POLITICA
El Gobierno, después del Senado: riesgo fabricado, sombras internas y final incierto

El Senado acaba de escenificar el conflicto político de mayor magnitud que alimenta y a la vez enfrenta Olivos, ya en plena temporada electoral. La media docena de votaciones en una sola jornada sacudió el tablero nacional y genera muchas lecturas, pero ninguna puede partir de la sorpresa. Fue un resultado cantado, expresión del peor momento de la relación de Javier Milei con los gobernadores, algo que supera la batalla con la oposición más dura y que tiene doble origen: la situación financiera de las provincias y la disputa de poder territorial cada vez más abierta. Eso explica en buena medida el desenlace de este capítulo legislativo, pero no todo. Se advierten además las sombras y los ruidos de la interna violeta, que terminaron de cerrar las puertas a la negociación, al menos de momento.
La interna expuso un capítulo visible con la masiva carga sobre Victoria Villarruel. La vicepresidente tuvo un papel nada menor con su decisión de presidir la sesión, una vez asegurado el debate en el recinto. Sin embargo, nadie podría decir que fue determinante, porque el final estaba escrito desde muchos días antes, y lejos del Congreso.
Es ilustrativo el repaso de lo que venía ocurriendo en el heterogéneo conjunto de gobernadores. También, las señales del oficialismo, teñidas por el cálculo electoral. Y un tema repetido: la interlocución con las provincias, es decir, qué nivel de decisión real tienen los operadores y funcionarios encargados de las conversaciones.
Las reuniones plenarias de los jefes provinciales, en el CFI -un ámbito que refuerza el mensaje al poder central-, constituyeron la primera señal llamativa: no desaparecían las diferencias entre gobernadores, pero mostraban voluntad de contenerlas. Al mismo tiempo, la predisposición al acuerdo de los “dialoguistas” y el virtual silencio del núcleo del PJ/K abrían chances para las tratativas. El paso de los días aumentó el malestar por las respuestas de los funcionarios nacionales. Y la reacción fue expresada por el impulso a dos iniciativas que según sus cálculos tienen nulo o muy escaso costo fiscal: modificaciones en el reparto de ATN y cambios en el Impuesto a los Combustibles Líquidos.
La presentación efectiva de los proyectos -con la firma de casi todos los bloques- se produjo cuando el diálogo ya parecía liquidado. Frustrado por razones climáticas y políticas el acto del 9 de Julio, el cuadro se agudizó con la descarga de Milei contra los líderes provinciales, a los que acusó, en bloque, de querer “destruir al Gobierno”. Sin embargo, todavía después, los gobernadores más jugados a una instancia de diálogo -ex JxC, algunos provinciales, peronistas no kirchneristas- transmitían por diversos medios su intención de no acompañar los proyectos sobre jubilaciones y sistema de discapacidad.
Eso mismo ponía en tensión el difícil entendimiento entre los veinticuatro distritos, pero el intento de abrir negociaciones se frustró sobre todo por el juego mileista. De hecho, la evaluación asomaba sencilla. Con posiciones intransigentes y apuntadas a tratarlos como bloque, sin distinciones, el Gobierno le daba oxígeno a la franja más dura, aunque minoritaria en número: cuatro o cinco mandatarios, con Axel Kicillof como cara visible y el kirchnerismo como marca.
Lo más evidente: Milei ratificó dureza discursiva, sin hacer distinciones entre el proyecto sobre jubilaciones y las iniciativas impulsadas por el conjunto de los gobernadores: ICL y ATN. Para completar, los tuiteros oficialistas y Patricia Bullrich recargaban la ofensiva y hablaban de intento de golpe institucional en el Senado.

No fue un hecho aislado. En medios políticos, desde hace rato se viene destacando que la “estrategia violeta” es dictada exclusivamente por Karina Milei, con sus subordinados y operadores, en especial Eduardo “Lule” Menem. En ese terreno, perdió peso Santiago Caputo, a quien en las especulaciones más envenenadas señalaban como poco interesado en evitar el sacudón de las votaciones en el Senado.
El círculo de Olivos dejó de lado la idea de buscar acuerdos electorales con gobernadores donde fuera posible. Y en cambio, se extiende el criterio de disputar espacios en cada provincia. Viene ocurriendo en adelantos de elecciones, anotó un último ejemplo camino a la disputa por la gobernación correntina y proyecta batallas para octubre, con el presupuesto de mejorar las bancadas estrictamente propias -sin aliados- en el Congreso.
Ese juego, combinado con la desatención de la demanda de los veinticuatro distritos en materia de coparticipación, motorizó la escalada política de estas horas. La interna con Villarruel tiene otro sentido, además de venir de arrastre. El último y más ácido capítulo se relaciona con la convalidación de la sesión del Senado, con su función en el recinto cuando LLA daba el primer paso -el abandono de las bancas- para discutir la validez de la sesión.
Allí asoma un dato que expone al menos la falta de una receta estudiada y ya definida para ir contra los proyectos de mejora jubilatoria, moratoria y discapacidad, convertidos en ley el jueves último. Si se afirma la intención de discutir el tema en la Justicia, quedaría en zona gris el anuncio de los vetos del Presidente. Se abre entonces otro interrogante: ¿el planteo a los tribunales sería por una cuestión reglamentaria o con otra letra, como que atenta contra la ley de administración financiera pública?
Tales argumentos son rechazados por la oposición. La cuestión práctica, y central, es que una demanda involucraría a la Justicia en un tipo de pelea que suele rechazar. El riesgo de los vetos es otro: ¿el oficialismo puede asegurar el número suficiente de diputados para sostener después la decisión presidencial? Lo logró en otros casos, de manera ajustada, y en parte gracias a negociaciones con los gobernadores.
En las primeras especulaciones, parece posible blindar el veto a la moratoria previsional. Menos claro asoma el panorama para el oficialismo en cuanto a la recomposición de jubilaciones y la emergencia en el sistema de atención a la discapacidad. Los números de las votaciones en el Senado son significativos. La moratoria salió con cifra ajustada. En cambio, las otras dos iniciativas tuvieron respaldo amplio, muy por encima de los dos tercios. Las bancadas de aliados o dialoguistas -PRO, UCR, provinciales- se dividieron entre apoyos, abstenciones y ausencias, según el tema, pero no dieron batalla en contra.
Queda además un interrogante sobre si la contraofensiva de Olivos alcanzaría también a los proyectos sobre ATN y combustibles, impulsados por los gobernadores, en caso de que Diputados los convierta en ley, sin demoras. Y también queda abierto de hecho un espacio para la negociación, que además sumaría el difícil desafío de los vetos.
El Gobierno se siente cómodo en el discurso de la polarización. Pero también en ese plano, el de la batalla por el relato, expone matices y contradicciones. Voceros formales e informales dicen que el rechazo cerrado a las leyes con impacto presupuestario favorece a la imagen presidencial. Pero al mismo tiempo, proyectan un muy peligroso impacto coyuntural en la economía. Por ahora, la receta política es incierta.
POLITICA
Bullrich celebró el fallo contra el clan Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski: “Creyeron que la protección política los iba a salvar”

Luego de la condena contra el clan Sena en el caso del femicidio de Cecilia Strzyzowski, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el fallo de la Justicia. “Se hizo justicia. Y la justicia, cuando llega, tiene que ser clara y ejemplar”, remarcó la funcionaria.
“Estuve en el barrio de los Sena. Feudales, dueños del territorio y de la vida de la gente. Así se sentían”, señaló Bullrich. Y apuntó: “A Cecilia Strzyzowski la asesinaron y la quemaron durante horas. Creyeron que la protección política y el silencio de cierto ‘feminismo’ los iba a salvar. No los salvó nada. Fueron acusados. Van presos”.
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La definición llegó luego de que el debate se reanudara por la mañana, tras el cuarto intermedio dispuesto el viernes, y puso punto final a uno de los procesos judiciales más resonantes del año en Chaco.
Pasadas las 15, el tribunal convocó a las partes y dio a conocer el veredicto respecto de los siete imputados. César Sena, expareja de la joven, fue considerado responsable de homicidio doblemente agravado, tanto por el vínculo como por haber ocurrido en un contexto de violencia de género.
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Sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, también fueron hallados culpables. Ambos recibieron la calificación de partícipes primarios del mismo delito, según la lectura realizada por la jueza técnica Dolly Fernández.
Las reacciones de la política
En la misma línea, la diputada nacional Sabrina Ajmechet afirmó: “No es casualidad que la justicia funcione mejor sin el kirchnerismo en el poder, amigos. Entendamos que no es casualidad”. Y añadió: “Merecías justicia, Cecilia. Llegó“.
Por su parte, el integrante de la vocería presidencial, Javier Lanari, indicó: “El crimen de Cecilia fue el más atroz y macabro que se recuerde. El colectivo feminista le dio la espalda. Eligieron encubrir al poder político. Ni siquiera hoy, con la condena, manifiestan un mínimo sentimiento en su memoria». Y agregó: “Este juicio, y esta condena, serían imposibles con el kirchnerismo en el poder. El Clan Sena gozó de un poder inconmensurable de la mano de Capitanich. Argentina cambió para siempre. Cecilia hoy sí descansa en paz”.
“Comienza a cerrarse un ciclo de impunidad, corrupción, y desprecio por la vida humana, encarnado en el régimen de Capitanich y todo su círculo vicioso de poder”, expresó la dirigente radical y exintendenta de La Rioja Inés brizuela y Doria. Y sentenció: “Los feudos NO son eternos. Chaco nos enciende una luz de esperanza. Que Cecilia descanse en paz”.
Patricia Bullrich, Cecilia Strzyzowski, Justicia
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El Gobierno acelera la privatización del Belgrano Cargas y abre una pulseada con los gremios ferroviarios

La Casa Rosada entró en la recta final de uno de los movimientos más relevantes de su plan económico: la privatización del Belgrano Cargas y Logística. Según confirmaron fuentes oficiales, el pliego con las condiciones de participación será publicado en diciembre y definirá el destino de más de 7.600 kilómetros de vías férreas que atraviesan 17 provincias.
La estrategia, considerada clave por el Ejecutivo, pretende atraer inversiones privadas para modernizar el transporte ferroviario de cargas y mejorar la competitividad logística del país.
Altos funcionarios del Gobierno aseguran que el documento técnico “ya está prácticamente terminado” y que todas las áreas involucradas trabajan para que la licitación se active antes de fin de año. En paralelo, equipos especializados ultimaron en los últimos días la valuación de los activos, una tarea compleja por la diversidad del material disponible: desde locomotoras y vagones hasta talleres, inmuebles y corredores estratégicos.
A diferencia de las privatizaciones realizadas en los años 90, el esquema que proyecta el Ejecutivo se basa en una desintegración vertical de la empresa estatal. La estructura actual será dividida en bloques, con procesos de adjudicación independientes.
Por un lado, el material rodante será subastado mediante remates públicos; por otro, las vías y los terrenos serán concesionados por décadas bajo el régimen de obra pública. Los talleres ferroviarios también quedarán bajo concesión, con la obligación de permitir el acceso a distintos operadores.
La propuesta contempla un modelo de infraestructura de acceso abierto, donde el adjudicatario de cada tramo deberá garantizar la circulación de cualquier empresa habilitada para transportar cargas. El Estado, en tanto, mantendrá la propiedad de las tierras y de todas las trazas ferroviarias involucradas. Con el dinero obtenido por la venta del material rodante, se conformará un fideicomiso destinado a financiar obras de modernización.
El interés empresario ya comenzó a tomar forma. Tres grandes grupos se preparan para competir por los segmentos más estratégicos de la Línea Belgrano y del ramal San Martín. El primer conglomerado está encabezado por Aceitera General Deheza (AGD), acompañado por ACA, Bunge, Cargill, COFCO y Louis Dreyfus, que ven en el ferrocarril una vía decisiva para abaratar costos logísticos.
El segundo actor es la minera británica Río Tinto, que apunta a reforzar su presencia en las provincias del NOA y Cuyo, donde el sistema ferroviario es clave para el traslado de minerales críticos. El tercero en juego es el gigante Grupo México Transportes (GMXT), que desembarcará en el país con planes de invertir alrededor de USD 3.000 millones.

En este contexto, la mira también está puesta en Vaca Muerta. Los técnicos del Ejecutivo consideran que la privatización puede ser el puntapié inicial para avanzar, más adelante, en obras que conecten la formación neuquina con trazas ferroviarias aptas para trasladar insumos críticos, como la arena de fractura, que hoy depende casi por completo del transporte vial. Esa limitación es vista como un cuello de botella para el crecimiento energético.
La operatoria estará a cargo de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas (ATEP), liderada por Diego Chaher, en coordinación con el Ministerio de Economía. ATEP también será la responsable de responder consultas y elaborar la letra chica del proceso junto con la conducción del Belgrano Cargas, encabezada por Alejandro Núñez.
Actualmente, la empresa estatal emplea a 4.233 personas y recibe alrededor de 4.000 millones de pesos mensuales en inversión de capital. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, las transferencias del Estado crecieron 8,8% en términos reales respecto del año pasado, un indicador de la centralidad que mantiene el servicio incluso en plena transición.
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Belgrano Cargas,Javier Milei,privatización ferroviaria,Transporte de cargas
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El PJ Nacional activa reuniones para unificar una postura frente al Presupuesto y las reformas de Milei

Entre tantas internas, el peronismo nacional comenzó a moverse para estructurar una postura de cara al tratamiento del Presupuesto 2026 y la discusión sobre las reformas de fondo que impulsa el gobierno de Javier Milei luego del rotundo triunfo electoral conseguido el 26 de octubre en todo el país.
Es por eso que desde el PJ Nacional se activó una serie de reuniones para empezar a acercar posiciones entre las diferentes terminales partidarias y de Fuerza Patria, con el objetivo de tener una postura común para el momento que llegue el tratamiento de los proyectos en las dos cámaras del Congreso.
Además del Presupuesto, el Gobierno pretende tratar la reforma laboral, impositiva y tributaria. Temas muy sensibles que van a generar un debate abierto y, al mismo tiempo, pantanoso, debido a los múltiples intereses que están en juego desde los sectores empresariales, los sindicatos, las pymes y la política.
El partido funciona en la cabeza de José Mayans y Germán Martínez, como los dos vicepresidentes con más influencia y capacidad de coordinación. Ambos, que también son presidentes de los bloques de legisladores de Fuerza Patria en el Congreso, se mantienen en línea con el arco dirigencial del peronismo, desde los intendentes y los legisladores, hasta los gobernadores y Cristina Kirchner.

La ex presidenta, que mantiene su lugar al frente de la presidencia del PJ pese a estar cumpliendo la condena de la causa Vialidad en el departamento de San José 1111, está encima de los temas, de las posturas que se plantean en las reuniones que se realizan en Matheu 130, y de los consensos que se buscan entre las tribus que le reportan directamente y las que no están alineadas al cristinismo, pero se mantienen bajo la órbita del partido a nivel nacional.
La semana pasada los cinco vicepresidentes del PJ (José Mayans, Germán Martínez, Mariel Fernández, Ricardo Pignanelli y Lucía Corpacci) se reunieron con las autoridades de los bloques legislativos y algunos referentes de Fuerza Patria en el Congreso, para empezar a discutir el posicionamiento respecto a la agenda de temas que el Gobierno ya avisó que tiene intenciones de tratar en los próximos meses.
Fue un primer paso para comenzar a delinear una estrategia partidaria. El martes que viene habrá una nueva reunión de los vicepresidentes, pero esta vez será con los secretarios del partido vinculados a los temas a tratar. El miércoles habrá una reunión de Mayans con los senadores de Fuerza Patria que se realizará en el partido. Martínez ya tuvo una reunión con los diputados el miércoles de la semana pasada.
En la agenda de las autoridades partidarias también está convocar a los gobernadores del PJ para que brinden su posición e influyan en la construcción de la postura partidaria y legislativa. El partido tiene seis gobernadores, pero solo cuatro tienen posibilidades de asistir: Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Sergio Ziliotto (La Pampa).

Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), están distanciados del partido nacional, pero siguen en sintonía con los PJ provinciales. La distancia tiene una explicación que lleva nombre y apellido: Cristina Kirchner. Ambos mandatarios decidieron tomar distancia del kirchnerismo y no participan de la vida partidaria.
A la convocatoria podría sumarse Gustavo Melella (Tierra del Fuego), que no es parte del PJ, pero es un aliado estratégico permanente que tiene el peronismo. No hay fecha ni hora, pero sí existe la idea de que esa convocatoria se concrete en las próximas semanas.
“Si hiciese falta, vamos a convocar al consejo nacional del partido y al congreso”, explicaron a Infobae desde Matheu 130. Se trata de los dos organismos deliberativos más importantes que tiene el partido. Esa sería una forma de movilizar la estructura partidaria vinculándola a un tema de gestión legislativa.
También está en carpeta tomar contacto con la nueva CGT. El triunvirato que integran Christian Jerónimo (Empleados del vidrio), Jorge Sola (Seguro) y Octavio Argüello (Camioneros) aún no tuvo un encuentro con las autoridades partidarias para evaluar una postura respecto a la reforma laboral, aunque ya saben que el proyecto que se conoció, tal como fue filtrado, no tiene posibilidades de recibir el apoyo sindical.

Lo cierto también es que nadie sabe con exactitud si el Gobierno va a poner en debate el proyecto presentado por la diputada libertaria por Santa Fe Romina Diez que tiene, entre algunos artículos polémicos, extender la jornada laboral, la reglamentación del derecho de huelga en numerosas actividades y la incorporación del concepto de salarios dinámicos o variables, vinculados al mérito individual, la productividad o la situación económica de la empresa, tal como adelantó este medio.
La nueva CGT no tiene acuerdos políticos con ninguno de los sectores más fuertes del peronismo. Ni con Cristina Kirchner ni con Axel Kicillof. El recambio de autoridades influyó en esa nueva identidad, ya que el triunvirato presidido por Héctor Daer tenía una mayor cercanía a la gobernación bonaerense. “Vamos a aportar desde nuestro lugar para construir una alternativa peronista en el 2027″, se limitaron a plantear en la cúpula de la central obrera.
El peronismo trata de buscar la forma de llegar a acuerdos para tener una postura cohesionada cuando llegue el momento del debate parlamentario. Un objetivo político de alta complejidad en los convulsionados tiempos que vive la histórica fuerza política.
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