POLITICA
La historia de la filmación Zapruder: el hombre que grabó el asesinato de Kennedy y ganó millones de dólares

Es la película casera más famosa de la historia. Y también la que mayor beneficios le trajo al hombre que la filmó. Aunque él mismo pidió cercenarla, quitar de ella el momento cumbre, la cinta no perdió valor documental ni económico.
La mañana del 22 de noviembre de 1963 Abraham Zapruder salió de su casa. Maldijo el mal tiempo que cambió sus planes. Para que la lluvia no la arruinara, dejó su nueva cámara filmadora en su casa.
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Cuando llegó a su lugar de trabajo el clima había mejorado, se había despejado. Su secretaria, Marilyn Sitzman, lo retó cuando lo vio llegar con las manos vacías y lo convenció de volver a su casa para buscar la cámara. Zapruder le hizo caso.
Abraham Zapruder tenía 58 años y era empresario textil. Había nacido en territorio ucraniano y muy joven había llegado a Estados Unidos junto a su familia. Logró salir adelante y en ese momento gozaba de un muy buen pasar económico. Fabricaba, con mucho éxito, ropa para mujeres y para el público infantil. Era demócrata y ferviente admirador de John F. Kennedy. También desde hacía algunos años le gustaba registrar los momentos familiares con una filmadora. Pocas semanas antes había comprado una nueva, una Bell and Howell Zoomatic Series de 8 mm, uno de los modelos más modernos del escaso mercado. La idea de registrar la caravana del presidente por su ciudad lo seducía y hacía varios días que hablaba de ellos. Por ese motivo su secretaria lo conminó a que no perdiera la oportunidad.
Cómo se llegó a la grabación perfecta del asesinato de Kennedy
Zapruder pensaba filmar la comitiva presidencial desde la ventana de su despacho. Pero a último momento cambió de idea. Se dio cuenta de que si bajaba iba a encontrar un ángulo mejor.
Cerca del mediodía salió de su oficina y cruzó hacia la Plaza Dealey, a pocos metros del lugar. Zapruder se acomodó sobre un pilar de una pérgola que le va a permitir, desde una cierta altura, tener un buen ángulo de cámara, mucho mejor que el de las ventanas de su oficina.
Unos 20 minutos antes del paso de Kennedy por el lugar, se acomodó en ese pequeño atalaya para tener una buena vista. A pesar de que la altura era escasa, su secretaria se paró, alerta, detrás suyo: el hombre sufría vértigo y cualquier altura lo incomodaba. Mientras tanto, la calle se poblaba de gente ansiosa por ver a Kennedy y a Jackie.
Las calles desmienten a los que esperaban un clima tenso: se decía que varios opositores a Kennedy le iban a hacer sentir el descontento a su paso. Pero nada de eso ocurre por el momento: hay algarabía y un clima festivo en cada cuadra del recorrido. Al tiempo que la caravana avanza, Nellie Connolly, la esposa del gobernador, que iba en el asiento delantero del auto principal, gira su cabeza y ante el fervor de la gente al costado de la calle y dice: “Sr. Presidente, no puede decir que Dallas no lo ama”. Probablemente, esas son las últimas palabras que Kennedy escucha en su vida.
A las 12.30, los autos giran por Elm Street. Van a unos 18 kilómetros por hora. Los Kennedy flamean sus brazos y sonríen. Zapruder, emocionado, los enfoca con su cámara. Ya imagina mostrarle la filmación en color a sus hijos. De pronto, se escucha una detonación. Parece un la explosión de un caño de escape. El primer disparo. No acertó en el blanco
Pasan unos segundos. O ni siquiera. El segundo disparo. Todo sucede a gran velocidad pero son tantos los eventos y tan importantes que cada segundo se puede deconstruir en varias escenas. Una bala impacta en Kennedy. Se lleva las manos a la garganta. El gobernador gira para ver qué sucede. Jackie todavía sonríe.
El tercer disparo. Destroza la cabeza de Kennedy. Vuelan pedazos de cráneo y parte de masa gris. La sangre salpica a los de los asientos de adelante y al auto de atrás. Clint Hill, uno de los agentes del tercer auto, sale corriendo hacia el segundo. El gobernador también es impactado. Su esposa grita: “Nos van a matar a todos”. El agente Kellerman, el acompañante del conductor, dice: “Nos dieron, nos dieron”. Jackie trepa a la parte de atrás del auto. Tiempo después va a decir que no se acuerda de nada de lo que está ocurriendo en este momento. ¿Buscaba la capota para tapar el auto? ¿Desesperada, trata de escapar? Clint Hill, uno de los guardaespaldas llega hasta el baúl del coche y le ordena que regrese a su asiento (mucho después, Hill dijo que creía que la primera dama quería recoger los pedazos de cerebro de su marido que se habían esparcido por todo el auto).
Todo es confusión. La gente grita. Se tiran cuerpo a tierra. La caravana aumenta su velocidad. A 120 kilómetros por hora se dirige hacia Parkland, el hospital más cercano.
Abraham Zapruder baja del pilote y apaga la cámara. Camina como un zombie. La secretaria lo acompaña en silencio. Tratan de entender qué sucedió. Él apenas dice, con la voz desgajada, en un susurro roto: “Lo filmé, lo filmé”. Antes de llegar a la oficina se cruza con un periodista local al que conoce desde hace años. Están consternados, las frases salen atolondradas, sin articulación hasta que Zapruder le cuenta que tiene todo filmado. Menos de una hora después, dos agentes del FBI golpean la puerta de la oficina de Zapruder. Le preguntan si es cierto que filmó el magnicidio. Él se los confirma. Los tres se dirigen al canal de televisión de Dallas para poder verla, pero les informan que no disponen de la tecnología necesaria. Rumbean hacia la central de Kodak. Allí ven los pocos segundos de filmación. Hacen tres copias. A Zapruder le entregan el original y una de las copias.
La de Zapruder no fue la única filmación de esa mañan. Otros pocos hombres registraron parte de la caravana y de los hechos. Pero el único que pudo registrar toda la secuencia y desde un buen ángulo fue Zapruder.
Mientras tanto Richard Stolley, corresponsal de la revista Life en Los Ángeles, es enviado junto a otros tres compañeros de urgencia a Dallas. Al arribar a la convulsionada ciudad, una de las periodistas que estaba en la oficina central de la policía le dice que un policía le contó que según un agente del FBI un empresario textil había registrado el hecho con su cámara.
– “¿Estás segura?”, preguntó.
– “Eso es lo que me dijeron. Nadie sabe cómo se escribe pero su apellido Zaproder o algo así”.
Stolley, apenas cortó, salió en busca de una guía telefónica de la ciudad. En la Z encontró Zapruder, Abraham. Discó el número pero nadie atendió. Siguió intentando cada 15 minutos. Zapruder no estaba en su casa porque estaba intentando revelar y copiar la filmación. Recién volvió avanzada la noche. Cuando por fin atendió, Stolley se presentó, le preguntó por la filmación y le dijo que Life quería comprarla pero que antes necesitaba verla, que iría en ese momento para su casa, que no importaba que fueran más de las 11 de la noche. Zapruder estaba cansado y muy conmovido. Le dijo que no tenía ganas de hablar en ese momento. Stolley sabía que cuánto más pasara el tiempo más rivales aparecerían para quedarse con la filmación. Pero no insistió, se frenó. Una de sus especialidades (y la de los periodistas en general) era presionar al entrevistado o a la fuente para obtener lo que quería. Pero en este caso su intuición le dijo que lo mejor era respetar los tiempos de Zapruder, quien lo citó en su oficina a las 9 de la mañana del día siguiente a pesar de que fuera sábado.
La negociación por las imágenes exclusivas
Desde la redacción de la revista le preguntaron a Stolley por las negociaciones y le dieron un tope de 50.000 dólares para la compra del material.
Por la mañana, el periodista llegó a la oficina de Zapruder a las 8, una hora antes de la cita. No fue ansiedad. Sabía que muchos otros estarían interesados. Y no se equivocó. Zapruder había citado a muchos periodistas a las 9. Las copias que había hecho el FBI fueron enviadas de inmediato a Washington. Así que los investigadores que trabajaban en Dallas le pidieron al empresario que les dejara ver el material porque querían estudiar ciertas circunstancias. Zapruder invitó a Stolley a verla. Puso el proyector sobre el escritorio y lo apuntó contra la pared blanca sin ventanas. La película en color comenzó a correr. Esos 26 segundos de imagen granulada, con el pulso algo parkinsoniano. La vieron cuatro o cinco veces. La cinta era muda; el único sonido que se escuchaba en la oficina era el zumbido del proyector.
Hasta que del otro lado de la puerta empezaron a llegar golpes, gritos y un rumor de decenas de voces. Los interesados en la película de Zapruder se amontonaban en la sala de espera. La secretaria apenas podía contenerlos. Zapruder salió un momento y les pidió calma. Les dijo, eso sí, que estaba con el enviado de la revista Life. Extrañamente entre los interesados casi no había canales de televisión. Eran medios gráficos, exhibidores de cine y dueños de noticieros cinematográficos que pensaban en los millones que podían recaudar en taquilla.
Stolley hizo una primera oferta de 5000 dólares. Zapruder sabía que lo que él tenía valía mucho más. Afuera, los gritos seguían: “¡No firme nada!”, clamaban y golpeaban la puerta. Stolley abandonó el regateo y le dijo que le habían autorizado ofrecer hasta 50.000 dólares. Y que para subir esa cifra debía volver a llamar. El empresario le dijo que no era necesario, que aceptaba. Pero que ponía una condición innegociable. Él vendería la película, esos 26 segundos, pero cortando el fotograma 303, el que registró el momento exacto en el que la bala perfora la cabeza de Kennedy. “Fue impresionante como si explotara un petardo de gran poder”, le dijo Zapruder y le contó que la noche anterior había tenido una pesadilla en la que un hombre sandwich, esos que llevaban colgados carteles publicitarios, en medio de Times Square, la esquina más concurrida de Nueva York, voceaba: “Entren al cine. Verán el asesinato de Kennedy, la cabeza del presidente volando por los aires, un espectáculo imperdible”. Zapruder quería evitar el morbo. Y Life aceptó. La falta de ese fotograma luego sirvió para abonar varias de las teorías conspirativas tejidas alrededor de la muerte de Kennedy.
A las pocas horas Life salió con una edición especial con los fotogramas en blanco y negro. Las imágenes causaron sensación. El número se agotó y debió ser reimpreso. Al día siguiente Stolley volvió a la oficina de Zapruder y le ofreció otros 100.000 dólares por los derechos televisivos y cinematográficos de la filmación. Zapruder aceptó una vez más. A valores de hoy los 150.000 dólares cobrados por Zapruder representan más de 1.600.000 dólares.
Una semana después Life sacó otro número dedicado a Kennedy y su trayectoria y allí por primera vez se vieron las fotos en color.
Tuvieron que pasar casi 15 años para que la filmación de Zapruder fuera vista por primera vez en televisión.
Abraham Zapruder murió el 30 de agosto de 1970. Lo hizo en el Parkland Hospital, el mismo en el que lo hizo Kennedy. En 1975, la revista Life revendió los derechos de la cinta a la familia Zapruder, devolviéndoles la propiedad. El precio fue simbólico: 1 dólar.
Tres años después, en 1978 la filmación pasó a integrar el Archivo Nacional de Estados Unidos. Allí estaba en custodia pero su propiedad y los derechos derivados seguían perteneciendo a la familia Zapruder que a fines de los años 90 reclamó 30 millones de dólares. El estado norteamericano contraofertó un millón. Llevaron el caso a arbitraje y se decidió que la familia Zapruder debía cobrar 16 millones de dólares.
Ese trágico mediodía de noviembre de 1963, Abraham Zapruder no solo registró un momento histórico sino que aseguró el futuro de su familia.
John F. Kennedy, Asesinato, Dallas
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Al igual que Bullrich, Francos pidió que Espert de explicaciones sobre su vínculo con “Fred” Machado

En un acto del foro Agribusiness Amcham, Guillermo Francos tomó la palabra para pedirle a Espert que “de una explicación clara y contundente” sobre su vínculo con el empresario detenido Fred Machado. Francos sostuvo que “no es una situación menor en medio de una campaña electoral” y que la ciudadanía merece conocer la verdad detrás de las acusaciones.
Sin embargo, el jefe de Gabinete dejó en claro que no considera que Espert deba abandonar su candidatura: “No creo que tenga que dar un paso al costado, salvo que diga que tenga algún tipo de responsabilidad”, dijo. La posición sugiere que, aunque las declaraciones son exigentes, el Gobierno no está dispuesto a romper con el candidato libertario salvo que surjan pruebas concluyentes.
Milei defendió a Espert, negó que haya corrupción en su Gobierno y denunció “operaciones” del kirchnerismo
La controversia se origina en una denuncia presentada por Juan Grabois que acusa a Espert de haber recibido US$ 200.000 de parte de Machado durante su campaña de 2019. El empresario, detenido y con pedido de extradición solicitado por Estados Unidos, figura como involucrado en causas de narcotráfico y lavado de dinero.
Francos también se refirió a los pedidos de la oposición para que Espert deje la presidencia de la comisión de Presupuesto y Hacienda en la Cámara de Diputados. Dijo que tales reclamos “formen parte de la política a días de las elecciones” y que las mayorías “se muestran más combativas” ante candidatos minoritarios.
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Fred Machado,Guillermo Francos,José Luis Espert,Patricia bullrich
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Pese a la visita a Cristina Kirchner, Axel Kicillof no logró los apoyos para tomar deuda por US$1045 millones

LA PLATA.- El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, no logró reunir las voluntades suficientes para que se tratara hoy en el Sendo bonaerense una autorización de endeudamiento por US$1045 millones. La sesión, convocada para las 16, pasó a un cuarto intermedio mientras continúan las negociaciones.
Desde el peronismo apuntaron contra la oposición por bloquear la aprobación del endeudamiento que Kicillof reclama desde mayo. Pero desde la otra orilla advirtieron que el proyecto no logró reunir siquiera el respaldo de los aliados del propio gobernador en el peronismo.
La visita que Kicillof realizó ayer a la expresidenta Cristina Kirchner no fue suficiente para alinear la interna a favor del mandatario. Sin ese previo ordenamiento, Kicillof tampoco lograr sumar nuevas voluntades de los opositores para tener dos tercios de los 46 senadores que le permitieran avanzar con el endeudamiento.
Fuentes del bloque peronista que no responden a Kicillof dejaron trascender que el endeudamiento será parte de un acuerdo más amplio.
La interna del peronismo, una vez más, impidió ordenar las propias filas, y la oposición se negó a dar a Kicillof los votos que le retaceaban sus aliados. Aunque el gobernador salió fortalecido de las últimas elecciones provinciales, enfrenta hoy la misma situación que le impidió tener un presupuesto en 2025.
El endeudamiento en discusión entró a la Legislatura este año y tiene dictamen favorable de la Comisión de Presupuesto e Impuestos desde junio. Busca aprobación para “endeudarse en pesos u otras monedas por hasta un monto equivalente a US$1.045.000.000″, con el fin de afrontar las deudas, atender el déficit financiero, regularizar atrasos de Tesorería y financiar proyectos, entre otros objetivos.
También, pide autorización para la emisión de Letras del Tesoro en pesos u otras monedas por hasta la suma equivalente a US$250.000.000 durante el ejercicio financiero 2025.
Para seducir a los legisladores que dependen de los intendentes, la iniciativa del gobierno provincial incluye crear un fondo para los municipios del 8% del monto de deuda que tome el gobierno provincial y la condonación de deudas de las intendencias con la administración bonaerense por el llamado “Fondo Covid” (Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal) y por el Fondo Especial de Asignaciones Extraordinarias Salariales para Municipios, que suman más de $7900 millones.
La autorización de endeudamiento requiere de la aprobación de dos tercios de los presentes en la sesión. Desde el bloque peronista de Unión por la Patria (que tiene 21 miembros y nuclea a los integrantes de la alianza electoral Fuerza Patria), culparon a la oposición por la falta de acuerdo.
Desde la oposición, en tanto, creen que el oficialismo no tiene alineado a todo su bloque, por lo que no prestarían colaboración. “Cristina no dio el OK. Públicamente dijeron que están para apoyar como parte de un acuerdo más amplio”, se sinceró un senador que conoce el entramado peronista. “Nadie quiso que salga este endeudamiento. Solo Kicillof”, indicó otro legislador de diálogo con todas las bancadas.
En el bloque peronista de la Cámara alta ganó la desconfianza que rige entre los aliados a Cristina Kirchner, los leales al gobernador y los representantes de Sergio Massa y de Juan Grabois.
Con la visita de ayer a San José 1111, Kicillof buscó un respaldo para su gobernabilidad y alinear apoyo opositor para instar al bloque justicialista a presentarse a sesionar.
En la distribución de bancas, Fuerza Patria tiene 21 escaños; Unión y Libertad tiene tres senadores; La Libertad Avanza, cuatro; Pro, nueve; la UCR se dividió en dos bloques luego de la elección bonaerense (de seis y dos integrantes), y hay un monobloque llamado Derecha Popular (Joaquín de la Torre).
La semana que viene, el Poder Ejecutivo presentaría la ley fiscal impositiva y el endeudamiento para 2026. La oposición busca unificar la negociación y la votación de esas iniciativas. Para entonces, el sector del bloque identificado con Cristina Kirchner deberá fijar una posición.
María José Lucesole,Axel Kicillof,Cristina Kirchner,Deuda oficial,Conforme a,Axel Kicillof,,San José 1111. Cómo fue el encuentro entre Kicillof y Cristina Kirchner,,Tras dos meses sin contacto. Kicillof visitó finalmente a Cristina Kirchner en su arresto domiciliario y hablaron de la campaña,,Desafío para el gobernador. Kicillof pide deuda por US$1045 millones y pone a prueba la cohesión del PJ en la Legislatura
POLITICA
Nuevo revés para el Gobierno: el Senado rechazó los vetos de Milei al financiamiento del Garrahan y las universidades

En un resultado anticipado, el Gobierno recibió esta tarde una contundente derrota en el Senado: la oposición casi en su conjunto rechazó los dos vetos de las leyes que declara la emergencia pediátrica -hospital Garrahan como emblema-, y que mejora y blinda los presupuestos de universidades públicas. De esta manera, ambas normas recuperan vigor y se aguarda, de cara al corto plazo, los próximos movimientos del Ejecutivo, que en el también reactivado articulado sobre discapacidad dilató, días atrás, el giro de fondos.
Los vetos de este jueves fueron debatidos de forma conjunta; la definición, separada. Por un lado, la emergencia pediátrica obtuvo 59 votos positivos, siete negativos y tres abstenciones -de los macristas Alfredo De Ángeli, Martín Goerling y Victoria Huala– sobre un total de x presentes. En tanto, la iniciativa relacionada con universidades consiguió 58 adhesiones, siete rechazos y las mismas tres abstenciones del Pro, más la radical Carolina Losada. Es decir, ambos textos lograron -bajo la mirada de la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel-, por amplio margen, los dos tercios que requieren las leyes para ser insistidas por el Congreso.
Emergencia pediátrica
Uno de los artículos deja en claro que la emergencia en cuestión implicará “la asignación prioritaria e inmediata de recursos presupuestarios para bienes de uso y consumo, insumos críticos, mantenimiento de infraestructura, medicamentos, vacunas, tecnologías médicas y personal esencial destinados al cuidado y atención pediátrica en el país”.
Además, se establece “la recomposición inmediata de los salarios del personal de salud asistencial y no asistencial que atiende a la población pediátrica con criterios de equiparación y reconocimiento por funciones críticas”, que incluye “a los residentes nacionales de salud de todas las especialidades que se desempeñan en efectores de salud pediátricos y no pediátricos”. De hecho, la “recomposición no podrá ser menor a la que recibían en términos reales en noviembre” de 2023.
Otro punto importante es la eximición “a todo el personal de salud que se desempeña en efectores públicos y privados del pago de ganancias cuando desempeñan actividades críticas, horas extras y/o guardias”, algo observado semanas atrás por la potencial queja de otros sectores en breve tiempo. Como símbolo de esta puja se declara “al Hospital de Pediatría ‘Prof. Dr. Juan P. Garrahan’ como hospital de referencia nacional en la atención pediátrica de alta complejidad”. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el “impacto fiscal” de julio a diciembre sería de $65.573 millones.
Universidades
El texto impone la actualización “al 1 de enero de 2025, según la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC),en el período comprendido entre el 1º de mayo al 31 de diciembre de 2024”, del “monto de los gastos de funcionamiento de las universidades públicas”. Y, para el corriente año, subas bimestrales.
Por otra parte, el Ejecutivo “deberá actualizar los salarios de los docentes y no docentes de las universidades públicas entre el período 1/12/2023 hasta la sanción de la presente ley, en un porcentaje que no puede ser inferior al Índice de Precios al Consumidor (IPC) informado por el INDEC en el mismo período”. Y todo incremento tendrá que “ser remunerativo y bonificable”.
Ante la reactivación de la ley, al mes habrá que “convocar con carácter obligatorio a la negociación paritaria, con una periodicidad que no podrá exceder los tres (3) meses calendarios, asegurando en todos los casos y tramos de la negociación una actualización mensual no inferior a la inflación publicada” por el INDEC, tanto “para personal docente como no docente”. Este ítem fue criticado en el pasado y, en vez de ser escuchados, los dos o tres legisladores que fueron por ese camino terminaron denostados en el recinto.
Qué se dijo en el recinto
Lo más curioso de la discusión de hoy fue que los dos miembros informantes fueron dos senadores kirchneristas que, durante largos meses de 2024, se rehusaron a integrar las comisiones que ahora presiden y que empujaron ambos debates: la catamarqueña Lucía Corpacci (Salud) y el bonaerense Eduardo De Pedro (Educación). La primera afirmó que no se puede “mirar para otro lado cuando la sociedad nos indica diariamente qué es lo que está pasando con la atención pediátrica”.
Aparecieron otros soldados del Frente de Todos para reforzar los conceptos iniciales. Por caso, el peronista Guillermo Andrada (Catamarca) señaló que “el Presidente no entiende que el pueblo argentino, ante ciertas conquistas, como las universidades, no se va a rendir y el Congreso lo va a acompañar”. En esa línea, sentenció: “A más vetos, más votos”.
El también justicialista Pablo Bensusán (La Pampa) aseguró la batalla legislativa nunca se trató de algo “técnico, fiscal o contable”, sino de “un debate político y moral”. Y añadió: “Para -el primer mandatario, Javier– Milei y su gobierno, sólo puede estudiar el que paga una carrera. Sólo puede atenderse en los hospitales quien paga una obra social privada. Ése es el criterio que estamos viendo con estos dos vetos que estamos tratando. Evidentemente, es un proyecto de motosierra que no corta privilegios, sino derechos.
“Si el Presidente y su equipo de funcionarios hubiesen tenido en mismo nivel de obsesión y de creatividad -en referencia a la macroeconomía- para buscar consensos, acuerdos y, sobre todo, soluciones, no estaríamos nuevamente ante esta situación”, lanzó la senadora larretista Guadalupe Tagliaferri (Ciudad de Buenos Aires).
La legisladora porteña electa pinceló la realidad de los últimos tiempos del Congreso, al acusar a la Casa Rosada de “romper todos los puentes habidos y por haber”. Más tarde, sentenció: “Echaron a los propios que osaban pensar algo distinto, crearon un nivel de agresión en este Congreso que en algunos casos, rozó lo inaudito a niveles personales, y ningunearon a gobernadores“.
Tagliaferri luego apuntó a que “apareció la plata por algo tan típico de la casta, que es el resultado de una elección, algo de ‘casta’ que ustedes -por el Gobierno- dijeron que iban a combatir”. Y finalizó: “Dejen de ser necios y empiecen a registrar que en la micro vive la gente”.
Desde la Unión Cívica Radical (UCR), el fueguino Pablo Blanco indicó que “la obligación del Gobierno, si bien todos defendemos el equilibrio fiscal, es que haya también equilibrio social”. Por su parte, el bonaerense Maximiliano Abad expresó: “Llevamos más de un año y medio debatiendo el financiamiento de las universidades. Me da vergüenza decirlo. Ninguna política pública tiene sentido si no le damos prioridad a la educación”.
Cierres
“Un tema importante es qué hará el Ejecutivo. Si no cumple con la ley, estará cometiendo un delito e incumpliendo los deberes de funcionario público”, opinó el puntano Fernando Salino, del espacio Convicción Federal que integra el interbloque K del Frente de Todos.
En tanto, desde Provincias Unidas, el peronista disidente Carlos Espínola enfatizó: “¿Alguien le explicó al Presidente que está en juego la vida de muchos niños? Hablamos de miles de familias que recorren cientos de kilómetros con la esperanza de que su hijo sea curado. En Corrientes, por ejemplo, atendieron a más de 5.000 niños el año pasado en el Garrahan“.
Por la UCR, Eduardo Vischi -comprovinciano de Espínola, flamante aliado en la última elección provincial del oficialismo local, que responde al centenario partido- habló de una “Argentina muy vulnerable y un Gobierno que, en vez de tomar nota de cuestiones prioritarias que el Congreso describe, no avanza en una decisión”, y lo calificó de “récord de insensibilidad”. Y puntualizó: “Priorizan las matemáticas y no entienden cómo hacer para equilibrar las cuentas públicas y no dejar a la deriva a sectores vulnerables”.
Tras la comparación de la administración actual con la gestión del peruano Alberto Fujimori que realizó la cristinista Juliana di Tullio (Buenos Aires), el jefe del Frente de Todos, José Mayans (Formosa), manifestó que Milei “quiere a un Estado sin responsabilidades y es todo lo contrario”. Para el experimentado legislador, “el plan ya fracasó” y relató el escenario complejo en cuanto a consumo y producción en las Pymes -habló de “más de 16.000 empresas cerradas”-, entre otras cosas.
El último orador fue el titular de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche (Jujuy), sostuvo que “utilizar a niños para hacer política les debería dar vergüenza”, en clara referencia al kirchnerismo, y contó que el Gobierno libertario dio “un 274% de aumento real” al Garrahan -sin precisar sobre esto, y el dato quedó en una nebulosa-, mientras que “la provincia de Buenos Aires le debe $5.000 millones, y donde no vi a nadie que marchara allí”. “Otra hipocresía”, conjeturó.
Sobre universidades, mencionó que la -destacada en el mundo- Universidad de Buenos Aires (UBA) “no hizo una auditoría en diez años y los fondos se manejan de forma discrecional”, y subrayó que existen decenas de triangulaciones “con contrataciones directas” con otras instituciones educativas. Atauche además recordó a la oposición dialoguista el maltrato que recibieron radicales, macristas y silvestres provinciales durante años de parte de los diversos gobiernos kirchneristas. “En un año y medio nos olvidamos”, apuntó el jujeño.
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