INTERNACIONAL
La autonomía estratégica de India: entre la presión externa y la multipolaridad

La visión estadounidense sobre la relación con Indiaquedó resumida en una frase de Elbridge Colby, exsubsecretario de Defensa, quien afirmó: “India es un aliado en el sentido antiguo: debe ser considerado un socio independiente y autónomo. Necesitamos más de ese tipo de aliados, no dependencias”. Esta reflexión, publicada por Foreign Affairs, ilustra la paradoja central de la política internacional actual: mientras Washington reevalúa su papel en la seguridad global, India prioriza su autonomía estratégica y evita formalizar alianzas tradicionales, incluso frente a la creciente disputa con China.
El debate sobre la estrategia de India cobró fuerza después del ensayo de Ashley Tellis, “India’s Great-Power Delusions”, difundido en Foreign Affairs. Tellis sostiene que India sobrevalora su influencia global y carece de la base económica, militar y de alianzas necesaria para respaldar sus ambiciones de gran potencia; considera que la insistencia en la autonomía podría llevar al país a la irrelevancia ante una creciente competencia bipolar entre Estados Unidos y China.
Distintas respuestas matizan esta postura. Analistas citados por Foreign Affairs explican que la política exterior india responde a una situación transitoria: el país se encuentra en un umbral geopolítico, eligiendo flexibilidad y autonomía frente a alineamientos rígidos en un orden internacional cada vez más complejo y fragmentado.
La situación geográfica de India fundamenta gran parte de su cautela. Rodeada por China y Pakistán —ambos con capacidad nuclear—, India procura no estrechar demasiado sus lazos con Estados Unidos para evitar represalias y no quedar atrapada en conflictos de grandes potencias. A diferencia de la situación estadounidense, sus fronteras son zonas activas de tensión, lo que obliga a Nueva Delhi a gestionar la relación con China mediante la combinación de distensión y disuasión, con el objetivo de evitar el enfrentamiento.
Tellis reconoce que, pese a la modernización militar, el poder de India todavía no le proporciona una ventaja estratégica sobre China, ni le permite una proyección de fuerza significativa fuera de su entorno inmediato. Sin embargo, resta importancia a la estrategia de “apalancamiento distribuido” implementada por India desde la modernización de su defensa, la diversificación de proveedores y una diplomacia regional activa. El país apuesta por el minilateralismo —colaboraciones temáticas o entre pocos países— como alternativa a los tratados clásicos. Ejemplo de ello es su participación en el Quad (Australia, India, Japón y Estados Unidos), la asociación I2U2 (India, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos) y el acuerdo trilateral con Francia y Emiratos Árabes Unidos. Estas coaliciones ofrecen dividendos de seguridad sin ceder autonomía.
La preferencia de India por rechazar alianzas formales tiene raíces en su experiencia poscolonial y las presiones de las superpotencias durante la Guerra Fría, lo que profundizó el principio de autonomía. Actualmente, la apuesta por la multipolaridad no solo revela una aspiración, sino que responde a una lectura del sistema internacional donde la rivalidad entre China y Estados Unidos no determina las prioridades de todos los gobiernos. India busca posicionarse como puente entre bloques, sin subordinarse a ellos.
Este liderazgo se refleja en acciones como la incorporación de la Unión Africana al G-20 en 2023 y en sus compromisos de financiación climática. Así, India despliega un liderazgo moral e institucional que va más allá del poder militar clásico. El país procura transformar el orden mundial desde dentro, impulsando una coalición de potencias medias y emergentes que rechaza el autoritarismo chino y el paternalismo occidental.
Tellis acierta al subrayar los desafíos de infraestructura insuficiente, bajo PBI per cápita y un proteccionismo comercial elevado. Sin embargo, la tendencia es significativa: la economía india, valorada en USD 4,1 billones, podría alcanzar los USD 10 billones en 2040. El desarrollo del sector de semiconductores y la infraestructura digital demuestran una transformación institucional en marcha. La estrategia de India recuerda a la de Estados Unidos en el siglo XIX: construir primero una base sólida antes de asumir protagonismo internacional. Así, la paciencia estratégica se impone sobre la alineación con bloques de poder.
El diagnóstico de Tellis sobre la necesidad de que India “elija bando” responde a un análisis binario que muchos países, incluida la propia India, rechazan. En un mundo fragmentado, la adaptabilidad y la flexibilidad resultan más valiosas que la pertenencia fija a un bloque. El equilibrio no supone renunciar al desarrollo, sino asumir que la flexibilidad es el terreno más seguro y que la liminalidad es, en sí misma, una forma de poder.
El contexto internacional parece más propicio: India triplicó su peso en la economía mundial desde 1991 hasta alcanzar el 4 %, se proyecta como la tercera economía global antes de terminar la década y cuenta con una fuerza laboral joven. Aunque la tasa de fertilidad cae por debajo del reemplazo, el actual entorno geopolítico es más favorable que en el pasado, cuando el país enfrentaba la partición, la dependencia de ayuda exterior y graves conflictos internos.
Persisten desafíos estructurales. Frente a China, India se enfrenta a una amenaza múltiple: frontera militarizada, desequilibrio comercial, competencia regional y apoyo chino a Pakistán, además de la oposición en organismos multilaterales. Pakistán continúa siendo fuente de terrorismo estatal bajo paraguas nuclear. La pandemia reveló vulnerabilidades sanitarias, los choques fronterizos de 2020 subrayaron la urgencia de independizarse económicamente de China y la guerra en Ucrania, junto a las limitaciones productivas en defensa y los riesgos para la seguridad energética y alimentaria, expusieron otras fragilidades.
Para responder a estos retos, India se enfocó en la industrialización de la defensa, elevando las exportaciones a USD 2.500 millones con Estados Unidos como principal mercado. Además, lanzó una política industrial que destina cerca de USD 50.000 millones en subsidios y créditos estatales para el desarrollo de tecnologías críticas, potenciando así el crecimiento en el sector electrónico y aeroespacial.
En el plano diplomático, la prioridad es consolidar el sur de Asia mediante transferencias de desarrollo y comercio, revitalizando instituciones regionales. India ha respondido al apoyo paquistaní al terrorismo con operaciones militares selectivas y medidas como la suspensión de privilegios comerciales y el acceso al agua. Al mismo tiempo, amplió la cooperación con Oriente Medio e impulsa el India–Medio Oriente–Europa Economic Corridor. En el Indo-Pacífico, India busca el equilibrio de poder mediante una cooperación bilateral y multilateral cada vez mayor. También fomenta la reforma de organismos globales y la creación de nuevas instituciones, coordinando con el Sur Global en prioridades como seguridad alimentaria y climática.
La mayoría de estas acciones coinciden con los intereses de Estados Unidos. Desde 1998, los gobiernos indios profundizaron la colaboración con Washington. Exceptuando a Rusia, sus socios globales más cercanos son aliados estadounidenses tradicionales como Australia, Japón, Reino Unido y la Unión Europea. La inquietud no radica tanto en la reticencia india, sino en la actitud estadounidense: en este escenario, la autonomía estratégica es tanto una necesidad como una ventaja.
La multipolaridad constituye una meta natural para un país que busca avanzar sus intereses en un entorno global competitivo. India no prevé ni el retorno al orden unipolar ni la formalización de una alianza bajo la arquitectura actual. Esta multipolaridad implica establecer vínculos privilegiados con múltiples actores como estrategia de diversificación. Las prioridades aparecen en la adhesión a los Artemis Accords, la Minerals Security Partnership y negociaciones comerciales con Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea.
Mientras Tellis señala que este enfoque beneficia a China y Rusia y debilita la influencia estadounidense, otros expertos destacan que India puede influir activamente en la geopolítica regional y funcionar como contrapeso de China mediante el Quad. Esta coalición, revitalizada desde 2017, representa un sostén de estabilidad en el Indo-Pacífico y promueve una región libre y abierta. India intensificó su participación en el Quad desde los incidentes con China en 2020, aunque mantiene reservas respecto a una cooperación militar más profunda. El Quad implementó iniciativas para diversificar el suministro de minerales críticos, fortalecer la seguridad marítima y mejorar la infraestructura regional.
Tellis insiste en que, aunque India avanza en modernización y diversificación, estos progresos aún no igualan los de China, y solo una convergencia clara con Estados Unidos podría contener el desafío chino. Mantener relaciones privilegiadas con competidores estadounidenses, según Tellis, limita el apoyo que Washington puede ofrecer en transferencia tecnológica e inteligencia.

El dilema es que India difícilmente podrá superar a China si Washington se resiste a respaldarla plenamente por políticas percibidas como contrarias a los intereses de Estados Unidos. La solución, según Tellis, requeriría que India otorgue prioridad a una relación especial con Washington y avance hacia el compromiso de seguridad con el Quad. Sin embargo, la cautela india ante una posible estigmatización de la coalición la deja expuesta frente a Pekín.
Por el momento, India continúa apostando por la autonomía y la diversificación, consciente de sus límites, pero decidida a construir una base institucional y económica robusta antes de asumir un papel internacional más asertivo. Su mayor fortaleza radica en la capacidad de adaptación y equilibrio dentro de un sistema internacional cada vez más fragmentado.
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Ohio senator introduces ‘Holly’s Act’ for woman brutally beaten in viral Cincinnati attack

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Sen. Bernie Moreno, R-Ohio, is introducing «Holly’s Act» after a woman was violently attacked by a mob in Cincinnati late last month – a move aimed at ending what he calls the justice system’s revolving door for repeat offenders.
The attack happened around 3 a.m. on July 26 at the intersection of Fourth and Elm streets in Cincinnati’s central business district.
Bystander video captured the moment a large group turned on several individuals early that morning, and in one video obtained by Fox News Digital, an unidentified man could be heard yelling racial slurs while being beaten in the street. Other footage appears to show the male victim striking a member of the group shortly before the altercation escalated.
In another video, a woman later identified only as «Holly» tried to intervene before she was slammed to the ground and knocked unconscious.
EXCLUSIVE: RAMASWAMY DECRIES ‘ANTI-LAW ENFORCEMENT CULTURE’ IN WAKE OF BRUTAL CINCINNATI BEATING
New video of the viral Cincinnati beating shows individuals yelling racial slurs as the violence unfolds. (Jay Black)
A single 911 call came several minutes after the incident, despite more than 100 people standing by, recording, or participating in the melee.
Moreno held a press conference in Cincinnati on Wednesday after meeting with city officials, the FBI special agent in charge, the future U.S. attorney, police chief and a deputy from the local sheriff’s department.
Moreno described the meeting as starting «a little rough,» but said it ended productively.
Ultimately, he said everyone at the table agreed to work together to make certain that what happened on July 26 never happens again. He also said he wants to make sure anyone who lives in Ohio can visit any of the state’s cities.
CINCINNATI VIRAL BEATING VICTIM FORCED INTO ‘SUPER-SECRET SPOT’ WITH SECURITY

Sen. Bernie Moreno speaks at a press conference alongside Holly, a victim in the viral July 26 beating in Cincinnati, at the Fraternal Order of Police headquarters in Ohio on Wednesday, Aug. 6, 2025. (Julia Bonavita/Fox News Digital)
«We’re going to talk to some of our state legislators to see if we can put something in place that I call — with her permission — ‘Holly’s Act,’ which is how we raise the bar on minimum sentences, minimum bail requirements… We’re going to end the revolving door of injustice,» Moreno said.
«Our judges can no longer hide behind their cloak, and they have to be held accountable for not upholding law and order,» he added.
Law enforcement officials risk their lives every day to arrest criminals, which involves going out and making difficult arrests. But when those criminals appear in court, judges undermine the police officers’ efforts by «giving criminals a slap on the hand,» the senator said.
«Let’s be honest, because a lot of times you guys are qualifying this as a brawl,» Moreno told reporters. «This was attempted murder of an innocent woman. And that person had a rap sheet a mile long. Nobody who has that rap sheet should be walking the streets of any Ohio city free.»
FIFTH SUSPECT ARRESTED IN VIRAL CINCINNATI BEATDOWN AS VICTIM DETAILS HER ‘ONGOING BATTLE’

Holly, a victim in the viral July 26 brawl in Cincinnati, listens as Sen. Bernie Moreno speaks at a press conference at the Fraternal Order of Police headquarters in Ohio on Wednesday, Aug. 6, 2025. (Julia Bonavita/Fox News Digital)
Standing beside Moreno was Holly, who said she was focused on reform—not reliving the trauma.
«I’m here to talk about the future and how we can change it; how we can prevent this from happening to anybody else,» she said. «These heinous crimes have to stop. You know, I never want this to happen to anyone else, especially a mother, a daughter, or somebody who is loved.»
Holly said moving forward, more police officers are needed, as is justice reform that prohibits judges from letting people out of custody with a slap on the wrist.
«The man who attacked me, and might have permanently damaged me forever, should have never been on the streets, ever,» she said. «The fact that he had just gotten out of jail previously for something he should have been in there for years. It’s really sad to me because I can’t even fathom how many other people who have been attacked by the same type of man over and over and over in Toledo, in Columbus, Cincinnati, Dayton.»
FOURTH ARREST ANNOUNCED AS INVESTIGATION INTO VIOLENT CINCINNATI BRAWL CONTINUES

Holly, a victim in the viral July 26 brawl in Cincinnati, listens as Sen. Bernie Moreno speaks at a press conference at the Fraternal Order of Police headquarters in Ohio on Wednesday, Aug. 6, 2025. (Julia Bonavita/Fox News Digital)
Holly said what upsets her most is the public’s desensitization to violence.
Holly said she hopes one day there is some sort of bill that allows someone to be prosecuted or fined if they do not call 911 first to save someone’s life.
«We all need to help each other out and start helping humanity,» she said.
One reporter asked Holly if she felt like she was going to die that night.
«I truly felt like I was going to die,» Holly said. «I’m still shocked that I didn’t—and so are my doctors.»
RAMASWAMY PLEDGES ‘RULE OF LAW’ REVIVAL AFTER VIRAL CINCINNATI MOB ATTACK

Sen. Bernie Moreno speaks about the viral beating in Cincinnati, at the Fraternal Order of Police headquarters in Ohio on Wednesday, Aug. 6, 2025. (Julia Bonavita/Fox News Digital)
Moreno told reporters that during the meeting, the attendees spoke about offering signing bonuses for police officers as a way to bring on more staff.
He said at the end of the day, a better police presence and better technology will help prevent incidents like that from July 26 from happening.
But Moreno also stressed how critically important it is for civilians to call authorities so that aid can be brought in as soon as possible.
«We’re not people that watch a woman get beaten to the inch of her life and our first instinct is to get out and videotape something so that you can be cool on Instagram,» he said. «That’s not who we are.»

A woman was violently punched in Cincinnati. (X/@Anthea06274890)
Several individuals have been charged in connection with what police describe as «a violent attack,» including Dominique Kittle, Montianez Merriweather, Jermaine Matthews, DeKyra Vernon, Aisha Devaugh and Patrick Rosemond.
Rosemond, 38, was taken into custody Monday afternoon by the FBI and Atlanta Metropolitan Major Offender’s Task Force in Fulton County, Georgia. He is charged with two counts of felonious assault and aggravated riot, according to the Cincinnati Police Department.
He is also charged with one count of fugitive from justice for a fingerprintable charge, according to the Fulton County Sheriff’s Office.
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He is currently being held in the Fulton County Jail while awaiting extradition to Ohio, police said. Rosemond is a Cincinnati resident and does not have any registered addresses in Georgia, according to records obtained by Fox News Digital.
A grand jury is scheduled to convene on Aug. 8 for the charges filed against Kittle, Vernon, Matthews and Merriweather.
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INTERNACIONAL
El acuerdo entre Estados Unidos y Japón elimina barreras para autos, pero no conquista el mercado nipón

“Pensando en las necesidades básicas del mercado, sus autos simplemente no encajan”. La frase de Tsuyoshi Kimura, profesor en la Universidad Chuo de Tokio y exdirectivo de General Motors en Japón, resume la paradoja que persiste tras el reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón. Aunque la administración de Donald Trump celebró la apertura del mercado japonés a los vehículos estadounidenses como un triunfo largamente buscado, la realidad del sector automotor nipón sugiere que el impacto será, en el mejor de los casos, limitado.
El anuncio de Japón de eliminar barreras a la importación de automóviles estadounidenses permitió a Trump proclamar una victoria en una batalla comercial que ha perseguido durante décadas. Para el presidente de EEUU, la omnipresencia de marcas japonesas en las carreteras estadounidenses contrasta de forma irritante con la escasa presencia de vehículos estadounidenses en Japón, una asimetría que, a su juicio, refleja la falta de reciprocidad en la apertura de los mercados y alimenta el persistente déficit comercial de Estados Unidos. Según The New York Times, la nueva estrategia de la Casa Blanca se apoya en el aumento de aranceles y la presión directa sobre otros países para que eliminen obstáculos, desde impuestos a productos agrícolas hasta requisitos técnicos y de contenido local en mercados como Japón e Indonesia.
El acuerdo más reciente con Japón se selló tras la imposición de un arancel general del 15% a los productos japoneses, inferior al 25% inicialmente amenazado. A cambio, Japón se comprometió a invertir cientos de miles de millones de dólares en Estados Unidos y, lo que Trump calificó como “quizá lo más importante”, a abrir su mercado a los automóviles y camiones estadounidenses. El principal negociador comercial japonés confirmó en rueda de prensa que el país aceptará la importación de vehículos fabricados en Estados Unidos sin exigir los estándares de seguridad y pruebas específicas que tradicionalmente han encarecido la entrada de estos productos. En palabras de Trump, “Japón abrirá su país al comercio, incluidos autos y camiones”.
La administración estadounidense replicó la fórmula con Corea del Sur, que aceptó el mismo arancel del 15% y la entrada de más vehículos estadounidenses sin gravámenes adicionales. No obstante, tanto en Japón como en Corea del Sur, la cuota de mercado de las marcas estadounidenses sigue siendo marginal.
El trasfondo de esta situación es complejo. Japón no impone aranceles a los vehículos importados desde finales de los años 70, pero los requisitos de seguridad y pruebas pueden sumar decenas de miles de dólares al costo de cada automóvil estadounidense, según analistas del sector citados por The New York Times. Además, el mercado japonés está saturado y dominado por marcas locales como Toyota, Honda y Nissan, que ofrecen una amplia gama de modelos pequeños, eficientes y adaptados a las calles estrechas y congestionadas del país. La mayoría de los consumidores japoneses prefiere vehículos compactos con el volante a la derecha, una configuración poco habitual en los catálogos estadounidenses.
La historia reciente refuerza el escepticismo sobre el efecto real de la eliminación de barreras. En 2016, Ford Motor abandonó Japón tras concluir que no existía un camino viable hacia la rentabilidad. El año pasado, las marcas estadounidenses representaron menos del 1% de las ventas de automóviles en Japón. Kimura, con experiencia directa en el sector, sostiene que “las barreras comerciales nunca han sido el problema”. Según su análisis, la falta de adaptación de los fabricantes estadounidenses a las particularidades del mercado japonés explica la escasa demanda: “Aunque se haya declarado que Japón abre su mercado automotor, es improbable que los autos estadounidenses se vendan”.
El propio Wilbur Ross, exsecretario de Comercio y presidente de la Japan Society, reconoce que los cambios regulatorios difícilmente convencerán a los consumidores japoneses. Para Ross, la eliminación de obstáculos comerciales responde más a un principio de equidad que a una expectativa real de incremento en las ventas. Relató a The New York Times una anécdota de su etapa negociadora con la Unión Europea sobre el veto al pollo estadounidense desinfectado con cloro: propuso que los productos se ofrecieran en los supermercados debidamente etiquetados y que el mercado decidiera. La administración Trump ha mantenido la presión sobre la Unión Europea para que abra su mercado a productos agrícolas estadounidenses, logrando que el bloque se comprometa a abordar “barreras que afectan el comercio de alimentos y productos agrícolas”, aunque sin detalles concretos.
El patrón de las negociaciones actuales evoca episodios de las décadas de 1980 y 1990, cuando las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Japón alcanzaron su punto álgido, en parte por la cuestión automotriz. En 1995, Japón adoptó medidas para facilitar el acceso de los fabricantes extranjeros a su red de concesionarios, pero las ventas estadounidenses no aumentaron. En paralelo, los fabricantes japoneses intensificaron su producción en Estados Unidos, lo que diluyó el conflicto en las conversaciones bilaterales.

La dimensión política de estos acuerdos resulta ineludible. Alan Wolff, investigador del Peterson Institute for International Economics, observa que la insistencia de Trump en sectores concretos, como los automóviles o los productos lácteos durante la negociación del acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, responde a su valor simbólico y electoral. “Tienen relevancia política para él, y por tanto para Estados Unidos”, afirmó Wolff a The New York Times. A su juicio, se podrían haber negociado cuestiones de mayor alcance, como los tipos de cambio, pero la prioridad presidencial ha sido asegurar concesiones tangibles en sectores emblemáticos.
La resistencia cultural y las preferencias de los consumidores japoneses han quedado ilustradas en episodios como el que vivió Glen S. Fukushima, entonces ejecutivo de AT&T y vicepresidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Japón. Tras un encuentro con el embajador estadounidense Walter Mondale, quien sugirió que su chofer en Tokio debería conducir un auto estadounidense, Fukushima probó un Cadillac Fleetwood. El vehículo resultó demasiado voluminoso para las calles cercanas a su residencia, por lo que regresó a su Nissan Cima y explicó la situación al diplomático. “Era un hombre razonable”, recordó Fukushima. “Lo entendió”.
Asia / Pacific,Corporate Events,YOKOHAMA
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