Desde hace años, Benjamín Vicuña ocupa un lugar incómodo en el espectáculo argentino: el de ser una figura pública que, aunque intenta mantenerse al margen, queda atrapado en los escándalos que protagonizan sus ex parejas, principalmente la China Suárez y Pampita.

Su vida personal, incluida la de sus seis hijos—cuatro con Pampita y dos con la China—ha sido una fuente constante de especulaciones mediáticas que él preferiría evitar. «Es algo que tengo desde el lugar donde nací, Chile. Somos distintos», suele decir.

Hace unas semanas, cuando pasó por Madrid, donde asistió a la entrega de los Premios Platino como nominado a mejor actor de reparto por su trabajo en Envidiosa, Vicuña se refirió con franqueza a la presión de convivir con ese entorno mediático, especialmente cuando los temas giran en torno a vínculos ajenos a él pero cercanos, como el que unió a la China con Mauro Icardi. 

“Convengamos que no hay nada tan grande”, deslizó con cautela ante las cámaras de Mujeres Argentinas, al ser consultado sobre la exposición mediática que lo rodea. Aunque no nombró directamente a su ex ni al futbolista, sus palabras aludieron al escándalo que todavía genera la relación entre Suárez e Icardi, especialmente tras la fuerte reacción de Wanda Nara, que desató un verdadero conflicto mediático internacional. 

UNA RELACIÓN QUE SIGUE DANDO QUE HABLAR 

El romance entre Eugenia Suárez y Mauro Icardi no solo rompió la armonía en la familia ensamblada de Wanda y Mauro, sino que también revivió antiguos cuestionamientos hacia la actriz.

En los últimos días, la China volvió al centro de la escena tras compartir imágenes de su viaje a Turquía, donde acompañó a Icardi a celebrar el éxito del Galatasaray.

Wanda Nara, por su parte, no dudó en responder con ironías y dardos en redes sociales. “Con algunas personas no comparto ni el aire”, escribió en una historia que muchos interpretaron como una referencia directa a Suárez.

La guerra fría entre ambas parece estar más viva que nunca, y Vicuña, aunque intenta no quedar envuelto, sabe que cada movimiento repercute también en su entorno.  “Son cuestiones que no son mis temas. Que lo único que tengo en común son mis hijos”, remarcó el actor chileno, marcando distancia y dejando claro que no desea quedar atrapado en disputas ajenas a su presente. Para él, el límite es claro. 

VICUÑA, UN PADRE QUE PROTEGE SU ESPACIO 

Vicuña no evita las preguntas, pero sabe hasta dónde hablar. “Entonces, cuando me tratan de dar un rol, un lugar, me incomoda. Sobre todo, me pasó que venía de un estreno de El silencio de Marcos Tremmer, voy saliendo y pum, te meten el micrófono con un tema, decís ya, ‘me la banco’”, compartió con sinceridad. 

Respecto a cómo lidia con que sus hijos terminen involucrados en las noticias de sus ex parejas, fue contundente: “Trato de confiar en las personas que conocí en su momento. Que cada vez que tengo alguna duda, confiar en eso. Luego tengo la convicción también de que mis hijos están bien, que es lo más importante”. 

Hace tiempo que Vicuña adoptó una filosofía más relajada frente a los medios y los vaivenes del espectáculo. “Más allá de lo que me pase, creo que es algo que no puedo manejar, así que la clave ahí está en la aceptación y en poder entender, poder desdramatizar también hasta donde se pueda”, aseguró. 

Y cerró con una reflexión sobre la dinámica mediática que muchas veces distorsiona la realidad: “Ustedes, más que nadie, saben que hay mucha tergiversación de temas, de información, se aumentan las cosas. Otras por ahí sí efectivamente no están del todo bien, pero no soy nadie para opinar ni juzgar a las personas”.