Diego Monarriz fue despedido de Juventud de las Piedras de Uruguay a cuatro fechas del final del Clausura. Esto ocurrió después de la derrota 2 a 1 ante River, un equipo descendido. Pero sorprende porque el ex San Lorenzo llevó al equipo al ascenso a Primera y lo clasificó para la Copa Sudamericana 2026 (la última participación había sido en 2015). Esto, cuando todavía está con chances matemáticas de conseguir un cupo en la Libertadores.

Diego se va tras 46 partidos, con 22 triunfos, seis empates y 18 derrotas, entre Segunda y Primera. Pero también acumula seis juegos sin ganar, con cuatro derrotas y dos empates.

En el Apertura sacó 30 puntos. En el Clausura, las lesiones y otras bajas le jugaron en contra para mantener el mismo nivel: marcha en el puesto 13. En la anual: en el quinto puesto.

Diego atendió el llamado de Olé poco después de conocerse su baja. «Es la vida misma», fue su primera reflexión. Evitó exponer un perfil confrontativo.

«Lo tomo en tranquilidad, ascendimos, lo metimos en Sudamericana. Deben pensar que van a salir campeones. Los dos primeros torneos salí segundo, en el primero peleamos por el título. En la mala racha del Clausura tuve ocho lesionados de gravedad, de todo lo que te podés imaginar. Nunca se pudo conformar el equipo. Los chicos lo hicieron de la mejor manera. Hace dos fechas igual empatamos 0 a 0 con Nacional», describió.

«Ya está, me voy sin rencores. La vida pone todo en su lugar y el tiempo dirá. Yo fui auténtico y dejé la vida, por los pibes se lograron los objetivos, con un equipo ignoto. El año que viene estarán en una copa Internacional, les deseo buena vida para todos. Mañana voy a despedirme de los jugadores», agregó.

Al conseguir el ascenso, en 2024, quedó envuelto en una polémica por intento de agresión en el partido ante Uruguay Montevideo.