismo.
Según el profesor Matthew Hurles, director del Instituto Wellcome Sanger, que secuenció la mayor parte del genoma humano, muchas enfermedades se producen cuando estos genes no funcionan correctamente, por lo que los estudios podrían conducir a mejores tratamientos. “Construir ADN desde cero nos permite comprobar cómo funciona realmente el ADN y probar nuevas teorías, porque actualmente solo podemos hacerlo realmente modificando el ADN que ya existe en los sistemas vivos”.
El trabajo del proyecto se limitará a tubos de ensayo y placas, y no se intentará crear vida sintética. Pero la tecnología dará a los investigadores un control sin precedentes sobre los sistemas vivos humanos vivos. Y aunque el proyecto busca beneficios médicos, nada impide que científicos sin escrúpulos hagan un mal uso de la tecnología.
Podrían, por ejemplo, intentar crear armas biológicas, humanos mejorados o incluso criaturas que tuvieran ADN humano, según el profesor Bill Earnshaw, un respetado científico genético de la Universidad de Edimburgo que diseñó un método para crear cromosomas humanos artificiales.
“El genio salió de la botella”, declaró a BBC News. “Podríamos establecer una serie de restricciones ahora, pero si una organización con acceso a la maquinaria adecuada decidiera empezar a sintetizar cualquier cosa, no creo que pudiéramos impedírselo”.
A Thomas le preocupa cómo comercializarán la tecnología las empresas sanitarias que desarrollen tratamientos derivados de la investigación. “Si conseguimos crear partes del cuerpo sintéticas o incluso personas sintéticas, ¿a quién pertenecerán? ¿Y a quién pertenecen los datos de estas creaciones?”, se pregunta.
Dado el posible uso indebido de la tecnología, la pregunta para Wellcome es por qué decidió financiarla. La decisión no se tomó a la ligera, según el doctor Tom Collins, que dio luz verde a la financiación. “Nos preguntamos cuál sería el coste de la inacción”, declaró a BBC News. “Esta tecnología se desarrollará algún día, así es que al hacerlo ahora estamos intentando, al menos, hacerlo de la forma más responsable posible y afrontar las cuestiones éticas y morales de la forma más directa posible”.
En paralelo al desarrollo científico del proyecto, se pondrá en marcha un programa de ciencias sociales dirigido por la socióloga Joy Zhang, de la Universidad de Kent. “Queremos conocer la opinión de expertos, científicos sociales y, sobre todo, del público en general acerca de su relación con la tecnología y los beneficios que puede reportarles, así como sus dudas y preocupaciones”, dijo Zhang.
*Por Pallab Ghosh
SOCIEDAD
Doom siempre fue el icono del PC Gaming. Dicen que las consolas podrían haberse comido su magia, pero ¿se han comido también su calidad?

Desde 2016, Bethesda e id Software han estado haciendo una serie de reboots de la saga Doom que se encuentran fácilmente entre los títulos más celebrados de los últimos años tanto por parte de la crítica especializada, como de los aficionados. Sin embargo, la «buena recepción» es un espectro relativamente grande en el que unos juegos están mejor que otros. Y en ese sentido, el reciente Doom: the Dark Ages no escapó tan bien como sus predecesores.
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El juego que nos atañe, como te digo, tiene un 88% de reseñas positivas en Steam y un 83 de nota media en Metacritic en el momento de escribir estas líneas; por lo que en general, todos estamos contentos con él. Pero me llamó mucho la atención ver que entre las quejas había quienes dicen que Doom: the Dark Ages es tal vez demasiado consolero. Que es un juego extraordinariamente horizontal y diseñado con un mando en mente.
Y en realidad, no puedo decir que eso sea mentira. Doom fue un icono del PC gaming, pero con la llegada del reboot se ha vuelto una franquicia global tras los éxitos de Eternal hace unos años. La gente lo reconoce por su carismático sentido de la violencia, por tener como protagonista a un avatar de la destrucción con una motosierra y una escopeta de doble cañón.
Y su mundo sigue asociado al ordenador a ojos del público mainstream, pero ese será el segundo, tercer o cuarto rasgo en el que piense un usuario promedio: por delante estará aquella etiqueta de Ultraviolencia que suena tan bien. Aquello del PC es más una cosa del Doom noventero.
Una versión de la IP que en su momento tenía sentido y no podía haber salido de otra forma porque en su momento lo que más se llevaba entre los adolescentes y adultos jóvenes —lo que eran Romero y Carmack, vaya— eran los shooters de PC. Pero no nos desviemos: ¿es este «Dark Ages» consolero?
Es consolero, pero también es un simple desvío
Como iba diciendo, más o menos sí que me lo parece. Desde PC Gamer decían, con bastante acierto, que sus predecesores eran «juegos de PC primero»: muy verticales, con encuentros (tanto de combate como de travesía) diseñados para obligarte a apuntar en todas las direcciones y cambiar de arma de forma constante con una asignación de teclado para cada pieza de tu arsenal.
En Dark Ages, el lugar más seguro en el que puedes estar es justo delante de un demonio.
Doom: the Dark Ages es todo lo contrario a eso. Reconozco que aún no lo he terminado —mi camarada Alejandro Pascual, que sí lo hizo, fue quien firmó el análisis de 3DJuegos— pero hasta donde he visto, sus combates sí que son mucho más directos (esto es, saltas y corres menos en busca de vías de escape) y el cambio de arma clásico ha dejado de existir.
De hecho, recuerdo haber visto en YouTube entusiastas aumentando la velocidad de la acción, que es una nueva opción en el menú de ajustes, para emular la sensación del ‘quick swapping’. Y también es verdad que son mapas muy horizontales, hechos un poco a medida del problema que siempre han presentado los sticks de los mandos. Skill Up decía que era a Doom lo que Blood Dragon fue a Far Cry 3, que me pareció una comparativa muy acertada. Lo que no veo del todo claro es que el resultado sea peor.
No se ha diseñado con el teclado en mente, y se nota. Pero como experimento ocasional, acierta
Parte de la esencia de Doom estaba justo en ese frenetismo, en transportarte a la fantasía de un bersérker todopoderoso que se mueve por el campo de batalla saltando de una ejecución a la siguiente y lanzando de todo a los enemigos en un lapso de tiempo ridículo. Pero este es un juego más experimental, porque de vez en cuando hace falta hacer sacudir la fórmula, y el experimento le ha salido bien.
Aunque Doom: the Dark Ages no sea tan divertido ni tenga tanto encanto como Doom: Eternal, para mí es incuestionablemente divertido y tiene encanto. De momento, el hecho de que se sienta más consolero no es un problema porque el producto final es bueno. Lo que tal vez me desagradaría es un hipotético futuro en el que el frenetismo sigue aparcado en favor de los mandos.
Porque algún día (esperemos que no sea el caso) podríamos echar de menos la jugabilidad de Doom. Pero ese día no es hoy. Dark Ages parece haberse diseñado más en torno a la idea de mover la palanca en horizontal y presionar un gatillo tal vez como subproducto de haber apostado por la premisa del cuerpo a cuerpo, o por ser una IP más global; y aunque los entusiastas lo vean con algo de recelo, por suerte de momento sigue siendo una gran iteración de la serie.
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La noticia
Doom siempre fue el icono del PC Gaming. Dicen que las consolas podrían haberse comido su magia, pero ¿se han comido también su calidad?
fue publicada originalmente en
3DJuegos
por
Mario Gómez
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SOCIEDAD
Adiós al mal olor en el placard: el sencillo truco para tener siempre la ropa perfumada

Es común que el placard acumule malos olores como el de humedad que puede adherirse a la ropa y muchas veces no sabemos como sacarlo. En este marco, existe un sencillo truco que ayuda a eliminarlo en simples pasos y lograr que las prendas siempre huelan bien.
Se trata de técnicas que se pueden realizar fácilmente, sin la necesidad de lavar la ropa cada vez que se vaya a usar.
Leé también: Adiós al olor a humo en la ropa si hacés asado: el truco que no falla
Lo primero que se debe hacer es aplicar fragancias directamente en el interior del ropero, ya que esto no solo perfuma, sino que también se transfiere a la ropa, dejándole un aroma fresco y delicioso. Para potenciar aún más el efecto, se pueden revestir los cajones y estantes con papel perfumado o telas aromatizadas.
Otro consejo infalible es poner un recipiente con bicarbonato de sodio en el piso del ropero, ya que este ingrediente es un excelente absorbente de humedad y neutraliza los malos olores de forma natural.
Recomendaciones para tener un ropero impecable
Hay otras recomendaciones que pueden mantener el armario fresco. Principalmente, se debe hacer una revisión a fondo del armario. Vaciarlo por completo permitirá identificar prendas que puedan estar causando el mal olor y retirarlas.
Leé también: Despedite de tu living viejo: los 3 cambios que debés hacer para atraer felicidad, según el Feng Shui
Si detectás moho en el interior, podés limpiarlo con vinagre blanco, rociándolo directamente sobre la zona afectada y dejarlo actuar durante 1 hora. Luego, debés limpiarlo con un paño limpio.
Una vez limpio y seco, aplicá un limpiador de madera para dejar un aroma agradable. Revisá la distribución del espacio y reorganizá las prendas. Un armario menos lleno favorece la ventilación y reduce el riesgo de humedad y moho.
Antes de guardar la ropa, asegurate de que esté limpia y fresca. Comprobá si los zapatos huelen mal antes de guardarlos. Nunca guardes ropa o calzado con mal olor.
TNS, ropa
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