POLITICA
La historia de la filmación Zapruder: el hombre que grabó el asesinato de Kennedy y ganó millones de dólares

Es la película casera más famosa de la historia. Y también la que mayor beneficios le trajo al hombre que la filmó. Aunque él mismo pidió cercenarla, quitar de ella el momento cumbre, la cinta no perdió valor documental ni económico.
La mañana del 22 de noviembre de 1963 Abraham Zapruder salió de su casa. Maldijo el mal tiempo que cambió sus planes. Para que la lluvia no la arruinara, dejó su nueva cámara filmadora en su casa.
Leé también: La historia de “Mayo” Zambada, el capo narco que cayó tras haber sido traicionado por el hijo del Chapo Guzmán
Cuando llegó a su lugar de trabajo el clima había mejorado, se había despejado. Su secretaria, Marilyn Sitzman, lo retó cuando lo vio llegar con las manos vacías y lo convenció de volver a su casa para buscar la cámara. Zapruder le hizo caso.
Abraham Zapruder tenía 58 años y era empresario textil. Había nacido en territorio ucraniano y muy joven había llegado a Estados Unidos junto a su familia. Logró salir adelante y en ese momento gozaba de un muy buen pasar económico. Fabricaba, con mucho éxito, ropa para mujeres y para el público infantil. Era demócrata y ferviente admirador de John F. Kennedy. También desde hacía algunos años le gustaba registrar los momentos familiares con una filmadora. Pocas semanas antes había comprado una nueva, una Bell and Howell Zoomatic Series de 8 mm, uno de los modelos más modernos del escaso mercado. La idea de registrar la caravana del presidente por su ciudad lo seducía y hacía varios días que hablaba de ellos. Por ese motivo su secretaria lo conminó a que no perdiera la oportunidad.
Cómo se llegó a la grabación perfecta del asesinato de Kennedy
Zapruder pensaba filmar la comitiva presidencial desde la ventana de su despacho. Pero a último momento cambió de idea. Se dio cuenta de que si bajaba iba a encontrar un ángulo mejor.
Cerca del mediodía salió de su oficina y cruzó hacia la Plaza Dealey, a pocos metros del lugar. Zapruder se acomodó sobre un pilar de una pérgola que le va a permitir, desde una cierta altura, tener un buen ángulo de cámara, mucho mejor que el de las ventanas de su oficina.
Unos 20 minutos antes del paso de Kennedy por el lugar, se acomodó en ese pequeño atalaya para tener una buena vista. A pesar de que la altura era escasa, su secretaria se paró, alerta, detrás suyo: el hombre sufría vértigo y cualquier altura lo incomodaba. Mientras tanto, la calle se poblaba de gente ansiosa por ver a Kennedy y a Jackie.
Las calles desmienten a los que esperaban un clima tenso: se decía que varios opositores a Kennedy le iban a hacer sentir el descontento a su paso. Pero nada de eso ocurre por el momento: hay algarabía y un clima festivo en cada cuadra del recorrido. Al tiempo que la caravana avanza, Nellie Connolly, la esposa del gobernador, que iba en el asiento delantero del auto principal, gira su cabeza y ante el fervor de la gente al costado de la calle y dice: “Sr. Presidente, no puede decir que Dallas no lo ama”. Probablemente, esas son las últimas palabras que Kennedy escucha en su vida.
A las 12.30, los autos giran por Elm Street. Van a unos 18 kilómetros por hora. Los Kennedy flamean sus brazos y sonríen. Zapruder, emocionado, los enfoca con su cámara. Ya imagina mostrarle la filmación en color a sus hijos. De pronto, se escucha una detonación. Parece un la explosión de un caño de escape. El primer disparo. No acertó en el blanco
Pasan unos segundos. O ni siquiera. El segundo disparo. Todo sucede a gran velocidad pero son tantos los eventos y tan importantes que cada segundo se puede deconstruir en varias escenas. Una bala impacta en Kennedy. Se lleva las manos a la garganta. El gobernador gira para ver qué sucede. Jackie todavía sonríe.
El tercer disparo. Destroza la cabeza de Kennedy. Vuelan pedazos de cráneo y parte de masa gris. La sangre salpica a los de los asientos de adelante y al auto de atrás. Clint Hill, uno de los agentes del tercer auto, sale corriendo hacia el segundo. El gobernador también es impactado. Su esposa grita: “Nos van a matar a todos”. El agente Kellerman, el acompañante del conductor, dice: “Nos dieron, nos dieron”. Jackie trepa a la parte de atrás del auto. Tiempo después va a decir que no se acuerda de nada de lo que está ocurriendo en este momento. ¿Buscaba la capota para tapar el auto? ¿Desesperada, trata de escapar? Clint Hill, uno de los guardaespaldas llega hasta el baúl del coche y le ordena que regrese a su asiento (mucho después, Hill dijo que creía que la primera dama quería recoger los pedazos de cerebro de su marido que se habían esparcido por todo el auto).
Todo es confusión. La gente grita. Se tiran cuerpo a tierra. La caravana aumenta su velocidad. A 120 kilómetros por hora se dirige hacia Parkland, el hospital más cercano.
Abraham Zapruder baja del pilote y apaga la cámara. Camina como un zombie. La secretaria lo acompaña en silencio. Tratan de entender qué sucedió. Él apenas dice, con la voz desgajada, en un susurro roto: “Lo filmé, lo filmé”. Antes de llegar a la oficina se cruza con un periodista local al que conoce desde hace años. Están consternados, las frases salen atolondradas, sin articulación hasta que Zapruder le cuenta que tiene todo filmado. Menos de una hora después, dos agentes del FBI golpean la puerta de la oficina de Zapruder. Le preguntan si es cierto que filmó el magnicidio. Él se los confirma. Los tres se dirigen al canal de televisión de Dallas para poder verla, pero les informan que no disponen de la tecnología necesaria. Rumbean hacia la central de Kodak. Allí ven los pocos segundos de filmación. Hacen tres copias. A Zapruder le entregan el original y una de las copias.
La de Zapruder no fue la única filmación de esa mañan. Otros pocos hombres registraron parte de la caravana y de los hechos. Pero el único que pudo registrar toda la secuencia y desde un buen ángulo fue Zapruder.
Mientras tanto Richard Stolley, corresponsal de la revista Life en Los Ángeles, es enviado junto a otros tres compañeros de urgencia a Dallas. Al arribar a la convulsionada ciudad, una de las periodistas que estaba en la oficina central de la policía le dice que un policía le contó que según un agente del FBI un empresario textil había registrado el hecho con su cámara.
– “¿Estás segura?”, preguntó.
– “Eso es lo que me dijeron. Nadie sabe cómo se escribe pero su apellido Zaproder o algo así”.
Stolley, apenas cortó, salió en busca de una guía telefónica de la ciudad. En la Z encontró Zapruder, Abraham. Discó el número pero nadie atendió. Siguió intentando cada 15 minutos. Zapruder no estaba en su casa porque estaba intentando revelar y copiar la filmación. Recién volvió avanzada la noche. Cuando por fin atendió, Stolley se presentó, le preguntó por la filmación y le dijo que Life quería comprarla pero que antes necesitaba verla, que iría en ese momento para su casa, que no importaba que fueran más de las 11 de la noche. Zapruder estaba cansado y muy conmovido. Le dijo que no tenía ganas de hablar en ese momento. Stolley sabía que cuánto más pasara el tiempo más rivales aparecerían para quedarse con la filmación. Pero no insistió, se frenó. Una de sus especialidades (y la de los periodistas en general) era presionar al entrevistado o a la fuente para obtener lo que quería. Pero en este caso su intuición le dijo que lo mejor era respetar los tiempos de Zapruder, quien lo citó en su oficina a las 9 de la mañana del día siguiente a pesar de que fuera sábado.
La negociación por las imágenes exclusivas
Desde la redacción de la revista le preguntaron a Stolley por las negociaciones y le dieron un tope de 50.000 dólares para la compra del material.
Por la mañana, el periodista llegó a la oficina de Zapruder a las 8, una hora antes de la cita. No fue ansiedad. Sabía que muchos otros estarían interesados. Y no se equivocó. Zapruder había citado a muchos periodistas a las 9. Las copias que había hecho el FBI fueron enviadas de inmediato a Washington. Así que los investigadores que trabajaban en Dallas le pidieron al empresario que les dejara ver el material porque querían estudiar ciertas circunstancias. Zapruder invitó a Stolley a verla. Puso el proyector sobre el escritorio y lo apuntó contra la pared blanca sin ventanas. La película en color comenzó a correr. Esos 26 segundos de imagen granulada, con el pulso algo parkinsoniano. La vieron cuatro o cinco veces. La cinta era muda; el único sonido que se escuchaba en la oficina era el zumbido del proyector.
Hasta que del otro lado de la puerta empezaron a llegar golpes, gritos y un rumor de decenas de voces. Los interesados en la película de Zapruder se amontonaban en la sala de espera. La secretaria apenas podía contenerlos. Zapruder salió un momento y les pidió calma. Les dijo, eso sí, que estaba con el enviado de la revista Life. Extrañamente entre los interesados casi no había canales de televisión. Eran medios gráficos, exhibidores de cine y dueños de noticieros cinematográficos que pensaban en los millones que podían recaudar en taquilla.
Stolley hizo una primera oferta de 5000 dólares. Zapruder sabía que lo que él tenía valía mucho más. Afuera, los gritos seguían: “¡No firme nada!”, clamaban y golpeaban la puerta. Stolley abandonó el regateo y le dijo que le habían autorizado ofrecer hasta 50.000 dólares. Y que para subir esa cifra debía volver a llamar. El empresario le dijo que no era necesario, que aceptaba. Pero que ponía una condición innegociable. Él vendería la película, esos 26 segundos, pero cortando el fotograma 303, el que registró el momento exacto en el que la bala perfora la cabeza de Kennedy. “Fue impresionante como si explotara un petardo de gran poder”, le dijo Zapruder y le contó que la noche anterior había tenido una pesadilla en la que un hombre sandwich, esos que llevaban colgados carteles publicitarios, en medio de Times Square, la esquina más concurrida de Nueva York, voceaba: “Entren al cine. Verán el asesinato de Kennedy, la cabeza del presidente volando por los aires, un espectáculo imperdible”. Zapruder quería evitar el morbo. Y Life aceptó. La falta de ese fotograma luego sirvió para abonar varias de las teorías conspirativas tejidas alrededor de la muerte de Kennedy.
A las pocas horas Life salió con una edición especial con los fotogramas en blanco y negro. Las imágenes causaron sensación. El número se agotó y debió ser reimpreso. Al día siguiente Stolley volvió a la oficina de Zapruder y le ofreció otros 100.000 dólares por los derechos televisivos y cinematográficos de la filmación. Zapruder aceptó una vez más. A valores de hoy los 150.000 dólares cobrados por Zapruder representan más de 1.600.000 dólares.
Una semana después Life sacó otro número dedicado a Kennedy y su trayectoria y allí por primera vez se vieron las fotos en color.
Tuvieron que pasar casi 15 años para que la filmación de Zapruder fuera vista por primera vez en televisión.
Abraham Zapruder murió el 30 de agosto de 1970. Lo hizo en el Parkland Hospital, el mismo en el que lo hizo Kennedy. En 1975, la revista Life revendió los derechos de la cinta a la familia Zapruder, devolviéndoles la propiedad. El precio fue simbólico: 1 dólar.
Tres años después, en 1978 la filmación pasó a integrar el Archivo Nacional de Estados Unidos. Allí estaba en custodia pero su propiedad y los derechos derivados seguían perteneciendo a la familia Zapruder que a fines de los años 90 reclamó 30 millones de dólares. El estado norteamericano contraofertó un millón. Llevaron el caso a arbitraje y se decidió que la familia Zapruder debía cobrar 16 millones de dólares.
Ese trágico mediodía de noviembre de 1963, Abraham Zapruder no solo registró un momento histórico sino que aseguró el futuro de su familia.
John F. Kennedy, Asesinato, Dallas
POLITICA
La Casa Rosada afronta una semana clave por el Presupuesto y Caputo evalúa los pedidos de los gobernadores

El Gobierno se enfrenta a una semana clave para el avance de la negociación con los gobernadores por el Presupuesto 2026. Ahora, el ministro de Economía, Luis Caputo, deberá evaluar los pedidos de los jefes provinciales, le acercaron a Diego Santilli.
En las reuniones que mantuvo el ministro del Interior con los mandatarios de las distintas provincias, hubo dos reclamos que se repitieron: la reactivación de la obra pública y cambios en la distribución de los ATN. Luego, un grupo en particular está interesado especialmente en la coparticipación del Impuesto a los Combustibles.
Leé también: Javier Milei está más cerca de conseguir los consensos que necesita para aprobar el Presupuesto en el Congreso
En varias oportunidades, tanto el jefe de Economía como el propio Milei remarcaron que el superávit fiscal no se pondrá en riesgo, con lo cual el Gobierno tiene que evaluar contrarreloj si los pedidos de los gobernadores cumplen con ese requisito.
Con respecto a reforma laboral y tributaria, los jefes provinciales están dispuestos a dar la discusión, pero exigen conocer la letra chica de los proyectos que el Gobierno quiere tratar en extraordinarias.
Un dato importante es que el Ejecutivo tiene tiempo hasta el 10 de diciembre, para convocar a sesiones extraordinarias.
En ese sentido, además, la Cámara de Diputados, por su parte, deberá hacer un nuevo despacho para tratar el Presupuesto 2026, porque los plazos de las sesiones ordinarias vencen este viernes 28 de noviembre.
Los legisladores electos en octubre ya tienen fecha para su jura. La convocatoria oficial para la sesión preparatoria será el 3 de diciembre, a las 13 , y Martín Menem será reelecto como presidente de la Cámara baja.
Leé también: La reforma laboral que prepara Milei se centrará en el empleo privado y escala la tensión con los gremios
Santilli sale a buscar consensos con el resto de los gobernadores
En busca de los consensos para lograr la aprobación del Presupuesto y las reformas, el ministro del Interior, Diego Santilli, continuará en la última semana de noviembre con su agenda federal en los próximos días.
Esas conversaciones deberán tener el visto bueno del jefe de Hacienda, Luis Caputo. En varias oportunidades, tanto el jefe de Economía como el propio Milei remarcaron que el superávit fiscal no se pondrá en riesgo, con lo cual la evaluación pasará por el costo sobre las cuentas públicas que implicaría acceder a los pedidos de lso mandatarios.
El raid de reuniones de Santilli con los gobernadores continuará este martes 25 de noviembre con Hugo Passalacqua, en Misiones.
Esta semana, el jefe de Interior recibió en su despacho a Leandro Zdero (Chaco) y Alberto Weretilneck (Río Negro).
Leé también: A días de que se debata el Presupuesto 2026, Zamora recibió a Santilli y le pidió consensos
Santilli todavía tiene pendiente los encuentro con Claudio Vidal (Santa Cruz); Gustavo Valdés (Corrientes); Sergio Ziliotto (La Pampa); Claudio Poggi (San Luis); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Gustavo Valdés (Corrientes) y Jorge Macri (CABA). Y estima finalizarlos antes del 10 de diciembre.
Mientras resta conocer si desde la Rosada convocarán a negociar a los cuatro gobernadores peronistas antes del 10 de diciembre: Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Gobernadores, Diego Santilii, Luis Caputo, Presupuesto 2026, Javier Milei
POLITICA
El Gobierno negociará con la CGT para evitar que fracase la reforma laboral

El Gobierno nacional y la CGT acercan posiciones para una negociación en torno a la reforma laboral antes que se conozca la versión oficial del proyecto y sea presentado en el Congreso.
Hasta el momento, la iniciativa, que apunta a modernizar en lo jurídico el mercado de trabajo cuenta con un fuerte rechazo del sindicalismo.
Los encargados de la negociación por parte del Ejecutivo son el ministro de Interior, Diego Santilli, y los hermanos Martín Menem y Eduardo “Lule” Menem.
En la previa a este diálogo, Santilli habló con dos de los co-titulares de la CGT, Cristian Jerónimo (del gremio de empleados del vidrio) y Jorge Sola (del gremio de Seguros), y les comunicó sobre la convocatoria a dialogar así como también les pidió que no hicieran caso a los trascendidos extraoficiales.
Sturzenegger defendió la reforma laboral: “Argentina hace 15 años que no crea trabajo”
Desde el lado de la CGT se preparan para el encuentro. En ese sentido, presentarán una contrapropuesta en base al punteo del último borrador que trascendió desde el Ejecutivo.
Derechos colectivos y aportes compulsivos
La central intersindical buscará tirar abajo algunos de los artículos que más conflicto generan ene l sindicalismo, como la reglamentación del derecho de huelga en los servicios esenciales, los convenios por empresa, la restricción de las cuotas solidarias, la limitación de la ultra-actividad de los convenios colectivos de trabajo, la regulación de las asambleas de trabajadores en las empresas y otros aspectos que limitan el poder de los sindicatos.
La CGT advierte que la reforma laboral está “viciada” y pide bajar los impuestos
Desde el Gobierno están al tanto de los resquemores que generan dichas iniciativas contenidas en el proyecto, pero consideran que la preocupación no es la misma respecto a los derechos de tipo individual, como el banco de horas y el fraccionamiento de las vacaciones, por ejemplo.
Lo que más obsesiona a la CGT es la posibilidad de que, con la reforma laboral, pierdan la caja que implica el control de las cuotas solidarias, conformadas por aportes compulsivos de los trabajadores a los gremios, y que son el corazón del financiamiento de los gremios.
La entrada El Gobierno negociará con la CGT para evitar que fracase la reforma laboral se publicó primero en Nexofin.
CGT,Diego Santilli,Gobierno,Lule Menem,Martín Menem,Reforma Laboral
POLITICA
Con el apoyo de los gobernadores, la Casa Rosada apunta a lograr el dictamen del Presupuesto el 15 de diciembre

Con el apoyo de los gobernadores, el Ejecutivo apunta a lograr el dictamen de la Ley de Presupuesto Nacional el 15 de diciembre.
El próximo viernes se terminan las sesiones ordinarias en el Congreso y se espera que se caiga el dictamen del Presupuesto actual. Por ello, el Gobierno planea presentar un nuevo dictamen.
Leé también: Las redes, en modo “reformas” ante los cambios que promueve Javier Milei
Para que ese dictamen cuente con los votos necesarios y sea aprobado, el Gobierno lleva adelante negociaciones con los gobernadores y busca conseguir los apoyos necesarios.
Es por eso que el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, recorrió las provincias durante los últimos días y se reunió para negociar diferentes acuerdos.
Este viernes se encontró con el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y el próximo martes hará lo propio con el jefe provincial de Misiones, Hugo Passalacqua.
Los encuentros son concretos. Los gobernadores piden obras, dinero, impuestos y coparticipación, a cambio de que sus legisladores voten a favor de un nuevo dictamen de Presupuesto para el año próximo.
Cualquier mínimo detalle acerca de los acuerdos debe contar con la aprobación del ministro de Economía, Luis Caputo.
Este martes hubo en Casa Rosada una reunión de los principales funcionarios de la mesa política del Ejecutivo con Caputo.
Este medio pudo confirmar que se habló sobre la hoja de ruta presupuestaria y sobre las demás reformas que el oficialismo quiere impulsar. También estuvo sobre la mesa el mecanismo para conseguir que todas estas iniciativas se aprueben en el Congreso.
Leé también: El plan de Karina Milei para tener más llegada a la Justicia y los detalles de la reforma libertaria para dividir PBA
La fecha límite que pone el Gobierno es el 15 de diciembre, para tratarlo en sesiones extraordinarias. Para ese entonces tiene que estar escrito el acuerdo con los gobernadores.
La letra chica que pretenden los jefes provinciales debe estar redactada para que el oficialismo pueda contar con esos votos.
Se espera que antes de que termine noviembre el ministro del Interior complete las reuniones individuales con los 20 gobernadores que asistieron a Casa Rosada hace tres semanas.
Restan por cumplir con el encuentro Jorge Macri (CABA), Gustavo Valdés (Corrientes), Claudio Poggi (San Luis), Claudio Vidal (Santa Cruz), Maximiliano Pullaro (Santa Fe)
Presupuesto 2026, Gobernadores
POLITICA2 días agoTras la orden de decomiso de los bienes de CFK, la Justicia evalúa avanzar sobre el departamento de San José 1111
POLITICA2 días agoJavier Milei sobre las coimas en la ANDIS: “Hay mucha mala intención política”
CHIMENTOS3 días agoEscándalo en MasterChef: cómo fingió Eugenia Tobal su eliminación tras la feroz pelea con Martitegui


















