POLITICA
Algo se rompió en el corazón del Gobierno

Ya atardecía en el segundo día de la semana y en medio de un concurrido evento social el joven veinteañero se paró orgulloso frente a su interlocutor para relatarle la tarea que desempeñaba en la Casa Rosada como parte del staff de un ministerio. Exhibió su lealtad y compromiso con el proyecto libertario, así como su ilusión de cambio. Pero antes de terminar dejó una frase lapidaria: “Te quiero hacer una aclaración, yo no soy Lule Menem”.
Si la revelación de los audios de Diego Spagnuolo había dejado al Gobierno en estado de shock en los primeros días, la posterior reconstrucción de los hechos que hicieron varios actores le dio paso a una fase más profunda: la del quiebre interno, el desbarranque espiritual. Esa dolorosa constatación de que el proyecto que venía a reparar los vicios de la casta política puede terminar enlodado en un caso de presunta corrupción.
“Todos fingimos demencia y nos mantenemos como si nada hubiera ocurrido, pero hay varios que pensamos que lo de lo que revelan los audios es real”, reconoció un transeúnte reconocido de la Casa Rosada. Y esa es la novedad mayor de los últimos días, que solo se verbaliza en voz baja, y que ejerce un efecto anímico devastador dentro de un Gobierno hoy atravesado por desconfianzas y sospechas. El clima interno es el más denso que se haya respirado desde que se inició el mandato. Hay jornadas en las que parece que todo va a estallar por los aires porque no hay un actor ordenador.
Porque más allá de la estrategia de la negación pública a la que se aferró el discurso oficial, había funcionarios que sabían que el extitular de la Agencia de Discapacidad (Andis) venía comentando sus penurias con el esquema de contratación de la droguería Suizo Argentina, y otros tantos estaban enterados de la existencia de los audios. Durante meses se incubó debajo de la mesa presidencial la bomba que ahora terminó de estallar sin que se activara ningún mecanismo preventivo, una falencia que la gestión libertaria viene exhibiendo con una extraña vocación por la reincidencia.
En un período de tiempo que va desde el fin del verano hasta las primeras semanas de otoño, Spagnuolo mantuvo una serie de charlas reservadas en las que al menos a tres personas distintas del Gobierno les comentó el esquema de coimas que supuestamente regía en su dependencia. A una de ellas le dijo: “Se están llevando 800.000 dólares en mi cara”, a lo que el funcionario que lo escuchaba, en claro conocimiento de la situación, le respondió: “No, se están llevando dos palos”. La única recomendación que recibió desde el vértice del poder fue que lo hablara con Karina Milei, estación en la que su inquietud se terminó de marchitar.
Spagnuolo era una luz roja que caminaba sin que los detectores de riesgo se encendieran. Tampoco su gestión al frente de la Andis estaba bajo control. Como los otros responsables de organismos descentralizados él se reunía cada dos semanas en el Ministerio de Salud y el único tema que mencionaba era el de las bajas de las pensiones por discapacidad mal otorgadas. “Siempre nos decía que el resto de los temas los hablaba directamente con Javier”, recuerda uno de los testigos de esos encuentros. Ni siquiera sabían que era la única agencia que para sus operaciones no recurría al portal de contrataciones de bienes y servicios oficial, Compr.Ar. Nunca se lo preguntaron.
Es decir, nadie estaba al tanto de a quién le compraba ni a qué precios, un agujero negro por el cual transitó sin problemas la Suizo Argentina para incrementar sus ventas, y que conectaba Nordelta, donde vive Jonathan Kovalivker, con algunos despachos de la Casa Rosada. Quienes conocen de cerca el negocio hacen tres recomendaciones para sumar al análisis: 1) la atención puesta en la Suizo Argentina está dejando fuera de foco a otras prestadoras grandes, que están aprovechando el tiempo para emprolijar sus papeles; 2) si bien el gran negocio es con los medicamentos, en la Andis hay otro rubro importante que es el de la ortopedia, que no está siendo investigado aún; 3) si la Justicia profundiza la investigación, después del tema sobreprecios se va a encontrar con un entramado de facturaciones truchas.
La auditoría que dispuso el ministro Mario Lugones, a partir de la intervención de la Andis, difícilmente arroje algún resultado porque la Justicia ya incautó toda la documentación y los registros. Mala noticia para Guillermo Francos, que llamó todos los días para conocer resultados que le permitieran dar la pelea mediática. La expectativa de hundir a Spagnuolo como un funcionario infiel se diluyó especialmente tras el último operativo judicial del viernes.
Rodrigo Néspolo –
En la Casa Rosada se activó una mesa de crisis que intenta articular la estrategia comunicacional, política y judicial, y hacer un control de daños. Tarea ardua e ingrata. Santiago Caputo convive allí con delegados de Karina y de los Menem. Los mensajes de los últimos días de Francos, Manuel Adorni y hasta del propio Milei estuvieron articulados desde ahí, basados en el principio de la admisión de los audios y la negación de los hechos denunciados.
También en ese ámbito se hace el seguimiento de la causa judicial que tienen a su cargo el juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, una tarea que recae en el letrado Santiago Viola. La designación de abogados por parte del extitular de la Andis dejó alguna preocupación porque se trata de profesionales entrenados en dar pelea.
El propio Spagnuolo, en conversaciones informales que tuvo con sus antiguos compañeros de aventura en estos días, dejó entrever que la decisión de presentarse como arrepentido dependerá del nivel de hostigamiento del Gobierno. Si lo arrinconan, reaccionará como un gato sin escapatoria. Su situación también es compleja: no podrá inculpar a nadie sin autoincriminarse por no haber denunciado el supuesto ilícito.
La filtración de los audios malditos sigue siendo materia de controversia interna en ese ámbito. Un sector sostiene con convicción que quien está detrás es Franco Bimbi, el esposo de Marcela Pagano, quien lo habría grabado cuando Spagnuolo estaba en la búsqueda de asesoramiento legal. Así les habría contado sus penurias a varios abogados, entre ellos a Bimbi, quien después se encargó de filtrarlo a través de sus conexiones de inteligencia kirchneristas. Otros, en cambio, apuntan a la traición de una pareja que tuvo Spagnuolo durante un año. “Aparentemente hacía catarsis con ella, y un día lo empezó a grabar al darse cuenta del valor que tenían las revelaciones”, comenta uno de los que sostienen esta teoría, según la cual después se lo habrían hecho llegar a Pablo Toviggino, dueño del canal de streaming en el que se difundieron.
Sin embargo, algunos interlocutores vigentes del exfuncionario aseguran que Spagnuolo les confesó que esas charlas las mantuvo con Fernando Cerimedo, cuya esposa fue su segunda en la Andis. El hombre de las redes sociales, otra figura con experiencia en tareas de inteligencia, niega haber estado detrás de la operación. “No tengo nada para aportar del tema”, aduce.
Pero todas estas hipótesis tienen la ventaja de estar protagonizadas por villanos externos, el pérfido Bimbi, el inescrupuloso Toviggino, el malvado Cerimedo. El gran problema es que también hay quienes insisten en que las revelaciones guardan relación con la interna de Karina con Santiago Caputo, a quien le imputan, al menos, no haberse esforzado para evitar la difusión de las grabaciones.
Exhiben como prueba que el caso de los audios buscó tapar el escándalo del fentanilo adulterado que tenía en situación incómoda a Lugones, un protegido suyo, y que la intervención de la Andis en los hechos marcó el traspaso de esa caja desde la esfera de los Menem a la de su ministro.
Y ahí anida el otro problema acuciante para Milei, porque la situación entre los dos bandos es cada vez más insostenible. Del lado de Caputo sugieren sin eufemismos que todo lo que rodea a la estructura de Lule Menem genera ruidos y sospechas, desde las denuncias en las dependencias del interior de la Anses y el Pami, hasta la contratación de una empresa de seguridad de la familia por parte del Banco Nación. Hay presiones para que Karina le suelte la mano a su principal lugarteniente, o para que al menos le quite funciones. “Karina tiene que resolver qué hacer con Lule. Está muy claro quién es el responsable de esto que trae tanta zozobra”, argumentan.
Del otro lado, empiezan a verbalizar una amenaza encubierta: que el poder de Santiago será recortado apenas termine el proceso electoral. Concretamente, que perderá algunos de los soldados que le permiten manejar buena parte de la gestión de gobierno. Actores que conocen de cerca la relación entre Milei y Santiago Caputo aseguran que el vínculo entre ellos no tiene la misma fluidez de antes. Karina y Javier son siempre y en todo lugar un fenómeno inseparablemente fraterno.
El enfrentamiento entre la secretaria y el asesor tiene cooptado a un gobierno que enfrenta múltiples flancos abiertos en pleno cronograma electoral. Muchas veces emerge en forma de parálisis y desconcierto; en otras, como intercambio de operaciones cruzadas, cada vez más osadas. La divulgación de un audio de la hermana presidencial, presuntamente registrado en una reunión interna del año pasado, fue sal derramada en la herida. El mensaje no reveló nada importante; lo grave fue la señal de que hay grabaciones clandestinas sobrevolando como drones la cabeza del poder.
Un sondeo que encargó la Casa Rosada mostró que la imagen positiva del Gobierno y de Milei bajó 5 puntos por el escándalo de los audios, aunque aseguran que se puede revertir en el tramo que sigue hasta octubre.
En el caso de la elección del próximo domingo su efecto puede ser temporalmente más cercano, pero al mismo tiempo puede ser neutralizado por el nivel de apatía irreversible que se percibe en el territorio. Prácticamente no hay campaña; sólo algunos afiches y la soledad de los candidatos y punteros arengando para que vayan a votar.
Da la impresión de que la elección en la Provincia de Buenos Aires puede conducir a un piso de participación que marque una profunda transformación democrática, ya que terminaría de consagrar de hecho el voto opcional en vez del obligatorio que establece la ley. Hablaría de una sociedad que, sin organización ni eslogan, traduce la falta de representación política en deslegitimación institucional. Si hubiera alguien militando el ausentismo podría atribuirse un triunfo el próximo domingo.
En el Gobierno hacen saber que están detrás del peronismo por entre 5 y 8 puntos, aunque parece el mismo truco que utilizaron en mayo en la ciudad: mostrarse perdedores para sorprender con un mejor resultado. “Si nos ganan por menos de 5 puntos, es un triunfo para nosotros; si perdemos por entre 5 y 10, la interpretación depende del resultado seccional; y si perdemos por más de 10, es grave”, resume una figura al tanto de la estrategia, que reconoce que el problema de fondo es la lectura que hagan los mercados el día después, porque una reacción adversa podría comprometerlos hacia octubre.
En el marco de desinterés electoral generalizado, la única vibración surge de la crispación de la militancia, manifestada en los episodios violentos de Corrientes, Junín y Lomas de Zamora (para algunos observadores un mal preámbulo para la enrevesada elección del próximo domingo). Frente a esos espectáculos callejeros, los votantes no hacen más que aumentar su distancia y su rechazo.
En la recorrida que hizo Milei el jueves, y que terminó con un piedrazo y una evacuación de emergencia, el Gobierno buscaba exhibir cercanía y contacto con la gente, atributos que, percibían, el Presidente había descuidado. “Recuperar el espíritu de 2023”, lo explicaban.
Por ese motivo mantuvieron la idea de hacer la caravana por Lomas de Zamora, a pesar de que habían recibido una advertencia de los servicios de inteligencia de que se trataba de una desaconsejable excursión por “territorio hostil”, mensaje que le fue comunicado a Casa Militar. Por ese motivo se dispuso una custodia reforzada, pero a la que se le ordenó que no impidiera la cercanía del Presidente con sus seguidores.
Quedó claro que los agresores estaban vinculados con el peronismo local, pero a algunos actores del Gobierno les generó dudas la presencia en las cercanías de al menos tres funcionarios del municipio de Lomas de Zamora. “¿Para qué fueron a poner la cara ahí si sabían de la emboscada?”, se preguntaban en el oficialismo. La violencia de los militantes del PJ parece basada en una lógica tribal: el enemigo no puede pisar el territorio. Más allá de los comentarios jocosos sobre las agresiones que después hizo Milei en el Cicyp, alguien que estuvo cerca del operativo lo calificó como “un hecho muy grave. El Presidente quedó regalado, era un blanco móvil”.
La interpretación posterior al incidente quedó dividida en dos, como todo lo que afecta al Gobierno últimamente. Unos se alegraban de que el kirchnerismo hubiese vuelto a mostrar su peor versión y que les ofreciera una vía de escape del escándalo de los audios. Otros, en cambio, estaban preocupados por la percepción negativa que genera el hecho de que un Presidente no pueda moverse libremente, como si hubiera zonas donde está cancelado. “Cuando empezás a no poder controlar el territorio, comenzás a no controlar el Estado”, describió con crudeza un funcionario del Gobierno que tiene experiencia de otras vidas políticas.
Aparece entonces un dilema profundo para los postulados de La Libertad Avanza: el Presidente no puede recorrer un municipio porque no controla el terreno; para controlarlo hay que ejercer un dominio territorial; para eso se necesitan punteros; para tener punteros hay que acordar con la casta local. Conclusión: para gobernar necesita seguir las reglas de la casta, pero sin ser casta. Casi un oxímoron político.
El caso Spagnuolo justamente expuso esas complejidades. Un outsider sin experiencia puesto a administrar un aceitado mecanismo de prestaciones entre funcionarios y droguerías. Es un problema que merodea en torno de Milei desde el principio. El precio de ser un antisistema.
Jorge Liotti,Conforme a
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Senadores bonaerenses piden medidas de alivio fiscal para productores afectados por las inundaciones

MIAMI.— Son días de trabajo de 7 de la mañana a 1 o 2 de la madrugada, con más mensajes de los que puede responder. El manejo de la presión se convierte en adrenalina y en una carrera de resistencia contra el tiempo. El empresario uruguayo Ignacio González Castro ultima detalles de su salto más ambicioso: en apenas algunas horas arrancará el evento que reunirá a algunas de las personas más influyentes del mundo: Donald Trump, Jeff Bezos, Lionel Messi, Gianni Infantino, Jamie Dimon, Stefano Domenicali, Ken Griffin, Rafael Nadal, entre otros, y del que también participará el presidente argentino, Javier Milei. “Nos están saliendo canas y eso que yo no soy una persona que se estresa fácil”, dice con una sonrisa el alcalde de Miami, Francis Suarez.
El America Business Forum nació hace diez años, pero esta es la primera vez que se realiza en esta ciudad. Las ediciones anteriores tuvieron lugar en Uruguay y, si bien han asistido presidentes de la región como el mandatario paraguayo Santiago Peña el año pasado o actores de renombre como Guillermo Francella, ahora se trata de líderes mundiales. Cada declaración que hace Messi se replica en medios de todo el mundo; lo mismo sucede con el presidente de Estados Unidos o el dueño de Amazon. Tenerlos a ellos demanda, por consiguiente, también grandes medidas de seguridad.
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Rodrigo de Loredo, sobre las reformas y el Presupuesto: “No le ha ido mal al Gobierno cuando fue por todo”

El diputado nacional por el radicalismo Rodrigo de Loredo afirmó que el gobierno de Javier Milei “va a intentar reeditar” una batería de medidas estructurales, como ocurrió con la sanción de la Ley Bases. En una entrevista con A Dos Voces por TN, el legislador afirmó: “No le ha ido mal al Gobierno cuando fue por todo”.
“Creo que el Gobierno va a intentar reeditar lo mismo, va a buscar que salga el Presupuesto y las reformas laboral, tributaria, previsional, penal. Es una obviedad que no va a salir todo, pero con que salga bastante de todo esto, bueno, cuántos gobiernos no han podido tocar estos temas que son tan complejos”, señaló.
Leé también: Fondos y reformas: los detalles de la negociación que se viene entre Milei y los gobernadores
“El Gobierno ganó y, sin experiencia, fue por todo. En ese sentido, aprendió de los errores cuando nos tocó gobernar a nosotros, que fuimos un poco graduales. Milei aprovechó el crédito electoral y mandó la Ley Bases”, comparó.
“Me tocó esa parrilla, vino un compendio de más de 700 artículos, pero terminó saliendo algo muy ordenado, de 300 artículos, una mega reforma en tiempo récord”, destacó.
Y amplió: “El Gobierno tenía el récord de que en seis meses era uno de los pocos gobiernos que no tenía una sola ley aprobada y pasó a tener la mayor cantidad de reformas, justamente, porque este esquema de ir por todo, con muchas reformas a la vez, le dio resultados. Después tuvo otro tipo de problemas, como no haber tenido presupuesto».
“Lo que veo más raro, porque no lo termino de entender, y porque todavía no está el proyecto del gobierno, es la reforma tributaria. El más importante es el tributario, que requiere de un acuerdo con los gobernadores, por eso no termino de entender qué puede llegar a Diputados, el peor de los impuestos, que es Ingresos Brutos, que cargan todos los gobernadores”, dijo.
“El acompañamiento de Estados Unidos es una muy buena noticia”
“El gobierno tiene una oportunidad, la Argentina tiene una oportunidad muy grande, este acompañamiento de Estados Unidos me parece una muy buena noticia. Al desarrollo te invitan, ojalá que lo sepamos aprovechar. Hay ejemplos como Corea del Sur, Irlanda, Singapur, que pasaron al desarrollo después del acompañamiento norteamericano de este calibre. Noté al peronismo desorientado, es una oferta del pasado, cuando esto pasaba, ya ponían los peros, viene la colonia, el imperialismo, Braden o Perón, creo que si hacés una encuesta hoy creo que gana 80 a 20 Braden. Esto le ha permitido al Gobierno frenar el frente cambiario“.
“Si el gobierno ya hizo un ajuste fiscal y logró los resultados y los equilibrios fiscales necesarios, si ahora tiene el frente cambiario resuelto, claro que es una oportunidad. Que reactive la economía es el tercer paso. Te quedan los temas de los gremios, los aportes patronales, te queda la reforma previsional, pero sí creo que bajar tasas de interés luego de una estabilidad cambiaria le puede dar al gobierno que, finalmente, la economía tenga un billete más en el bolsillo. Ojalá, chicos, yo tengo diferencias con este gobierno, ojalá entremos en una senda de crecimiento».
Rodrigo de Loredo, A dos voces, Congreso de la Nación, Javier Milei
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Los 63 empresarios que serán juzgados por coimas: arrepentidos, amenazas recibidas y maniobras para esquivar o debilitar el juicio

El universo de los privados será un actor central en la presunta trama de corrupción que comenzará a juzgarse este jueves, con el inicio del juicio por los Cuadernos de las Coimas: además de los funcionarios públicos, en el banquillo de los acusados estarán sentados más de medio centenar de empresarios, acusados de haber pagado coimas para ganarse el favor de esos funcionarios, entre 2003 y 2015.
Algunos, incluso, serán juzgados por haber tejido la presunta red de corrupción a la par de los funcionarios.
Los hay del rubro de la construcción, del transporte, de la energía y de logística. En conjunto, las penas que afrontan suman un mínimo de 80 años y un máximo de 419 años de prisión. En promedio, cada uno de ellos enfrentaría una mínima aproximada de un año y tres meses y una máxima de seis años y medio.
Veinte de estos hombres de negocios reconocieron haber realizado los pagos al apegarse al régimen de “imputado-colaborador” y declarar como arrepentidos en la causa, luego de trabar un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli, aprobado luego por el fallecido juez Claudio Bonadio, quienes llevaron adelante la instrucción del caso, nacido al calor de una investigación de LA NACIÓN.
Otro grupo más importante de empresarios –un total de 46– realizó un intento infructuoso por evitar ser parte del juicio que inicia hoy ofreciendo sumas de dinero para “extinguir la acción penal” en su contra.
Buscaron poner en marcha una figura incorporada al Código Penal en 2017 -la de la “reparación integral del perjuicio”-, pero la fiscal Fabiana León y luego los jueces del tribunal rechazaron sin miramientos las ofertas, al sostener que no había monto que pudiera subsanar le daño ocasionado.
En total, los empresarios ofrecieron más de 13 millones de dólares, tal como contó este medio.
Angelo Calcaterra, primo del expresidente Mauricio Macri, logró entreabrir una puerta de salida para todos los empresarios cuando pidió, con éxito solo momentáneo, que la maniobra sea juzgada por la Justicia electoral. Planteó que los pagos no fueron coimas, sino “aportes de campaña” por los cuales no se recibieron comprobantes.
La Cámara de Casación se hizo eco del planteo, pero luego, por mayoría, y tras una avalancha de críticas, volvió sobre sus pasos y anuló la decisión.
En sus declaraciones, la mayoría de los empresarios arrepentidos evitaron pintarse a sí mismos como agentes activos de los pagos y se representaron más bien como víctimas de un sistema de coerción llevado adelante por funcionarios del kirchnerismo, como Roberto Baratta, mano derecha del exministro Julio De Vido.
“Baratta siempre daba a entender, de manera más o menos directa, que si no se hacía el aporte se bloqueaban los pagos de los certificados de obra”, explicó Juan Carlos de Goycoechea, de Isolux, el primero de los empresarios en arrepentirse.
Pese a los aprietes denunciados, dijo que lo de los “aportes para la campaña” era un “eufemismo” para hablar de “coimas” o “sobornos”.
Algunos empresarios, como Enrique Menotti Pescarmona y Francisco Rubén Valenti, ambos de la firma IMPSA, relataron que existía una estrategia de “asfixia financiera” contra las empresas.
Otros denunciaron ser víctimas de amenazas explícitas. Por caso, Juan Chediack –que falleció en un accidente con su avión– dijo en calidad de arrepentido que, como parte de un amplio abanico de aprietes, el financista que oficiaba de intermediario con la familia Kirchner, Ernesto Clarens, le dijo en 2004: “Escuchame, nene, te quiero el lunes con los 250.000 pesos, no seas el chivo expiatorio, no seas el primer pelotudo que hacemos cagar”.
Chediack dijo que pagó entre tres y cinco veces por año, pero que como no se “amoldaba al esquema de cobro” era considerado un “enemigo” por el Gobierno.
El financista Clarens -también imputado/colaborador- negó los señalamientos. En su declaración, marcó incluso que mantenía gran vínculo con el empresario, a cuya casa fue alguna vez a comer, en veladas que eran animadas por la voz y la guitarra de Chediack.
Chediack no fue el único que habló de amenazas. En una línea similar a su declaraicón, corrió la de Marcela Edith Sztenberg, de EQUIMAC S.A.. Dijo que el titular del Órgano de Control de Concesiones Viales, Claudio Uberti, les aseguraba que tenía la “orden de Néstor Kirchner de hacernos mierda”.
José Manuel Collazo, de Helport SA, sumó que Uberti les advertía que debían “contribuir como todos a los gastos de la política” y que, de no hacerlo, sufrirían una “mayor cantidad de multas a las ya recibidas”.
Con detalles sobre las entregas de dinero, las declaraciones de los empresarios echaron nueva luz sobre el entramado que reveló el chofer Oscar Centeno con sus anotaciones en los cuadernos.
Los empresarios precisaron lugares, sumas, frecuencias, y hasta contaron alguna desinteligencia en la entrega del dinero.
Alberto Taselli relató que al completar su primera entrega, en 2013, el recaudador Roberto Baratta le dijo: “No te hagas el boludo… no eran pesos, eran dólares”. “Yo entendí que lo que se me estaba exigiendo era 1.000.000 pesos”, declaró Taselli en la Justicia.
También se reveló que eran los mismos empresarios quienes acordaban el reparto de la obra pública, según sus propias necesidades e intereses, mediante un sistema conocido como “la camarita”.
En esa tarea habría tenido un rol relevante el empresario Carlos Wagner, presidente durante casi todo el período de la Cámara de la Construcción y de la Cámara de Empresas Viales.
Entre otras cuestiones, el financista Clarens reveló que los empresarios “se cobraban el pase”. “Si alguno de los que estaba sentado en esa mesa [por la camarita] le había dado el pase a otra empresa en una licitación anterior, le pedía a esa empresa que le tocaba por turno que renuncie a esa obra”, dijo, entre otros detalles que ofreció, como la elaboración de un ranking”.
“El 20% referido de sobreprecio estaba compuesto por 10% para la coima y el 10% restante para generar dinero negro”, añadió en su declaración.
Hubo un intento reciente por parte de las defensas de De Vido, Cristina Kirchner y un grupo de empresarios de socavar el piso probatorio del juicio oral, excluyendo las declaraciones de los arrepentidos.
Basaron su planteo en una supuesta dualidad que reviste la figura del “imputado-colaborador” y dijeron que no se podía incorporar la prueba sin violar garantías de la defensa. Pero el Tribunal rechazó los escritos e incorporó como prueba para el juicio el legajo de 25 arrepentidos.
Los empresarios
El resto de los empresarios que van a juicio son: Rudy Fernando Ulloa Igor, Gerardo Luis Ferreyra, Carlos José Mundin, Claudio Javier Glazman, Raúl Héctor Vertua, Armando Roberto Loson, Néstor Emilio Otero, Juan Carlos Lascurain, Benjamín Gabriel Romero, Jorge Juan Mauricio Balán, Rodolfo Armando Poblete.
También Osvaldo Antenor Acosta, Jorge Guillermo Neira, Rubén David Aranda, Miguel Ángel Marconi, Alberto Ángel Padoan, César Arturo De Goycoechea, Miguel Marcelino Aznar, Obdulio Ángel Barbeito, Patricio Gerbi, Marcelo Marcuzzi, Cristóbal Manuel López, Carlos Fabián De Sousa, y Osvaldo Manuel De Sousa.
Además, Gabriel Pedro Losi, Jorge Sergio Benolol, Oscar Abel Sansiñena, Guillermo Escolar, Ricardo Santiago Scuncia, Santiago Ramón Altieri, Silvio Mion, Daniel Claudio Pitón, Roberto Juan Orazi, Julio José Paolini, Juan José Luciano, Pablo José Gutiérrez, Adrián Eduardo Pascucci, Mauricio Pedro Pascucci y Luis Armani.
Y por último, Juan Bautista Pacella, Carlos Eduardo Arroyo, Carlos Daniel Román, Mario Ludovico Rovella, José Gerardo Cartellone, María Rosa Cartellone, Gerardo Cartellone, Tito Biagini, Hugo Alfredo Kot, Rodolfo Perales, Eduardo Luis Kennel y Ricardo Antonio Repetti.
el inicio del juicio por los Cuadernos de las Coimas,investigación de LA NACIÓN,Federico González del Solar,Conforme a
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