En su primer paso por River, regaló goles (46) y asistencias (22) inolvidables, dejó desparramados a grandes defensores con su pique corto vertiginoso y levantó dos títulos. Su vuelta al club incluyó una Copa Libertadores y la Suruga Bank, pero en lo individual apenas sumó 13 partidos y no convirtió. Así, al repasar los dos ciclos de Javier Saviola en Núñez se puede trazar un paralelismo con lo que le sucede a Marcelo Gallardo en su regreso: de la época dorada, pasó a un presente gris.

El Conejito, voz autorizada en los pasillos del Monumental, hizo un análisis del presente del equipo y del entrenador y, aprovechando su visita al otro lado de la coordillera, lo sintetizó con una contundente comparación: «Lamentablemente, River está como Chile…».

Esa frase que no pasó desapercibida durante una charla de la Fundación del Barcelona, de la que el ex delantero es embajador, fue el puntapié inicial de la entrevista con La Tercera, en la que puntualizó en el Muñeco y en las críticas que comenzó a recibir por los malos resultados en este 2025.

«Se ha transformado en uno de los técnicos más grandes de la historia. Está entre los mejores tres o cuatro. Sabemos cómo se vive en los clubes grandes. Hay poca paciencia y la gente quiere resultados inmediatos. River es un club de los más exigentes del mundo. Cuando los objetivos no se dan, la gente se cansa. Por más que hayas ganado lo que hayas ganado, que hayas sido el más grande de todos», detalló Saviola, poniendo sobre la mesa lo que sucedió con Messi: «Antes de ganar la Copa del Mundo, en Argentina lo que había hecho no servía».

En este contexto, hizo hincapié en lo sucedido en el último superclásico, ese partido que suele ser un punto de inflexión porque cada resultado deja consecuencias, ya sea positivas como negativas: «Lo perdió y te marca mucho. Boca tuvo un año que, por ahí, no fue tan exitoso, pero ahora parece que fuera el mejor. Salvó el año. No encontraba el equipo, pero con este resultado todo es felicidad».

Por último, se lamentó por los golpes que recibió el Millonario en el año y marcó una diferencia sustancial: «Gallardo no le encontró la vuelta al equipo. No es el que tenía en su momento, un River tremendamente fuerte».

“El momento de River les pegó a todos. Había comprado cinco jugadores que habían sido campeones del mundo y Paulo venía en un grandísimo nivel. Él se interpuso y se ganó la titularidad. Pero, bueno, tampoco se ha podido mantener. En el año ha pasado por distintos momentos y ahora todo el equipo no está rindiendo”.

Con un Enzo Fernández deslumbrante, que fue el encargado de liquidar la historia y mostró un muy buen nivel, el Chelsea venció al Burnley por 2 goles a 0 y se metió en la pelea en lo más alto de la Premier League. Gracias a este triunfo, el campeón del Mundial de Clubes llegó a las 23 unidades en esta liga inglesa y quedó a tres puntos del Arsenal, actual puntero que aún debe jugar su partido en esta fecha.

Si bien al equipo de Enzo Maresca le costó acomodarse durante la primera media hora de juego, donde fue puesto en aprietos por algunas aproximaciones del local, los Blues apretaron el acelerador en la primera clara que tuvieron. A los 37′ del PT y tras un muy buen centro de Jamie Gittens desde la izquierda, Enzo Fernández arrastró dos marcas y Pedro Neto apareció en el vértice del área chica para meter un frentazo al ras del césped y cambiarle la trayectoria a una pelota que se metió contra el palo izquierdo del arco defendido por Martin Dubravka.

Ya con el resultado en su favor, la visita pasó a tener el control del partido. A pesar de que no generó mucho en ataque, dejó de sufrir en campo propio y manejó el ritmo del partido. Pero durante los minutos finales de los 90’ regulares y gracias a los cambios que hizo Scott Parker, el Burnley se adelantó algunos metros y, apretado por el reloj, buscó atacar con varios envíos directos.

Sin embargo, cuando parecía que el local tenía chances de igualar la historia con más empuje que ideas, Enzo apareció para liquidar la historia. Después de una muy buena corrida de Pedro Neto, otro de los puntos altos de la visita, el portugués descargó para el español Marc Guiu, quien trasladó la pelota por la banda derecha, llegó a la línea de fondo y tocó atrás ante la salida del arquero rival.

Allí, en el corazón del área del Burnley, el volante campeón del mundo entró como una tromba para definir con el borde interno de su pie derecho y así poner el 2 a 0 final con el que los Blues vencieron al equipo dirigido por Parker, que quedó al borde del descenso.