Año nuevo, vida… ¡Vieja! Nicole Neumann no les piensa aflojar a Poroto Cubero y a Mica Viciconte en 2026. Al contrario. Ya les avisó que rápidamente habrá guerra, porque al llegar a Punta del Este anunció que su hija Allegra también tendrá fiesta de 15 con la familia materna. ¡Agarrate!

De esa forma, Nicole estará vulnerando una suerte «de acuerdo» que había alcanzado tanto con la nena como «con la otra parte», pues son enemigos irreconciliables desde hace años. El «arreglo» había sido más o menos así: fiesta, lo que se dice la famosa fiesta de 15, la organizaban Poroto y Mica, y Nicole lo que hacía era un viaje con su hija por distintos destinos europeos.

Es decir, ni Nicole ni ningún miembro de su clan iban a participar de la fiesta propiamente dicha, pero ahora las cosas parecen haber cambiado y ya se sabe que, entre todos ellos, cualquier modificación deriva invariablemente en un problema, en un conflicto, en una nueva batalla. Hay más chances de que dejen en paz a Chiqui Tapia que de llegar a un acuerdo inter familiar. Ahí no hay caso.

Nicole hizo el anuncio tras poner un pie en Punta del Este. La recibieron con un anuncio que no le hizo mucha gracia. «Ya son treintaypico veranos acá». Justo a ella, que no le gusta decir la edad y le tira verse siempre jovial y lozana. En fin, la nota que consigna el sitio Farandulashow continuó por los carriles normales y ella contó cuáles son sus planes.

NICOLE NEUMANN LLEGO A PUNTA DEL ESTE Y DESAFIO A POROTO CUBERO Y A MICA VICICONTE

Primero pidió no hablar del tema «porque ya estoy cansada de que sea siempre lo mismo» pero hay que reconocerle la insistencia al periodista que no aflojó en las preguntas y finalmente «la hizo hablar» de eso que no quería. «Sí por supuesto, ella va a tener una fiesta con la familia materna» remarcó la modelo, que arribó al distinguido balneario uruguayo con su marido, el automovilista Manu Urcera y su hijo menor.

Allegra cumplirá 15 el día de los reyes magos, es decir el 6 de enero. Es la mayor de las tres hijas que la manequenn tuvo con Cubero, quien hace rato abandonó la práctica activa del fútbol. Según cuentan, el papá y Mica, con quien tiene una gran relaciión, le prepararon una «fiesta de aquellas» que será «inolvidable tanto para ella como para todos los que vayan». Habrá que ver con qué la sorprenden Nicole y los suyos.

Diego Peretti eligió, una vez más, el perfil bajo para arrancar la temporada lejos del ruido porteño. Pero esta vez, las cámaras lo encontraron en un plan imposible de disimular: caminata al sol, almuerzo en un clásico de José Ignacio y una secuencia de gestos cómplices que lo muestran relajado, sonriente y muy compañero junto a Andrea, su novia, con quien hace ya un tiempo comparte una relación amorosa de bajo perfil.

Las imágenes capturan un mediodía bien de verano esteño, con calor intenso, calles llenas de autos y ese ritmo particular de José Ignacio donde el paseo se mezcla con la logística playera. En una de las postales, la pareja aparece caminando por una calle transitada, con vehículos estacionados a ambos lados y otros circulando detrás. Andrea va adelante, marcando el rumbo: estira el brazo y señala hacia la derecha, como si estuviera guiándolo entre la fila de autos, buscando el punto exacto para cruzar o para llegar al lugar elegido. En esa escena, Peretti camina a su lado, atento a la indicación, con un look relajado y funcional para el día de playa.

Ella, en cambio, lleva un estilismo playero: bikini estampada en tonos oscuros y claros, y arriba un chaleco largo tejido color crudo, abierto, que cae como una túnica liviana y deja ver el traje de baño. En una mano sostiene un bolso transparente con objetos de playa (toalla, prendas y accesorios), y en la otra lleva otro bolso más chico. Su cabello aparece suelto y húmedo, como recién salida del mar.

Otro momento los muestra llegando al restaurante. La entrada está enmarcada por columnas blancas, cortinas livianas y un entorno verde que funciona como transición entre la calle y las mesas. Andrea camina unos pasos por delante, en ojotas, mientras Peretti la sigue a corta distancia, con tranquilidad, como quien se deja llevar por el plan armado. Detrás, se adivina el movimiento de comensales: un mediodía activo, con gente instalada y el clima típico de temporada alta.

En un tramo diferente de fotos, ya más cerca, aparece el costado más íntimo: salen juntos del lugar y caminan pegados, hombro con hombro. Peretti lleva gorra negra, lentes oscuros, musculosa gris y shorts negros; un outfit simple, de descanso total, pensado para pasar desapercibido. Andrea conserva el look playero con el tejido crudo que acompaña el movimiento.

Más allá de la estética, las fotos también hablan en gestos. No hay poses armadas ni intención de cámara: hay guía, conversación, miradas cortas y una cercanía natural que se repite en cada cuadro. En un punto, lo que se ve es a una pareja que se mueve como equipo: ella marca el rumbo, él acompaña; él observa el entorno, ella escucha y sigue; y en el medio, una complicidad tranquila que no necesita demostraciones grandilocuentes.

Ese clima de calma y complicidad que reflejan las imágenes no es casual. En 2019, Diego Peretti habló públicamente de la relación con su pareja en una entrevista con Catalina Dlugi en el ciclo radial Agarrate Catalina (La Once Diez), donde se permitió abrir una pequeña ventana a su intimidad. “Hace un par de años que estoy con Andrea. Estoy enamorado, muy bien, muy contento”, confesó entonces el actor, marcando un quiebre poco habitual en su histórico bajo perfil. En esa charla también aclaró que su pareja “no tiene nada que ver con lo actoral”, una elección que, según dejó entrever, fue clave para construir un vínculo lejos del ruido mediático.

Aquel testimonio cobra hoy un nuevo sentido a la luz de las postales que lo muestran relajado en Punta del Este, caminando de la mano y compartiendo tiempo sin apuros. “Ella me acompaña mucho, y yo a ella también”, agregó en esa misma entrevista, una frase que parece resumir el espíritu de estas vacaciones.

Luego de meses de rumores y varios candidatos en danza, Zaira Nara finalmente fue captada por los flashes con su actual “Romeo”. Hablamos de Robert Strom, un joven francés, mega millonario y heredero, que llegó a la vida sentimental de Zaira gracias a Pampita y Martín Pepa.

Fueron ellos los que hicieron de “celestinos” con Zaira y, claramente, todo fluyó. No hubo distancias idiomáticas ni de otro tipo entre la hermana de Wanda y Strom. Juntos, compinches, pura sonrisa: así se los ve en las fotos que les sacaron en Punta del Este y que publicó la revista ¡Hola! Argentina.

La famosa publicación le dedicó la tapa a la morocha, que aparece dentro de un auto, ella al volante, Strom a su lado, notablemente en sintonía y pasando un buen momento en el exclusivo paraje esteño, el destino que eligieron para despedir 2025 y recibir el nuevo año. 

Lo cierto es que la vida amorosa de Zaira Nara viene dando mucho de qué hablar. En diciembre se habló de una posible reconciliación de la morocha con Jakob Von Plessen, el papá de sus hijos Malaika y Viggo. Luego, su relación con el streamer Bauletti generó duda y más dudas hasta que en escena apareció Strom.

QUIÉN ES ROBERT STROM, EL NUEVO NOVIO DE ZAIRA NARA

¿Quién es Robert Strom, este misterioso rubio millonario que irrumpió en la vida de Zaira? Nada menos que el heredero de Robert Zellinberg de Balkany, un magnate europeo, nacido en Francia. “Viven en castillos, son amigos de la realeza de Charlotte de Mónaco, el abuelo fue mega amigo de Juan Carlos I de España”, contó en su momento Gustavo Méndez en el programa de Moria Casán. 

El detalle de color es que este señor, un visionario, empezó a invertir en el negocio inmobiliario tiempo atrás. Y no solo eso, el abuelo de Robert fue el creador de centros comerciales en Europa, en Madrid, Francia, España, Bélgica y Alemania. 

Pero hay más, porque en este nuevo romance de Zaira vuelve a aparecer el mundo del polo. “Facundo Pieres es muy amigo de Clemente Zavaleta, el hijo de una de las Trillizas de Oro, María Emilia. Clemente está casado, justamente, con la hermana de Robert Strom”, revelaron.