Como todos los días Yanina Latorre tiene una agenda cargada y maratónica entre compromisos laborales, acciones en redes y programas tanto de radio como de streaming y televisión. Y en tanto intenta repartir temas e información en cada formato fue en uno de ellos que habló de un tema en particular.

Compartiendo con su público parte de su vida y experiencia personal, la conductora de Sálvese quien pueda y angelita expuso al aire de El Observador un dato sobre su pasado y lo que fue para ella someterse a un psicólogo. “Fui un año cuando era chica, cuando mis padres se separaron”, comenzó.

A fin de dejar en claro que, en su caso, no le resultó positiva la experiencia por lo cual terminó desertando, Yanina remarcó que no fue por una crisis matrimonial y profundizó: “Después volví a hacer terapia cuando ya me caso con Diego. Siempre por mi papá, no por otro motivo”.

“Tuve ese terapeuta que creo que fue uno solo. Después me cambié a un segundo. A mi no me llevó a nada. Cada vez que entraba salía en un mar de lágrimas insoportable donde no me sumaba a mi para la vida porque salía peor”, se sinceró Yanina.

LA TERAPIA NO LE SIRVIO PARA NADA A YANINA LATORRE

Continuando con el relato de su experiencia personal con psicoanalistas, Latorre amplió: “Salia peor de lo que entraba y estaba así en la vida al otro día con una cara hinchada, los ojos. Era una cosa muy de ir al pasado. La separación, lo que había pasado y le hizo a mi mamá”.

“Era de remover mucho. De cerrar círculos y no repetir historias. Un poco lo tengo claro. No sé si creo o no en los psicólogos. Respeto la terapia, a mi no me gustó ir, no me sirvió. He hecho cosas alternativas que me ayudaron al tema de entender y no repetir patrones. Peor las veces que fui a terapia yo lo pasé ara el orto”, remató Yanina.  

Juana Repetto volvió a emocionar a sus seguidores al compartir cómo tomó la decisión de ser madre soltera. En sus redes, la actriz abrió su corazón y relató el camino que la llevó a convertirse en mamá de Toribio, su primer hijo, fruto de una inseminación asistida con donante.

“Me inseminé a los 27 años. Tenía muchas ganas de ser madre desde hacía tiempo”, comenzó Juana, que confesó que todo empezó tras una charla con una amiga que acababa de ser mamá. “Ella me dijo: ‘Re podrías tener un hijo sola’. Y ahí dije: ‘Bueno, puede ser’. Empecé a averiguar y nunca paré. No le conté a nadie porque sabía que iba a ser muy juzgada”, recordó.

La actriz también habló del esfuerzo económico y emocional que implicó el tratamiento. “La de Toro fue la tercera inseminación, era la última que podía hacer porque no tenía más plata. Me hice un test y me dio negativo, me deprimí muchísimo. Pensé que no iba a ser. No podía pagar ni la muestra del donante ni el tratamiento”, confesó, emocionada.

Con humor y ternura, Juana también recordó que su deseo de ser madre viene desde su infancia. “Siempre supe que quería ser mamá. Desde muy chiquita me encantaban los bebés. Mi primer novio tenía un hijo y creo que solo me enamoré de él por eso”, bromeó.

En el mismo posteo, la actriz dejó un mensaje que tocó el corazón de miles de mujeres: “Sin duda, la mejor decisión que tomé en mi vida. Toro es la persona más espectacular que conozco. Si volviera atrás, lo haría una y mil veces. Aguante tomar decisiones con amor, convicción y responsabilidad”.

El video generó una ola de mensajes de apoyo y agradecimiento cómo cuando Repetto se sinceró sobre los cambios físicos en su embarazo. “Sos mi referente”, “Gracias por abrir este camino”, y “Tu historia me inspiró a hacerlo también”, fueron algunos de los comentarios que se multiplicaron.

Una vez más, Juana Repetto mostró que la maternidad puede elegirse desde la libertad, sin mandatos ni estructuras. Con su testimonio honesto, volvió a posicionarse como una voz fuerte y real sobre la maternidad moderna, inspirando a muchas mujeres a seguir su propio deseo.