POLITICA
El presente de Carlos “Chacho” Álvarez, a 25 años de su renuncia

Carlos “Chacho” Álvarez no va a hablar. No quiere dar entrevistas. Está sentado en una mesa de Varela Varelita, un bar de Palermo congelado en el tiempo. Ahí no hay avocado toast ni ninguna herejía similar. Hay café, sánguches de milanesas, barullo y vermut. Está envuelto en una bufanda porque su salud es frágil. Pero no tanto como para evitar ensañarse con un político en particular, atacarlo con crueldad, juzgarlo sin un atisbo de compasión.
Ese político que Carlos “Chacho” Álvarez critica sin piedad se llama Carlos “Chacho” Álvarez, el mismo que lo recibe cada mañana en el espejo de su departamento, a pocas cuadras del bar.
“No tengo autoridad política para hablar”, dice a quienes lo consultan para justificar su silencio desde que renunció a la vicepresidencia. Se acusa a sí mismo de haber decepcionado a millones de argentinos que confiaron en su fuerza política, el Frepaso de los noventa, que vieron en sus promesas un camino para superar al menemismo, para extirpar su corrupción y darle valores morales a la estabilidad económica. Aquel experimento de la Alianza, que unió al Frepaso con la UCR, terminó por estallar con la crisis de la convertibilidad y el 2001. Y luego Néstor Kirchner fagocitó a sus dirigentes, se quedó con el electorado progresista y desechó la bandera de la lucha contra la corrupción.
“Mi proyecto político fracasó, no puedo hablar de nadie”, se juzga Álvarez, de 76 años, sin miramientos, para denegar una entrevista. Los comensales del Varela Varelita lo saludan, comparten horas de charlas con el cliente más ilustre, pero nadie logra suavizar sus palabras cuando se refiere a sí mismo: “Soy un político del pasado, del siglo XX, no soy de esta época, no entiendo nada”, se castiga, y aleja al periodista de . No va a hablar.
Sin embargo, con su cuerpo enjuto delante del café servido en un vaso, con su pelo ondulado cubierto de canas y su oratoria sagaz y lúcida imperturbable; la figura de Chacho se proyecta sobre el presente. Transmite enseñanzas que explican la política de la Argentina y las claves de su deterioro.
Álvarez fue vicepresidente de Fernando de la Rúa, pero cuando se convenció de que su gobierno les pagaba a los senadores peronistas para aprobar leyes, la relación entre ambos entró en crisis. Luego, De la Rúa nombró un gabinete con dirigentes hostiles a Álvarez y el vicepresidente terminó por renunciar. Su portazo aceleró la crisis de la Alianza y las dificultades para sostener la convertibilidad. Para entonces, el peronismo había olido debilidad y retaceaba cualquier colaboración. Los mismos senadores que habían sido denunciados por los sobornos ahora acicateaban la crisis. Las protestas sociales terminaron por marcar el final y la Asamblea Legislativa abrió la puerta a una sucesión de presidentes del PJ: Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Eduardo Duhalde.
Desde entonces, Chacho se apartó de los micrófonos y no habló más. Eligió el ostracismo como una forma de expiación. Armó un centro de estudios enfocado en la integración de los países de América Latina, el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Cepes), y evitó pisar la política nacional como si fuera un lugar prohibido, como si se tratara de un templo del que merecía ser expulsado. Néstor Kirchner le ofreció ser canciller en reemplazo de Rafael Bielsa, pero lo rechazó. Finalmente aceptó representar a la Argentina en la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM). Ese cargo le resultó providencial. Álvarez nunca tramitó la pensión por su paso por la vicepresidencia, como hizo Amado Boudou, y vive en el barrio de siempre, a pocas cuadras del bar Varela Varelita, donde los habitués lo conocen como si fuera parte de la ambientación.
Los comensales le preguntan por el peronismo, la fuerza donde inició su recorrido, y Álvarez les habla de “los tres tabúes” que lo encadenan: aceptar que es imposible construir un país sin una macroeconomía ordenada, enfrentar el problema de la inseguridad y encarar una regeneración moral.
De Milei piensa que “quiere gobernar como un outsider, pero necesita apoyo” y que el problema de la tercera vía es “fortalecerse en la provincia de Buenos Aires”.
Chacho tiene cuatro hijos de tres matrimonios. Los amigos cuentan que a Paula, una hija de su última esposa, Liliana Chiernajowsky, la quiere como propia. Tiene además dos nietos propios y otros dos, de Paula, que lo llaman abuelo.
Liliana Chiernajowsky murió en 2016. En el bar saben que la mención de su nombre marca el único momento en que la fluidez irrefrenable del relato de Chacho se quiebra. “Mi compañera de los años más difíciles”, la define, y hace silencio, busca recomponerse. Entonces vuelve a la política y recupera el tono sagaz, como si el tiempo no hubiera pasado.
Álvarez está en una mesa individual junto a una columna, en el centro del bar. Los extraños se acercan para estrecharle las manos. Cree que la Argentina necesita “consensualismo”, un país donde la clase dirigente, de diferentes partidos, acuerde reglas básicas, cualquiera sea el ganador de las elecciones. Pero la Argentina avanzó justamente en el sentido contrario. En especial después de 2008, el kirchnerismo y luego Pro apostaron por construir un enemigo para fortalecer su identidad. Desde entonces, el enfrentamiento caracterizó al proceso político argentino. “Son todos discípulos de Ernesto Laclau”, resume Álvarez frente a uno de los asistentes, en referencia al teórico del populismo que promueve el antagonismo como organizador del espacio político. En vez de amainar, con Milei el enfrentamiento se exacerbó a través del lenguaje.
Chacho alguna vez representó al porteño común y llegó a hacer campaña subido a los colectivos, donde repartía folletos del Frepaso. A veces se tomaba el 12 hasta la terminal para hablar con los pasajeros. O se bajaba en una parada al azar y se sentaba en un café para que lo abordaran con preguntas. Eran las campañas en tiempos analógicos, antes de entregarlas a trolls y bots, antes de que la vida fuera mediada por aplicaciones, que los discursos políticos se armaran para Instagram o para TikTok.
Frente a la actualidad, Álvarez se siente un personaje de otro tiempo, un quijote derrotado, que vio cómo la política se abrazaba al dinero y sus figuras se volvían multimillonarias, como su contemporáneo José Luis Manzano, que pasó del recinto que compartían en la Cámara de Diputados a dueño de Integra Capital, con acciones en compañías de minería, petróleo y medios de comunicación.
Ahora, con una cucharita de metal, Álvarez corre la espuma de un cortado en vasito y los recuerdos retroceden a los tiempos en que junto a Germán Abdala inventaron el Grupo de los 8, como una alternativa a la hegemonía de la ortodoxia sindical. Por entonces, los gremios grandes, como el metalúrgico, financiaban al PJ. Luego el dinero llegó a la política argentina desde otros sectores. Manzano fue el exponente emblemático. No el único. Y esa sociedad entre política y negocios se extendió hasta el presente en la figura de los facilitadores, los operadores que entrelazan ambas orillas.
En ese mundo, Chacho se ve como un personaje de Jurassic Park. Un día, cuando presidía el Senado, hace más de dos décadas, se le ocurrió dar a conocer públicamente la lista de empleados de la cámara. Aparecieron nombres que llevaban a figuras de todos los partidos, una sedimentación geológica de acomodos. Incluso tuvo que llamar a Raúl Alfonsín porque figuraba una persona muy cercana al líder radical. Desde entonces, la mayoría de los senadores lo odió. Y todavía nadie usaba la palabra casta.
Al aire le cuesta llegar a los pulmones de Chacho. El fundador del Frepaso sufre de EPOC. A un amigo le repite una crítica contra el progresismo que, alguna vez, encarnó como el personaje principal: “No se puede imaginar un modelo que otorgue al Estado centralidad y, al mismo tiempo, parasitarlo, querer vivir de sus recursos”.
Tiene diagnósticos agudos y críticos sobre la política, pero con ninguno es tan impiadoso como consigo mismo. “No tengo derecho a hablar de nadie”, repite con una sonrisa de resignación, y rechaza una entrevista.
Su destierro interno, su autocastigo, destaca por contraste frente a las otras renuncias de la dirigencia argentina. La renuncia a los acuerdos mínimos, a las exigencias éticas, a la sensibilidad social. Y así, esa falta de piedad consigo mismo, resulta finalmente iluminadora sobre las carencias del presente.
Damián Nabot,Conforme a
POLITICA
Hernán Reyes, candidato de la Coalición Cívica: “Milei se cree rey y en función de eso administra el Estado a gusto y piacere”

Hernán Reyes recuerda cuando empezó a militar a los 19 años. Se acercó, junto a su hermana, a una reunión encabezada por la dirigente de la Coalición Cívica Elisa Carrió y desde entonces se plegó a su lucha contra la corrupción y “en defensa de la República”. Ahora, en las elecciones nacionales del domingo próximo, buscará llevar esa misma agenda a la Cámara de Diputados.
En una entrevista con , el candidato a la Cámara baja por la Ciudad de Buenos Aires explica qué iniciativas impulsará en el recinto en caso de alcanzar una banca y analiza la posibilidad de reeditar un espacio conjunto con sus antiguos aliados de Juntos por el Cambio, el Pro y la UCR.
–¿Qué rol cumple la Coalición Cívica en el gobierno de Milei?
–La Coalición Cívica es central en una resistencia contra el pasado, en ponerle, por un lado, un límite a ese intento permanente de desestabilización que ofrece el peronismo y, por otro, al gobierno de Milei que está lastimando mucho desde lo institucional, pero también desde lo social. La Argentina tenía que cambiar en lo económico, en lo institucional y lo político y lo cierto es que se está repitiendo a sí misma. Hoy estamos frente a un gobierno que ataca la libertad de expresión casi como un hábito, que ha obturado los organismos de control como la Oficina Anticorrupción y que ejerce el poder a través del veto y el decreto. Entonces, el salto institucional que la Argentina necesita para salir definitivamente del pozo no se está dando. El desafío nuestro es poner eso arriba de la mesa.
–¿Qué tan receptiva se muestra la ciudadanía a esa agenda, en especial tras la asunción de Milei?
–Yo siento que la gente está dolida. La gente siente el engaño, la mentira, la traición. En cualquier hecho de corrupción se lastima al ciudadano que confió y que se quedaron con su plata. Entonces hay receptividad porque la gente necesita un poco de aire. El mayor dolor es decir “no salimos del pasado, sino que se repite”. Después de lo de la Agencia Nacional de Discapacidad, lo de $LIBRA o el caso de Espert, la sensación de angustia es profunda porque hay una sensación de engaño. Y el desafío de mi generación es dar la batalla contra la corrupción sin dobleces, entendiendo que no es de derecha ni de izquierda, que la corrupción es una tragedia y que se manifiesta en diferentes gobiernos si no se construyen herramientas para enfrentarla.
–En este contexto, ¿qué expectativas tiene para esta elección?
–Creo que es una oportunidad enorme para renovar, para apostar a nuevas caras, pero con la historia y trayectoria que tenemos nosotros en la Coalición Cívica. La Argentina no se explica en libertarios y kirchneristas. Hay un montón de nosotros que quedamos afuera de esa clasificación. El desafío del 2027 es volver a encontrarnos, por eso pido a los porteños que nos acompañen para poder ir a esa unión con la fuerza que necesitamos para seguir reivindicando la lucha contra la corrupción sin miramientos, la defensa de la igualdad de oportunidades, la educación y la salud pública. No hay ninguna otra fuerza política que condense con tanta potencia todo esto.
–¿Qué opinión le merece lo que está pasando con las leyes de emergencia en pediatría, financiamiento universitario y discapacidad?
–Definitivamente, demuestra el autoritarismo del Presidente. Milei se cree rey y en función de eso administra el estado a gusto y piacere. Por eso, es importante ponerle límites. A diferencia de Ricardo López Murphy, a quien respeto, no creo que el problema del Presidente sea el entorno y los modos. El problema es el norte hacia dónde va. Por eso no estoy de acuerdo con haberle dado facultades delegadas. El orden económico hay que encontrarlo, pero nunca debe hacerse sobre las espaldas de los jubilados, el Garrahan o la universidad pública.
–¿En qué áreas se podría recortar?
–Revisaría los regímenes especiales como el de Tierra del Fuego y después gastos que no tienen razón de ser como los de la SIDE. En realidad, el problema de la Argentina es que vincula la autoridad política a la velocidad. En función de ese vínculo, se toman soluciones mágicas que no resuelven nada. Tenés hoy un ciclo económico que baja la inflación del 25% al 2% en un año y medio, pero es pura demagogia. El desafío más grande que tiene la Argentina hoy es generar estabilidad macroeconómica con decisiones profundas y sostenidas en el tiempo y restricciones éticas para llegar a ese objetivo. Esto significa que no se puede gastar más de lo que ingresa, pero que no se puede tocar a los sectores más vulnerables. Hay injusticias que son intolerables. Yo estoy del lado del Garrahan, presenté una denuncia penal, logré que se ponga luz sobre los $40 millones que tenía guardados el Consejo Directivo y en función de eso empezaron a distribuir algo de plata.
–La salud es parte de su agenda, ¿qué propuestas llevaría al Congreso si accediera a una banca?
–Nosotros hicimos una denuncia contra PAMI por sobreprecios en la compra de medicamentos. Es un problema tanto para los ambulatorios, que los pagamos hasta cuatro o cinco veces más que en Europa, como en los de alto costo. Según pudimos acreditar en la denuncia que hicimos con Carrió, los medicamentos oncológicos se han pagado hasta 15 o 16 veces más por contratación directa que por licitación pública. Eso es un escándalo porque toda la presión que hay sobre medicamentos ataca la capacidad de prestación de PAMI, las obras sociales y el Ministerio Público de Salud. Entonces es urgente cambiar el mecanismo de compra de medicamentos. Le mandamos en su momento una propuesta a Sturzenegger para la compra centralizada entre los diferentes sistemas para hacer valer el poder de compra del Estado frente al lobby farmacéutico. Y el otro problema es que no hay una ley de prepagas, entonces, hay un abuso permanente sobre los beneficiaros del sistema privado de salud, al que permanentemente les cambian las condiciones y les suben los precios. Sin duda, esa ley es un tema urgente.
–Hablaba antes del desafío de volver a encontrarse. ¿Hay una intención de formar una alianza de centro a futuro?
–Yo no creo en esa clasificación de centro. El desafío de esta generación es construir una identidad alternativa. Los libertarios y el kirchnerismo en términos institucionales y de falta de transparencia se asemejan muchísimo. ¿Cómo nos ponemos en el centro de eso? No, estamos a un costado y tenemos que dar un salto hacia adelante y superar esos populismos y demagogias. Eso se hace volviendo a la ley, distribuyendo premios y castigos la ley y no amigos del poder. Entonces, lejos de pensar en la idea de centro, hay que construir una nueva identidad democrática, de igualdad de oportunidades y lucha contra la corrupción.
–¿Esa nueva identidad democrática puede incluir a sus ex aliados de Juntos por el Cambio?
–Juntos por el Cambio es una experiencia, a mi modo de ver, buena en el intento. Y creo que hay que volver a pensar en esa reunión, en ese gran encuentro. Yo no coincido con muchos ex Juntos por el Cambio que dicen que La Libertad Avanza es lo mismo que fuimos nosotros a más velocidad. Ellos van en otro sentido. Entonces quiero convocar a todo ese militante de Pro, el radicalismo y la Coalición Cívica que alguna vez construimos ese espacio para proyectarlo al futuro. Hay un montón de votantes de Pro, afiliados y dirigentes que no se sienten cómodos con lo que dice y hace Milei y tienen un lugar seguro en la Coalición Cívica para transitar hacia una salida en el 2027.
Abigail Contreiras Martínez,Elecciones 2025,Entrevistas,Coalición Cívica,Conforme a,,Fuerza Patria. El peronismo cierra la campaña con Kicillof y Massa en el escenario, y un mensaje de Cristina Kirchner,,La crisis del Gabinete. Cúneo Libarona también dejará el gobierno luego de las elecciones: la charla con Milei y el balance interno,,El escenario. Un vía crucis que pone a prueba a Javier Milei,Elecciones 2025,,Provincia por provincia. Los candidatos que vas a encontrar en la boleta única de tu distrito,,Elecciones 2025. Wanda Nara fue designada presidenta de mesa: “Este domingo, a cumplir con el deber cívico”,,Vaticinó un triunfo de LLA. Milei cerró la campaña en Rosario con sus candidatos: «A partir del domingo va a cambiar la Argentina»
POLITICA
De la tensión con Santiago Caputo a la pelea con Karina Milei: las razones de la renuncia de Gerardo Werthein

La renuncia del canciller Gerardo Werthein se precipitó esta semana tras una fuerte discusión con Karina Milei y en medio de un prolongado malestar con Santiago Caputo, asesor presidencial y futuro integrante del gabinete.
Su salida se formalizó ayer, a días de las elecciones legislativas, luego de que Werthein decidiera adelantar una decisión que venía madurando hacía semanas.
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Según revelaron a TN distintas fuentes con acceso a Casa Rosada, el desencadenante fue el enojo del diplomático con Santiago Caputo, a quien acusaba de “pasarlo por arriba” en la relación con Washington.
Durante el último año, el vínculo entre el Gobierno argentino y Estados Unidos fue gestionado -casi- directamente por Caputo, lo que dejó al ministro de Relaciones Exteriores cada vez más marginado.
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Sin embargo, el ahora exfuncionario no pensaba hacerlo de inmediato. El episodio que aceleró su salida ocurrió el sábado previo, cuando mantuvo una reunión con Karina Milei. El encuentro comenzó en buenos términos: Werthein quiso agradecer la confianza depositada en él y mencionó su malestar con Caputo. Pero, en medio de la conversación, la hermana de Javier Milei le advirtió: “Si te vas del gabinete ahora, estás perjudicando enormemente al Presidente”.
La respuesta del diplomático fue tajante. Según reconstruyen testigos, le contestó que quien realmente estaba perjudicando a Milei era ella, y respaldó su afirmación con ejemplos de decisiones y episodios ocurridos durante el último año.
La tensión escaló rápidamente. Karina se enfureció y la charla terminó en los peores términos. Werthein abandonó la reunión “montado en cólera”, según describen allegados y resolvió presentar su renuncia el miércoles.
La salida de Werthein también dejó expuesto un conflicto dentro de la Cancillería por traslados diplomáticos. En un listado de 80 funcionarios recientemente movidos, 75 habrían sido designados correctamente a través del mecanismo habitual de licitación interna —que permite a los interesados postularse con sus antecedentes—, pero otros cinco fueron incluidos de manera discrecional por Werthein, sin haber participado del proceso.
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En su entorno aseguran que el diplomático se sintió desautorizado por las decisiones políticas del Gobierno y marginado en la toma de decisiones clave.
Aunque la versión oficial se limitó a confirmar la renuncia “por motivos personales”, la trama detrás muestra una combinación de desgaste, internas y acusaciones cruzadas entre tres de las figuras más influyentes del oficialismo: Karina Milei, Santiago Caputo y el propio Werthein. La reunión del sábado fue, apenas, la chispa final de un conflicto que ya estaba encendido.
Gerardo Werthein, La Libertad Avanza, Javier Milei, Karina Milei, Santiago Caputo
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La inesperada salida de Fabiola Yañez de Madrid: desconcierto, cuentas pendientes y contradicciones judiciales

MADRID.− La inesperada partida de Fabiola Yañez dejó desconcierto, contradicciones y algunos asuntos sin resolver en España. La ex primera dama se subió al avión rumbo a Buenos Aires sin contarle a su círculo de amistades sobre su mudanza. Tampoco lo sabían sus abogados ni sus jefes. Quedaron en la capital española algunas cuestiones pendientes, como una deuda por servicios impagos y una demanda judicial en los tribunales de Madrid que ella misma abrió contra Alberto Fernández por violencia de género, según pudo reconstruir de distintas fuentes.
“¿Tú sabes qué pasó con Fabiola?”, pregunta uno de sus amigos ante el llamado de este diario. Y comenta, asombrado, que se preparaban para asistir a la boda de Cayetano Martínez de Irujo, el hijo de la Duquesa de Alba, que se celebró a principios de mes en Sevilla. Ella había sido invitada por la novia, pero, para sorpresa de sus amigas, nunca asistió. Yañez borró su foto del WhatsApp y desde que viajó a Argentina no responde sus mensajes. La boda, que fue portada de la revista ¡Hola!, era un evento importante para su plan de inserción en el jet set español, coinciden las fuentes.
El viaje sorprendió a todos: sus abogados argentinos recibieron el mensaje de Yañez cuando ya estaba arriba del avión. Ella aseguraba que había decidido volver a Buenos Aires por diez días para resolver un problema familiar, pero la estadía se extendió. Mariana Gallego, su abogada, renunció a distintas causas civiles que le tramitaba. Mauricio D’Alessandro todavía la representa en el expediente por violencia de género que se instruye en Comodoro Py.
El periodista español Eduardo Inda, el jefe de Redacción de OKdiario, el medio donde ella tenía una columna de moda, también recibió el mensaje de Yañez desde Buenos Aires. La vinculación laboral con la ex primera dama se terminó cuando desde el diario español de ultraderecha percibieron que ella podía acercarse a Alberto Fernández.
“No entendemos qué ha pasado. Ella siempre decía que su hijo no podía crecer en la Argentina porque iba a ser estigmatizado por la figura de su padre”, repite sin explicación otro de sus amigos en Madrid en una conversación telefónica. Algo similar había dicho Yañez en una entrevista con , el pasado 23 de marzo:
−Alberto Fernández pidió que su hijo vuelva a vivir a la Argentina, ¿es una posibilidad que evalúa?
−No. No es la vida que quisiera darle a mi hijo. Tampoco quisiera que mi hijo pasara por algunas situaciones traumáticas como las que yo tuve que pasar. Como, por ejemplo, encontrarte en un restaurante con una persona tirada en el piso con un charco de sangre por una pelea callejera.
−¿Lo dice por la pelea que tuvo Fernández en un restaurante?
−Sí. Yo no quisiera que mi hijo viva esas situaciones, porque eso va a suceder. Cuando esta persona no ejercía ningún cargo yo ya le tenía pánico: en los aeropuertos caminaba diez metros adelante de él porque sabía que seguro se iba a pelear con alguien. Yo no voy a permitir esa vida para mi hijo. Aparte, ¿cuál es el sentido de que mi hijo viva en la Argentina cuando él ni siquiera puede salir a la calle?
Pero la situación cambió en seis meses. Recién llegada a Buenos Aires, Yañez negocia ahora con Fernández el alquiler de un departamento con amenities, servicio doméstico y la cuota del colegio de su hijo. Desde el entorno del expresidente habrían aceptado esas condiciones y le habrían ofrecido tres años de contrato, reconstruyó de fuentes judiciales. Yañez reclama que ese acuerdo se extienda por 15 años, es decir, hasta que su hijo cumpla la mayoría de edad. La ex primera dama percibe actualmente −por orden de la Justicia− una suma cercana a los $6 millones mensuales, que se solventan con la jubilación de privilegio del expresidente.
Mientras tanto, las causas judiciales por violencia de género continúan en trámite tanto en Buenos Aires como en Madrid. Su procesamiento fue confirmado en Comodoro Py, pero el juez Julián Ercolini fue desplazado, a pedido de Fernández, por la Cámara de Casación. La resolución fue apelada este miércoles por la defensa de la ex primera dama.
En España, Yañez había presentado una demanda hace ocho meses en los tribunales de Madrid contra el expresidente, que reclamaba el regreso de su hijo a la Argentina a través de distintos exhortos. La ex primera dama volcó en ese expediente documentación que acreditaba que el centro de vida de su hijo Francisco estaba en la capital española.
El último movimiento de esa causa ocurrió hace pocos días, el pasado 6 de octubre, cuando la justicia madrileña dictó una resolución −al que accedió − que determinó que el caso sea instruido por el juzgado de Violencia sobre la Mujer Nº 10, es decir, un tribunal especializado en la materia. Ellos tampoco sabían que Yañez ya había regresado a la Argentina.
Fabiola Yañez,en una entrevista con LA NACION,Iván Ruiz,Fabiola Yañez,Alberto Fernández,Violencia de género,Conforme a,Violencia de géneroEntrá a la guía de servicio y encontrá los tips de los expertos sobre cómo prevenir, actuar y encontrar ayuda frente a este problema.IR A LA GUÍA,Fabiola Yañez,,En TV. Fabiola Yañez rompió el silencio, tras su regreso al país: “Estoy acá por el bien de mi hijo”,,Recuperó la custodia policial. Fabiola Yañez regresó al país y busca colegio para su hijo,,A pedido del expresidente. Casación apartó al juez Ercolini en la causa de violencia de género contra Alberto Fernández
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