POLITICA
Andrés Malamud: “Milei es candidato natural a ser reelegido, porque no quedó nadie enfrente”

Los números finales de las elecciones legislativas del domingo soprendieron al propio Javier Milei. Después de meses de turbulencias sostenidas y combinadas en todos los frentes posibles -que pusieron en jaque la gobernabilidad y que concluyeron con el salvataje norteamericano de la economía argentina- el Gobierno y los mercados celebraron. Y lo hicieron con euforia mundialista.
El triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA) a nivel nacional, la recuperación histórica en la provincia de Buenos Aires y la derrota de los gobernadores de las tres principales provincias- Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe- dejaron un Presidente fortalecido. “El Presidente hoy es candidato natural a ser reelecto porque enfrente no quedó ningún candidato opositor natural. Todos perdieron”, dice el politólogo Andrés Malamud, en una entrevista con .
Cree que fue sumamente eficaz la estrategia de la polarización y aunque lista las razones de la victoria, destaca la estabilidad económica con la baja de la inflación, y las “identidades negativas”: el “gorilismo” o el antiperonismo. “En la Argentina hay más antikirchneristas que kirchneristas. El Gobierno lo sabía. Lo tiene medido. Y apeló a esa identidad negativa para fortalecer sus éxitos económicos”, agrega.
Según Malamud, el único partido nacional hoy es LLA. El radicalismo está en una crisis terminal. “Sufre la paradoja del éxito. Vendía democracia. Y la vendió. El argentino la compró. Y ya no tiene más qué vender”. El radicalismo no pudo reciclar su promesa.
Con respecto al PRO, también advierte un escenario complicado. “Los dirigentes del PRO tienen futuro, porque los votantes del PRO ya se fueron con LLA. Los principales ministros de Milei vienen todos de Cambiemos: Toto Caputo, Patricia Bullrich, Federico Sturzennegger, ahora Pablo Quirno. Podría haber sido el gabinete de Macri, perfectamente. Ahora tienen los votos de Macri también. Por eso es difícil imaginarle un destino para Macri porque sus votos y sus funcionarios están en este gobierno”, sostiene Malamud, investigador principal en el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa.
Con respecto a la segunda etapa de su gobierno, Milei deberá buscar acuerdos para sostener el proyecto reformista. “El Gobierno se dio cuenta de que solo no podía gobernar, que, si no tenía apoyo interno, necesitaba apoyo externo. Trump y Bessent sustituyen las coaliciones domésticas que el Gobierno compuso al principio de su mandato”.
-En las elecciones del 26 de octubre, LLA pintó el país de violeta: por un lado, una victoria contundente a nivel nacional; por el otro, una victoria inesperada en Buenos Aires. ¿Qué es lo que te llama especialmente la atención?
-Nosotros sabíamos que había tres resultados posibles. Dos eran catastróficos, o para el peronismo o para el Gobierno. Esos resultados empezaban con “2” si el Gobierno sacaba hasta el 29 por ciento, o con “4” si sacaba más de 40 por ciento. Todo lo demás era interpretable. Estaba todo el país dispuesto a interpretar una elección en la que el Gobierno sacara entre el 31 y el 39 por ciento.
-Cuando te referís a un resultado del veintipico por ciento para el Gobierno, ¿te estás refiriendo a un gobierno que no hubiera podido terminar su mandato?.
-Es muy difícil para un presidente terminar el mandato cuando está en minoría, tiene una crisis económica y, además, tiene enfrente escándalos de corrupción. Es la tormenta perfecta en América latina: crisis económica, escándalos de corrupción y minoría legislativa. Con 29 por ciento ni siquiera hubiera conseguido aspirar al tercio; con el 40 por ciento, lo garantizaba. Y, además, se plantaba para la reelección. No digo que esté garantizada, lo que digo es que el Presidente hoy es candidato natural a ser reelecto porque enfrente no quedó ningún candidato opositor natural. Todos perdieron. Los gobernadores de las tres principales provincias -Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe- perdieron en sus distritos. Entonces, lo que observo como sorpresa es el 4 del 40 por ciento.
-El propio Presidente observa ese número con sorpresa.
-Estamos en apreciable compañía porque que la persona que consigue el 40 por ciento no lo esperaba. Esperaba una elección de treintas, interpretable. Y entonces su discurso el domingo a la noche era interpretar a su favor esa elección cuyo resultado empezaba con 30. Pero no hizo falta interpretación. Lo único que hacía falta era el discurso que asumiera la victoria y la ampliara en resultados. ¿Qué significa ampliar una victoria en resultados? Una victoria son votos y un resultado son bancas. Lo que necesitaba es que esas bancas le permitieran gobernar y reformar. Si no le iba tan bien hubiera tenido que optar por sobrevivir. Ahora tiene las chances de reformar porque tiene garantizado el tercio que le evita el juicio político y tiene abierta la mayoría aliándose no solo con neutrales, con independientes, no solo con los gobernadores que estaban en el medio y perdieron, sino con los peronistas que estaban enfrente y ganaron, con los que él ya se alió al principio de su mandato, sobre todo los gobernadores del Norte: Tucumán, Catamarca y los independientes de Salta y Misiones. Hay antecedentes que él mismo creó. El gobierno de Milei tuvo dos partes: la primera, aperturista; la segunda, de cerrazón. Le fue mejor en la primera. Y hoy tiene mejores chances de construir una mayoría que en ese entonces. Si lo hizo en condiciones complicadas, hoy puede aprovechar estas condiciones favorables.
-No hay una única razón para la victoria. ¿Tiene que ver con la baja de la inflación, con una estrategia efectiva de polarización y la agitación del regreso del fantasma del kirchnerismo?
-Estabilidad económica e “identidades negativas”. No hace falta explicar la estabilidad económica: al electorado no le gusta la inflación y Milei consiguió reducirla. Y las identidades negativas son más recientes. En realidad, las conocemos desde hace mucho pero no sabíamos que se llamaban así. Las llamábamos gorilismo o antiperonismo. A partir del proceso de Fujimori en los 90 en Perú sabemos que hay una identidad antifujimorista que es fuertísima; que es más fuerte que el fujimorismo. Los candidatos fujimoristas sacan entre el 10 y el 20 por ciento de votos de la población, pero cuando tienen que ir a balotaje enfrente siempre hay un 51 por ciento. Hay más antifujimoristas que fujimoristas. Y en la Argentina hay más antikirchneristas que kirchneristas. El Gobierno lo sabía. Lo tiene medido. Y apeló a esa identidad negativa para fortalecer sus éxitos económicos.
-¿Ese es también el motivo por el cual a Provincias Unidas le fue tan mal? Era una propuesta moderada políticamente y sensata económicamente, que no sedujo, no conquistó, no convocó.
-Lo que vende hoy es la autenticidad y la nitidez. El Gobierno consiguió vender ambas cosas. Los gobernadores podían ser auténticos, pero no eran nítidos. La vía del medio nunca es nítida. El agua tibia nunca es nítida. El agua caliente y el agua fría te convencen. Pueden gustarte o no gustarte. El agua tibia, ¿para qué la usás?
-Los 40 puntos que sacó el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, en términos históricos, no es una mala elección. Aunque, claro, habían ganado en septiembre por 14 puntos de diferencia.
-No, no es una mala elección, pero hubo polarización. En un contexto en el cual cinco o seis fuerzas entraban con diputados, hubieran ganado las elecciones, pero hubo una concentración del voto porque la gente entendió que la polarización era útil porque enfrente estaba “el cuco”. Esto funciona para los dos: el riesgo “kuka” del que hablaban algunos o el miedo a los libertarios. “Frenar a Milei”, fue el lema de la oposición kirchnerista. Los dos funcionaron. Tanto funcionaron que aquí no observamos transferencia de votos entre ellos. Si hay que explicar la diferencia de resultados entre septiembre y octubre no es que algunos que votaron primero a Kicillof y luego votaron a Milei; es que algunos que en septiembre votaron a Kicillof, ahora se quedaron en casa y algunos que no habían votado, votaron a Milei. Y las razones para la desactivación del votante kirchnerista son sobre todo el trabajo a reglamento de los intendentes.
-Y los que habían votado a terceras fuerzas ahora se volcaron a Milei y LLA.
-Sí, está la desactivación peronista por salida de juego de los intendentes y el atizar el miedo “kuka” porque enfrente hay alguien que te puede ganar. Los “gorilas” que se habían quedado en sus casas se movieron para votar. Y además hubo una acumulación de los no kirchneristas. En las elecciones de septiembre hubo terceras fuerzas que ahora se sumaron a la lista violeta.
-¿Cómo ves las derivas del kirchnerismo? Hay crisis de ideas, crisis de liderazgo, crisis de rumbo. Kiciloff no logra componer una nueva canción y Cristina porta tobillera.
-Las fuerzas que se denominan progresistas están en problemas en todo el mundo. Eso es para sacarles un poco de peso y responsabilidad: no la están pasando bien las alegadas izquierdas y los progresismos. En la Argentina se suma el fracaso económico. No es solamente la falta de un horizonte que se pueda vender, la falta de un modelo. Hace 30 años decíamos que queríamos ser Suecia, queríamos ser socialdemócratas; hace 40 años alguien decía, “Yugoslavia, el socialismo autogestivo”; otros decían que querían el liberalismo popular de Alemania. Ahora no hay países a los que les esté yendo tan bien. No hay flujos migratorios masivos que quieran ir a algún lugar porque es fantástico mientras nuestro país es un desastre. Entonces, el kirchnerismo junta las dos cosas, falta de horizontes globales e incompetencia económica local. La gente dice “por un lado, no me ofrecés nada que me estimule, y, por el otro, lo que te vi hacer no funcionó”.
-Hablemos de la crisis del radicalismo, un partido que tiene 135 años y puso a 6 presidentes. Hoy atraviesa una crisis muy profunda.
-No quisiste decir “terminal”. Fuiste generosa al evitar la palabra, pero se puede decir que ya pasó por esa etapa. El radicalismo es un partido que sufre la paradoja del éxito. Fijate qué ironía. Vendía democracia. Y la vendió. El argentino la compró. Y ya no tiene más qué vender.
-Decís que no pudo reciclarse en otra promesa.
-Exactamente. Las banderas -la república, las instituciones- son agua tibia. El peronismo vende justicia social y es un fracaso. Hay menos justicia social hoy.
-Esa bandera sigue en pie para levantar.
-Exacto. El fracaso del peronismo le permite sobrevivir porque lo que vende sigue siendo deseado porque no tenemos justicia social. Ahora, si ya tenemos democracia, ¿para qué queremos al radicalismo? Esa es la primera explicación. La segunda explicación está relacionada con los liderazgos: los liderazgos en la Argentina son cada vez más locales; gobernadores populares que cuando arman coaliciones no van a ningún lado porque arriba hay un presidente que llegó por redes y medios. Así que tenés una bifurcación de las carreras políticas: intendentes y gobernadores tienen carreras territoriales y a nivel nacional no existe más eso, se conoce a la gente por redes. Milei ganó en distritos que no había visitado ni fiscalizado. Y hoy la Argentina está aprendiendo a convivir con esos dos niveles: el presidente mediático y el fenómeno de redes, y los gobernadores territoriales. El radicalismo desapareció en la sociedad como partido nacional. Sigue siendo fuerte en algunas provincias, gobierna cinco, pero tres fueron en contra de Milei y dos con Milei. Y desapareció en el conurbano bonaerense. En la última elección, en la provincia de Buenos Aires, el radicalismo sacó 4 por ciento, con alianzas. En la provincia de Buenos Aires metió dos legisladoras provinciales y cero diputados nacionales. En la Capital Federal metió un diputado nacional, escondido, debajo de una lista que tiene otro nombre.
-Están velando el radicalismo.
-Como partido nacional no existe más. El Comité Nacional es una cáscara vacía. Quedan radicalismos provinciales, sin posibilidad de articulación.
-¿El único partido nacional es la Libertad Avanza, dirías vos?
-Sí, porque al PRO le está pasando lo mismo. Hoy tiene la chance de subirse al carro de la victoria y subirse como furgón de cola de LLA. Y lo están haciendo con mayor o menor éxito. Pueden jugar a ser miembros de la coalición de gobierno. El radicalismo hoy ni siquiera tiene esa chance porque está más dividido. El PRO tiene tres gobernadores y dos fueron con el Gobierno. El radicalismo tiene cinco y dos fueron con el gobierno. El radicalismo tiene más afuera que adentro. El PRO tiene más adentro que afuera.
-Hay dirigentes del PRO que saltaron a los campamentos libertarios y la identidad del PRO está en crisis. Sin Macri no hubiera habido Milei, pero habiendo Milei, ¿hay espacio para Macri? ¿Qué rol le queda a Macri?
-Respondo de manera indirecta así: las tres mejores elecciones del Gobierno fueron en Capital, provincia de Buenos Aires y Mendoza, por diferentes razones. ¿Quiénes encabezaron las listas? Bullrich, que venía del PRO; Santilli, que venía del PRO y Petri, que venía del radicalismo. Los mejores candidatos violetas son radicales o del PRO.
-Lo que Milei llamaba “Juntos por el Cargo”.
-Exactamente. Ahora, ya no son más de esos partidos. Bullrich ya es libertaria. Petri también se afilió a LLA y Santilli no es ni colorado; amarillo seguro que no es. ¿Cuál es el destino de Macri cuando su candidata presidencial y sus principales baluartes se pasaron? El PRO tiene un futuro complicado. Los dirigentes del PRO tienen futuro, porque los votantes del PRO ya se fueron con LLA. Y a muchos radicales les pasa lo mismo.
-¿Los votantes de Juntos por el Cambio, podríamos decir, “los huérfanos de Juntos por el Cambio”, encontraron refugio en LLA? Porque hay una porción quizás pequeña que no se siente identificada con la propuesta de Milei.
-Vamos a nuestra inspiración cuando hablás de “huérfanos”, a Juan Carlos Torre. Después de 2001, Torre explica cómo detona la mitad de sistema político argentino. Las identidades políticas no peronistas pierden su casa. El radicalismo ya no es una oferta electoral válida: después de De la Rúa buscan otro destino. Tardan 15 años en encontrarlo. Se llama PRO, primero; Cambiemos, después. ¿Por qué? Porque el PRO toma a los votantes radicales huérfanos de la Capital y de la Provincia, mientras que el radicalismo se mantiene en el interior. Así que tenés a un líder nacional que es Macri con un electorado urbano y a un partido nacional con territorio que no tiene líder nacional. Alcoyana-Alcoyana. En 2019 a Macri le va bien políticamente porque termina el mandato y mal económicamente. Aparece Milei, que originalmente es transversal y está por encima y enfrente de todo. Pero Milei termina siendo el representante de los huérfanos, el nuevo padre que encuentran los no peronistas para votar y vivir en una casa común. Si vos mirás los mapas electorales del 83, los distritos que votaron a Alfonsín se parecen a los que votaron a De la Rúa, a los que votaron a Macri y a los que votaron a Milei. La geografía y la sociología electoral son similares, la ideología, no. ¿Qué diría Alfonsín hoy? Es difícil saberlo. No le gustaría Milei. La democracia la conquistó él y Milei gobierna gracias a la conquista de Alfonsín. Decir que Milei complementa a Alfonsín parece una herejía, pero es objetivamente cierto.
-Cuando ganó Milei en 2023 decías que había ganado “en countries y en villas”, con un voto transversal, mordiendo votos al peronismo y al no peronismo. Con el paso del tiempo uno advierte un discurso fuertemente antiperonista que no tenía en sus inicios. Hay ahí una mutación. No era así al principio.
-No era así. Era un individuo contra el sistema. Cuando entra al sistema tiene que elegir de qué lado se para. Antes estaba afuera tirando piedras. Una vez que entró, miró al espacio alrededor y dijo: “estos son los que me tiran piedras desde adentro”, “con estos puedo cocinar juntos”. Él eligió un lado. Él es un insider. No lo era. Se tornó. Sus principales ministros vienen todos de Cambiemos: Toto Caputo, Patricia Bullrich, Sturzennegger, ahora Pablo Quirno. Podría haber sido el gabinete de Macri, perfectamente. Ahora tienen los votos de Macri también. Por eso es difícil imaginarle un destino para Macri porque sus votos y sus funcionarios están en este gobierno. Porque este gobierno es el heredero del macrismo, fíjate qué ironía, y del radicalismo.
-Ahora Milei tendrá que pasar reformas en el Congreso. ¿Adónde va a ir a buscar aliados?
-Imagino que va a intentar consolidar lo que viene del PRO y del radicalismo, que está semi disponible: mitad está disponible y con el resto tendrá que conversar. Pero tiene que ir a buscar al peronismo, y hay peronismo para buscar porque lo que hizo el kirchnerismo fue definir y, por lo tanto, limitar al peronismo: lo definió como de izquierda y del conurbano. Y está lleno de peronistas que no son de izquierda ni del conurbano. Están en las provincias y tienen diputados y senadores.
-Esas alianzas y conversaciones estuvieron disponibles al principio y el Gobierno se encargó de dinamitarlas. Se retoman ahora. ¿Cuánto tiempo se perdió?
-Si lo mirás desde el vaso medio vacío fue un desperdicio de tiempo. Si lo mirás desde el vaso medio lleno fue un aprendizaje para el Gobierno. El Gobierno se dio cuenta de que solo no podía gobernar, que, si no tenía apoyo interno, necesitaba apoyo externo. Trump y Bessent sustituyen las coaliciones domésticas que el Gobierno compuso al principio de su mandato. El Gobierno empieza pasando leyes como la Ley Bases y avanza porque tenía apoyo en el Congreso. Después, el mismo gobierno lo dinamita. Y cuando está a punto de caerse va a buscar al amigo de Washington y lo consigue. Pero esto demuestra que el Gobierno necesita apoyo, interno o externo. Si tiene los dos, mejor. Y los necesita porque la Argentina es un problema. La economía argentina es un problema. Entonces, posiblemente, por la debilidad argentina y por la condición de minoría del Gobierno, con el apoyo externo Milei fortalece la economía y con el apoyo interno fortalece la coalición. Lo interno, para la política; lo externo, para la economía. Es una chance que no tenemos desde 1930: Gran Bretaña era nuestra aliada externa, la perdimos y nos quedamos como una hoja al viento. Ahora volvemos a tener un aliado externo.
-¿Qué es lo que Milei, de ahora en más, no debería hacer para salvarse de sí mismo y de los errores que cometió al principio?
-Es casi irrespetuoso que un cualquiera le diga lo que tenga que hacer a alguien que está en la presidencia y la mantiene. Lo que uno se imagina es que donde hubo errores no hay que repetirlos. Mi impresión es que él aprendió de esto solito. Él dijo voy a dejar de insultar. Lo aprendió a los golpes. Le iba mal insultando.
-Lo que confirma que no era un rasgo de personalidad sino una estrategia.
-Tiendo a pensar que es más pragmático que dogmático. No sé si es más estratégico que loco; puede ser las dos cosas. Que es estratégico no tengo dudas. Y la virtud que tiene como político es que sigue transmitiendo autenticidad a pesar de actuar pragmatismo. Él hablaba dogmatismo y actuaba pragmatismo. Él estuvo devaluando todo este tiempo y Scott Bessent lo ayudó a devaluar, de a poquito. Administró la devaluación mientras la negaba. Y eso es lo que tiene que hacer un político porque la palabra genera expectativas. El que dice la verdad, la destruye.
-Hablemos de Karina Milei. Acertó o la acompañó la suerte en su lectura y su estrategia dados los resultados electorales. Construyó el partido y pintó el país de violeta. ¿Cómo ves su figura?
-Enfatizo el verbo que elegiste: acertó. Para Maquiavelo, fundador de la ciencia política moderna, la fortuna y la virtud constituyen al Príncipe. La fortuna es la suerte y la virtud es el talento. Ella tiene talento, suponemos, porque la suerte no alcanza, pero sin suerte el talento no le servía. Más que una estrategia, Karina Milei hizo una apuesta. Y la apuesta es: “Mi hermano va a mantener la economía y si mi hermano mantiene la economía, podemos hacer jueguitos políticos porque tenemos margen para jugar”. Cuando la economía se empezaba a desmoronar, su estrategia iba directo al fracaso. Cuando el hermano consigue el apoyo de los Estados Unidos, la economía se sostiene. Y con una economía que se sostiene su estrategia de ir por todo tenía chance.
-Milei, que se autodefinía como especialista en crecimiento económico con o sin dinero, finalmente, necesitó dinero.
-Karina Milei era una especialista en crecimiento con o sin votos: consiguió los votos porque Milei consiguió el dinero. Sin dinero no había votos. A Karina Milei le hubiera salido todo mal sin rescate; le salió todo bien con el rescate. ¿Eso le quita virtud? No. Le agrega fortuna.
-Hoy Milei queda bien parado para fantasear con una reelección. Algunos se preguntan por una fórmula Milei-Milei. ¿Es un escenario posible que él quiera ir por una reelección?
-Sí, creo que ya lo anticipó de manera directa o indirecta. No estamos en una buena era para las reelecciones en el continente americano: Trump perdió, después volvió; Bolsonaro perdió; Macri perdió y Alberto Fernández no lo intentó. Pero 2027 es otro universo. Faltan dos años y puede pasar cualquier cosa. En cualquier caso, él tiene que mantener la expectativa para evitar el síndrome del pato rengo: el síndrome que aqueja a los presidentes norteamericanos en los últimos dos años de mandato cuando no pueden renovar. Están los mercados y los electores mirando al que viene. Les tiene que hacer creer que el que viene es él. Fue la estrategia de Kirchner: pingüino, pingüina. Me parecería muy kirchnerista o peronista lo de postular a la mujer que tenés a mano. Pero no se puede negar que lo hagan como mantenimiento de expectativa y para administrar la elección del vicepresidente o del sucesor.
-Si hubiéramos tenido esta conversación hace un año o unos meses vos me hubieras dicho que en la Argentina le tenías más miedo a la anarquía que a la tiranía. Ahora Milei queda bien posicionado para fantasear con una reelección. Falta mucho, claro, pero imaginemos que consolida su proyecto y va por un segundo mandato, ¿la democracia puede estar en riesgo con una reelección de Milei?
-La respuesta genérica y universal es: la democracia está siempre en riesgo. La libertad requiere de la eterna vigilancia. Si vos te descuidás las cosas pueden salir mal. Milei me preocupa mucho menos que Bolsonaro o Trump. No noto en Milei un apego al poder y no noto en Milei un no reconocimiento de la derrota que es lo que lo distingue de Bolsonaro y de Trump. Cuando Bolsonaro y Trump perdieron no lo admitieron y mandaron a la turba a tomar los palacios de gobierno. Cuando Milei pierde las elecciones en la provincia de Buenos Aires en septiembre da un discurso y lo que dice primero es: “aceptamos la derrota”. Después dijo algunas otras cosas que cayeron menos simpáticas, pero aceptó la derrota y fue a ganar la próxima. Más democrático que esto no se consigue.
-¿Y la no aplicación de leyes promulgadas por el Congreso?
-Esas son las disputas en las fronteras de la institucionalidad.
-El “jugar al fleje”.
-Exactamente. Eso se hace en todos lados. Cuando Macri manda dos jueces por decreto, estaba jugando al fleje; ni hablar del kirchnerismo que se supone que fue menos fiel a las instituciones. En la realidad, el kirchnerismo habitualmente jugaba dentro del fleje. Era muy bocón. La primera Corte Suprema de Néstor Kirchner era impecable. Después se fue desgajando, pero era una muy buena Corte, aceptada por todos los sectores. Lo primero que hace Macri es mandar dos jueces por decreto. Aprende. Rectifica. Retira. Milei es lo mismo. En el fondo no importa cuánta intención tenés de ser autoritario sino cuánta decisión tiene la sociedad de evitarlo. Yo confío mucho en la sociedad argentina.
-Alfonsín dejó como legado la democracia. ¿Qué legado te gustaría que dejara Milei?
-El equilibrio fiscal. En 1930 se nos rompen la democracia y la economía. Arreglamos la democracia en 1983 y la economía lleva casi 100 años sin arreglo. Esto no es solamente por el equilibrio fiscal sino por la falta de crecimiento. El problema es la falta de crecimiento. Con democracia y equilibrio fiscal el crecimiento es una cuestión de tiempo.
-Te gustaría una democracia fiscalista.
Sí, como fue Lula en Brasil o la izquierda uruguaya. Uno puede disentir sobre lo que quiera, pero son personas que lideraron y no rompieron ni la democracia ni el equilibrio fiscal. Son los dos componentes necesarios para que haya inversiones, trabajo y crecimiento. No lo garantizan, pero son condiciones sin las cuales el resto no viene.
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POLITICA
Un país con trabajadores pobres y sindicalistas ricos

El gobierno del presidente Javier Milei en los dos años que lleva no tuvo presupuesto. En parte, porque la oposición no quería aprobarle y, otro poco, porque el Gobierno no quería forzarlo, porque le era más cómodo seguir así, ya que el Presidente tiene la facultad de firmar un decreto y prorrogar el último presupuesto aprobado.
Por estos motivos, se llegó a la situación excéntrica y extravagante de que Milei gobernó dos años con el último presupuesto aprobado por el expresidente Alberto Fernández y el exministro de Economía Sergio Massa. Por supuesto que no solo lo hizo con ese presupuesto, porque también tiene facultades para saltear las partidas.
Es conveniente que el país tenga un presupuesto. Todos los países serios lo tienen. Este indica claramente cómo el Estado va a conseguir los ingresos de dinero y los recursos, y cómo los va a gastar.
Este martes, la Comisión de Presupuesto y Hacienda aprobó el presupuesto. Ahora tendrá que tratarlo el plenario de la Cámara de Diputados y luego el Senado. Pero tal y como están las cosas, no será este Congreso el que lo apruebe, sino el que asuma el 10 de diciembre, con una relación de fuerzas mucho mejor para el Presidente porque acaba de ganar la elección legislativa.
Ese Congreso que viene va a tener que hacer reformas profundas y estructurales si quiere realmente cambiar este país, que viene de fracaso en fracaso.
Este miércoles eligieron a la nueva conducción de la CGT, un nuevo triunvirato. Y el mensaje que circuló antes y durante la reunión fue que se iban a oponer a la reforma laboral. No quieren que nada cambie. Quieren que sigan vigentes las relaciones y las condiciones laborales que se fijaron hace 50 y 60 años.
Ese país, de hace 50 y 60 años atrás, ya no existe. Y el mundo en el que se movía tampoco es el mismo. Hay problemas serios: más del 40% de los trabajadores trabajan en negro. Es decir, es gente que no recibe beneficios sociales, no hace aportes previsionales, no podrá jubilarse y si lo hace cobrará la mínima, que no sirve para nada. También se perjudica la Anses, porque al trabajar en negro, no hacen el aporte para pagarle mejores jubilaciones a los que están jubilados.
¿Alguien escuchó alguna vez a la CGT hablar de los trabajadores en negro? Nunca. Porque si lo hacen lo primero que tendrían que hacer es pedir una reforma laboral y no la quieren pedir.
La pregunta que hay que hacerse es ¿por qué casi la mitad de los trabajadores trabajan en negro? Y la respuesta es simple: las cargas del trabajador en blanco son enormes para una empresa, para una pyme y para un particular.
No quieren tocar nada, porque temen que al abrir la caja de Pandora se toquen los privilegios de ellos. Acá estamos trabajando en un país de trabajadores pobres y dirigentes sindicales ricos.
Hubo varios presidentes, ninguno peronista, que intentaron hacer reformas laborales: Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa, Mauricio Macri. Todos fracasaron. Y no pudieron completarlo por la oposición terminante, ciega y transigente de los dirigentes gremiales.
Tal vez la desproporcionada influencia de los dirigentes gremiales en el país es lo que ha terminado provocando una economía decadente. Y esto la sociedad no lo ignora.
En los últimos años los dirigentes sindicales figuran entre los más impopulares del país, los que la sociedad menos confía. ¿Les importa a ellos? No, porque lo que necesitan es controlar las estructuras que los convierten en poderosos y ricos.
Otras de las reformas profundas y estructurales que se deberá hacer es la previsional, para que haya mejores ingresos y salarios para los jubilados. Alguna fórmula debe haber. Hay millones de jubilados, pero ninguno cobra lo que debe. Salvo en sectores de privilegio.
Y la otra reforma es la tributaria, porque este es un país con una carga impositiva enorme. Creo que es el segundo en el mundo con este nivel de carga y sin ninguna contraprestación del Estado seria y eficiente. La seguridad sabemos cómo está, la salud tiene sus problemas, la educación es buena siempre y cuando no haya huelgas.
El presidente Milei en su campaña electoral prometió bajar los impuestos, pero hasta ahora no los bajó. Pero esas son las reformas en donde el jefe de Estado debería poner especial atención, porque son las que van a cambiar el país.
Bajar la inflación y eliminar el déficit fue muy importante, pero son cosas que viene un gobierno distinto y la sola firma del nuevo presidente lo puede cambiar. Esto, si es aprobado por el Congreso, va a ser mucho más difícil.
La aprobación en el Congreso necesita de dos condiciones: un gobierno con vocación de diálogo y acuerdo y una oposición razonable, no toda, con vocación de acordar. Son las únicas dos condiciones.
Por otro lado, este jueves empieza el megajuicio por la Causa Cuadernos, que tiene más de 150 imputados entre exfuncionarios y empresarios muy importantes. Y ese megajuicio es posible porque el periodista Diego Cabot hizo la primera investigación.
Cuando los mileístas o los simpatizantes del mileísmo hablan alegremente de los periodistas ensobrados, sin hacer excepciones, se olvidan que hay periodistas como Diego Cabot que puso en riesgo su seguridad personal y la de su familia para revelar una verdad.
Este jueves empieza un juicio histórico, que desgraciadamente va a ser lento. Pero ese juicio histórico es posible porque existió la investigación de un periodista.
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POLITICA
Un bloque de legisladores bonaerenses pidió declarar la emergencia agropecuaria por los campos inundados en PBA

El drama que se vive en la provincia de Buenos Aires sigue creciendo para los productores agropecuarios tras las intensas lluvias que afectaron a gran parte del territorio durante los últimos días. Ahora, desde la Legislatura bonaerense presentaron un proyecto para declarar la emergencia agropecuaria en el centro y este.
De acuerdo a lo que pudo saber Infobae, en las últimas horas, las primeras estimaciones que hicieron desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) tras el temporal del lunes afectó a más de cinco millones de hectáreas.
“Hay algunas zonas que están inundadas, otras que no tenés piso, no podés entrar, no tenés camino. Estamos hablando de cinco millones de hectáreas hoy y no sé si no me quedo corto“, explicó Pablo Ginestet, secretario de la entidad.

Ahora, tras la noticia de las inundaciones, los senadores bonaerenses Carlos Kikuchi, Sergio Raúl Vargas y Paola Ventura, del bloque Unión y Libertad, presentaron un proyecto de ley para declarar la emergencia agropecuaria en el centro y oeste de la Provincia de Buenos Aires.
Según el proyecto que se presentó, proponen el alivio fiscal y medidas urgentes de protección para los productores, incluyendo condonación de deudas del Impuesto Inmobiliario Rural, eximición del pago hasta abril de 2026, suspensión de juicios de cobro y prórroga en vencimientos tributarios para todos aquellos que se encuentran en emergencia.
La iniciativa apunta a que se dispongan medidas para los partidos de Trenque Lauquen, Pehuajó, Carlos Casares, 9 de Julio, Carlos Tejedor, Hipólito Yrigoyen, Bolivar, Daireaux, Guamini, Salliqueló, Tres Lomas, Adolfo Alsina, General Viamonte, General Villegas, Lincoln, Olavarria, Tapalqué, Urdampilleta, Saladillo, Las Flores, Bragado, 25 de Mayo y Roque Perez.
En ese sentido, tras las primeras estimaciones, desde la CARBAP remarcaron que se perdió «parte de la soja que se tenía que haber cosechado entre abril y mayo». “Todo lo que era trigo se perdió porque no se pudo sembrar. No va a haber en toda esa zona”, agregó.
Y continuó: “Mucho de lo que se sembró se terminó perdiendo porque la superficie inundada fue aumentando, sobre todo en agosto. Y a su vez, lo que está en duda es cuánto de la gruesa se va a poder sembrar, de maíz de primera, que se siembra en septiembre y octubre”.

Justamente, los senadores sostuvieron que “esta situación ha generado un impacto económico y social negativo que compromete no solo a los productores rurales, sino también a las economías regionales que dependen directa o indirectamente de la actividad agropecuaria”.
De hecho, crece el temor entre los productores debido a las pérdidas que pueden generar estas inundaciones para el próximo año.
“Este año no solo que no se pudo cumplir con los compromisos a tiempo, tampoco se pudo sembrar ni continuar con las cadenas productivas de este año, que son los resultados que esperábamos tener el próximo año”, describió Erica Moro, secretaria de la Sociedad Rural de Carlos Casares en el Canal Rural.
Y añadió: “El problema es superficies anegadas, baja producción, compromisos impagos, falta de dinero y, sobre todo, a esto le tenemos que sumar la falta de atención de las autoridades. Necesitamos que tomen conciencia y nos vengan a ayudar. Que al menos nos vengan a visitar para que vean la gravedad del problema, que no estamos exagerando en nada”.
La respuesta desde PBA y el Gobierno Nacional
Por un lado, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) dispuso beneficios de exención y prórroga del Impuesto Inmobiliario Rural para campos afectados por graves inundaciones en 19 distritos bonaerenses durante 2025.
Los distritos beneficiados son Bolívar, Carlos Casares, Chacabuco, Chivilcoy, General Alvear, General La Madrid, General Viamonte, Guaminí, Junín, Las Flores, Monte, Nueve de Julio, Puan, Saladillo, Tapalqué, Tornquist, Trenque Lauquen, Veinticinco de Mayo e Hipólito Yrigoyen, todos formalmente reconocidos en situación de emergencia o desastre agropecuario.
En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció la conformación de un Comité de Emergencia para coordinar la respuesta y adelantó que el gobierno nacional movilizará recursos a las zonas más perjudicadas.
“Esto es un desorden, lo tiene que ordenar la provincia de Buenos Aires, como no lo está haciendo, no sabemos quién se hace cargo”, declaró Bullrich en conferencia de prensa este miércoles. La funcionaria expuso que la magnitud de las lluvias no tiene precedentes en la región y marcó diferencias con la gestión del ejecutivo bonaerense, al remarcar que los anegamientos no fueron debidamente contenidos.
“Nosotros nos vamos a hacer cargo de esta emergencia. Pero la autoridad del agua tiene que ser una autoridad y ordenar los cauces”, enfatizó. Para la funcionaria, la falta de coordinación y la ausencia de una gestión integral a nivel provincial profundizaron los problemas logísticos y de asistencia para los damnificados
POLITICA
La centroizquierda argentina festeja el triunfo de Mamdani en Nueva York y lo ve como un faro para combatir la “agenda de ultraderecha”

Dirigentes de la oposición argentina celebraron el triunfo del socialista Zohran Mamdani en las elecciones por la alcaldía de Nueva York. Mientras el mundo libertario rechazaba su victoria con mensajes xenófobos y acusaciones de comunista, en el arco opositor interpretaron el resultado de los comicios neoyorkinos como una derrota de Donald Trump, aliado estratégico del presidente Javier Milei, y una muestra de que es posible construir una alternativa para combatir la “agenda de la ultraderecha”.
“Algunas extorsiones no le resultan bien a Trump”, escribió en X la diputada electa del Frente de Izquierda Myriam Bregman. Se refirió a la amenaza de Trump de recortar los fondos federales a Nueva York ante una derrota de los republicanos que mantiene cierta semejanza con su anterior decisión de condicionar la ayuda financiera a la Argentina a un triunfo electoral de Milei, que ya aconteció.
El alineamiento del primer mandatario argentino con su par norteamericano es -según señala el analista Ernesto Calvo– uno de los motivos por los que la oposición nacional se hizo eco del triunfo. Ven, en la derrota de Trump, también un revés para el modelo del líder de La Libertad Avanza.
No es la única razón. Según la politóloga Antonella Marty, el triunfo de Mamdani representa también un “golpe directo al relato de Milei y de sus seguidores”.
“Mientras él (Milei) se nutre de la ira y la deshumanización, Mamdani encarna lo opuesto: una política que construye sin destruir. Por eso la oposición argentina celebró su triunfo: porque demuestra que se puede ganar sin gritar, sin odio y sin disfrazar la crueldad de ‘libertad’. En un mundo donde la nueva derecha avanza con discursos violentos y mesiánicos, Mamdani representa una alternativa inspiradora, que es una política de humanidad, encuentro y diversidad”, planteó ante la consulta de .
Es justamente la materialización de esa alternativa en un país gobernado por un presidente libertario lo que celebran en varios partidos de la oposición. En este sentido, el diputado electo del FIT Nicolás Del Caño analizó: “Es una elección muy positiva para la clase trabajadora y la juventud de Estados Unidos y también para América Latina y los trabajadores del mundo: que en el corazón del capitalismo un candidato que se reivindica socialista gane esta elección es realmente muy alentador”.
Celebró que el descontento hacia el presidente norteamericano se haya canalizado a través de una figura que “ha rechazado el genocidio en Gaza contra el pueblo palestino” y los ataques contra la inmigración y enarbola “temas muy sensibles para la juventud y los trabajadores” como el acceso a la vivienda y la suba del salario mínimo. Son demandas que forman parte de la agenda de su alianza que, en las últimas elecciones, tuvo un histórico crecimiento en la ciudad de Buenos Aires.
En Pro, en tanto, dudan de la posibilidad que tendrá el alcalde electo de llevar adelante sus propuestas. “Se vendrá una discusión interesante sobre si la oficina del alcalde de Nueva York cuenta con las herramientas institucionales y los recursos para cumplir con el mandato que parecen haberle dado los neoyorquinos, tras una campaña que tuvo promesas como buses gratis, alquileres controlados, alimentos baratos”, advirtieron a .
Más allá de las eventuales dificultades prácticas, el dirigente del FIT estimó que el triunfo de Mamdani expresa la posibilidad de poner un freno a las políticas de ultraderecha de gobiernos como el de Milei y Trump. “Creemos que es muy importante este triunfo para la Argentina, donde Milei tiene como uno de sus principales sostenes y aliados a Trump. Tenemos que tomarlo como un impulso para enfrentar las políticas de este gobierno y luchar por las demandas de las mayorías trabajadoras en la Argentina”, continuó.
Esteban Paulón, diputado nacional por el socialismo santafesino, coincidió. Se mostró optimista respecto de la posibilidad de construir una “alternativa bien progresista” para poder abordar la desigualdad, un problema que -estima- “pone en jaque a las democracias liberales”. “Hay un problema de desigualdad que la derecha ha encarado desde el lado de la xenofobia, el racismo, los inmigrantes que ‘nos van a robar el trabajo’. Mamdani dice ‘no, acá el problema de la desigualdad se resuelve poniendo impuestos a los superricos, impuestos razonables y eso destinarlo a distribuir mejor las cargas de lo que es vivir en una gran ciudad como es Nueva York’”, explicó a .
En este contexto, señaló que el triunfo del demócrata “invita a pensar en un proyecto radicalmente reformista”. “Es posible construir ese proyecto en contraposición a los que piensan que la salida es congraciarse con los mercados para que el lunes no explote todo. Evidentemente hay que confrontar y hay que hacer propuestas concretas que sintonicen con las necesidades de la gente”.
De igual modo, su compañera de bancada en la Cámara de Diputados Margarita Stolbizer explicó que el triunfo de Mamdani constituye una señal de que la socialdemocracia puede ser un límite para liderazgos de derecha como el de Trump. “Mamdani es un socialdemocrático, como el partido GEN. Pero, además, se ha comprometido a defender derechos humanos y representar a las minorías y su figura aparece como un contrapeso de Trump, lo que también vemos interesante”, dijo a .
La posibilidad de construir un liderazgo similar en la Argentina es para algunos analistas una posibilidad más de largo plazo. “Yo no creo que Mamdani sea el Trump de la izquierda, más bien parece ser una alternativa que está construida alrededor de una diversidad, de una pluralidad de propuestas, más que se de una visión alternativa monolítica y esa otra visión es posible, pero es una construcción de más largo plazo”, reflexionó el investigador Sergio Morresi.
Marty, en tanto, subrayó que, a diferencia de lo que plantean en La Libertad Avanza, Mamdasi está lejos de ser un comunista. “Mamdani, si bien es el ala más fuerte, ideológicamente hablando, del Partido Demócrata, sigue siendo una propuesta de la socialdemocracia”, indicó. En este sentido, consideró que es posible que surjan alternativas similares en la Argentina, dentro o fuera de los espacios tradicionales.
“Mamdani no ganó desde el marketing ni desde el enojo, sino desde la coherencia y la cercanía. Supo usar las redes sociales para conectar, no para manipular; para construir comunidad, no indignación. Si alguien logra hablar de justicia, igualdad y democracia sin cinismo ni superioridad moral, desde lo simple y lo honesto, pero dejando en claro lo que hay del otro lado y tomar posturas serias, hay espacio para eso”, aseguró, pero aclaró que para conseguirlo quienes quieran presentarse como una alternativa al modelo de Milei deben “abandonar el juego de egos”.
triunfo del socialista Zohran Mamdani,mensajes xenófobos,November 5, 2025,histórico crecimiento en la ciudad de Buenos Aires,November 5, 2025,Abigail Contreiras Martínez,Estados Unidos,Conforme a,Estados Unidos,,Intenso debate. La guerra comercial de Trump llegó a la Corte Suprema: definen si sus aranceles son legales,,“Extremistas”. Los demócratas le dieron un disgusto a Trump, pero se enfrentan a un dilema tras las históricas elecciones en Nueva York,,De desconocido a alcalde. La innovadora estrategia con la que Mamdani derrotó a la élite neoyorquina y ganó las elecciones
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